Pansy corrió con todas sus fuerzas llevando con poco disimulo la preciada carga escondida entre la túnica. Ignoro a uno o dos idiotas que se intentaron preguntarle qué pasaba, bajó las escaleras y estaba casi sin aliento cuando por fin abrió la puerta de la habitación de Draco.
Un torbellino rubio platinado prácticamente le arrebato los ingredientes y ella ni siquiera intento quejarse por su uña rota. Tenían problemas más grandes que eso.
Draco gruño y comenzó a cortar todo en trocitos parejos, tenía el pelo desarreglado de tanto pasarse las manos por él, unas profundas ojeras, la cara más pálida de lo usual, el piyama del día anterior todavía puesto.
Blaise sostenía un pesado libro de artes oscuras e iba pasando las páginas con expresión concentrada, Theo miraba todo como si le costara quedarse callado, lo que en su naturaleza silenciosa y taciturna resultaba algo perturbador. Greg por su parte estaba nervioso, así que naturalmente estaba comiendo, sentado en la cama de Draco, las migas cayendo por todos lados, en cualquier otro momento eso hubiera acarreado tal berrinche de Draco que nadie hubiera podido acercarse a esa zona de Slytherin sin miedo a ser maldecido, pero no hoy.
Hoy la impecable habitación de Draco Malfoy tenía roto el papel de las paredes, las sabanas estaban en el suelo, el algodón del desgarrado almohadón favorito de Draco estaba esparcido por todas partes y todavía se veía un poco en el aire bajo la luz verdosa que venía de la ventana que daba al lago.
Pero nada de eso importaba, mientras Draco consiguiera salvarse de esa incluso el olor a quemado de su alfombra favorita –que indicaba que los hechizos aislantes debajo del fuego del caldero estaban agotándose- pasaría a ser el olor favorito de Draco.
Draco se quitó el sudor de la frente y se alejo del caldero, dispuesto a esperar. Si fuera otra cualquier cosa se hubiera tomado la poción así –porque Draco odiaba esperar- pero si esperaba había un cinco por ciento más de efectividad. Y por Salazar que los necesitaba.
No se dio cuenta de que estaba andando en círculos hasta que la poción tomó el color horrible acre indicado. Se veía asqueroso, olía peor, pero era un asunto de vida o muerte y ese era el mejor antídoto que conocía.
Así que puso un poco de esa infusión en un vial y –sintiendo varios pares de ojos en su nuca- se bebió su antídoto.
-Arrg.
Si sobrevivía juraba vender pociones saborizadas. El liquido grumoso fue pasando por su garganta y Draco siguio haciendo promesas a todas las deidades que recordaba.
-¿Funciono?
Draco no sabia quien había preguntado, estaba muy ocupado registrando las cosas que sentía. Esa incomodidad en el pecho, nada de sueño a pesar de que no había dormido bien en días, la incapacidad de pensar en "eso"…
Los ojos se le llenaron de lágrimas cuando dijo:
-No…
Hubo un silencio terrible en la habitación antes de que Blaise tirara el libro y agarrara otro más pesado, Greg pareció muy confundido y se llevo otro panecillo a la boca, Pansy lo abrazo profundamente afectada y su voz era nasal. Quizá estaba llorando, es difícil saberlo cuando te acurrucas en el regazo de alguien.
-Lo siento tanto Draco… encontraremos algo, no sé que ha podido salir mal.
Theo rió nerviosamente al borde del colapso, lo que hizo que todos lo miraran.
-No lo entiendes. No, no es amortentia ¡es un puto enamoramiento!
Theo no dejo la enfermería hasta finales de año.
