Capítulo 1: "Contra mi corazón"

Lo observaba directamente a los ojos, él a penas podía contra mi mirada penetrante; sus tímidos ojos verdes reflejaban vergüenza...Y por mi parte... mis ojos reflejaban dureza, aunque yo no lo quisiera, traté de apaciguar mis ojos, y una mueca apareció en mis labios...¿una sonrisa? sí... era una sonrisa, pero mi detestada sonrisa de burla... no era de simpatía, y yo odiaba eso, ¿por qué no podía demostrar un poco de ternura en mi rostro? mi sonrisa de sorna hizo que él apartara sus ojos de los míos con un rápido movimiento; pero yo lo seguía observando... y él sabía que yo lo miraba, porque noté cierta inquietud en sus movimientos aunque estuviera a espaldas de mí...

-Señorita Terlouw...-una voz fría me llamó, haciendo que despertara de mis pensamientos y volteara la mirada al frente- Señorita Terlouw... ¿está todavía en la tierra, o debería ir a buscarla al planeta "Potter"?-era la voz de Snape- Mi rostro tomó un típico gesto de severidad, mientras mis labios respondían: -En absoluto señor, he estado muy atenta a su "interesante" clase...-traté de sonar lo menos sarcástica posible- -Entonces ¿sería tan amable de pasar al frente y escribir sobre la pizarra cada una de las clasificaciones de los hongos mágicos más venenosos para hacer pociones?- Una horrible y despiadada sonrisa se dibujó en su rostro- -Perfectamente. –Dije accediendo mientras me levantaba de mi asiento-

Con tranquilidad, deslicé sobre el pizarrón la tiza, escribiendo cada uno de los hongos habidos y por haber, más venenosos. Los clasifiqué cada uno por tipo de veneno, lugar donde podían ser encontrados, familia, y poción donde podían ser utilizados. Al terminar, me volteé al profesor Snape, que estaba sentado atrás de su escritorio, observando cada una de las palabras sobre el pizarrón, levantó ambas cejas a manera de disimulada sorpresa; se levantó de su asiento y se dirigió hacía mi, sin perder su gesto petulante, y dijo:

-Excelente Terlouw, diez puntos para Slytherin por tan... exquisita clasificación.-una fría sonrisa se dibujó en sus labios, demostrando satisfacción...-

Afirmé con la cabeza, y regresé a mi lugar, y sin querer crucé miradas con Potter... Y nuevamente, él la apartó rápidamente, y observó al frente, a Snape, que estaba hablando.

-Por favor, tomen nota de esta clasificación otorgada por la Señorita Terlouw, que les iba a dejar un trabajo de investigación sobre ello, pero gracias a ella, ustedes se ahorrarán el trabajo.- dijo un poco resentido, pero reconociéndome por mi buen trabajo.-

Entonces noté como alguien había clavado su mirada en mi...volví mi cabeza sin disimular hacía el lado derecho, y observé como los grises ojos de Malfoy estaban buscando los míos, mientras una sonrisa se asomaba en su boca...adopté mi típico gesto de "vete al diablo" que tenía reservado para ese idiota, y luego desvié la mirada, un poco molesta, simplemente esperando a que esa clase terminara para salir de otro tedioso día de colegio.

Finalmente, la campana sonó, y todos se levantaron pesadamente; después de cinco años, la emoción de terminar un día de clases, no era la misma que en primero. Observé como él se levantaba, sonriéndole a sus amigos; Weasley y Granger, la más famosa "parejita" de todo quinto curso, aunque a mí, la verdad, me daban náuseas. Antes de llegar a la puerta, se volteó con disimulo hacía mi, y me pareció ver una fugaz sonrisa reflejada en su rostro, y esto, me dejó hipnotizada... no terminaba de asimilar lo que acababa de pasar cuando de pronto...

-Louise, ¿vas a quedarte ahí todo el día?-dijo Berlie un poco enfadada mientras se paraba frente a mi escritorio- La observé con confusión por unos segundos, y luego regresé a mi gesto serio de siempre y sin decir una palabra, me levanté del escritorio.

Otra vez... nuevamente me ha pasado, esta vez no he podido dormir, al igual que toda la semana anterior, sin razón que me excuse, paso en vela durante toda la noche, dando vueltas en mi cama. Y esto no es motivo de alegría, ya que me siento terriblemente agotada, lo cuál me pone de un horrible humor, y paso sin pronunciar palabra durante todo el día. Y no duermo, porque de pronto me atacan pensamientos que jamás percibí anteriormente en mí, odio estos recuerdos, me hacen flaquear el alma, que está fría, y así quiero que permanezca.

Como siempre, arrastraba mis serios pasos por los pasillos, cuando encontré al dueño de mis "pesadillas", aquel que al verme pasar, clavó su cristalina mirada en mi rostro, pero estaba tan eufórica que ni siquiera di una señal de que me había percatado de su presencia; Berlie, que iba al lado mío, rió de manera burlesca, robándome un gruñido de exasperación, y acelerando mi paso, dejándola a ella atrás.

Caminaba apresurada, muy enfadada, sin saber por qué, lo estaba conmigo misma, y por tanto, con todo el mundo, llámenme egoísta, pero aprender a lidiar con los demás, y conmigo misma, nunca se me ha dado bien. Suponiendo que mi suerte se llamara "mala", al cruzar por la esquina de un pasillo, tropecé con el ser al que más repudio; choqué bruscamente contra su cuerpo pálido, haciendo que se me cayeran todos los libros que llevaba en los brazos junto con mi última gota de paciencia; me miró, y sonrió con su típica sonrisa maléfica e impertinente, sin detenerme a pensar, me agaché encolerizada, recogí como pude los libros, con un gesto tan grave, que él incluso pudo percibirlo a pesar de que yo estaba inclinada hacia abajo...

-¿Es que ahora no has visto a tu novio Potter, Terlouw, que andas con el humor de un ogro... es decir, peor que el de siempre?-dijo hablando como lo hace siempre, sin ganas y en tono sarcástico.- Levanté lentamente mi cabeza, y lo observé, fijamente, matándolo prácticamente con la mirada. Entonces sentí que me tembló el labio inferior levemente, supongo que por el enojo, sentía que se me habían subido los colores a la cabeza, y ésta comenzó a dolerme; decidí no hacer nada, ni decirle nada, por el bien de mis nervios, entonces pasé junto a él con presencia, golpeándolo intencionalmente con el hombro. Malfoy, con gesto indignado se dio la vuelta y me sujetó por el brazo rápidamente, mientras decía: -Más cuidado Terlouw, más cuidado...-amenazó mientras apretaba las palabras-

Cerré los ojos lentamente, tratando de mantener la calma, y respiré profundo... -Me oyes Terlouw? o ¿de verdad estás tan idiota?-dijo entre la furia y el resentimiento, y trató de parecer sarcástico- -Malfoy... Malfoy...-dije serenamente- me sueltas, o conocerás lo que es tener verdaderamente morado un ojo...-dije entre dientes, demasiado colérica como para contenerme- -No te temo estúpida, mejor ¿por qué no te vas a ver si tu amado Po...??-pero no lo dejé terminar, porque se quedó sorprendido al ver mi puño casi estrellándose contra su cara, pero alguien lo detuvo, alguien me tomó por atrás el brazo con el que lo iba a golpear.-

Me solté, reventando en furia, y gruñí de rabia mientras me volteaba dispuesta a darle una bofetada a aquel que se había atrevido a detenerme en mi impulso...pero me paré en seco... era Thomas, mi hermano mayor, el que se encontraba frente a mi...

-¡¡ERES UN COMPLETO IMBECIL!! –Le grité furiosa mientras me ponía roja del enojo- -Lu, por favor, no te rebajes –alegó mi hermano- déjame a mí que le parta la cara...-dicho esto se abalanzó sobre Malfoy y le dio un fuerte puñetazo que dejó a Malfoy en el suelo, sentado, y sangrando de la nariz- A lo cuál me quedé totalmente estupefacta, pero todavía estaba enojada con mi hermano, y con Malfoy.

-¿¿¡¡Por qué lo haces!!??¡¡Siempre te metes en todo!!-grité indignada; de cierta forma Tom había lastimado mi ego al subestimarme...- Tom me observó confundido mientras yo me alejaba con paso rápido y chispeando de rabia, demasiado enojada. Reaccionó y se apresuró a alcanzarme, y me dijo:

-Lu, no lo tomes a mal, lo hice solo para que tu no te metieras en problemas, y porque sé que ese odioso te molesta siempre...-pero no lo dejé terminar- -En primer lugar, mi nombre es Louise, no "LU"; en segundo lugar, son MIS problemas, y yo los resuelvo a mi manera! en tercer lugar, a ti no te importa si ese me molesta o no! –le dije en tono cortante y brusco, mientras le dirigía una mirada de odio- -¿Sabes algo?-dijo Tom molesto e incrédulo- solo trato de ayudarte, pero ya veo que cada día vas de mal en peor, así que, haz lo que quieras, no me vuelvo a entrometer!-dijo finalmente muy enfadado- -No dudes que Hago y Haré siempre lo que quiero.-contesté de forma insolente entre dientes- -Bravo por ti!-dijo irónicamente, paró de caminar junto a mi, se volteó sobre sus pies y se fue por el lado contrario- -Ni a quién le importe mi vida...-susurré para mí misma, y luego caí en cuenta de que algo de eso llamado "sentimientos" empezaba a nacer en mí, entonces, me maldije miles de veces-

La verdad, yo no detestaba a Thomas, al contrario, me parecía tierno, pero mi orgullo siempre me impidió demostrarle alguna señal de afecto, siempre lo trataba mal, y lo hacía sentir menos, y cuando hacía esto nunca me mostré piadosa, nunca me disculpé... Pero extrañamente comenzaba a nacer en mí un sentimiento de culpa muy intenso, ni siquiera me dejaba respirar, era agobiante, desesperante, así como era tan fastidioso ver a mi hermano siempre tratando de ayudarme, defenderme, siendo tan dulce, me enfermaba verlo tan ingenuo, y es que siempre hemos sido, los polos opuestos...

Thomas, es un chico apuesto; tiene el cabello castaño claro, y los ojos de un azul profundo, es un chico muy dulce, y gracioso, yo lo llamo ingenuo impertinente, pero a decir verdad es un buen muchacho. Siempre preocupándose, y siempre tan disponible y con una sonrisa en el rostro cada día, claro, es un Hufflepuff, un noble Hufflepuff... en cambio, yo, tengo el cabello café oscuro y los ojos color castaños como la miel, tengo la mirada muy fuerte, soy cruel y despiadada, y así me gusta ser, siempre creo que los sentimientos arruinan el carácter de una persona, y te hacen un ser débil, por eso no creo en la existencia de las palabras: amor, comprensión, felicidad ni tolerancia, mucho menos piedad. Voy con indiferencia por el mundo, y si alguna vez me ven sonreír, o llorar, o cambiar mi semblante serio de la cara, es porque o me estoy burlando de alguien, o porque está lloviendo y las gotas me han mojado las mejillas; odio toda expresión romántica, pero me encanta matar a las personas con mi mirada fulminante, y soy una Slytherin, una despiadada serpiente...

Debo admitir, que soy demasiado rencorosa y orgullosa, aunque soy sincera, pero se podría decir que eso no muchas veces hace sentir cómodas a las personas. Últimamente, he visto mi sentido de frialdad, flaqueando; no hablo nada, y me siento ausente... creo que estoy despertando a mi realidad: siempre he estado ausente de éste mundo, pero talvez, ya no sea así...

Bajé la mirada extrañada, sin poder explicarme por qué me sentía de aquella manera, estábamos cenando, en el gran comedor, ese mismo día más tarde; y sin saber por qué, mis ojos castaños se habían clavado en el rostro de Tom, y algo dentro de mi... corazón, se revolvió; yo estaba impresionada, ya que hace tiempo que había dejado de sentir actividad alguna en aquel órgano al que llaman "corazón", dejando afuera la monótona palpitación del mismo...

Mi hermano estaba sentado, y parecía un poco consternado, ya que sus amigos hacían bromas, y él sólo se encogía de hombros...estaba decaído... y era por mi culpa... Oh no, otro retorcijón...¿¿que pasaba?? ¡¡Me estaba sintiendo culpable de lo que le había hecho!! Tenía tantas ganas de decirle que lo sentía... pero NO, no me lo podía permitir, era mi orgullo, el que actuaba primero, como siempre...pero mi conciencia (es extraño que mencione ésta palabra, pensé que solo eran puras patrañas) mi conciencia lucha contra mi orgullo, como nunca lo había hecho... quiero ahogarla, que se vaya este sentimiento que me da escalofríos... Entonces, él me miró, aparté la mirada lo más pronto que pude, no quería que se enterara de lo que podía estar pasando por mi mente y a la vez expresándose por mis ojos. Puse la vista fija en el plato, aquel chico de 17 años me estaba probando la fuerza de orgullo, de una manera u otra; apreté la servilleta que tenía en mi mano, y supe, que ya no podía más... necesitaba hablar con él, arreglar todo, disculparme por lo que le había dicho y hecho durante todas nuestras vidas... ¡¡Alto, Alto!! Basta! ¡¡no, no quiero, no quiero disculparme, no quiero ser buena, no quiero cambiar mi forma mezquina de ser!! Aparté la silla donde estaba sentada muy fuertemente, enfadada, consternada, alterada; no quería saber nada de nadie, solo quería irme a mi habitación, y morder la almohada, para no pedirle disculpas ni a Tom, ni a nadie!! - Mi orgullo va primero...- murmuraba para mí misma mientras salía del gran comedor, llevándome tras de mi, las miradas de mi amiga Berlie, de mi Hermano, y de... de la otra persona que me hace debilitar el corazón; Potter, Harry Potter...

Ésta vez sus ojos verdes estaban muy radiantes, y me miraban sin esconderlo, y yo por mi parte, me sentía un poco cohibida, ¿y cómo no? si estaba tan cerca de mi, estaba al lado mío, pero no por voluntad propia, si no porque Snape nos había puesto a trabajar juntos... en una poción bastante complicada...

-Si gustas yo puedo descabezar las luciérnagas y partir la albahaca, y tu pones a hervir los huevos de araña...-dijo Harry un poco temeroso, pero con voz melodiosa.- -claro, por mi no hay problema...-dije de una manera...oh Dios, no, lo dije de una manera muy dulce!!-

Harry abrió los ojos y puso gesto sorprendido, pero al instante cambió el semblante y sonrió, y se dispuso a descabezar las luciérnagas...

Yo lo miraba de reojo por veces, mientras movía los pequeños huevecillos en el caldero con una cuchara, y él partía la hierba... Y yo sentía como si en mis mejillas se acumulara algo tibio... creo que le llaman "sonrojarse", y no me gustaban esa clase de reacciones en mí, era muy molesto todo eso...

Todo en mí se estaba volviendo diferente, era notable como cada día que pasaba, mi piel iba tomando un tono más cálido, más vivo, quizá era porque había estado observando las pequeñas cosas que nunca había notado, y que más de alguna vez, me han hecho sonreír verdaderamente al reparar en ellas. Hace una semana, en un intento por olvidarme de las ganas que tenía de disculparme con mi hermano, he salido a tomar aire fresco, por los jardines del colegio, me senté cerca de una planta, al parecer insignificante, pero cuando la observé bien, noté como una pequeña oruga se arrastraba por una de sus hojas; era horrible, y asquerosa, por lo que mi primer impulso fue matarla... pero lo pensé dos veces...¿tuve piedad? si, talvez a eso se le llame piedad, pero la seguí con la mirada, y observé como llegaba a una ramita y se quedaba inmóvil por largo rato... comencé a aburrirme de verla, entonces volteé para otro lado, pero cuando volví la mirada para saber que había pasado con la oruga, noté que en su lugar, estaba un capullo blanco, que colgaba de la ramita...sonreí espontáneamente como nunca había podido hacerlo, fue una sonrisa verdadera, no como las de menosprecio que siempre llevo conmigo, ésta era... ésta provenía de los adentros de mi alma de piedra... había sonreído, porque me pareció asombroso, como la naturaleza vuelve algo tan horrible y asqueroso, en algo tan hermoso y agradable como lo es una mariposa; desde ese día, recuerdo la mariposa que vi emanar del capullo: fuerte, grande, lista. La que me enseñó que el mundo está lleno de colores, que son bálsamos para curar un alma fría...¿Qué estupideces digo? Si soy la reina del hielo, y me encanta el cargo...

-¡¡Terlouw...Terlouw...!!-una voz me llamaba de algún lado, la voz se volvía llena de exasperación.-

De pronto, una mano me golpeó la cara, levanté la cabeza entre el asombro y el enfado, al parecer me había quedado dormida en mis pensamientos. Frente a mi se encontraba Snape con cara de impaciencia; al ver mi desconcierto sonrió con sorna, y supe que un comentario sarcástico emanaría de su boca...

-¿Nuevamente de viaje Señorita Terlouw..?-Dijo con sonrisa despreciable.- -No de hecho, esta es otra de las reacciones que causan sus clases tan...entretenidas...-respondí en un susurro prepotente lleno de sarcasmo- -Dijo algo Terlouw?-dijo tomando gesto de impotencia y amenaza, muy bien escondida- Tomé aire para contestar, abrí la boca para hablar, y estaba a punto de hacerlo, pero de pronto observé la cara de desconcierto de Potter, y decidí no decir nada; podría perjudicarnos a ambos... -No profesor...-negué muy seriamente- -Eso creí Terlouw...Eso creí...-dijo satisfecho con mi respuesta, mientras caminaba hacia otro lugar sigilosamente-

-¿Te encuentras bien..?-preguntó Harry mientras me examinaba con la mirada- -Por supuesto...-respondí, tratando de no sonar insolente-

Harry bajó la mirada un poco avergonzado, y dijo: -Podrías pasarme las patas de araña...¿Por favor..?-supe que estaba evadiéndome- Levanté una ceja, sin perturbar mi semblante, y tomé el frasquito de patas, luego se lo tendí, y él lo tomó tímidamente, para luego tirar todas las patas en el caldero, y dar por terminada la poción.