Buenos días a todos! (^-^)/ Aquí traigo un "piloto" de fic que nació de una noche de insomnio (son casi las dos de la mañana). Seguramente tendrá continuación la próxima semana, así ue si les gusta la idea, pasen y dejen sus reviews! :D

Las cosas que perdimos-La descabellada historia de una repartidora travestida.

Para empezar, no tenía una vida del todo normal.
Primero y principal, mis padres no tenían mucho dinero y se esforzaban horrores para darnos de comer a mí y a mi hermanito, incluso les preocupaban los gastos en los que incurrirían el próximo año cuando debiera comenzar la escuela. Fue eso lo que me llevo a buscar trabajo para poder compensar los gastos que tenía, aunque no gastaba mucho en ropa, maquillaje y "cosas bonitas" como la mayoría de las chicas, y gozaba de una jugosa beca que me permitía estudiar medicina -no voy a mentir, soy bastante nerd...era necesario serlo si quería ser profesional algún día-ayudaba con los gastos de la casa y bueno... lo que sobraba de mi miserable sueldo lo gastaba en libros.
Mi trabajo era otro punto importante de mi vida anormal y que prontamente desencadenó el embrollo catastrófico en el que estoy metida. Pues, el punto es que nadie quería una estudiante casi zombie trabajando, así que tuve que renunciar a mi dignidad y rogarle al dueño de una pizzería en el centro de la ciudad para que me contratara. Necesitaba un repartidor, pero el muy hijo de su madre se negaba porque temía que alguien me acosara y hubiese dinero y abogados en el medio. La cosa es que estuve molestándolo por algunos días hasta que me dijo que si me disfrazaba de hombre para trabajar me aceptaría. El muy tonto no debe haber pensado que tomaría la propuesta -o no debió haber pensado que estaba tan loca como para hacerlo, pero si había estado persiguiéndolo por tres días, debió haber notado que algo no andaba bien conmigo-.
Así fue como terminé en la puerta de un departamento en el centro, tocando el timbre con una caja en las manos, el uniforme horrible que me obligaban a usar y una gorra bajo la que estaba hecho un bollo mi pelo.
No quiero ser babosa, pero cuando ese chico de cabello negro, ojos oscuros y cuerpo de infarto abrió la puerta, quise que me comiera a mí en lugar de a esa pizza.

-Sasuke Uchiha?
-Hn-respondió? Bueno, si a eso le puedo llamar respuesta.
-Una grande de muzzarella sin aceitunas, son 15 dólares.

Tomó la caja y la dejó sobre una mesa en el departamento, volvió con un billete de 100 y me lo dio. Comencé a rebuscar el vuelto en mi bolsillo, pero él me detuvo.

-Quédate con el cambio, tienes cara de necesitarlo- tomé nota, cara bonita, actitud de mierda.
-Qué dijiste?-no fue una petición de que lo repitiera, fue un desafío a que tuviera los huevos para hacerlo.
-Que tus ojeras, tu ropa sucia y esa voz de fumador reprimido que tienes necesitan el cambio-En ese momento me nació gritarle que él tendría la misma voz si tuviera una venda estrujándole los cojones como a mí me apretaba los pechos.
-Algunos tenemos que trabajar y ensuciarnos para comer, niño bonito-solté molesta-y no necesito tu dinero, no he caído tan bajo como para pedirle plata a alguien que al parecer, es lo único que tiene.
-Ya quisieras, si piensas que el dinero es lo único que tengo, deberías ver lo que tengo esperando por mí en la cama-sonrió burlón, quizás a un hombre le hubiese ofendido, pero yo no tenía el menor interés en cuantas tangas al día pasaban por sus manos.
-Tienes a alguien que te ama más de lo que te amas a ti mismo o tienes a la puta de turno?-Trágate esa, presumido.

No respondió.

-Al menos yo si tengo a alguien que me ama esperando por mí en casa-obviamente me refería a mis padres y mi hermano-... y sabes qué? No los cambiaría por todo el dinero del mundo... en fin, toma tu cambio y que tengas suerte-puse los billetes en su mano y me fui de allí sonriendo.

-QUÉ LE DIJISTE QUÉ A QUIÉN?-mi mejor amiga, Ino Yamanaka, me gritó por el teléfono.
-Ya Ino, creo que me perforaste el tímpano... el muy cojonudo se lo merecía.
-Sakura, prácticamente mandaste a la mierda a uno de los mejores y más sexys jugadores de fútbol de la historia.
-Ah?-no tenía idea de qué estaba hablando, el tipo no se veía como alguien tan importante.
-Googlealo.

Hice lo que mi amiga me sugirió y miles de fotos de aquel sujeto con el que me había peleado aparecieron.

-...debería sentirme mal, pero en verdad es genial esto de haber bajado del pony a un destacado entre los idiotas.
-Sakura, tú realmente no cambias-rio ella al otro lado de la línea.
-Pero y que otra cosa podía hacer? El dinero no le da derecho a tratarme como basura.
-Sakura! ¡Tienes una llamada de tu jefe! -gritó mi madre desde la planta baja... mierda, ya seguro que al menos me comía un regaño por tener mi línea ocupada por tanto tiempo.

Me disculpé con Ino y bajé a atender el fijo.

-Hola?
-Estás despedida-sentí que el alma se me salió del cuerpo.
-Qué?
-Ayer recibí quejas por tu servicio- quejas? Pero si yo era el sujeto más amable del mundo, vamos, que incluso ayude a la puñetera ancianita a cruzar la calle ayer.
-Pero está seguro que no fue un error?
-Un cliente llamó diciendo que un enano de pelo rosa mal teñido lo había insultado-solo tenía cuatro palabras en mi mente.

MALDITO HIJO DE PUTA.

-Pe...pero...
-En fin, ven a buscar el resto del pago de la semana mañana por la mañana-me colgó.

-MAMÁ, ENSEGUIDA REGRESO.

Quince minutos me llevó correr a la cueva de ese malnacido. Toqué el timbre y nada. No tuve mejor idea que trabar el timbre con un clip para el cabello que encontré en mi bolsillo. Pronto escuché pasos y la puerta se abrió de golpe.

-Se puede saber que cara...
-Vamos a dejar en claro tres cosas...-en un ataque de rabia lo punteé con el dedo en el pecho de forma acusadora y lo miré directo a los ojos- la primera, tú empezaste esa estúpida discusión basureando mi trabajo... la segunda, el color de mi pelo es natural... y por último QUIERO QUE ME DEVUELVAS MI MALDITO EMPLEO!
-Qué? ¿De qué mierda me estás hablando?
-Sasuke- un casi gemido se escuchó desde la habitación desde la cual se asomó una pelirroja cubierta solo con una sábana...olvide mencionar que el santo patrón del desempleo estaba en calzones delante mío -quién es ésta, Sasuke?
-Ni idea.
-Sabias bien quién era cuando llamaste a mi jefe para decirle que el enano de pelo rosa mal teñido te ofendió-escupí con furia.
-Entonces...
-Sasuke, déjala y volvamos a...-aquella chica lo tomó por el brazo y quiso arrastrarlo de regreso pero él se lo impidió.
-Karin, vístete y vete-ordenó con frialdad.
-Pero...
-Que te vistas y te vayas!-ella hizo un gesto de molestia y en menos de cinco minutos salió vestida e indignada de allí.
-Wow... que amoroso que eres con la que te espera en la cama, no? Es la misma de ayer o.…
-Cuánto dinero quieres?
-Mira... normalmente te mandaría a hacerte coger por un unicornio por seguir insinuando que quiero tu mugroso dinero, pero dado que pienso que tienes un serio problema imaginando que todo puedes resolverlo con tu billetera, solo voy a decirte que lo único que quiero es que llames a mi jefe y le digas que todo fue una confusión y que quieres que me devuelva mi empleo.
-Hiciste ese escándalo por un puto trabajo de repartidor?
-Puto o no, era mi trabajo y lo perdí por tu culpa.
-No te obligué a insultarme.
-Tus ojeras, tu ausencia de ropa y tu voz de "me interrumpiste cuando estaba follando" necesitan que te insulte-respondí burlándome del tono con el que me había dicho casi lo mismo ayer.
-Creo que la que necesita estar sin ropa aquí eres tú-se acercó peligrosamente y sonrió como un galán de novela barata-deberías olvidar todo eso y...
-Apenas insinúes que me acueste contigo o que sea tu puta de reemplazo comenzaré a gritar que quieres violarme-sonreí falsamente y él se alejó de golpe.
-No te atreverías.
-Quieres apostarlo? Es más... creo que ahora que no tengo empleo un juicio por acoso me serviría para pagar la escuela de mi hermano.
-Para eso no tienes padres?
-Para eso tenía trabajo-lo miré seria, antes de suspirar y pasarme la mano por el pelo, cansada-ya te lo dije, algunos no tenemos mucha suerte... mira, lo único que quiero de ti es que me devuelvas mi trabajo, en serio lo necesito, si quieres que te pida disculpas, lo hare, pero por favor, llama a ese viejo y dile que fue un error.
-No creo que vaya a llamarte de nuevo aunque lo haga... sonaba aliviado por poder deshacerse de ti-Bueno, tenía sentido, era consciente de que el viejo me odiaba y estaba esperando la oportunidad para patearme el culo directo a la calle.
-Bien, no importa-volví a suspirar-supongo que algún día iba a pasar... lamento mucho haberte interrumpido... el coito con tu novia-dije, incómoda-no sabrás más de mí, lo prometo.
-Espera... no pensarás irte así como así después de haberme cortado mi sesión diaria de sexo, no?
-Era necesario aclarar la periodicidad con la que te apareas?
-Puedo ofrecerte trabajo si quieres.
-Incluye tenerte a una distancia razonable y con ropa puesta? -lo miré con desconfianza
-y un buen sueldo... discuti con mi manager y necesito remplazo... que dices?

Lo pensé un momento. El sujeto tenía con qué, así que seguro pagaba bien...tenía algo de talento para organizar los tiempos y podía hacerlo desde la comodidad de mi hogar... no más noches repartiendo comida en barrios turbios, no más ancianas quejándose de lo dura que estaba la corteza, no más niños gritando porque su cajita infantil no traía el juguete que querían.

-...trato hecho, señor Uchiha.
-un placer...
-Haruno, Sakura Haruno.