Hola!

Y entonces volví a tomar coca-cola de noche… ya sé que no debo pero es que es tan rica y pues hace rato tenía esta idea, así que con algo de inspiración y nada de sueño escribí esto… espero les guste y bla bla bla…

Disclaimer: insisto, ¿esto es necesario? Ya, ya ok, Vocaloid no me pertenece… ya quisiera yo…

Día uno

…Corría por las escaleras, subía cada escalón como si su vida dependiera de ello, no había tiempo para un descanzo. Tenía que llegar al último piso y rescatarla. Se empezaba a impacientar, ya había recorrido medio mundo y peleado con el otro medio solo para llegar allí. Su corazón latía como loco, en un frenesí tan intenso que pensó que sus oídos estallarían ante el estropicio que causaba.

Envaino su espada y camino con paso decidido hasta aquella puerta. Una vez abierta allí estaba ella, aquella chica que juró cuidar y que por varios giros del destino había terminado confinada en aquel repulsivo lugar.

Ella estaba sentada, solo pudo ver su largo y sedoso cabello color aqua mientras miraba absorta desde su ventana aquel atardecer. Se veía preciosa, con su vestido largo y blanco que de alguna manera resaltaba su figura.

En un instante ella pareció notar la presencia de alguien más en la habitación se dio la vuelta esperando ver a su captor, esa horrible bruja de cabellos rosados. Pero en lugar de ello vio aquellos ojos azules que pensó no vería nuevamente. Se abalanzó a él, este la recibió con gusto en sus brazos, la alzó y a la luz del atardecer sellaron su encuentro con un beso.

FIN

– Basura… esto es una completa basura, como todo lo que escribo. ¿Acaso no puedo hacer algo bien? Además. – Ella pasaba su vista nuevamente por lo que había escrito. – ¿descanso con z? ¿Quién escribe descanso con z?... Eso debe ser producto del sueño. – se decía a si misma aquella chica frente a su ordenador. Miró a su derecha. El reloj de su mesa indicaba las doce y veintiuno. Al día siguiente iniciaban las clases y ella ahí perdiendo el tiempo como a veces lo veía.

Apagó su ordenador y se levantó con pesadez de la silla. Quizás si mañana le daba una nueva leía a su historia la perspectiva de esta podía mejorar. Aunque en realidad lo dudaba enormemente. Se dirigió al armario y sacó su pijama favorito, luego fue al baño a darse una ducha rápida, para regresar a la cama y dormir profundamente.

Despertó muy temprano al día siguiente, se estiró aún acostada, se tallo los ojos y levantó de su cómoda y caliente cama. Se lavó la cara, cepillo los dientes, tomó su uniforme del armario y colocó con tranquilidad, este consistía en una falda negra, una camisa blanca con una corbata roja y un saco café. Se puso las medias negras largas y los zapatos, finalmente peinó su cabello largo y sedoso de extraño color aqua en dos coletas, le gustaba llevarlo así, aunque muchas veces le dijeron que se veía infantil, a ella no le importaba.

Bajó a la sala de su casa, saludó a sus padres y hermano menor. Desayunó tranquilamente. Tomó el obento que le dio su madre, su maleta con todos los libros en ella y salió al que sería su último primer día de instituto.

Salió de su casa y comenzó a caminar tranquilamente, disfrutando de la fresca brisa de aquella mañana que jugaba con su cabello. Llegó a una esquina, esperó por alrededor de cinco minutos, al no llegar quien esperaba continuó su camino a la escuela, pero no avanzado mucho, ya que escuchó gritar su nombre. – Miku.

Miku era su nombre, Hatsune Miku. Ella era una joven de tan solo dieciocho años de edad. Se podría describir como una chica muy responsable y seria, de las que no les gusta quedar mal.

– Buenos días Rin-chan, Len-Kun. – Saludó a una de sus mejores amigas y al hermano de ella.

– Hola Mi-chan, casi no llegamos al punto de encuentro, pensamos que te irías.

– Casi no me alcanzan.

– Je si, bueno vamos que luego Gumi no nos espera. – comentó Len. Así Miku comenzó su marcha nuevamente, esta vez acompañada de Rin y Len. Ellos eran muy parecidos físicamente, solo que él era un poco más alto, si no fuera por el moño que simulaba unas orejas de conejo de Rin y el uniforme, no los diferenciarías.

Sin embargo, en personalidad distaban de ser similares, Rin era una chica de su misma edad, era rubia de ojos azules, más baja que Miku y por lo general se enfadaba con facilidad y era muy enérgica, llevaba puesto el mismo uniforme que Miku, solo que sus medias eran más bajas y de color blanco. Len, por su parte era muy tranquilo, casi siempre llevaba la chaqueta del uniforme abierta, justo como en aquel momento dejando ver la camisa blanca y la corbata roja, además de un pantalón negro.

Caminaron unas calles más y vieron en una esquina a no más de cien metros a una chica un tanto alta o al menos más que ellos tres, de cabellos verdes y el mismo uniforme escolar de Miku. – Buenos días Gumi-chan. – Dijo muy alegre Rin.

– Hola chicos. – Contesto ella.

– Hola Gumi. ¿Cómo estuvieron tus vacaciones? – Saludó muy cortésmente Len.

– Vamos, se nos hace tarde. – Fue lo único que dijo Miku. Para continuar caminando sin importarle que sus amigos no la siguieran.

– ¡Espéranos Miku! – Grito Rin. – Amargada. – Refunfuño por lo bajo, haciendo que Len se riera.

– Ya cálmate Rin, ya sabes cómo es ella. – Comentó muy alegremente Gumi.

Resignados siguieron a la chica de ojos aguamarina. Entraron al instituto por aquellas altas rejas, que ahora se encontraban abiertas. En el camino saludaron a algunos de sus compañeros que siempre han estado en el mismo salón y otros que conocían por referencias.

– ¿Dónde nos tocará este año? – Se preguntaba Len.

– No me importa mientras sea con ustedes. – Dijo Gumi.

– Hola chicos. – Saludó un joven alto de ojos azules y cabellos del mismo color. Que por alguna razón estaba comiendo un helado desde muy temprano.

– Hola Kaito-kun. ¿No es muy temprano para un helado? – Preguntó Len.

– No existen horarios para los helados. – A ninguno de los cuatro les sorprendió la respuesta.

– Si sigues así se te congelará el cerebro. – Comentaba Gumi divertida.

– No, el helado es indispensable en la dieta.

– ¿Según quién? – Preguntaba el rubio.

– Chicos, es un poco tarde, ya va a sonar el timbre, y aún no sabemos en qué curso nos tocó… los veo en el salón si es que nos toca juntos.

– Qué te costaba integrarte un poco. – Le dijo Rin en lo que Miku caminaba donde se encontraba la lista con los cursos. – Me pregunto si algún día se le quitará lo amargada. – Susurró Rin.

Miku se acercó a aquel gran tablón donde se encontraban todos los cursos. Estaba sumamente lleno, sin embargo, logró escabullirse entre varias personas hasta llegar donde estaban los salones de tercero. – Hatsune, Hatsune, Hatsune. – Buscaba su nombre. Y lo encontró al parecer le tocaría en el 3 – B. Ahora comenzó a buscar los nombres de sus amigos. – Kagamine 1, Kagamine 2. – Ella siempre se refería a sus amigos gemelos como Kagamine 1 y 2… solo que ellos no lo sabían. – Aquí están, que bien… Megpoid. – Buscaba ahora a su amiga peliverde. – ¡yeah! – Exclamó al verla en su mismo salón. – ¿Será que está ella? – Se preguntó, comenzó a buscar ese nombre que incluso solo pensarlo le daba dolores de cabeza. – ¡No! Otra vez me tocará con ella.

Salió de la masa de gente y encontró a sus tres amigos de pie esperando algo. – Hola Miku-chan, ¿dónde nos tocó? – Preguntó Len despreocupadamente. Ella solo rodó los ojos.

– ¿Están esperando a que yo les diga?

– ¡Claro!…Te conocemos y sabemos que nos buscaste. No lo niegues – Dijo Rin, señalándola.

– ¿Será que debido a que es nuestro último año, podrían tomarse el trabajo de buscar sus nombres?

– Nop…. Ni para que hacerlo igual tú ya lo hiciste. – Dijo Gumi con una sonrisa, ¿es que nada se la quita? Pensaba Miku.

– Quizás no.

– Vamos Mi-chan… te conocemos dinos. – Rogó Rin.

Ella solo botó un pequeño gemido de impaciencia. – Solo porque ya es tarde, nos tocó a todos en el 3 – B.

– ¿Todos? – Preguntó emocionada Rin.

– Sí, todos. Así que ya vayamos o se nos hará tarde.

– Si, si, lo que digas… vamos muchachos antes de que Hulk salga de ese pequeño cuerpo. – Dijo Rin, mientras Miku la miraba muy enojada. Pero igual caminaron hasta el salón.

Luego de aquella discusión asistieron a la ceremonia de inicio de clases. Miku se veía concentrada en lo que decía el rector, mientras que sus amigos se la pasaron susurrando durante toda la ceremonia. Una que otra vez le hablaron a ella pero la peliacua los ignoró.

Más tarde, Ya en el aula, se ubicaron en sus puesto predilectos en años anteriores, ni tan atrás ni adelante, Miku se sentó al lado de la ventana del pasillo, Rin detrás suyo, al lado de ella Gumi, y frente a ella Len, quedando de esa manera al lado de Miku.

La peliacua comenzó a observar el lugar, viendo que entraban sus compañeros de clases, los mismos de siempre, Kaito al que ya saludaron en la mañana. Meiko, una chica castaña de cabello corto, con grandes atributos, Lily una de las mejores amigas de Meiko. Vio a Neru, una rubia que jugaba con su celular, al lado de ella a Haku, una peliblanca que trataba de llamar su atención…. En fin todos los de siempre.

– ¿A quién buscas Mi-chan? – La sacó de sus pensamientos Rin. – ¿A la poseedora de tus afectos, digo odio? – Preguntó con picardía, pero solo recibió una mirada que decía "te mataré lentamente" de parte de su amiga y unas risas de su hermano y Gumi.

– Oh hablando de ella ahí llegó. – Ante las palabras de Gumi, Miku volteó a mirar inmediatamente a la puerta y allí en efecto se encontraba ella… Megurine Luka, una chica alta y esbelta, cuerpo tonificado, muy probablemente por hacer ejercicio, ¿o cómo alguien podría tener un cuerpo así siendo sedentario? Cabellos rosados y ojos azules. Sí, una mujer hermosa de la cual todos quieren ser su amigo… excepto ella.

Miku solo soltó un bufido. – Oh mira este año parece más alta. – Continuo Rin.

– Y también parece que una talla más. – Dijo Gumi algo desganada. – ¿Cómo es eso posible?

Luka parecía buscar algo, al pasar su vista por donde estaba Miku se quedaron viendo, sus ojos destellaban, parecían en medio de una batalla y quien mirara a otro lado primero perdería. Pero Luka retiró su vista de Miku al ser llamada por Lily, una de sus amigas.

Una vez Luka vio a su grupo sonrió inmediatamente. – Hola chicas. – Alcanzó oír Miku. Mientras caminaba donde estaban Meiko y Lily. Ignorando por completo a la peliaqua.

– Mmmm eso me parece segregación. – Dijo de repente Gumi.

– ¿A qué te refieres? – Cuestionó Miku.

– Es que nada más míralas, todas son las que mayor talla tienen en el salón, andan juntas y no hablan con los demás compañeros…. Creo que nos rechazan por no tener suficiente.

Miku la miraba asombrada… eso era lo más estúpido que había escuchado, aunque por otro lado, tenía cierto grado de sentido. Se sacudió la cabeza, las cosas que le hacen pensar este par.

En cambio Rin era otra historia. – Es cierto…. Deberíamos quejarnos… o segregarlas por tener demasiado.

Miku llevó su mano hacía su rostro… en serio, ¿cómo era amiga de este par?

– Mejor ignoro eso. – Dijo Len, quien se levantó y fue hasta donde estaba Kaito, sentándose a su lado.

– ¿Se están escuchando? – Preguntó Miku antes de que sus amigas soltaran una nueva estupidez pero el profesor llegó.

– Buenos días alumnos… – Él acomodó algunas cosas y luego se dirigió a sus alumnos. – Este será su último año de escuela, algunos pasarán a la universidad y otros a la escuela técnica, como sea espero que la pasen un agradable curso, aprendan y decidan muy bien que quieren para sus vidas.

Miku pensó de inmediato en su sueño, ella quería ser escritora. Algún día llevar a una editorial una de sus historias, que sea publicada muchas ediciones y ser una best seller.

El docente continuo con su especie de discurso motivacional. Resultó que aquel sensei que rondaba los treinta años, de cabellos cafés y ojos verdes sería su profesor titular, además del maestro de química… la asignatura más odiada de Miku, es que no entendía del todo eso de las reacciones y equivalencias.

– Bueno, necesito que se hagan en parejas, decidan muy bien con quien hacerse, ya que no podrán cambiarlo y será su compañero de trabajo todo el año.

Todos comenzaron inmediatamente a hacerse en parejas. Haku corrió donde estaba Nerú, Oliver con Yuma, Meiko con Lily, Cul con Leon, Yukari con Aria, Gumi con Rin.

¿Gumi con Rin? Pensó de inmediato Miku, por lo general Rin hacía pareja con Len y ella con Gumi. A ella siempre le ha parecido muy lindo Len, o al menos no le es indiferente. Por esto ella vio la situación como su oportunidad de oro para estar cerca del rubio todo el año y no la desperdiciaría por nada del mundo.

Dirigió su vista hacia donde se suponía que estaría sentado Len. Sin embargo, él se encontraba peleando con Kaito por quien haría grupo con Luka. – Ya te dije que Luka se hará conmigo. – Decía un poco bajo Len mientras miraba fijamente a Kaito.

– No conmigo. – Alzó la voz Kaito. – ¿Cierto Luka? – Ella simplemente los miraba entre asombrada y ¿Asustada? Le pareció a Miku… la pelirosa trataba de hablar pero ellos no la dejaban.

Len empezó a alzar sus manos y señalarlo. – Ella no se pondría con un idiota como tú.

– Cómo que idiota. – Al decir esto se levantaron de sus asientos. Len miraba desafiante a Kaito, ya que él peliazul era más alto que él.

– Sí, tienes todo el cerebro congelado. – Luego de decir esas palabras comenzaron a forcejear.

– Acéptalo Len, ella no quiere colocarse con un enano como tú. – El asunto ya se salía de las manos. Todos habían dejado de hablar y miraban al par discutir.

– Ustedes dos, ¿qué se supone que están haciendo? – Espetó de repente el docente.

– A esto… – Medio alcanzó a decir Len, en lo que soltaba a Kaito. Ambos tenían descompuesto el informe.

– Se separan inmediatamente… ¿Megurine-san ya tiene pareja? – Preguntó el profesor, ella solo negó con la cabeza. – ¿Alguien más está sin pareja? – Ante el interrogante solo Miku alzó la mano. – Bien, Kagamine-san y Shion-san ustedes tendrán que hacerse en grupo y Magurine-san, a usted le toca con Hatsune-san.

Al decir esas palabras el salón quedó en completo silencio, todos miraron asombrados al docente y luego a las aludidas, que solo se miraban con odio.

– ¡Yo no me pondré con ella! – Soltaron a la vez.

– No me interesa… ahora abran sus libros en la página 10. Y no quiero más discusiones, sino quieren terminar en dirección.

Miku soltó un bufido de frustración y Luka solo observó todo con desgano y un poco de temor… los demás estaban sumamente asombrados ante la decisión del sensei. Al parecer este iba a ser un año interesante después de todo, no todos los días un docente obliga a dos estudiantes que se odian a muerte a trabajar juntas, ¿no?

Ellas seguían observándose a los ojos. La tensión se sentía en el aire. Incluso Len y Kaito ahora estaban sentados, quietos y callados. No podían creer el desenlace de su pequeña discusión.

– Megurine-san, siéntese al lado de Hatsune-san. – Ella con toda su fuerza de voluntad tomó sus cosas y se dirigió hacia donde Miku. No sin antes soltar un bufido de frustración, su suerte no podría ser peor.

Miku, la miraba atentamente, en un instante miró a sus amigos, Len le decía "disculpa" mientras que Kaito un "lo siento" con los labios. Ella solo hizo una mueca de molestia.

Luka caminó algo temerosa hasta donde estaba Miku, ya que estaban en zonas opuestas y se sentó donde iría Len.

– Ese será su puesto todo el año.

– ¿Durante su clase? – Un poco temerosa de la respuesta, Luka preguntó en un tono de voz muy bajo, pero debido al silencio el docente escuchó perfectamente.

– En todas las clases. – Grandioso y ahora todo el año estaría al lado de esa tonta… Es que no soportaba ni su presencia. Ni su cabello largo y sedoso, ni sus expresivos y hermosos ojos que… ¿qué carajos estás pensando? Sacudió su cabeza ante los pensamientos que siempre llegaban a ella cuando pensaba en Hatsune… Recuerda la odias y ella a ti, se decía a sí misma.

Por su lado Miku estaba roja, pero de rabia. Para ella esa chica pelirosa representaba todo lo que odiaba… según ella era arrogante y ególatra. Nada más era ver cómo era, si le hablaba alguien que no fuese de su círculo social se quedaba callada, si un docente le preguntaba algo, por lo general no respondía.

Pero la razón principal de su odio radicaba en que Luka la superaba en todo. En el club de canto, donde seguramente este año sería la presidente y ella a lo mucho vicepresidenta. Sacaba mayor nota que ella en toda asignatura que se le ocurriera. En deportes, nunca había podido ganarle una carrera o cualquier competencia individual. Es que hasta en estatura y porte. No había algo en lo que Miku en todos estos años haya podido superar a Luka, y eso la frustraba.

– Genial. – Dijo con gran ironía Miku.

– Sin replicas Hatsune-san.

– ¿Yo que tengo que ver en esa discusión? – Preguntó entre enojada y abatida.

– Una palabra más de parte de alguna de las dos y se irán a dirección.

Lo que le faltaba, Miku trató de respirar profundamente y evitar que toda la ira saliera…. Qué problema es sufrir de irá y que esta quiera saltar frente a tu maestro el primer día de clases.

En todo el salón comenzó a escucharse suaves susurros de parte de los alumnos. Que veían atentos a las dos chicas. Incluso ya algunos estaban haciendo apuestas de cuánto duraría ese par antes de comenzar a pelear y golpearse.

Gumi y Rin miraban preocupadas a su amiga, ellas sabían muy bien que Miku no duraría mucho antes de soltar un par de insultos a la pelirosa, pero su mayor preocupación era como manejaría su amiga peliacua el estar tan cerca de Luka tanto tiempo… ellas intuían la verdadera razón del "odio" de la Hatsune, aunque ella misma se lo negara.

Por su lado Meiko y Lily miraban atentas a Luka, sin prestar la más mínima atención al docente. Sabían que a Luka le costaría montones hablar con aquella chica o cualquiera que no fuesen ellas, la pelirosa era tímida, solo que por lo general lo disimulaba pasando por arrogante. Hablar con las personas no era su fuerte. Se lamentaban no haberse puesto una de ellas con su amiga como siempre, pero se suponía que la idiota de SeeU sería su pareja, sin embargo, aquella rubia aún no aparecía y ellas estaban seguras estaba en el mismo salón.

Luego de aquel suceso la clase continuo normal. Cuando una rubia apareció algo agitada en la entrada del salón. El docente la miraba asombrado.

– ¿Este es el salón 3 – B?

– Ah esto sí. – Dijo muy serio el docente tras sus gafas.

– Oh lo siento, por llegar tarde, pero me quedé dormida y luego no encontraba el salón.

Al otro lado del salón una rubia y una castaña querían matar a su amiga… SeeU al fin apareció pero a unos minutos de acabar la clase, ¿es en serio?

El docente miró su reloj y luego a la chica. – ¿Qué hora es esta de llegar señorita?

– Lo siento, en serio. – Dijo SeeU, una rubia de intensos ojos azules.

El suspiró, que difícil es tratar con adolescentes a veces. – Ya ni para qué hacerla pasar, la clase y el día escolar están por acabar, espero mañana llegue temprano… ah necesitará un compañero para esta clase. – Ella de inmediato miró a sus amigas, pero se extrañó de solo ver a Lily y a Meiko, buscó por el salón y no salía de su asombro al ver a Luka al lado de Miku… ¿ qué había pasado?

Sus amigas le hacían señas y ella comprendió. – Oh bueno me haré con Megurne-san. – Dijo.

– No se preocupe, Megurine-san ya tiene compañera. Mañana llegará un nuevo alumno que por motivos ajenos no pudo llegar hoy, él será su compañero.

Bueno lo había intentado. El docente le solicito que esperara afuera ya que por la hora no la dejaría entrar. Dentro del salón acababa la clase, al ser la primera el docente decidió no dejar trabajo para la casa y al salir todos comenzaron a hablar entre ellos mientras la jornada académica acababa.

Una vez fuera del aula el profesor, Luka se levantó de su asiento como si quemara y dirigió hacia sus amigas. En lo que Len se sentaba en el que sería su puesto. – Lo siento Miku, en serio.

Miku no hablaba, de la ira no hablaba… quería matar a Len y a Kaito, ¿qué le costaba a Len hacerse con ella?

Rin golpeo en la cabeza a su hermano. – Que tenías en la cabeza… ¿por qué querías hacerte con ella?

– Oh bueno es que esta mañana Kaito escuchó a Lily y a Meiko hablar de Luka, que ella era muy tímida y que de seguro no tenía el valor de hablarle a la persona que le ha gustado toda la secundaria. Entonces él y yo pensamos que podíamos ser uno de nosotros y – Pero Gumi no lo dejó terminar, ya que lo golpeó fuertemente.

– Idiota… ¿qué te hace creer que quien le gustas eres tú?

– No lo sé… además Kaito comenzó el juego.

– ¿Y tú Miku no vas a decir nada? – Preguntó Rin. Pero la peliacua se negaba a hablar, seguía roja hasta las orejas y ahora incluso parecía más molesta.

Al otro lado del salón Lily tomaba por el cuello a SeeU que había ingresado al salón una vez el profesor salió. – Idiota… ¿cómo llegas cuando ya es hora de irse?

La cara de la rubia ya estaba tornando a un color morado. – Ya suéltala Lily. – Dijo Meiko en lo que le quitaba las manos de Lily del cuello se SeeU.

– ¿Me-me pueden explicar qué pasó?

– Pasó estúpida que por tú no llegar temprano los tontos de Kaito y Len comenzaron a pelear por hacer grupo con Luka, y el docente en castigo los puso a ellos juntos y cómo la única sin grupo era Hatsune, y a Luka le tocó con ella.

– ¿Ah? – SeeU se dirigió a la pelirosa que no había dicho nada hasta el momento. – Calma Luka, calma. Deberás aprovechar, la coletitas no te odia tanto… míralo por el lado bueno podrás conocer su casa y hasta quizás pasar tiempo con ella.

– D-de que ha-hablas idiota. – Dijo muy roja Luka.

Meiko y Lily solo pudieron girar sus ojos. No sabían que era peor, los comentarios de SeeU o que Luka se hiciera la desentendida.

– ¡Qué es la oportunidad de tu vida!

– N-no lo es… quien dijo que quiero hacer g-grupo con e-ella. – Dijo esto al tiempo de mirar fijamente a Miku que estaba más roja de la ira que de costumbre… ella nunca había entendido el odio de Miku hacía ella, solo se lo había retribuido desde siempre.

SeeU siguió hablando como si Luka no hubiese dicho nada. – Te imaginas… tú y ella, en su habitación, estudiando muy de cerca… de repente sientes su aliento cerca y luego. – Pero no terminó de describir la escena ya que Luka la había golpeado fuertemente dejándola casi inconsciente.

Luka ahora tenía la cara sumamente roja, por lo que Meiko decidió intervenir. – No le hagas caso Luka. – Dijo tranquilamente en lo que SeeU se levantaba y tocaba su cabeza donde estaba el golpe. – Vámonos a casa de Lily y te prepararemos una rica ensalada de atún.

– ¿Por qué a mi casa? – Preguntó la aludida.

– No sé… es la más cercana y supongo tienes latas de atún…

– Por lo menos en mi nevera hay algo más que sake. – Dijo la rubia.

– Ya no peleen. – Intervino SeeU, al tiempo que se colocaba de pie y salían del salón, aún habían bastantes alumnos, debido a que era el primer día de clases y se estaban poniendo al corriente.

– ¿No sé supone que Kaito gusta de Miku? –Hablaba Gumi mientras recogía sus cosas para salir.

– No lo sé. – Dijo Rin. – Él nunca lo ha admitido o negado… aunque creí que Len gustaba de Miku.

– ¿Saben que estoy aquí verdad? – Al fin hablaba Miku. Quien pareció reaccionar al escuchar lo último.

– Claro que lo sabemos, pero estabas tan ausente dentro de tu aura de enojo que llegamos a pensar que te habías tele-trasportado a otro universo.

Miku las miraba seriamente. – Rin, Gumi, ¿cómo se sentirían ustedes si les toca hacer grupo con la persona que más odian y encima por culpa de otros?

Gumi y Rin la miraban seriamente. – Tú no la odias. – Dijeron al unísono. – Simplemente no aceptas la realidad. – Continuó la pequeña rubia.

Miku no dijo nada, solo salió rápidamente del salón para ignorar las locuras y desvaríos de sus dos amigas. Rin jaló del cuello a Len que hablaba con Kaito y junto con Gumi alcanzaron a Miku para irse juntos a casa y quizás quedarse en la casa de Miku a molestarla un rato. Pero ella no lo permitió.

Al llegar a su casa se fue directamente a su cuarto, ni siquiera saludó a su hermano y padres, necesitaba pensar en todo lo que había pasado aquel día, este año escolar ya no pintaba nada bien para ella y es que no sabía cómo iba a tolerar estar tanto tiempo al lado de la chica que le gustaba.

Que Miku no es tsundere y Luka tímida? Hmmp pues les recuerdo que los Vocaloids no tienen personalidad XD Oh por cierto eso pasó en mi salón de clases, por allá hace mil años cuando estudiaba en el instituto en mi último grado, dos chicas que se odiaban les tocó juntas… fue un desastre jajaja obvio no se enamoraron, pero fue muy gracioso de ver XD

Por otro lado no tengo idea de cuando escriba el segundo capítulo… así que no lo esperen pronto XD