"Más allá de las palabras"

Por: Lightkey27

Unidad-Midnighttreasure

Disclaimer: Los personajes de Digimon no son de mi propiedad yo sólo los he tomado prestados para realizar esta pequeña historia basándome en la palabra "40-Unidad" del topic "Escribe a partir de una palabra" del foro Proyecto 1-8.

N/A: He estado ausente por un buen tiempo en cuanto al foro se refiere, no sólo he abandonado a mis compañeros en las olimpiadas, sino que tampoco he escrito y mientras estaba divagando sobre qué hacer, decidí empezar este proyectito, del cual no hablaré mucho, en fin, este fic está dedicado a Mid, con quien no es que tenga una constante comunicación, yo soy una asocial por naturaleza, pero haciendo honor a los emblemas de nuestro equipo, pues quise hacerte entrega de este supuesto drabble –que al final quedó en viñeta-, además de que estuviste de cumpleaños y de hecho, tienes todo un conjunto de drabbles a tu nombre, pero olvidé colocarlo en la dedicatoria de los "Mimatos thoughts" y hacerlo oficial xD ups! Pero si te fijas fue publicado el 28, así que eso cuenta ¿no? D: eso espero, en fin, espero te agrade Mid nwn.

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—¡Vamos, deja de llorar, deja de llorar! —un desesperado Yamato se encontraba con un pequeño ser en sus brazos, ser a quien al parecer algo lo estaba perturbando y su progenitor no podía descifrar el qué o al menos cómo mitigarlo. El Ishida miraba hacia todas partes con desesperación, como si la respuesta al llanto del bebé saldría de la nada.

Sin embargo nada sucedió.

Hace unos minutos se encontraba de frente al computador, realizando las cuentas presupuestales de su empresa, la cual había empezado a trabajar en un proyecto de ingeniería espacial por lo que los números debían cuadrar por completo, había tomado esa asignación debido a que el contador de su equipo había renunciado y, sin tener tiempo para conseguir un reemplazo decidió hacerse cargo él, no había de otra. Para ese entonces sentía que no tendría dificultad alguna con ello, después de todo tenían casi todos los contratos realizados con las compañías patrocinadoras, pero no contaba con que las mismas no se conformaban con ser sólo parte del proyecto y, que si no llegaban a un acuerdo que les fuera más provechoso que nada, podían cancelar su apoyo, tal como había sucedido con dos anteriormente. Es por eso que minutos antes de su interrupción se encontraba calculando el mejor porcentaje tanto como para su empresa como para los patrocinadores.

Pero poco había avanzado.

—Shhh, tranquilo, necesito trabajar—por un momento creyó que el silencio del bebé se debía a que lo había entendido, pero cambió de opinión cuando comenzó su llanto nuevamente — ¡Oye! —Estiró sus brazos y le habló seriamente al pequeño, como si de uno de sus subordinados se tratara —Necesito que hagas silencio ¿Qué quieres a cambio? —no es que a sus compañeros de trabajo los chantajeara, pero estaba desesperado y no sabía qué hacer. Nuevamente el pequeño se quedó en silencio, pero no se debía a la exitosa negociación que Yamato estaba realizando, se trataba de una castaña que acababa de abrir la puerta del lugar y se adentró en ella con varias bolsas del supermercado que a pesar de su apariencia, no pesaban tanto.

—¿Cómo les fue? —Yamato y el bebé estaban viendo a su salvadora en ese momento.

—¡Mimi! —gritó el rubio y por un segundo creyó que el bebé balbuceó algo similar —Qué bueno que llegaste, necesito ayuda—pidió.

—¿Qué le has hecho a mi esposo Haku? —preguntó Mimi intercambiando las bolsas por el lactante con Yamato —Lo tienes en tus manos —le susurró antes de darle un sonoro beso en su mejilla.

—¿Oye y dónde está el mío? —indagó con fingido enojo el oji-azul haciendo reír a Mimi y con ella al pequeño.

—Te lo pensaba dar después, pero ya que insistes—y la misma acción que hizo con la criatura fue hecha a su esposo, aunque a él le dio el bono de casados.

—¿Cómo vas con tu trabajo? —la pregunta estaba de más, pues la respuesta la sabía desde que abrió la puerta—¿Por qué no me dejas ayudarte? —Cuestionó con un puchero —Yo sería de mucha ayuda ¿No es así Haku? —el bebé le dio una sonrisa sin dientes como respuesta contagiando de su alegría a ambos.

—Por enésima vez Mimi, estás en tu quinto mes de embarazo—Yamato se acercó a la ahora, señora Ishida y comenzó a acariciar su vientre —No quiero que te esfuerces demasiado, ya estás haciendo todo el trabajo—le dijo.

—Y por enésima vez Yama, te repito que el hecho de que esté embazada no me impide ayudarte con este tipo de cosas, vamos, descansa, yo me encargaré de esto—propuso, y él sabía que se estaba refiriendo tanto al trabajo como al bebé.

—Takeru no pudo elegir mejor momento para dejarnos a cargo de su hijo—comentó él.

—Sabes que no lo hizo por molestar, además no lo digas como si no tuvieras relación con él ¡Es tu sobrino! —recalcó la castaña.

—Sí, sí, lo sé, sólo desearía que él entendiera cuando necesito silencio.

—Yamato, es un bebé, no le exijas tanto. Hagamos esto, tú continúa con las cuentas por media hora más, mientras que yo me encargo de comenzar a preparar la cena y de dormir a Haku, luego intercambiamos lugares y cenamos juntos ¿Te parece?

—Me parece bien, me gustan tus planes, aunque quiero añadir a la lista el hecho de que hoy quiero dormir con la futura mamá más hermosa de todas, es lo menos que puedo hacer

—Pues comienza a trabajar o te dormirás antes de que todo eso suceda, mi estimado señor Ishida.

—Lo que usted diga, señora Ishida.