Hola a todos :D si ya sé que no he terminado mis otras historias :P pero esto es algo así como "un descanso" o así es como lo llamo yo xD esta historia no la voy a abandonar, trataré de actualizar diario y aunque no sea así será un día si y uno no, pero no la voy a dejar. En cuanto la termine seguiré con alguna de las otras, es más o menos para ponerme al corriente xD o algo así jajaja.
Bien ahora, esta historia estará estructurada por drabble's o al menos esa es la idea xD si puede que haya un capítulo que sea más largo que un dabble pero trataré de que sea por muy poco.
Ahora si, espero les guste y dejen review. Y recuerden una historia + un review = un escritor feliz y ¿qué es un escritor feliz? una actualización segura jajajaja xD
PD: Si acaso hay quiénes recuerdan o han leído "La ley de Yoseki" xD
Inazuma Eleven no me pertenece...
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Diagnóstico
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— Te quedan sólo 7 días de vida.
Aki bajó la mirada y por su mejilla izquierda pudo divisarse como una lágrima caía. Apretó sus dientes y se negó a creer aquello. Tan sólo unas semanas atrás se sentía de maravilla, salía con sus amigas e iba a la escuela tranquilamente, cosas normales de adolescentes.
Hacía días que se había empezado a sentir mal, ella no lo tomó como algo grave, aún así decidió ir al médico; pensando, tal y como sus amigas le dijeron, que sería algo pasajero y que ya pronto estaría bien, justo como antes. No tenían idea de lo equivocadas que estaban.
— Tienes cáncer cerebral avanzado, tu caso es muy especial. Tus síntomas no se manifestaron con la regularidad normal —explicó el médico.
Aki permaneció callada, se sentía realmente vulnerable e interrumpir al médico con preguntas innecesarias sobre su estado no cambiaría nada.
— El cálculo médico no es exacto, es más una aproximación. Pero debido a la evaluación que te he hecho puedo deducir que ese es el tiempo que te queda. Lo siento mucho —terminó el doctor con una mirada que reflejaba tristeza— Sinceramente no me gustaría prescribirte un tratamiento que sólo te debilitaría y que, incluso, pueda acortarte más la vida. Sabiendo lo que te pasa, te aconsejaría vivir al máximo el tiempo que te queda. Sé que no ayuda mucho, pero te lo digo no sólo como médico sino como persona.
La peli verde levantó la vista, cerró sus ojos y sonrió con ternura al médico.
— Gracias por todo —fueron sus palabras antes de salir.
— Es una niña muy valiente —decía un de las dos enfermeras presentes.
— Tal vez por fuera —continuó el doctor— Pero se está muriendo por dentro.
