Historia cortita que prentendía ser un drabble, pero está visto que me enrollo como las persianas.
Los personajes no son míos.
Podando el árbol de los Black
La batalla estaba en su máximo apogeo. Bellatrix esquivaba y lanzaba maldiciones al mismo tiempo, pensando que cómo era posible que ese grupo de niñatos que aun no habían acabado el colegio pudiesen ofrecer tanta resistencia; ella misma estaba comenzando a notar como sus fuerzas empezaban a flaquear.
Pero no, no podía permitírselo. Iban a vencer. Tenían que vencer. Y ella iba a hacer todo lo posible porque su señor saliese victorioso de esa empresa. De lo contrario...no quería ni imaginárselo.
De pronto, entre el polvo, la vio. Allí estaba, esa traidora a la sangre, esa mestiza familia suya solo por error. Qué ridícula se veía con su cabello rosa alborotado, luchando con denuedo contra Yaxley. Sonrío con maldad y decidió comenzar a podar el árbol de los Black.
Los hechizos y maldiciones iban y venían a su alrededor, pasaban cerca de ella rozándola ligeramente, pero no se inmutó. Apuntó con cuidado a su espalda, sabiendo que nunca volvería a tener una oportunidad como esa y susurró tranquilamente:
- Avada Kedavra.
Una mortífero rayo verde salió de su varita: un rayo verde mezclado entre decenas de rayos de todos los colores, que pasó inadvertido entre los demás. Aunque solo tardó unos pocos segundos hasta alcanzar su objetivo, Bellatrix tuvo tiempo de pensar en que estaba a punto de matar a Nymphadora Tonks.
Su sobrina.
La hija de su hermana Andrómeda.
La maldición por fin impactó entre los omoplatos de Tonks, y ésta cayó al instante al suelo como una muñeca desmadejada. Desde su posición Bellatrix la contempló unos segundos, y vio como al instante varios alumnos se arremolinaban a su alrededor, algunos lanzando gritos de angustia.
Ante esa imagen Bellatrix soltó una enloquecida carcajada. Primero había causado la muerte de su primo Sirius, y ahora la de su sobrina, la hija del sangre sucia. Pronto ella y Narcissa serían las únicas Black sobre la tierra...pero Narcissa no contaba. Aunque era una Black de nacimiento, nunca había demostrado la determinación necesaria, el grado de veneración que ella sentía por el Señor Tenebroso.
Entre las borrosas figuras que llegaban hacia el ahora cadáver de Nymphadora Tonks, vislumbró a su hermana Andrómeda. Durante una fracción de segundo sus miradas se cruzaron y Andrómeda la miró con una expresión preñada de odio a través de las abundantes lágrimas que derramaba.
Bellatrix le devolvió la mirada impasible y sin más, se dio la vuelta y reanudó la batalla.
Bien, había tardado más de lo que tenía previsto, pero por fin había hecho entender a su hermana que casarse con ese Tonks había sido el mayor error de su vida.
No sé a vosotrs, pero a mi me parece increible que la muerte de Tonks pasase sin pena ni gloria...así que aquí va mi pequeño homenaje, aunque sea desde el punto de vista de Bellatrix.
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