Las Guerras Saiya/Humanas
Por: Alssus
Prólogo
Los primeros documentos que hablan de Saiyajin en la tierra datan de finales del siglo XX. Parte del folklore y la cultura popular, tímidamente se hicieron un tópico conocido por el mundo entero, y para principios del siglo XXI, cuando se anunciaron los primeros contactos con la raza Saiyajin, ya el mundo tenía alguna idea de sus poderes, su aspecto y algo de su cultura.
Una raza guerrera sin planeta, sanguinaria, poderosa, terriblemente fuerte y destructiva, había venido a la tierra en son de paz con la esperanza de encontrar en la piscina genética humana una esperanza para sobrevivir. Con una población de apenas 37 individuos, todos del sexo masculino, ellos accedieron a enseñar técnicas avanzadas de guerra y compartir su tecnología a cambio de la oportunidad de intentar reproducirse en la tierra.
El intercambio fue favorable a ambas razas. Los hombres muy pronto empezaron a mostrar una fuerza terrible y hasta ese entonces desconocida, aprendieron los secretos de la conquista espacial, agrandaron sus posibilidades de adaptarse a ambientes cada vez más hostiles. Lo único que estaba fuera de sus posibilidades, contrario a las obras de ficción que se habían escrito en el siglo XX, fue poder volar. Los Saiyajin, por otro lado, tuvieron sus primeros bebés después de casi media década de experimentación, y celebraron el nacimiento de varias Saiyajin, intentaron reorganizar su jerarquía de nuevo, se unieron a varias mujeres humanas, varios círculos científicos, hermandades, fuerzas armadas.
A finales del siglo XXII, la diplomacia humana informó amablemente a los dignatarios Saiyajin que su raza se encuentra en estado saludable y en franca recuperación, y que su tiempo de gracia en la tierra ha terminado. Con todos sus conocimientos en poder humano y una población de casi cien mil individuos, ellos accedieron a abandonar el planeta, y prepararon sus cosas para marcharse medio año después.
Apenas 5 años después, un observatorio humano observa una inmensa masa orbitando la Luna, cerca de una fábrica robot que explotaba recursos para enviar a la tierra. El hecho de que se mantuviese estacionaria y no girara alrededor de la Luna indicaba que no era un fenómeno natural, sino tecnología avanzada.
Diplomáticos enviados a aquella masa descubren un inmenso satélite artificial habitado por la totalidad de la población saiyajin. La Tierra afirma que una órbita alrededor de la Luna es inadmisible dentro del tratado firmado con ellos, y los saiyajin insisten en que están fuera del planeta como les dijeron.
Las negociaciones se hacen largas y fracasan constantemente, mientras humanos y saiyajin civiles se enfrentan en pequeñas escaramuzas sobre la luna. Las negociaciones llegan tarde a un acuerdo cuando una población minera humana es masacrada por un grupo de saiyajin de otra población cercana, y la guerra pronto se desata.
Cinco años después, los bandos en guerra comienzan a mostrar cansancio entre sus filas, las provisiones empiezan a escasear, y un par de comandantes del alto mando humano sostienen una reunión con un capitán de inteligencia que comienza la reunión con una simple frase:
- Yo sé quien es un Súper Saiyajin entre los nuestros.
