Algunos ya me conocen como escritor, para algunos seré nuevo, pero bueno, este es mi primer fanfic de cómo entrenar a tu dragón, por si no entendieron el resumen, es así, me base en la escena donde Hipo tiene que matar al pesadilla monstruosa y chimuelo va a ayudarlo, pero en vez de dejarse atrapar pasa algo diferente. Comencemos.
-Habla-
-"Pensamientos"-
-"Tiempo y lugar"-
Los personajes de cómo entrenar a tu dragón y otros personajes no me pertenecen.
Capitulo 1
¿Cómo es que había terminado en esta situación? Se había imagino un final totalmente, uno donde les mostraría a todos la verdad sobre estas bestias y que todo mejoraría a partir de ahí, pero parte de él sabía que uno de los finales terminaría con siendo perseguido por un pesadilla monstruosa.
Su padre y su amiga habían tratado de ayudarlo pero el enorme dragón le había disparado con la intención de mater, siguió corriendo hasta que el enorme dragón rojo lo apreso en el suelo con sus garras a punto de dispara, pensó que era su fin y lo hubiera sido de no ser porque vio a su amigo Furia Nocturna destrozar parte de las cadenas del techo para ayudar a su compañero. Nadie podía ver nada por el humo pero a los pocos segundo vieron al dragón negro pelear con el rojo dejándolo lastimado.
Hipo: rápido chimuelo sal de aquí- empujando levemente a su dragón para que se fuera pero solo miraba hacia todos lados buscando mas amenazas, uno de los vikingos espectadores bajo a la arena para atacar al dragón que solo lo golpeo con la cola mandándolo a volar, al instante otros vikingos bajaron para matar a la bestia pero Hipo no podía dejarlos hacer eso así que rápidamente se subió a la montura del dragón para permitirle elevarse y dar un golpe de aire con sus alas que hizo que los otros vikingos salieran contra la pared.
Hipo se quedo en el aire mirando a todos que le devolvían la mirada, hasta que llego a su padre.
Hipo: vámonos amigo- al instante salió disparado por el agujero que Chimuelo hizo para entrar y voló por el cielo hasta desaparecer de la vista. Todos estaban en silencio, no todos los días el que era el peor vikingo de toda la historia desaparece montando un furia nocturna. Mientras que todos hablaban entre ellos y algunos con Estoico para saber qué hacer o que era lo que acababa de pasar no notaron como la rubia que había ayudado a Hipo salía del lugar para correr hacia donde sabia que Hipo se escondía.
"en el escondite de Chimuelo"
Hipo caminaba de un lado a otro mientras Chimuelo tomaba agua de lo más tranquilo.
Hipo: hay dioses, hay dioses ¿Qué hacemos?- viendo a Chimuelo que se relamía los labios y que se encogió de hombros- olvídalo, olvide con quien hablaba-
Astrid: ¡Hipo!- bajando por el borde del valle- ¿estás bien?- corriendo y abrazándolo para la sorpresa del castaño.
Hipo: físicamente, si, el resto, siento que estoy a punto de explotar… ¿Cómo reaccionaron?-
Astrid: ¿Cómo crees? Algunos están asustados y otros sorprendidos, todos te están buscando por todas partes-
Hipo: ¿y mi padre?- viendo a Chimuelo acercarse
Astrid: jamás lo había visto en ese estado, está totalmente negado a creer lo que vio, dice que tú trataste de detener al dragón y que te secuestro cuando te subiste encima- acariciando la cabeza de Chimuelo.
Hipo: hay dioses- pasando sus manos por su cara para tratar de relajarse.
Astrid: ¿y ahora que harás?-
Hipo: seguir con mi plan original, tengo que irme- yendo hacia unas rocas que estaban cubiertas de yerbas, cuando las saco mostro el canasto que había traído el día anterior- no es la mejor forma de irse pero… oh oh-
Astrid: ¿qué pasa?-
Hipo: parece que "alguien" se comió todo lo que había traído- el reptil negro solo desvió la mirada- ¿ahora qué?-
Astrid: yo puedo ir a buscarte más si quieres-
Hipo: ¿estás segura? Si te ven salir…-
Astrid: me asegure de que nadie me siguiera-
Hipo: está bien, solo algo de comida- viendo a la rubia salir corriendo en dirección al pueblo.
"10 minutos después"
Fueron los 10 minutos más largos de su vida, solo podía quedarse sentado sobre una roca mirando la entrada mientras que hacía que Chimuelo siguiera el reflejo de la luz en su hebilla.
Astrid: ¡Hipo!- grito volviendo a entrar en el valle con una cesta de comida para como un mes.
Hipo: ¿de dónde sacaste todo esto?-
Astrid: no te preocupes por eso ¿es suficiente?-
Hipo: más que suficiente, gracias- silbando un segundo llamo a su dragón para luego engancharle la cesta a un costado de su montura.
Astrid: supongo que este es el adiós-
Hipo: no, es un hasta luego- subiéndose a su dragón y buscando algo entre sus ropas- no puede ser…-
Astrid: ¿Qué sucede?-
Hipo: olvide mi diario-
Astrid: ¿eso importa?-
Hipo: mucho, hay anote las instrucciones para entrenar a Chimuelo-
Astrid: pues iré a buscarlo-
Hipo: ya no hay tiempo, búscalo, está en mi habitación, dentro de la almohada de mi cama, no dejes que mi padre lo encuentre-
Astrid: está bien- golpeando al castaño en el hombro- esto es por todos los problemas que estas causando-
Hipo: oye ¿siempre va a ser así? Porque…- fue callado cuando la rubia lo agarro de su chaleco y le dio un pequeño beso.
Astrid: y eso… por todo lo demás- desviando la mirada- ya vete-
Hipo: hasta luego Astrid, vamos amigo- dándole 2 golpecitos con la mano para luego salir disparado hacia el cielo hasta que desapareció de la vista de la rubia.
Astrid: hasta luego Hipo- empezando su camino de vuelta al pueblo.
"en el pueblo"
Astrid caminaba por el pueblo mirando a cada vikingo buscando al hijo de su jefe, buscando en todos los lugares posibles, coherente o no, desde entre los arbustos hasta debajo de la rocas.
Siguió caminando sumida en sus pensamientos hasta que llego a la casa del entrenador de dragones. Lentamente abrió la puerta.
Astrid: hola ¿hay alguien aquí?- espero a que alguien le respondiera pero nada se escucho, rápidamente se metió dentro de la casa y subió por la escalera hasta el cuarto de Hipo. No era un cuarto muy grande que digamos, rápidamente tomo la almohada de su cama y luego de quitarle todo el relleno encontró un pequeño cuaderno marrón con bordes dorados.
Rápidamente salió de la casa y se dirigió a la suya para ocultar el diario pero a la mitad del camino fue interceptada por los otros chicos que habían sido entrenados con ella e Hipo.
Patapez: hey Astrid ¿encontraste a Hipo?-
Astrid: no ¿tuvieron suerte?- escondiendo el diario detrás suyo.
Patapez: nada, quien sabe a dónde se fue-
Patan: eso no importa, lo que importa, es que Hipo estaba montando un dragón, un furia nocturna ¿Cómo lo hiso?-
Brutilda: ¿eso paso? Pensé que el dragón se lo había llevado-
Astrid: eso es lo que cree su padre, está totalmente negado a creer que su hijo monta dragones-
Patapez: aun cuando matamos dragones, hay que admitir que es una hazaña impresionante el entrenar a un dragón-
Astrid: si… muy impresionante- recordando cuando fue obligada a volar en Chimuelo, claro que al principio pensó que iba a morir pero luego de que se calmo, vio la vista y sintió el viento en su rostro todo cambio, quería volver a intentarlo.
Brutacio: oooooh, parece que la soldadita del amor extraña a su novio- lanzando besos en forma de burla hasta que fue callado por un golpe de Astrid.
Astrid: cierren la boca y sigan buscando- sin decir nada mas volvió a dirigirse hacia su casa.
"ya en la noche"
Todo el día habían estado buscando a Hipo sin éxito, muchos ya habían llegado a la conclusión de que había ido en su dragón.
Astrid ahora estaba en su cuarto tratando de dormir, había sido un día largo para ella, primero su amigo casi muere a manos de una bestia de fuego, luego corre de una lado a otro para ayudarlo a escapar de su propia aldea y padre y por ultimo estuvo el resto del día buscando a alguien que sabía que se había ido hace mucho.
Por mas cansada que estuviera no podía conciliar el sueño, solo daba vueltas de un lado a otro, se quitaba la sabana para luego volver a cubrirse, estuvo así mucho tiempo hasta que tuvo una idea.
Metió la mano dentro de su almohada y de ahí saco el diario de Hipo.
Se sentía mal por leer algo tan íntimo pero le daba mucha curiosidad, además se lo debía después de hacerla correr de un lado a otro.
Al principio no había mucho, solo había pequeñas anotaciones, ideas para nuevos inventos para cazar dragones y otras cosas, siguió un poco hasta que llego a una fecha cerca de los eventos recientes así que decidió leerlo.
"este día no podría ser peor, no solo por el hecho de que otra vez los dragones nos atacaron en la madrugada, si no que por primera vez que atrapo un dragón y se me pierde en el bosque, lo peor de todo es que no era un dragón cualquiera, era un furia nocturna por lo que nadie más me cree. Esto es justo lo que necesitaba, ahora no solo creen que soy el peor vikingo bueno para nada, sino que ahora también creen que soy un mentiroso"
Esto sorprendió a Astrid, sabía muy bien que todos en el pueblo consideraban algo molesto pero no creía que fuera para tanto, siguió leyendo hasta que llego a la fecha siguiente que era al día siguiente.
"hay dioses, hoy estuve a nada de irme al Valhalla, encontré al furia nocturna, estaba atrapado por mi lanzador, lo primero que pensé fue que estaba muerto pero luego de que comenzara a respirar agitadamente, sabía que lo que tendría que haber hecho era sacarle el corazón, guardarlo y llevarlo hasta la aldea para que toda mi vida cambie, pero no, al contrario de eso, lo libere y luego de que estuviera a punto de rostizarme salió huyendo y eso es lo último que recuerdo antes de desmayarme "
A la rubia le dio un poco de risa esto último, ahora leyendo la del día siguiente.
(Para que sea más fácil, cada vez que sea otro párrafo separado por mucho, es porque es otro día)
"pase todo el día buscando a ese dragón y no fue muy difícil seguirle el rastro, dejo un camino destrozado a su paso, lo encontré en un valle con un lago, se paso la mitad del día tratando de trepar por los costados del valle pero siempre se caía, la única razón por la que no se iba volando era por mi culpa, al parecer cuando lo atrapa o en el impacto, quien sabe, la parte derecha de su cola había sido arrancada por lo que ya no podría volar "
Astrid se sorprendía cada vez, jamás supo cómo es que Hipo había terminado construyendo otra cola para Chimuelo.
"hoy fue otro día aburrido, mis compañeros en el entrenamiento de dragones me odian, Bocon sigue enseñándonos/ tratando de matarnos, la única diferencia es que esta vez fue con un Nadder mortal, luego de eso, volví al valle donde el furia nocturna se escondía pero esta vez fui con un pescado para que viera que no quería lastimarlo. No tardo mucho en aparecer pero eso no fue lo difícil, lo difícil fue que aceptara el pescado, tuve que tirar un buen cuchillo al lago para que luego casi me arranque la mano para quitarme el pescado, pensé que no tenia dientes pero de un momento a otro le salieron de la nada, me arrincono contra una roca pensé que iba a comerme si no le traía mas comida, pero una vez más me impresiono, regurgito la mitad del pascado sobre mis piernas, decir que fue asqueroso era poco, no tenía idea de que quería hasta que miro al pescado para luego mirarme a mí, comprendí de inmediato lo que quería, tragándome mi orgullo y sentido común le di un mordisco a uno de los costados del pescado escupido y cuando pensé que había terminado el dragón al que ahora llamo Chimuelo querían quería que me lo trague y lo hiso, después de tratar de no vomitar, después de ese asqueroso momento le di una media sonrisa con nauseas, sorprendentemente Chimuelo me imito la sonrisa, como pudo claro está, trate de tocarlo pero al estar a pocos cm se fue volando como pudo hasta el otro lado del valle, creo que esto es un avance, ¿valdrá tanto tiempo y un dolor de estomago horrible?"
Siguió leyendo durante mucho tiempo, desde que le se ocurrió construirle otra cola hasta que había logrado montar a Chimuelo luego de varios intentos de prototipos de colas.
"estábamos… no… estamos muy equivocados, los dragones no son lo que pensábamos, todo lo que sabemos sobre ellos… está mal, no son lo que pensábamos. Luego de un vuelo con Chimuelo donde no necesite de mis notas, nos pusimos a descansar en una parte alejada de Berck para que no vieran el humo de la fogata, unos terribles terrores llegaron atraídos por los pescados de Chimuelo, claro que como eran muy pequeños no podían hacer mucho, así que le di un pescado a uno de los terribles terror y al instante se puso a dormir bajo mi mano mientras yo lo acariciaba, supongo que como Chimuelo estaba conmigo fue más fácil para el confiar en mi"
Con cada palabra que leía Astrid se impresionaba cada vez más, Hipo es más de lo que aparenta.
"este día no podría ser mas del asco, gane la ante última prueba en el entrenamiento, lo que significa que tendré que matar a un dragón después de que me llevo días el entrenar uno, lo primero que pensé fue en escaparme y lo hubiera hecho de no ser por la única cosa que salió bien de este día…parece que Astrid me siguió hasta el valle de Chimuelo, hay dioses, por poco le cuenta a todos en el pueblo sobre esto de no ser porque logramos encontrarla y convencerla de que Chimuelo era diferente, claro que al principio se dedico a hacer piruetas como loco pero luego empezó a volar más tranquilo. Y por si eso no fuera poco encontramos el nido de los dragones y descubrimos que no roban para ellos si no para un dragón mas grande, el más grande que eh visto en toda mi vida, el libro de dragones parece no saber nada sobre esto, convencí a Astrid de que no dijera nada a nadie por ahora pero sinceramente no sé cuánto tiempo más podre mantener a Chimuelo escondido ahora que mi padre está de vuelta, me pregunto ¿Qué es lo que pasara mañana?"
Eso era lo último que había, las páginas siguientes estaban en blanco, se había quedado con ganas de leer más pero el sueño la había atrapado y luego de dar un gran bostezo guardo el diario en su lugar para volver a tratar de dormir.
"con Hipo y Chimuelo"
Habían estado volando el día entero.
(Nta: y con eso me refiero a que Chimuelo estuvo volando todo el día con Hipo encima)
Habían parado solo una vez para comer un poco y descansar, ahora buscaban al menos una pequeña isla o algo para poder pasar la noche.
Hipo: ¿Cómo estas amigo?- el dragón solo un pequeño gruñido demostrando su cansancio- yo también, debe haber algún lugar para poder pasar la noche- busco con la mirada cualquier señal de tierra o de cualquier cosa hasta que encontró un isla bastante grande con un volcán dormido o una montaña enorme, no estaba seguro, pero era su mejor opción actualmente, descendieron hasta la orilla donde al llegar Hipo busco la suficiente leña para que Chimuelo la prendiera fuego, acto seguido saco su parte de la comida y la de su dragón para luego acomodarse apoyado en el. Mientras el pescado se cocinaba el miraba al cielo nocturno pensando en ¿Qué pasaría si volviera ahora? Parte de él quería hacerlo por todo lo que dejo atrás y demostrarles que los dragones no eran lo que ellos pensaban pero si lo hacia lo más probable es que su padre comience a disparar las catapultas- bueno, supongo que esta es nuestra nueva vida, esta isla no se ve tan mal ¿tú qué dices amigo?- el dragón no contesto estaba ocupado devorando su comida.
Cuando termino de comer apago el fuego para que nadie se acercara a la isla y se acomodo a sobre Chimuelo, quien después de también acomodarse, cubrió al castaño con su ala para protegerlo del frio.
Antes de caer dormido la mente de Hipo solo tenía una cosa en mente.
¿Qué hacer ahora?
Bueno eso es todo por ahora, espero que les haya gustado el primer capítulo de este fic, recuerden que es el primero que hago de cómo entrenar a tu dragón, y por si alguno se lo pregunta, tratare de incluir parte de la serie pero eso se verá con forme valla avanzando, un abrazo psicológico y un saludo a ti, Carolina Zurita, que me estas ayudando con esto.
