"P.D: te odio"

Por Katou Yuu

Disclaimer: D. Gray –man pertenece a Katsura Hoshino, este fic ha sido escrito sin fines de lucro.

Advertencias: Yullen, drama, violencia.


Habían llegado corriendo la emergencia del Hospital cuando supieron que sus amigos habían sido llevados en ambulancia, luego de una terrible riña en el patio de la escuela, los paramédicos habían tenido que llevarse a ambos chicos a la fuerza. Según los comentarios de algunos estudiantes la terrible pelea había sido resultado de alguna provocación entre ambos estudiantes: Kanda Yuu y Allen Walker.

Ahora estaban siendo atendidos por el personal médico. Komui, el hermano de Lenalee, había salido a saludar a su hermana al ver que se trataban de sus compañeros informándole que, aunque había sangre en sus rostros no implicaba que estuvieran graves, pero si algo adoloridos. Lenalee no pudo evitar derramar un par de lágrimas porque no podía soportar ver que sus amigos estuvieran en tal estado.

Lavi podía sentir su corazón apretujarse al ver como Lenalee sufría por los arranques de ira de sus amigos, se suponían que eran un grupo, todos se llevaban bien y cuidaban de ellos, pero la situación entre Kanda y Allen estaba destruyendo su armonía. Tenía que hacer algo por el bien de Lenalee y sus amigos.

El director les había dado un ultimátum, otra situación parecida entre ambos estudiantes y estarían expulsados por un mes. Lavi no podía vivir un mes sin esos dos, ¿a quién le haría bromas? molestar a otros no sería tan divertido.

Pero tampoco estaba tan loco para meterse y parar sus peleas, muchos lo habían intentado y sólo Lenalee lograba salir sin un golpe perdido en el rostro.

Si lo pensaba profundamente, no había un fundamento real para que Allen y Kanda se llevaran tan mal. Nadie sabía cómo había comenzado la disputa, pero ahora bastaba con que se vieran la cara, con que se llamaran por sus apodos o se diera un comentario descortés para que se comenzaran a lanzar cosas.

Al volver a casa, tuvo una larga conferencia con Lenalee, pero ninguna de sus soluciones era conveniente. Lo único que Lavi rescató como conclusión fue que era preciso distraerlos para que dejaran de buscar una excusa y ya no tuvieran ganas de embarrar sangre en las paredes.

Tal vez a Allen se le podría distraer con comida, pero Kanda siempre estaba como fiera enjaulada. Además ¿cuánto costaría la comida de Allen?

No era factible comprarle comida a Allen, sus ahorros se irían, quedaría en la bancarrota, incluso tendría deudas hasta el día de su muerte y sus descendientes serian obligados a seguir pagándolas, era un futuro que no quería ver.

Por lo general Allen era amistoso y no tenía problemas para relacionarse con los demás, solo llegaba a explotar cuando entraba en contacto con Kanda, era como ver en vivo agua y aceite en una sartén caliente. Kanda por su lado era el opuesto de Allen, algo antisocial, también solía enojarse con mucha facilidad, tenía un carácter difícil desde niño y su abuelo le había inscrito en clases de kendo y otras artes marciales para tratar de drenar esa energía negativa.

Polos opuestos se atraen, eso decían, pero este no era el caso. Lavi tachó de su libreta la opción de darle de comer a Allen como distracción. Ambos se odiaban, pero aunque eso pasara nunca llegaban a la indiferencia, siempre estaban conscientes de la existencia del otro ¿Por qué? Analizándolo bien, si tanto detestas a alguien no le hablarías ni tampoco te importara lo que esa persona hiciera. Ahí estaba su respuesta, ellos no se odiaban, no del todo, ¿no? Solo habían comenzado con el pie izquierdo.

Pasaron los días y viendo que Kanda prefería apartarse la situación se tornó crítica.

Lavi se quebraba la cabeza tratando de encontrar una respuesta. Había hablado con ambos por separado, pero se negaban rotundamente a arreglar las cosas.

"No me importa", dio Kanda cuando Lenalee le recordó que podría ser expulsado. "No sería la primera vez que cambio de escuela", dijo Allen pesando en la balanza de la estupidez la probabilidad de pedir su cambio a otro lugar para no dar más problemas. El problema ahora no sólo era que se llevaran mal, después de la amenaza del director, les parecía más sencillo irse.

¿Cómo podían ser tan descorazonados? ¿No eran amigos? ¿No había amor en su pequeño grupo? Lavi recordó los problemas que Allen y Kanda se habían echado encima por lograr que él y Lenalee pudieran salir. Había jurado ayudarles y dar todo de sí cuando ellos encontraran el amor, pero hasta el momento, ambos habían rechazado las confesiones de sus compañeras de clase. Allen entregaba su corazón sólo a los postres y Kanda tenía como único amor a su shinai.

Si el amor (humano) tocara a su puerta ¿se irían del instituto con facilidad?

A lo mejor no, esos dos necesitaban hacer borrón y cuenta nueva, pero para eso alguno debía ceder, quizás Allen era la opción fácil pero no estaba seguro de su cooperación, quien más debía poner de su parte era Kanda, él debía dar el primer paso, aunque sonara imposible teniendo en cuenta su terrible orgullo, eso hacía que las posibilidades de reconciliación entre esos dos fueran nulas.

Desarreglo con desesperación su cabello. Quizás no era necesario que Kanda Yuu fuera el que diera el primer paso, no directamente, quizás un mediador podría hacer su trabajo, eso colocaba su cuello en riesgo.

No imposible, quería vivir, casarse con Lenalee y.… dejo de tontear, pero si no se arriesgaba Lenalee seguiría sufriendo, las cosas que hacía por amor...

Lenalee no perdía el tiempo, había insistido utilizando la amistad como estandarte y había preguntado a los enemigos cómo podían arreglar la disputa.

"Tiene que disculparse", dijeron ambos a sabiendas que era una misión imposible, que era más probable que el internet fuera gratis en todo el mundo y que los carbohidratos hicieran bajar de peso.

En un arranque, abrió su computadora y comenzó a escribir un correo de disculpa que les enviaría a ambos. A punto de enviarlo, recordó que su dirección saldría, sin duda, en el remitente. No tenía las contraseñas de ninguno (sabía que ni siquiera revisaban su correo). Tomar sus teléfonos y enviar mensajes con ellos no era una opción; Allen jamás tenía crédito y Kanda sólo prendía su celular para usarlo como reloj.

Su celular sonó, era un mensaje de Lenalee preguntándole si podrían salir el viernes, cumplían seis meses de novios. Contestó de inmediato que sí y a la preocupación por las riñas no fueran suficientes, debía encontrar un regalo. Lo primero que se le ocurrió fue hacer una carta, como el romántico que era, y usar todas sus habilidades literarias para Lenalee.

Una luz se iluminó en sus ojos, la respuesta estaba frente a él. Los dos problemas del día se resolverían con una carta, un método antiguo pero que no implicaría robar contraseñas. Sería simple, directa y pacífica, y cuando Kanda y Allen al leyeran, volverían a llevarse más o menos bien.

No pudo estar más contento, incluso se felicitó a sí mismo, ¡era un genio!

Salió de la casa tomando su billetera y corrió al centro de la ciudad, su abuelo le había gritado algo, pero ni le prestó atención. Llego una la papelería, comenzó a buscar entre las estanterías donde se exhibían algunos libros y materiales, hojas de diferentes colores y texturas, había visto una muy hermosa, pensó de inmediato que debía ser para Lenalee. No podía usar algo tan adornado para los chicos, vio una hoja color azul que le recordó por alguna razón la frialdad de Kanda, a su lado una hoja de color blanco con detalles en dorado le recordó un poco al albino, no podía estar más de acuerdo de que eran perfectas y tomo un paquete de cada una de esas hojas decoradas. Decidió comprar una pluma nueva, estaba seguro que escribiría un nuevo capítulo en sus vidas.


NOTAS: este es el comienzo del fin para Lavi ;) sigan la historia y descubran los disparates que hará Lavi para "unir" o finalmente "separar al moyashi y al bakanda. ;)