Reid llegó a su pequeño departamento, se tiró a su cama y se dispuso a descansar. Había sido una jornada de trabajo difícil; una serie de personas habían muerto de un disparo en la cabeza a sangre fría en plena vía pública. Al principio el equipo pensó que se trataba de un asesino serial, pero luego, con la ayuda de la súper experta en tecnología Penelope García, descubrieron que se trataba de un grupo terrorista.
Pero definitivamente la peor parte del día fue en la que se enteró de que todo había cambiado.
El equipo estaba en la recepción del hotel para registrarse durante su estadía en Nueva York, cuando de pronto Reid menciona algo de lo que, probablemente, se arrepentirá toda su vida.
–Hey JJ. –Dijo girándose– ¿Ese no es Will?
La rubia giró hacia donde le indicaba Spencer, y vio ahí a su pareja, el detective Will LaMontange.
–Will –Sonrió JJ, algo confundida– Hola. ¿Qué haces aquí?
–Pasé a verte, Jennifer –sonrió– ¿No estás feliz de verme?
–Oh… sí, por supuesto –El resto del equipo saludó a Will, ya que ya no era un secreto que él y JJ estaban juntos–
–Y, JJ… –Dijo el detective– ¿Ya les dijiste?
–¿Decirnos qué? –Preguntó Hotch–
–Bueno, yo… –JJ se giró para ver a sus compañeros– Yo estoy embarazada.
Fue ahí, en ese momento, en el que él sintió que su mundo interior se derrumbaba. Todo el equipo felicitó a Jennifer y Will, y por supuesto él también. El resto del día se quedó pensando en lo que había pasado en el hotel, pero eso no detuvo su trabajo.
Cuando venían de vuelta a Quantico en el avión, Reid se notaba raro y fue entonces cuando Emily Prentiss se acercó a hablarle.
–¿Pasa algo, pequeño genio? –Dijo Prentiss sentándose en el asiento vacío al frente de él.
–No… nada, ¿por qué? –Mintió Reid–
–Te he visto extraño desde que salimos de NY.
–No pasa nada, Emily. Enserio. –Y Reid cortó ahí la conversación.
Ahora estaba en su cama, pensando en la rubia que le había robado el sueño desde que había entrado por la puerta de la UAC. La había perdido, ahora sí que la había perdido para siempre. ¿Qué haría? ¿Seguir escondiendo sus sentimientos hacia ella? Decirle que estaba enamorado de ella no serviría de nada, en 8 meses y 1 semana JJ y Will serían padres, algo que los uniría de por vida, algo contra lo que Spencer no podía luchar.
Se culpó a él por todo esto, y se arrepintió de todo. Se arrepintió de no haberle dicho.
De ocultar sus sentimientos.
De mentir.
De ilusionarse.
De enamorarse de ella.
La había perdido para siempre y ya no había vuelta atrás. No había nada que hiciera a Jennifer Jareau, la dulce JJ, cambiar de opinión con respecto a su futuro esposo y se fijara en el "raro e inteligente" Spencer Reid.
Las lágrimas comenzaron a salir sin permiso de sus ojos, y él no hizo nada para detenerlas. ¿Para qué? Era mejor desahogarse que ocultarse ese dolor. Se preguntó a sí mismo por qué la vida era tan injusta con él. Por qué no podía tener algo que parecía algo tan normal: Alguien a quién amar.
Sus pensamientos invadieron su cabeza hasta que se acomodó en su almohada y, luchando por contener las lágrimas que le quedaban, se durmió.
Prefirió dormirse e ir a un mundo de fantasía. A un mundo donde existían sólo Jennifer y él, un mundo inexistente. Un mundo que, él sabía, nunca se haría realidad.
