Historia de un Día
Era verano y un chico iba caminando por la sede Varia. El chico se veía aburrido y su pelo verde destacaba entre las paredes. Paso, paso, paso… un ritmo constante, ni más rápido ni más lento. Fran, el chico, bosteza y dobla el pasillo, encontrándose, casi chocando, con el príncipe de Varia, Belphegor The Ripper.
Belphegor mira al pequeño peli verde delante suya, quien le devuelve la mirada y, algo espantado, observa la enfermiza sonrisa dedicada exclusivamente a el por parte del rubio.
Fran lo mira un instante, antes de que algo se ilumine en su mente, oh Diablos, ahora si que estaba en problemas.
El chico de pelo verde no da señales de haber reconocido lo que había hecho mal, aunque por dentro está totalmente aterrorizado, quien diría que llegaría el día en que Fran estuviera asustado. Verdaderamente asustado.
Belphegor ríe de una manera totalmente nueva para el pequeño, y por primera vez desde que vive en este extraño lugar, el sabe que debería dar media vuelta y huir lo más rápido de pueda. Lo sabe, pero no lo hace. Una cacería solamente lograría que terminara herido aun más de lo… normal.
Fran lo sabe, el debería haberse puesto el estúpido gorro de rana que su estúpido Sempai le ordeno tener puesto incluso cuando durmiera. No es que lo hiciera, claro. Pero eso no es algo que querría que su Sempai supiera, nunca.
El chico más pequeño bosteza, logrando que una arruga de enojo aparezca en la frente del mayor, Fran esta tan muerto, es el único pensamiento del príncipe de Varia, a la vez que poco a poco hace aparecer sus bellos y clasicos cuchillos desde lugares inimaginados.
El niño no alcanza ni a parpadear cuando siente una hilera de sangre correr por su mejilla. Luego otra, y otra. El no es tonto, sabe que su orgullo vale mucho menos que su vida, por lo que se da vuelta y simplemente corre a su habitación como condenado.
The Riper lo sigue, lo amenaza y lo hiere, y el peli verde lo sabe, esa tortura no parara hasta que llegue a su habitación, se ponga el condenado gorro, y pida disculpas de rodillas al imbécil sádico.
Francisco se tropieza y tres cuchillos más perforan su piel. Se levanta, con un cuchillo más en su pierna y sigue su carrera, después de todo, no es como si puedas quedarte sentado cuando un asesino profesional y desquiciado va a por tu cabeza.
Belphegor lo ve, sabe que el niño está muy herido, pero no le importa, después de todo, es su culpa por estar en esa situación. Sonríe y le lanza dos dagas más. Pero fallan, y, en su lugar se encuentran con una puerta de roble en su camino. La habitación de Fran.
La puerta de la habitación se abre, chirriando lentamente y Bel entra con rapidez, ahí, en la cama esta la pequeña rana, con su sombrero bien asegurado en su cabeza.
La adicción de Bel está ahí, jadeando por el esfuerzo y por la pérdida de sangre. Se ve malditamente arrebatador y The Riper no puede evitarlo, Se acerca a donde está y le toma la barbilla, haciéndolo mirar hacia sus ojos. Acerca su cara y lo besa. Lentamente.
Sus labios se abren por sorpresa y el príncipe aprovecha la oportunidad.
Fran siente como su Sempai juega con su lengua, y luego lo siente retirarse. La habitación queda en silencio, solo se escuchan los intensificados jadeos en busca de aire de Fran.
-Ushishishi- Rompe el silencio Bel –No vuelvas a salir con el gorro- Dice mientras se da vuelta y se va.
Fran sonríe y no puede evitar sonrojarse al recordar el momento.
En definitiva, Mañana será un día interesante.
