N/A: ¿Hola? ¿Hay alguien ahí? *se asoma con cuidado, una pelusa del tamaño de una pelota de fútbol pasa a modo de respuesta, suspira, sacude la cabeza, coge el micrófono y se prepara para hablar* Bueno la verdad es que no sé si os va a llegar notificación o no (si alguien ha seguido con la esperanza de que continuara el fic y sigue con la alerta activada). De todas formas me gustaría pensar que sí, si yo no tiro la toalla con algunos fics...en fin, a lo que voy. ¡He vuelto! Hoy hace 10 años que cree este perfil en fanfiction y se me ha ocurrido que a modo de homenaje podría actualizar todos mi fics. Y cuando digo todos me refiero a todos. Llevo un mes organizandolo todo y aunque no ha salido como pensaba (que quedan capítulos por escribir, pero estoy en ello) como mínimo voy a subir un capítulo de todos los fics y tengo otro en reserva.
Ahora bien, siento este pequeño párrafo (larguito) explicativo, si alguien no lo quiere leer que no lo lea, pero bueno aún así una vez para entender una serie de cosas estaría bien. Pregunta: ¿Has cambiado algunas cosas con respecto a lo que tenías escrito? Respuesta: Sí, empecé a escribir este fic hace muchos años y bueno, he madurado y mi punto de vista con respecto a muchas cosas ha cambiado. La historia no me gustaba mucho como estaba yendo y la veía muy infantil, así que he decidido cambiar algunas cosas. Pregunta: ¿Ha cambiado la idea general que tenías con respecto a este fic? Respuesta: En abosluto. Hay escenas que no llegué a publicar, pero que he tenido todo este tiempo en la cabeza y que ahora voy a plasmar y publicar aquí. También he organizado un poco el fic en general, ya lo que empecé a escribir sin tener muy claro lo que quería y se me iban ocurriendo ideas que no sabía como juntar y ahora he podido. Lo que ha cambiado de este fic son las palabras con las que cuento esta historia. Pero el alma, la esencia, la idea original ha estado presente en todo momento. Si queréis, a modo de anécdota, os puedo decir cuáles eran las escenas que tenía pensado publicar y no llegué a hacer :)
*Se apagan las luces y se baja el telón. La lectura del fic está a punto de empezar*
Disclaimer: Aún sigo a la búsqueda y captura de un disclaimer divertido y original que diga que no soy Kishimioto.
Capítulo 1: La carta-Editado.
En la aldea de Suna, el Kazekage de la Arena-la máxima autoridad y la persona que se ocupaba de velar por todos-estaba sentado en la silla de su despacho. Era alto, de una piel tan blanca que hacía relucir sus ojeras más de lo normal, también hacía contrastar su pelo, rojo como la sangre. Contaba con veinticuatro años, pero a pesar de su corta edad era considerado como el mejor de los gobernantes que había tenido la aldea desde que se fundara.
Su nombre: Subaku no Gaara. Antiguo Jinchuriki del Shukaku, ninja con habilidades extraordinarias reconocidas por todos en la aldea y sus amistades fuera de ella. Se decía que pasaría a la historia como un ninja de élite, y un gran diplomático por conseguir una fuerte alianza con Konoha, una villa que había sido su enemiga en un principio, pero con la que ahora había una gran amistad.
Y era precisamente aquella gran amistad lo que le quitaba el sueño al muchacho. Nunca antes en la historia se había dado el caso de que una amistad entre dos villas ninja tuviera una relación de tan duradera. Aunque el secreto de esa amistad era bien simple: Gaara estaba en deuda con Uzumaki Naruto. Eran grandes amigos y esa amistad había sido el inicio de la alianza entre las dos villas. No obstante, el resto de villas del mundo ninja no veía con buenos ojos aquella relación y desde hacía bastante tiempo hacían lo posible por sabotearla, pero en los últimos años había acabado siendo un verdadero dolor de cabeza.
Naruto irrumpiendo en su despacho diciendo que Gaara era un traidor por ir aireando las intimidades que había entre su novia y él (al final se supo que Naruto se había emborrachado en una pequeña aldea fronteriza y había empezado a airear él mismo sus intimidades, ganándose por parte de Haruno Sakura tal puñetazo que muchos pensaron que le había dejado en coma de por vida). O Kankuro yendo a parirle las piernas a Nara Shikamaru por empapelar toda Konoha con fotos de su hermana en paños menores después de la ruptura habían sido dos de las anécdotas más sonadas. Al final el asunto de su hermana se resolvió también, pero Temari estuvo un mes entero mandando a volar a cualquiera que hiciera algún comentario al respecto. Incluso había echado por la ventada a un miembro del consejo por intentar incluirlo en el punto del día de una reunión.
Pero aunque las cosas acabaron más o menos bien y se supo enseguida quiénes habían sido los culpables (la Mizukage y el Tsuchikage) tanto Tsunade, Hokage de Konoha, como Gaara estaban muy preocupados por el futuro de los ninjas. Ya no era solo que estuvieran intentando boicotear a ambas aldeas, ahora las intimidades de los ninjas estaban en peligro inminente. Ambas aldeas unidas suponían una fuerte amenaza para el resto de aldeas, pero en ningún momento habían hecho amago de atacarlas.
En una reunión de urgencia prometieron no invadir ninguna aldea ninja o ciudad protegía por otras villas ninja, solo protegerse mutuamente en caso de un ataque del exterior. Curiosamente, el Raikage había sido el único que no había encontrado mucho problema. El Tsuchikage y la Mizukage no habían dado su brazo a torcer y desde entonces habían tenido que crear una unidad de ninjas especial que comprobara absolutamente todos los rumores absurdos que circulaban por ambas villas, y detenerlos antes de que pasara algo grave. Una solución temporal y estúpida, pero a corto plazo era lo único que se les había ocurrido. Gaara llevaba meses sin dormir bien intentando buscar una solución por todos los medios, aparte de realizar sus tareas como Kazekage, algo que le acabaría pasando factura en poco tiempo, como bien le recordaba cada pocos días Temari.
Ese día parecía ser uno de esos en los que por mucho que pensara no iba a encontrar solución alguna cuando notó una presencia algo conocida acercándose hacia él. Espero con calma y a los pocos segundo escuchó unos golpes en la puerta.
-Adelante.
La puerta se abrió y Temari entró, acompañada por un ninja de Konoha, sus ojos revelaban ser del clan Hyuga. Era alto, pálido, de cabellos negros y ojos muy blancos. Como todos los Hyuga que había conocido. Le bastaron unos segundos para identificar al ninja, era un sirviente que acompañaba a menudo a Hyuga Hinata y Hyuga Neji por Konoha. Le sonaba haberle visto a unos pasos de distancia de sus familiares, intentando pasar desapercibido, en alguna de las fiestas en las que Naruto le había mentido vilmente para que fuera.
-Sé que estás ocupado, pero este ninja dice que viene con información valiosa para ti.
Gaara asintió e indicó al ninja que se acercara. Temari cerró la puerta al salir.
-Me presentaré Kazekage-sama, me llamo Hyuga Ko y vengo de parte de Hiashi-sama el actual líder del clan Hyuga, con una propuesta que él espera que sea la solución al problema en el que se encuentran nuestras villas en la actualidad.
Le tendió una carta que Gaara cogió con curiosidad. Normalmente era la misma Tsunade la que le enviaba una propuesta tras otra con cosas sugeridas por los clanes de Konoha, que Hyuga Hiashi le escribiera era algo no sabía si catalogar como bueno o malo. Abrió la carta y la leyó. Cuando hubo terminado levantó la vista hacia el ninja, que esperaba de pie y serio.
-¿Sabe Tsunade algo de esto?
-Los compromisos del Clan Hyuga se suelen comunicar al Hokage cuando ambas partes han llegado a un acuerdo. Sin embargo Hiashi-sama entiende que las cosas deben cambiar debido a la situación actual. Se comunicará con Hokage-sama cuando sepa su respuesta y podrán discutir las condiciones del matrimonio de forma que convengan tanto a las villas como al Clan Hyuga.
-¿Y ella lo sabe?
-Una novia Hyuga sabe quién es su prometido cuando el prometido y su progenitor están de acuerdo en el enlace-Gaara iba a hablar de nuevo, no muy contento con la respuesta del ninja y queriendo ahondar un poco más en el tema, pero Ko se le adelantó.-De todas formas si me permite el atrevimiento Kazekage-sama-Gaara asintió, dejando que continuara.-Hinata-sama sabe cuál es su deber como ninja de Konoha y heredera del Clan Hyuga. Si esto puede beneficiar a todos, no obtendrá una respuesta negativa por su parte.
Gaara sopesó las palabras del ninja y por a su mente acudieron unas palabras que Naruto le había dicho hacía mucho: Los Hyuga son los ninjas más estirados que conozco. Alguien debería decirles que se relajaran y se quitaran ese palo que llevan metido por el cu** desde hace generaciones. No obstante, no creía que Hyuga Ko aceptara ese comentario por respuesta.
-Si me permite el atrevimiento de nuevo Kazekase-sama-Gaara miró al Hyuga, esta vez sus expresiones se había suavizado bastante más. Esperó.-Llevo cuidando de Hinata-sama prácticamente desde que nació. Si usted no acepta su mano, se casará con otro ninja, un rico comerciante u otra persona que sea adecuada para el Clan. Jamás ha tenido elección en ese tema y ella lo sabe. Sé que no se tratan mucho, pero ambos tienen amigos en común y son de la misma edad. Y siempre puede surgir una gran amistad entre ambos si deciden pasar su vida juntos.
Gaara se sorprendió. Por cómo había hablado, estaba claro que Hyuga Hiashi no le había ordenado que dijera nada de eso, y puede que lo más probable fuera que no lo viera con buenos ojos, sin embargo lo que había dicho tenía un trasfondo de verdad.
-Tengo que sopesar la respuesta-dijo finalmente.-Dentro de un par de semanas iré a Konoha a una reunión con la Hokage, dile a Hyuga Hiashi que tendrá mi respuesta antes de ese viaje, pero que debe avisar a Tsunade antes del mismo o lo primero que haga al poner un pie ahí será hablar con ella.
-Entendido Kazekage-sama.
-Bien, pediré a mis ninjas que te preparen una habitación para que descanses y partas cuando lo estimes oportuno.
-Gracias por el ofrecimiento Kazekage-sama, pero mis órdenes son volver en cuánto tenga una respuesta de su parte. Así que si partiré sin demora.
-Como desees, ¡Temari!-la puerta se abrió y tanto Temari como Kankuro entraron por la puerta con grandes sonrisas en la cara. Y Gaara supo que habían escuchado su conversación.-Temari, acompaña a Hyuga Ko a la salida de la villa por favor.
-Claro.
La chica se hizo a un lado para dejar pasar a Hyuga Ko que se retiró después de una reverencia hacía Gaara, luego él y su hermana se fueron y les dejaron solos a él y Kankuro que se cruzó de brazos y amplió su sonrisa.
-¿Cómo que te lo vas a pensar? ¿Estás tonto? ¡Dile que está tonto Kankuro!-exclamó Temari pegando un fuerte puñetazo en la mesa.
Era de noche y los tres hermanos estaban en su casa cenando. Gaara se las había apañado para tener trabajo y hacer que sus hermanos también lo tuvieran y evitar la conversación hasta la noche. Sus hermanos se había portado bastante bien, pero en cuanto ellos estimaron que era la hora de terminar su trabajo le habían secuestrado-no acompañado cogiéndole de los brazos como ellos habían dicho-le habían sentado en la mesa de la cocina y se habían puesto a cenar comentando lo que según Temari iba a ser el cotilleo del siglo.
-Eso, eso, ¿pero no la has visto nunca o qué? ¡Si está cañón!
-Kankuro, te agradecería que no utilizaras ese lenguaje para hablar de la mujer que a lo mejor va a ser mi esposa. De ninguna mujer de hecho.
-¿"Qué a lo mejor va a ser mi esposa"? O sea que la idea te apetece-Temari le miró con una sonrisa pícara.-Hinata-chan es muy dulce y buena. Estoy segura de que encajaréis.
-Además por lo que ha dicho el tal Ko su padre está dispuesto a casarla con un viejales con tal de que aporte algo a la familia. Para eso mejor que se case contigo, ¿no crees?
-¡Bien dicho Kankuro!
Ambos hermanos se miraron con sonrisas divertidas. No todos los días le llegaban a su hermanito ofertas de matrimonio, había que aprovechar para tomarle el pelo todo lo posible.
-Además, el clan Hyuga es el más conocido. Y sus ojos los más envidiados del mundo ninja. Una alianza política con ellos es buena.
-¡Pero yo no estoy buscando una alianza política con los Hyuga si no con Koonoha! Y por lo poco que sé, ese clan es muy independiente.
-Sí, lo es-corroboró Temari.-Pero Hinata-chan no es como ellos. Hinata y Hyuga Neji son la nueva generación Hyuga y se esfuerzan por cambiar las tradiciones. Por muchas reglas y tradiciones que tengan los Hyuga con quien te casarías sería con Hinata. Y sinceramente Gaara, no creo que pudieras encontrar a nadie más cariñoso.
-Mientras no destroce paredes como Sakura-san a mi me vale.
-Hinata no se parece en nada a Sakura-apuntó Temari.-Ha tenido una vida difícil, vosotros mismos visteis como Neji casi la mata por asuntos internos en su familia. Y a pesar de eso, es la bondad personificada. Me ayudó mucho cuando me traslade ahí.
Gaara observó a su hermana con curiosidad. Desde que había vuelto a vivir con ellos después de la ruptura, rara vez hablaba de los meses que había vivido en Konoha.
-Solo considéralo. Y si tanto te preocupa lo que piense Hinata, háblalo con ella cuando vayamos a Konoha. Hyuga Ko tenía razón en una cosa: para Hinata casarse con alguien de su elección es algo que ha tenido prohibido. Y más desde que Neji sale con Tenten. El que se case contigo y viva aquí, alejándose de una familia que lleva un palo metido por el cu** todo el santo día creo que le haría bien.
No hablaron más del tema durante la cena. Temari había sido bastante clara y concisa y ninguno de sus hermanos encontró nada más que añadir, por lo que se limitaron a seguir con la cena y hablar de temas más banales.
Por fin después de varios días de viaje por el desierto y por zonas cada vez más verdes se podía ver Konoha. En la puerta había varias personas esperando. A la que más se veía, gracias a que llevaba un buen rato pegando saltos y sacudiendo el brazo era Uzumaki Naruto, como futuro Hokage Tsunade había empezado a mandarle sencillos recados de carácter diplomático. Aunque el ir a recibir a un viejo amigo tampoco podía considerarse un tema diplomático.
-A buenas horas, habéis tardado mucho.
El saludo de Naruto provocó todo tipo de reacciones entre los ninjas (tanto de Konoha como de Suna), desde negaciones con la cabeza, exasperación e incredulidad y alguna que otra sonrisa. A Gaara le daba bastante igual, Naruto seguía siendo el de siempre.
-Ha pasado mucho tiempo.
-¡Pero no seas tan formal hombre!-Naruto le golpeó varias veces en la espalda.-Venga vamos, tengo que acompañarte a ver a la vieja, y luego te dejará instalarte.
Gaara asintió con la cabeza y siguió a Naruto. El resto de ninjas, muchos de rango inferior, se cuadraron a medida que él pasaba por su lado. Cerca de la puerta había un ninja alto vestido de AMBU, Gaara supo que sería algo así como su escolta el tiempo que estuviera en Konoha ya que les siguió durante todo el camino a una distancia prudencial y aguardó fuera del despacho de Tsunade cuando entraron.
-Gracias Naruto, puedes esperar fuera.
-¿Qué? La espera ha sido un rollo, ¿no puedo quedarme al menos para saber qué es eso tan importante que le quieres decir a Gaara? ¡Me debes eso al menos abuela!
La respuesta de Tsunade fue una mirada asesina y lanzarle un tintero a la cabeza a Naruto.
-¡Te he dicho que salgas fuera! ¡Hay cosas que todavía no puedes saber y esta es una de ellas así que haz lo que te digo o te pondré a estudiar!
Naruto se fue murmurando toda clase de insultos y diciendo no sé qué sobre lo injusta que era la vida. Cuando cerró la puerta Gaara se volvió hacia Tsunade.
-Supongo que te imaginas la razón por la que te hecho venir aquí nada más poner los pies en Konoha.
-Me imagino que Hyuga Hiashi le ha comentado algo sobre la carta que me envió.
-Sí-Tsunade señaló una silla que había tras su escritorio, silla que normalmente no estaba ahí. Gaara se sentó, suponiendo que la reunión podía alargarse y ya venía algo cansado del viaje.-Te he hecho venir porque además de la propuesta de matriminio Hyuga Hiashi tiene intención de ser el que te acoja en su casa. Su clan es uno de los más prestigiosos de la villa y en otras circunstancias no pondría objeción alguna. No obstante me imagino que quiere utilizar estos días para que intimes con su hija mayor, o hablarte de las posibles ventajas de su matrimonio con ella.
-Me lo imaginaba, ¿el ninja de la entrada…
-Es Hyuga Neji. Normalmente no deberías saber quién es, pero dadas las circunstacias…Hiashi-san ha tenido tiempo de sobra para calcular absolutamente todo.
-¿Ella lo sabe?
-Por supuesto, aunque no a través de su padre. Hyuga Ko vino a decirme que Hiashi-san no tenía intención de decirle nada hasta que te hubiera convencido. Así le di el mensaje a través de Haruno Sakura.
-¿Y qué opina ella?
-Eso deberías hablarlo con ella. No obstante, teniendo en cuenta el ambiente en el que se ha criado, creo que entiende que el bien de Konoha está por encima del suyo propio.
Gaara asintió con la cabeza, era más o menos lo que le había dicho Temari que diría Hinata. No obstante él quería saber lo que de verdad pensaba la chica, al fin y al cabo el suyo (si se celebraba) iba a ser un matrimonio de conveniencia.
-Gaara-la omisión del título del chico le hizo saber que Tsunade le iba a hablar como una amiga. No como la Hokage de Konoha o una persona mayor aconsejando a un veinteañero.-El matrimonio es algo serio y más uno de conveniencia. Hay que tener muchos factores en cuenta y si bien es cierto que un matrimonio con la primogénita Hyuga sería beneficioso para ambas aldeas debes pensar un poco en ti. Al fin y al cabo es de tu futuro del que estamos hablando.
-Lo sé. Por eso todavía no le he dado una respuesta definitiva a Hyuga Hiashi. Primero quiero hablarlo con su hija.
Tsunade asintió con la cabeza.
-¡Neji!-el ninja apareció detrás del escritorio, a unos pasos de distancia de Gaara, arrodillado. Esperando órdenes.-El Kazekage se quedará en el recinto Hyuga durante su estancia. Asegúrate de que llega y es bien recibido.
-Sí, Hokage-sama.
Como ya no tenían más de qué hablar Gaara se despidió de Tsunade con una inclinación de cabeza que ella correspindió. A la salida de la torreo Hokage estaban sus hermanos y su séquito y también varios ninjas del clan Hyuga.
-Son los ninjas de la rama secundaria, algunos sirven al consejo y le informarán de todos sus pasos-murmuró Neji. Gaara asintió imperceptiblemente.-El Kazekage y su séquito quedan bajo la protección del clan Hyuga durante su estancia en la aldea, llevad todas sus pertenencias a sus habitaciones.
El tono de Neji era autoritario, frío y seco. No es que normalmente fuera abierto y alegre, pero Gaara pudo notar cómo la situación no era de su agrado. Durante todo el camino hasta el recinto Hyuga estuvo cerca de Gaara y éste supuso que era gracias a él que ningún ninja se le había acercado. Temari y Kankuro caminaban unos pasos por detrás de ellos, mortalmente serios, lo que hacía imaginar al chico que entendían algo de la situación. Tal vez Neji se las había apañado para hacerles llegar el mismo mensaje de alguna manera.
Cuando las grandes puertas que daban acceso al territorio Hyuga fueron visibles, Gaara distinguió a las dos figuras que le esperaban en la puerta: Hyuga Hiashi era alto, serio y emitía un aura de autoridad aún a tanta distancia. La segunda era más bajita, la segunda hija de Hiashi.
-Hinata-sama está en una misión. Suponíamos que volvería a tiempo para recibirle, pero se ha alargado un poco. Por eso acude Hanabi-sama en su lugar.
Una vez llegaron a las puertas Hiashi y su hija se inclinaron a modo de saludo respetuoso. Gaara correspondió el gesto.
-Muchas gracias por ofrecerse a acogernos Hiashi-san.
-Es lo menos que podía hacer-dijo el patriarca.-Más si vamos a debatir el hecho de que podríamos ser familia.
Gaara reprimió el alzar una ceja. Aún no le había dicho nada y él ya estaba haciendo ese tipo de insinuaciones, ahora entendía la reunión con Tsunade y el hecho de que Neji no se hubiera separado de su lado en todo el trayecto. No se podía permitir el hecho de bajar la guardia en ningún momento.
-Gracias Neji-El chico asintió y desapareció en una nube de humo, no obstante Gaara sospechó que no había ido muy lejos. Hiashi se hizo a un lado dejando entrar a Gaara primero.-Por aquí Kazekage-sama.
Y así el ciervo entró en la caverna de los lobos. Pensó Gaara a medida que ponía un pie delante del otro para entrar al recinto Hyuga.
Era la tercera noche que pasaban en la casa Hyuga y a pesar de sentirse bastante más observado de lo normal, Gaara encontraba el sitio acogedor. Y también empezaba a entender a su hermana y a Naruto cuando hablaban del palo que llevaban metido los Hyuga, pero el lugar emanaba una paz que no encontrabas en ningún otro lugar de la villa.
-¡Gaara!-la puerta se abrió y Temari entró con una gran sonrisa en la cara.-¡Hinata ha vuelto! Te espera en el jardín trasero.
-¿Cómo?
Temari se sentó y habló en voz muy baja:
-Hinata-chan ha llegado esta mañana. Lleva todo el día escondida esperando a que se haga de noche para entrar a escondidas por el jardín y así poder hablar contigo sin que haya tanto Hyuga observando. Al parecer esa parte del jardín no está muy frecuentada. Toma.
Le tendió un papel con unas instrucciones sobre cómo llegar, Gaara lo memorizó y echó el papel al pequeño fuego que había en la habitación. Después se calzó y salió discretamente de la habitación, sin mirar en ningún momento a su hermana, sabía por su respiración acelerada que estaba al borde de la explosión. El hecho de tener que llevar todo el asunto tan clandestinamente como en las novelas que leía cuando estaba en sus días le entusiasmaba tanto que ya empezaba a rallar la locura. No tardó mucho en llegar al dichoso jardín, por el camino no se cruzó con ningún Hyuga y se preguntó si además de Hinata estaban por ahí Neji y alguno de sus amigos, impidiendo la entrada de cualquier otra persona. En el centro del mismo había un árbol, y apoyada en el tronco Hyuga Hinata le esperaba con un semblante algo nervioso. Todavía llevaba el uniforme puesto.
-Gaara-san-dijo inclinándose a modo de saludo.-Lamento todo esto, pero creí que sería lo mejor. Por lo que tengo entendido mi padre no ha hecho más que marearle y usted se ha negado a confirmar nada hasta hablar conmigo.
-No te preocupes.
Se quedaron en silencio. No sabiendo muy bien qué decir, o cómo empezar a decirlo.
-Esto es más duro de lo que pensé-Gaara la miró, curioso.-Llevo todo el día encerrada en el recinto del clan Inuzuka dándole vueltas al tema, pero ahora que le tengo delante…me he quedado en blanco.
-No es un tema fácil de abordar-coincidió Gaara.-¿Estás conforme?
Hinata le miró en silencio, algo sorprendida por la forma en la que había hecho la pregunta. Sí, sabía que el Kazekage se había negado en redondo a posicionarse hasta hablar con ella y le había estado dando largas a su padre todo ese tiempo. Pero nunca imaginó que quisiera que ella estuviera conforme con el asunto. Eso siempre había estado fuera de toda cuestión, no tenía elección.
-Aunque no lo estuviera no habría nada que hacer. Hace tiempo que sé que mi esposo sería alguien que eligiera mi familia.
-¿Pero estás conforme?-repitió Gaara.
-Me adapto a la situación.
Gaara resopló, algo molesto por las ambiguas respuestas de la chica. Se acercó a ella, era la primera vez que estaban tan cerca el uno del otro. Él era más alto que ella, Hinata tuvo que alzar la vista para poder mirarle a los ojos.
-¿Crees que podemos pasear?
Hinata asintió, nuevamente sorprendida por la pregunta de Gaara. Salieron del jardín y caminaron en silencio por un pequeño bosque que había detrás. Por los planos que había estudiado Gaara, debían de estar en la parte trasera y más alejada del territorio Hyuga. Un pequeño riachuelo serpenteaba por ahí, no era muy profundo pero si lo suficiente como para que hubiera un pequeño puente de madera. Lo atravesaron, pero en vez de seguir adelante, Hinata se detuvo a la mitad y miró al río, absorta.
-Mi padre esperaba un hijo que heredara el apellido y sus títulos. Después de la decepción inicial decidió que lo mejor sería casarme con alguien digno de relacionarse con el apellido Hyuga. Y así fue como al poco tiempo de nacer me comprometieron con Uchiha Itachi.
Gaara se detuvo a su lado, mirando el río en silencio, dejándole contar el resto de la historia.
-Muchos de los recuerdos de mi infancia son con Itachi. Pero después de la matanza Uchiha…bueno, lo que para el resto de la villa fue una tragedia fue una decepción para mi familia. No obstante Sasuke-san seguía en la villa y todos sabíamos el deseo que tenía de rehacer su clan, así que mi padre pensó que yo podría formar parte de ese sueño.
De todos los ninjas de Konoha de su generación, Sasuke había sido con el que menos había tratado. No obstante no creía que el concertar un matrimonio estuviera dentro de sus planes de venganza.
-Años más tarde Sasuke-san se marchó. Y desde entonces han salido varios nombres como candidatos a ser mi futuro marido, pero ninguno llegaba a convencer a mi padre. Hasta hace unas semanas.
Se quedaron en silencio. Gaara veía los esfuerzos de Hinata por decir algo más, pero por la razón que fuera no podía, estaba nerviosa. Demasiado nerviosa. Y al cabo de unos segundos lo supo la respuesta que Hinata iba a darle, antes incluso de que ella se armara de valor para decirlo.
-No tienes por qué hacerlo si no quieres-Hinata le miró durante unos instantes y luego sonrió. No era una sonrisa de alegría, tampoco de alivio. Era de pesar.-Vas a ser la líder del clan, puedes cambiar las cosas y casarte con quien quieras…
-Nos atacaron-le cortó Hinata en un murmullo.-Unos ninjas de la niebla, estábamos volviendo de la misión cuando se nos echaron encima. Pudimos escapar por los pelos pero Shino-kun ha sido herido, Tsunade-sama ha tendido que atenderle en persona.
Aunque la voz, y todo el cuerpo le temblaban la fuerza de su mirada era tal que Gaara no se atrevió a intentar convencerla de que la decisión que estaba tomando no estaba lo suficientemente meditada.
-Sé lo que me vas a decir-omitió todo tratamiento de respeto. En cualquier otra circunstancia se podría llegar a pensar que era una falta de respeto, pero Gaara supo que lo hacía para intentar un acercamiento entre ambos.-Pero llevo todo el día meditando sobre las posibilidades que tenemos, y ya no se trata solo de ti o de mi. Si no de las vidas de nuestros amigos. No quiero que les pase nada por mi egoísmo.
Súplica, tristeza, firmeza, miedo, valentía, cobardía, amistad, confianza, cariño. Eran todas las emociones que le transmitían los ojos de la chica, no sabía cómo conseguía transmitir todo eso en una sola mirada, pero ahí estaba. Puede que Hinata no fuera la Hyuga que Hiashi hubiera querido, pero tenía otras cualidades en las que superaba a casi todos los ninjas que conocía.
Se acercó a ella despacio, no sabiendo muy bien qué decir. Había dado con el quid de la cuestión, había llegado a la misma conclusión que él y la había dicho en voz alta, repetirlo le haría quedar como un estúpido. Y por alguna razón que no sabía muy bien de donde salía no quería quedar como un estúpido delante de ella. Tuvo que bajar la mirada cuando ya no pudo avanzar más, no es que le sacara mucha altura, Hinata era bastante alta de hecho. Pero él le seguía sacando un par de centímetros más, nunca se había preocupado por la altura de las personas, a menos que fuera de alguna utilidad en la batalla, pero ahora que lo pensaba la diferencia de altura no era un impedimento para llegar a sus labios, como pudo comprobar cuando acabó de invadir el espacio personal de la chica.
Gaara se acercó un poco más, solo un paso más, obligando a Hinata a erguirse por completo y acabar de apoyar su espalda contra la barandilla del puente. Gaara no sabía muy bien qué hacer a continuación, no era su primer beso, pero las mujeres con las que había estado solían estar estúpidamente enamoradas de él y llevaban la iniciativa, él simplemente se dejaba hacer. Pero en esa situación Gaara se sentía como un barco a la deriva en medio de un embravecido mar. Iba a apartarse cuando la tímida mano de Hinata se posó en su pecho, no para apartarle, tampoco para atraerle más a ella. Simplemente la dejó ahí, como diciéndole que todo estaba bien. Quiso corresponder el gesto de alguna manera pero no sabía muy bien qué hacer con las manos. ¿Pasarlas alrededor de su cintura? A las mujeres les gustaba, pero una vez más no era esa clase de beso. Cuando quiso darse cuenta había empezado a mover los brazos y sin pensarlo mucho, los colocó en la barandilla del puente, a ambos lados de Hinata.
Cuando cortaron el beso se miraron a los ojos, no sabiendo muy bien qué decir o hacer. Hinata se llevó una mano a los labios, intentando ocultar una sonrisa aunque Gaara la había visto.
-Deberías volver-dijo de pronto con un rubor adornando sus pálidas mejillas y Gaara se acordó en ese momento del lugar en el que estaban y la habilidad de los ninjas que había en la casa.-Van a patrullar por esta zona pronto.
-¿Tú no vienes?
Hinata negó con la cabeza.
-Se supone que estoy con Kiba-kun en el hospital visitando a Shino-kun. Mañana por la mañana le llegará una nota a mi padre diciéndole que he vuelto, así que supongo que por la tarde estaré por aquí.
-¿No te va a dejar entrar en tu propia casa?-Hinata suspiró y le miró alzando los hombros. Teniendo en cuenta lo mucho que Hiashi deseaba que se celebrara el compromiso, tenía sentido que le prohibiera la entrada a su hija hasta que no estuviera en condiciones de estar perfecta para que Gaara la viera. Y el verla después de realizar una misión no era precisamente la mejor impresión que una ninja podía causar a su futuro marido. Se apartó de ella con suavidad.-Hasta mañana entonces.
Hinata asintió con una sonrisa y se perdió en la oscuridad saltando entre los árboles a bastante velocidad.
Gaara volvió a su habitación lo más sigilosamente que pudo, no se encontró con nadie por el camino, pero no podía evitar tener la sensación de haber sido observado. Cuando abrió la puerta corredera no le sorprendió en absoluto encontrarse a sus dos hermanos sentados en una pose solemne, bebiendo té e intentando por todos los medios no estallar en carcajadas. Cerró la puerta y se sentó a su lado, esperando.
-Así que….Hyuga Hinata te ha citado en un jardín en plena noche…-Kankuro dejó la taza en la mesa y le miró con una sonrisa socarrona.-Vaya con el hermano pequeño.
-Kankuro-el tono de voz de Temari le indicaba que no se fuera de la lengua. Pero segundos después le miró con una sonrisa igual a la de su hermano.-¿Qué tal ha ido?
-Bien.
-¿Sólo bien?-preguntaron sus hermanos a la vez.
Gaara asintió con la cabeza, tratando de no variar su expresión neutral. Temari y Kankuro podían ser un auténtico dolor cuando se lo proponían. Supo que lo peor estaba por llegar cuando ambos se miraron disimuladamente para luego mirarle a él con una gran sonrisa, como si supieran algo. Kankuro fue el que acabó por decirlo:
-Francamente Gaara, no creía que fueras de esos que se lanzan a besar a las mujeres para seducirlas. Pero me alegro, sigues los pasos de tu hermano…
Kankuro no pudo terminar la frase, una gran cantidad de arena salió de la calabaza de Gaara y le dio de lleno en la cara, con tanta fuerza que le tiró al suelo. Temari se rió con ganas, pero no por mucho tiempo ya que a ella también le cayó su dosis de arena. Gaara se levantó, deseando que entre tanta risa sus hermanos no hubieran visto su sonrojo y se fue a la habitación contigua, donde estaba el futón, y se dispuso a dormir. Lo último que pudo escuchar antes de cerrar los ojos y querer dormirse lo antes posible fue las voces de sus hermanos (después de escupir arena durante un rato) diciéndole con voz cantarina:
-¡Lo hemos visto!
¿Y bien? Nada que ver con el primer capítulo lo sé, he conservado la escena del beso. La verdad es que yo habría puesto un beso tan pronto, pero quería que tuviera algo, un guiño por así decirlo del primer capítulo original. También he acelerado un poco las cosas, hay una parte a la que quiero llegar desde hace mucho tiempo y no quería eternizar el principio. Espero que sigáis leyendo los próximos capítulos y lleguéis por fin al final, que sí, ha tardado en llegar, pero ya queda menos.
