Hola! Glee no me pertenece y ojala si me perteneciera. Pero como no me pertenece, tengo que anunciarlo.

Este es mi primer fic, es probable que dentro de un tiempo haya una continuación. Todas las críticas son bienvenidas.

Saludos a todos, espero que les guste.

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Escape

Para ser verdad, nunca había odiado a Rachel Barbra Berry. Solo se había dejado llevar por lo que Quinn siempre había dicho de la diva y para mantener su puesto en la pirámide de popularidad, decidió seguir con la corriente. Si, Berry podía hablar sin parar, dar órdenes constantemente en Glee haciéndoles a todos los demás recordar su espectacular talento, vestirse como una niña o una abuela (eso todavía no estaba demasiado claro). Pero Berry, era al final una de las pocas personas que Santana conocía con una meta, clara, y era capaz de hacer todo lo posible para conseguirla. Para ser verdad, Santana López nunca había odiado a Rachel Barbra Berry.

Entonces, mientras Santana escuchaba a los demás gleek planear una venganza en contra de la diva porque ésta había faltado al club (y eran tan ignorantes y egocéntricos, que no se dieron cuenta que también había estado ausente de la escuela), la latina pensaba en que podía haberle pasado a Berry para haberse ausentado por ya casi dos semanas. Cerca de las seccionales.
Los gleeks habían fallado en darse cuenta de que había otro miembro que había estado faltando a clases durante la mitad de días que la diva. Y era nada más y nada menos que Noah "Puck" Puckerman. Y, como Santana veía un fin de semana bastante aburrido por delante y aunque no lo admitiera en voz alta, se preocupaba por Berry (y más de lo que todos imaginaban) y sabía que había sucedido algo grave para que Puckerman esté con ella. Porque de eso estaba segura.
Los gleeks seguían hablando, ahora con la adición de un Sr. Schuester que escuchaba atentamente los planes de ataques de estos desadaptados y no hacía nada para intentar detener cualquier acto de violencia. Y Santana podía ver en el rostro casi inocente del profesor de Español, que él sabía que pasaba con su mejor cantante.
Sin decir nada, Santana salió del salón del coro y se dirigió hacia la oficina de quien seguramente sabia que estaba pasando.

Sue Sylvester era omnipotente en McKinley y cuando vio entrar a su ex capitana de los porristas, supo muy bien que podía conseguir algo a cambio. Para Sylvester, ese día constituyó un antes y un después. Decidió contarle a la latina lo que sabía de Streisand a cambio de algún dato en contra de Schuester y lo que consiguió, aunque no fue mucho, tenía la potencialidad de ser un escándalo de proporciones inimaginables.

Media hora después, Santana miraba hacia el piso y hacia la puerta de la casa de los Berry. Cuando Sue le dijo lo que había pasado, no se había imaginado que hubiera sido tan grave. Miro otra vez hacia la calle y sabía que por lo menos Puckerman estaba en la casa. Así que, juntando un poco de coraje que no sabía de donde había salido, toco el timbre y esperó en la puerta. Se puso a pensar en que decir y falló en escuchar la puerta al abrirse.
"¿Santana?" dijo una Rachel Berry completamente distinta a la que asistía a McKinley. Su cabello estaba completamente despeinado, sus ojos rojos y tenía ojeras indicando que hacía varios días que no descansaba. Estaba vestida con un jean y una remera negra, y unas converse del mismo color.
"Berry" respondió sin mirarla a los ojos.
"¿Qué estás haciendo acá Santana? ¿Viniste personalmente a insultarme por faltar a Glee a una semana de las seccionales ya que no respondo los mensajes de los demás?"
"No Berry. Vine porque me enteré lo que paso. " Y además estaba preocupada por vos, pensó la latina.
Después de unos segundos, Rachel se hizo a un costado e invito a pasar a la latina. Sin decir palabra alguna, la guío hasta la sala de estar. Santana no falló en observar que, salvo el sofá y los pequeños sillones que hacían juego con el mismo, todo estaba en cajas apiladas en una esquina de la habitación.
"¿Por qué me dejaste entrar, Berry?" sorprendida del cambio de reacción de la pequeña diva, Santana tuvo que decir lo que le vino a la cabeza.
"Santana, además de Noah, fuiste la única persona del club que no envió mensajes insultandome: Los he leído a todos.. La verdad, me he dado cuenta que no soy la única egoísta dentro de ese club".
Santana simplemente asintió y procedió a sentarse. Miraba a su alrededor como si se estuviera perdiendo algo importante, pero más allá de eso, sabía que lo que había pasado con Rachel era bastante importante.
"¿Estás bien, Berry?"
"Si, Santana". respondió Rachel suspirando demostrando un poco de fastidio en la pregunta
"En serio, Berry. Lo estoy preguntando porque, aunque nunca pasé lo que acabas de pasar, me gustaría ayudarte"
"¿Por qué Santana?"
"Porque lo que te paso es muy doloroso..."
"No, ¿Por qué quieres ayudarme, Santana?" interrumpió la diva mirándo directamente a los ojos de su acompañante.
"En realidad, Berry, no tengo ni idea."

Las dos volvieron a quedarse en silencio, una observando a su visitante y la otra mirando a su alrededor.
"Te vas a ir, ¿Verdad?" se arriesgó a preguntar Santana.
Rachel no le contestó, se levantó y se fue a sentar al lado de la latina. La pequeña diva solo agarró su mano y mirando hacia alguna pared.

"Shelby está en Los Ángeles" dijo Rachel después de lo que pareció una eternidad para Santana. "Me pidió que vaya a vivir con ella. Hace más de una semana. Pero pensé que acá tenía algo más o alguien más que Noah. Pero en el fin de semana, los mensajes comenzaron a ser más agresivos. Incluso por Facebook. Cuando Noah apareció el domingo, me quedé pensando. ¿Le debo algo a quienes se hacen llamar mis amigos? Y me di cuenta que no. Pero no podía decidirme. Así que hablé con Noah cuando se despertó. Se estuvo quedando conmigo todos estos días. Y después de que tuvo un ataque de furia y se bebió todo el vodka del gabinete de licores de mis padres y me insultó con todas las palabras que sabía, se durmió. Pero eso ayudo a que yo tomara una decisión. Mientras él dormía, hablé con Shelby. No puedo vivir con ella pero por lo menos puedo vivir cerca. Así que ella llamó ayer y me dijo que había alquilado una casa que está a una cuadra de la suya. Nos vamos mañana a la tarde. Voy a pasar por Glee a despedirme, aunque muchos no me quieran ahí."

"¿Vamos?"

"Si, mi decisión implica que Noah se vaya conmigo. Y pensamos en formar algún tipo de banda o algo así, sabemos que tenemos posibilidades"

"¿Brodway?"

"Ese era un sueño que quería llevar adelante junto a mis padres. Lamentablemente ellos no están más. Y adoro cantar. Es probable que surjan más posibilidades en Los Ángeles."

Santana no podía creer lo que estaba escuchando. Rachel Berry se iba a ir de Lima, junto a Puckerman, a buscar un futuro en una ciudad llena de estrellas. Donde podía llegar a ser alguien antes de terminar la secundaria. Porque Santana, no tenía ninguna duda de que el talento de Berry la iba a colocar junto a los más grandes de la música.

Pero Santana, no quería alejarse de Rachel. No sabía porque, no sabía como, no sabía que podía pasar. Pero la vida sin la diva iba a ser muy aburrida. Incluso, cuando pensaba en su propia vida después de McKinley, sabía que iba a ser en Nueva York, en donde sabía que podía estar cerca de Berry. Y nunca se detuvo a saber el porqué sus pensamientos futuros siempre la llevaban a donde ella se encontrara.

"Santana…¡Santana!" cuando la Latina volvió a la realidad se encontró con dos orbes chocolates mirándola con preocupación. La porrista se frotó los ojos, sentándose. Se dio cuenta de que todavía estaba en la casa de la diva.

"Después de que hablamos, te largaste a llorar. No, no me preguntes que paso porque hablaste en español y todavía estoy con el diccionario en la tercer palabra. Después de llorar te quedaste dormida. Eso fue hace dos horas. Te desperté porque tu estómago está haciendo una revolución y no quiero que la gente crea que soy una mala anfitriona."

"Veo que no perdiste la capacidad de hablar en párrafos".

"Jamás, vamos, Noah te hizo algo de comer"

Mientras comían, Santana observó la dinámica de la diva y quien antes había sido su amigo. Hablaron por lo bajo todo el tiempo, haciendo que Santana se sintiera incómoda. Berry se disculpó a la mitad de la comida para responder el teléfono.

"Satán"

"Puckerman"

"Esto es lo que te voy a proponer. Mañana, Rachel va a aparecer por la escuela, va a solicitar una reunión de emergencia a la hora del almuerzo con Glee. Sé que no va a ser nada lindo. Va a dejar que le hagan lo que quieran hacerle y va a lanzar la bomba de que nos vamos. La mayor parte de las cosas van a estar en mi camioneta. Lo otro en el auto de Rachel. Si quieres venir con nosotros, solo deja tus cosas en mi camioneta o en el porche y apenas salgamos de Glee, nos vamos. Eso si, te va a tocar viajar con Rachel, yo llevo a mi hermanita"

Santana no supo que responder, así que la conversación terminó ahí. Después de hablar un rato, la latina decidió marcharse, pensando en la proposición de Puckerman.

A la mañana siguiente, todos los miembros de Glee recibieron un mensaje de texto, solicitando su presencia en el salón del coro a la hora del almuerzo, ya que Rachel Berry tenía algo que decirles.

Por lo tanto, los miembros del coro que no sabían lo que había pasado con la diva y asumiendo siempre lo peor de ella, decidieron enfrentarla en la reunión, antes de que saliera con cualquier excusa.

Fue así, que en la hora del almuerzo todos estaban sentados esperando a su co – capitana. Santana fue una de las últimas en llegar, junto con Puckerman y por detrás Rachel caminaba mirando hacia el piso y el Sr. Schuester la seguía con las cejas fruncidas en forma de enojo.

Rachel se quedó parada en el medio del salón, esperando que todos se callaran para poder decirles lo que tenía que decir, pero los demás, comenzaron a atacar.

"¿Quién te crees que eres, Man-hands? Faltar dos semanas seguidas y volver justo una semana antes de las seccionales. Me parece que no te mereces el puesto de capitana. Tendrías que hacerte a un lado y solo ser parte del coro. Ni siquiera mereces un solo, pero como eres lo mejor que tenemos, seguramente Schuester va a dejar pasar este desliz" comenzó Quinn enviando cada palabra con todo el veneno que tenía dentro, intentando hacer que la diva levantara los ojos del piso, cosa que no había hecho en ningún momento desde que entró en el salón.

"Rachel, deberías sentirte avergonzada. Fallarnos así, a tan poco tiempo de la competencia" añadió Schuester.

Las palabras fueron y vinieron, siempre en contra de la diva, remarcando su egoísmo, su falta de trabajo en equipo, su necesidad de dar órdenes, etc.

"Y Rachel, si es porque nuestra relación terminó, quiero decirte que estoy dispuesto a volver contigo. Por el bien del club." Esto último, lo dijo Finn, completamente convencido que Rachel seguía enamorada de él. Todos se quedaron esperando una respuesta de la diva, mientras otros pensaban en lo poco inteligente que el mariscal de campo podía llegar a ser.

Pero la respuesta de Rachel no fue lo que ellos esperaban. Esperaban lágrimas, irritación y una salida del salón del coro digna de Broadway. Nunca se imaginaron, que con las palabras de Finn, la diva iba a estallar en carcajadas. Se agarraba de la cintura con sus dos brazos, como impidiendo que algo saliera de su estómago. Levantó su rostro y miraba a Noah entre lágrimas. Cuando su risa se apagó, decidió a hablar.

"Hacía tiempo que no me hacían reír así." Suspiró tratando de volver a ganar compostura. "En realidad, venía a decirles que estoy dejando Glee, ya que dejo la escuela." Dijo tranquilamente, observando a cada uno de sus compañeros y a su profesor, que tenían caras de shock, completamente. "Ya que la mayoría de uds. en estas dos semanas decidió insultarme vía mensaje de texto, no pudieron saber que mis padres fallecieron. El sr. Schuester pudo saberlo si en vez de ir a hablar con Figgins de lo mal compañera que soy, hubiera escuchado al director cuando intentó explicarle el porqué de mi ausencia prolongada." Todos, salvo Noah y Santana, seguían mirando como si a la diva le hubieran salido dos cabezas. "Ya que mis padres no están más conmigo, no hay nada que me ate a Lima, así que espero que consigan la gente necesaria para competir en las seccionales, espero que cumplan sus sueños y espero que logren salir de Lima. Buena suerte." Diciendo esto, la diva dio media vuelta y se dirigió hacia la puerta, seguida de Puckerman y Santana que tenían en sus rostros una sonrisa de orgullo. La diva no había fallado en dar su mensaje y los dos ahora podían salir de Lima y no ser perdedores en ese pueblo. Rachel, mientras tanto, estaba luchando por no llorar.

Mientras se acercaban a la puerta en silencio, dos personas gritaron al mismo tiempo interrumpiendo la marcha de los tres ex miembros de Mckinley.

"Rachel, no te vayas, te amo" habían sido las palabras. Palabras de un Finn que no entendía nada y de Quinn que no quería perder a la diva, aunque nunca la hubiera tenido. El dolor estaba reflejado en los ojos almendras de Quinn, nunca pensó que esto podía llegar a pasarle. Esperaba, que después de su declaración desesperada o de la declaración desesperada de Finn, la diva reconsiderara quedarse.

Rachel solo los miró profundamente. Como pensando que debía decir. Como pensando si debía decir algo. Y solo pudo sonreír y decir "Adiós" para que todos pudieran escucharla. Y agregar: no me busquen, porque no tengo intención de volver con uds. Atravesando las puertas de McKinley por última vez.

Mientras tanto, Santana y Noah sonreían por las declaraciones de quienes alguna vez fueron sus amigos. Sabían que ninguno de los dos lo decía en serio y realmente, pensaban que no podían caer más bajo.

"Adiós perdedores" gritaron al únisono, antes de unirse a la diva, para dejar de una vez y por todas, Lima.