Cuando atenea nació de la frente de Zeus, ya era una joven mayor, pero tenía un defecto el cual el dios del rayo no tardo en notar, al igual que la mayoría de los dioses ella no sentía amor por los humanos, por lo que su padre se decepciono, pero tuvo una idea aun podía salvarla, le mostraría a su niña la belleza de los humanos y haría que los amara y respetara como él lo hacía, ideo la manera de mandarla a la tierra sin que la diosas de la guerra desatara su caos en un berrinche.
Una prueba dices padre- la diosas miraba con curiosidad a su progenitor
Así es mi pequeña- dijo el dios hábil de palabras- iras a la tierra, estarás un año y si demuestras que puedes sobrevivir por tu cuenta, dejare que gobiernes el olimpo en cuanto me retire – sabía que atenea se miraría muy tentada con tal proposición.
Acepto – la joven diosas no dudaba, ella era más fuerte que cualquier humano y no temía a nada o nadie en la tierra
Bien mi pequeña, pero antes te mencionare dos condiciones, la primera no usaras tu poder de diosa, no me arriesgare a que desates una guerra- dijo el rey de los dioses seriamente
Pero padre, estaré desprotegida sin mi poder – quiso reclamar la diosa
No, de ninguna manera, para eso está la segunda condición- explico- uno de mis guerreros de confianza partirá contigo y te protegerá de cualquier cosa
Pero padre, tus guerreros son asesinos, unos animales salvajes y no creo que puedan simplemente estar si pelear tanto tiempo, sería más conflictivo si pierden el control – atenea no quería que alguien de tan bajo rango la escoltara en su prueba, esos hombres tenían muy mala fama y el resultado podía ser mucho peor estando en su compañía, que estado ella sola.
No te preocupes quien te acompañara será el único hombre mortal que se ha ganado un lugar entre los dioses, el al tener conocimiento de cómo es la vida en la tierra te será de gran utilidad, es de mi más completa confianza y estoy seguro que no permitirá que nada malo te pase- el rey estaba muy seguro de lo que decía.
La joven diosa no estaba conforme, sin embargo se fue a preparar para su viaje, en un bolso puso algo de ropa, se quitó su armadura y la coloco en su pedestal mirándola una última vez, tomo una capa y se la puso ya estaba lista y camino de regreso al salón principal del olimpo, donde Zeus y el guerrero seguramente ya la esperaban, mientras caminaba pensaba que clase de sujeto seria, seguramente al ser humano seria desagradable, alguien corpulento, sin educación y conflictivo igual a los otros, no entendía porque su padre se empeñaba en cuidar de esos seres, era más fácil simplemente dominar a la humanidad y obligarlos a servirlos a ellos como las deidades superiores que eran.
Al llegar se llevó una sorpresa, su padre estaba con un joven castaño, algo menudo y muy alegre
Atenea, mí más amada hija, este es el joven guerrero que te hará compañía, es digno, fiel y leal, ha hecho muchos méritos para poder estar aquí y servirnos, estoy seguro que será un gran guardián para ti- explico el dios del rayo
Mucho gusto mi nombre es Pegaso- se presentó haciendo una reverencia el guerrero castaño
Jajajajaja – rio atenea- que nombre tan más tonto, ¿a quién se le ocurrió? – pregunto con burla
Pues mi querida hija, fui yo quien le dio ese nombre- dijo Zeus molesto, eso hiso que ella dejara de reír inmediatamente
Disculpa padre- dijo con rapidez la joven diosa
No quiero más juegos u ofensas, quiero que tomes esto con seriedad, si algo malo te pasa Pegaso será un único que podrá ayudarte, así que compórtate – el dios la regañaba como si fuese una niña pequeña cosa que le molesto pero no dijo nada.
Una vez que el regaño termino, atenea se apresuró a salir del olimpo seguida de su compañero de viaje el cual solo avanzaba en silencio, al llegar a la tierra todo era extraño para ella, si era verdad que tenía conocimiento de la vida humana, lo cierto era que nunca había estado en presencia de ningún humano, lo cual le daba cierta incomodidad.
¿Ahora qué?- pregunto la diosa al guerrero
Pegaso solo la miro incrédulo, se suponía que ella le diría lo que iban hacer y el solo cuidaría que no se metiera en problemas – supongo que buscar posada ya es algo tarde, pronto no habrá luz de día y podría ser peligroso- sugirió el joven
Bien, busca un palacio y pide alojamiento – dio la orden, el castaño solo la miro con más incredulidad – ¿por qué me miras así?- ella sintió incomodidad
Mira a tu alrededor- cosa que hiso atenea, a su alrededor no había nada más que campo y a unos dos o tres kilómetros al sur unas pequeñas chozas- es un lugar humilde al cual hemos llegado, confórmate con que alguien te dé un poco de espacio en un granero o establo- dijo el
Soy una diosa, un establo no es de mi nivel – comenzó el berrinche
Mira niña, tu papá te lo advirtió compórtate – Pegaso no estaba de humor para sus arrebatos, apenas era el primer día, comenzó a caminar a la pequeña aldea
Espera, no me dejes hablando sola – ella lo comenzó a seguir para continuar con la discusión pero el otro simplemente la ignoro
Cuando llegaron Pegaso se dirigió a una anciana que trataba de sacar agua de un poso
Buenas tardes, permítame que le ayude- se ofreció el guerrero con amabilidad
Pero que gentil joven, gracias por la ayuda – dijo alegre la mujer y le indico a donde llevar el agua una vez que la saco, como agradecimiento les ofreció algo para comer lo cual el joven acepto
¿Y cuál es su nombre joven? – pregunto la anciana al momento que le daba un pan
Me llamo Santo- respondió el joven con una sonrisa, el pan olía delicioso
¿Y esta hermosa jovencita en tu esposa? – las preguntas de la ancianas eran muy inoportunas, al guerrero casi se la atora el pan
Claro que … - detuvo su respuesta, como iba a justificar el viajar con una joven que no era claramente de su familia, si decía que solo eran acompañantes mucha gente pensaría lo peor, que eran una pareja en unión libre y eso no era bien visto, el como hombre no se vería tan afectado, pero ella como mujer seria tachada de cualquiera- sí, somos recién casados – completo su frase, atenea que hasta el momento se mantenía callada intento protestar, pero la mirada del guerrero le dijo que no era el momento apropiado, la mujer mayor le pidió al castaño cortar algo de leña a cambio de darles alojo por esa noche tarea que fue realizada rápidamente.
Pueden quedarse en esta habitación, es pequeña pero estoy segura que estarán cómodos- dijo la anciana
Muchas gracias- dijo el caballero entrando junto a la diosa, una vez adentro
Ni pienses que compartiré lecho contigo- dijo indignada la diosa de la guerra
Cálmate, solo espera a que la anciana se duerma y me iré a dormir afuera- pidió el castaño
¿Cómo se te ocurre decir que somos casados?, acaso piensas tomarte atribuciones que no te corresponden solo porque mi padre te favorece ¿y que es eso de que te llamas santos?, ¿acaso ya no quieres el nombre que mi padre te puso porque me reí de el?- atenea estaba empezando a fastidiar a su compañero.
Santo, no santos, mi nombre humano el que me dieron mis padres es santo, tu padre me dio el nombre de guerrero Pegaso, y no me tomo ninguna atribución, no te preocupes en el siguiente pueblo te las arreglas tu sola para pedir posada- era evidente la molestia del castaño, el cual simplemente salió por la ventana ya no la soportaba escucharla, era una lástima una diosa tan hermosa, pero igual o más fastidiosa que su belleza.
La noche paso rápido a pesar de todo, sin embargo un golpeteo muy temprano despertó a la diosa lo cual le puso muy molesta y rápidamente salió a ver qué pasaba, el guerrero estaba sobre el techo acomodando algunos tejados sueltos.
¿Que se supone que haces?- los rayos del sol apenas y comenzaban a brillar, pero algo llamo la atención de la diosa, el castaño no traía camisa y eso la alarmo, que descaro el de ese hombre el andar de exhibicionista- vístete – exigió con vergüenza desviando la mirada
Ya cálmate, solo reparo el techo, ya casi termino y nos marcharemos, anda ve y desayuna algo- dijo él con despreocupación ignorando la orden de atenea
La diosa se indignó y volvió a entrar a la casa de la anciana la cual preparaba ya la comida, un rato más tarde Pegaso termino su trabajo y se reunió con ellas, después de comer ambos se despidieron y continuaron su viaje.
Bueno esta es mi versión de cómo fue la primera vez que atenea y el caballero de Pegaso se conocieron y formaron su lazo a través de las eras, espero les guste, los caballeros del zodiaco no me pertenecen, son propiedad de su creador.
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Gracias a los que leen :-)
