REENCUENTRO
Habíamos regresado al colegio a hablar con las de último año, fuimos a contarles nuestra experiencia en la universidad. En el receso yo salí para los baños y vi. a uno que venia hacia mi, tenia chaqueta de cuero, el pelo medio largo y se miraba muy bien además, me parecía vagamente familiar. Iba caminando y sentí una mano que me tomaba del brazo y me hacia detenerme, pase a su lado preguntándome porque me parecía tan familiar, y tratando de recordar donde había visto esa sonrisa cuando se me vino a la mente esa imagen que hace todo mi cuerpo estremecerme, la imagen de mi amado. Sentí una mano en mi brazo que me hizo detenerme, me tomaba suavemente pero firmemente y sentí un temblor en todo mi ser. Fue cuando voltee mi cuerpo.
Y vi. Esos ojos que portan la mirada del alma que me vuelve loca y lo reconocí completamente. El sonrió, yo sonreí. Me tomo de las manos y me llevo a un lado. Me dijo: - Tenia rato de no verte, tiempo de no escribirte, pero lo que siento por ti ya no es lo mismo -. Yo entristecí mucho, pero era incapaz de mostrar una lágrima. Baje la mirada, pero casi inmediatamente el tomo mi barbilla y me obligo a mirarlo. Sentí mi cuerpo en otro nivel. Y me dijo: - Te amo, no puedo vivir sin ti, déjame entrar en tu vida, en tu mundo -. Me tomo otra vez de las manos y lentamente se acerco y lo único que se es que sentí sus labios calidos y a la vez dulces en los míos. Sentí un escalofrío y pude sentir una lágrima sobre mi mejilla, era la mujer más feliz del mundo. Lo abrace y sentí como era transportada a otro lugar, donde nada podía fallar, donde iba a ser feliz. Totalmente feliz. Era el paraíso. Me dijo: - Nunca me dejes. Contigo seré el hombre más feliz del mundo y quiero ser el hombre que te haga 100 feliz. Me arrepiento de no habértelo dicho antes, pero no estaba seguro de que sintieras lo mismo. Yo le respondí: - No es demasiado tarde, tenemos una vida por delante -. Tome su mano izquierda con mi derecha y la acaricie. Me acerque a susurrarle: - Yo también te amo -. Lo ví a los ojos para entregarle mi alma y vi como el lo hacia también pude sentir como un lazo nos unió en ese momento, sabia que estaba en lo correcto, era el correcto y el también lo sentía, se notaba en su mirada. Me acerque otra vez y sellamos nuestro compromiso con el beso mas puro, dulce y noble un beso que demostraba que el amor si existía que el verdadero amor esta ahí esperando a florecer. Me susurro al oído: - Debemos regresar, nos esperan -. - Por supuesto -, fue mi respuesta. Me tomo de la mano, otra vez firmemente y dulcemente. Sentía su amor por mi, así como el debía sentir mi amor por el y caminamos de vuelta. Ese fue solo el comienzo de una nueva y renovada vida.
