Aclaraciones abajo ;) Disfrutenlo :D
Está de más decir que todo personaje, lugar, situación o diálogo que les sea conocido no me pertenece. La saga Crepúsculo pertenece a Stephenie Meyer, yo sólo juego con sus personajes para pasar el rato :) No plagies, se original.
Capítulo 1: Once y seis. (Jasper)
Supe que ya no era bienvenido en aquel café cuando el mozo me lanzó una mirada cargada de odio y hostilidad. La irritación por mi presencia se le salía por los poros. ¿Qué tenía contra mi? Quise darle un patadón en la rodilla, o mejor, en el tobillo, donde le dolería más, pero no quería tener problemas. Me conformé con devolverle la misma mirada, antes de salir del bar. Estúpido camarero, ¿quién se creía que era?
Su malhumor se me había contagiado. ¡Todo por un pequeño vaso de agua! Pasé frente al ventanal de la calle, y lo ví mirándome. Le levanté mi dedo del medio, y puso cara de indignación. Seguro que ahora iba a llamar a la policía para decirles que un chiquillo callejero le había hecho una seña grosera.
Tan enojado iba, que no me di cuenta de que había algo en la vereda, hasta que tropecé con ello. Caí con los codos, y esperé la sarta de insultos que recibiría en caso de que fuera una persona, pero solo escuché una vocecita chillona.
-¿Te hiciste daño?-
Me puse de pie, y miré hacia atrás. Una niña, mucho más pequeña que yo, me miraba espectante. Su mirada estaba sinceramente preocupada.
-No.- mascullé. Me picaba el codo, y cuando lo fregué me dolió. Genial, me había raspado, y tenía la piel tan roja que me sorprendió que no sangrara.
-Mentira.- canturreó la niña. -Mírate.- La miré irritado, aunque en parte la irritación era por sorpresa. Hacía meses, si no años, que nadie se preocupaba por mí.
-No me molestes. Vete con tu mamá.- le solté, y di un paso para marcharme, pero me detuve. A la niñita se le habían humedecido los ojos, y me di cuenta de que estaba asustada. Me dio pena; de seguro no tenía más que cinco años, y se veía muy frágil.
-¿Estás bien?- susurré, y volví el paso que había dado.
-Perdí a mi mami.- contestó con voz chillona -Me dijo que... Me dijo que entrara y le trajera una flor de un jardín, pero cuando salí no la vi.- Y se echó a llorar. En sus puños apretaba un clavel blanco, y su vestido color rosa tenía manchones de barro en las rodillas.
Me quedé parado, mirándola. Las personas que pasaban la miraban a ella con pena, y a mi con sospecha, pero nadie se detuvo. Yo no sabía que hacer. Sus chillidos empezaron a atraer metiches y curiosos. Impulsivamente, le pasé una mano por los hombros, y mi cuerpo ahogó el sonido de su llanto. Una parte de mí me instaba a dejarla y no cargar con sus problemas, pero era sólo una niña, y estaba muy asustada. Yo sabía que era muy difícil estar solo en las calles, y lo había soportado porque yo lo había elegido, pero ella...
-Cálmate, y dime cómo es tu mamá. ¿Quieres que te ayude a buscarla?- Ella asintió con la cabeza, y se alejó de mí. Tenía la cara mojada por el llanto y los ojos color miel enrojecidos. Hipó y se sorbió la nariz antes de hablar.
-Se llama Mary, y es alta como ese chico.- señaló un hombre de traje, petiso. Pero claro, todos eran altos para una niña de un metro de alto. -Es flaca, y trae el pelo amarillo como tú.- Volvió a hipar, y yo miré alrededor. Habían abierto el paso en la esquina, y pasaba un montón de gente, pero ninguno encajaba en la descripción.
-Esto...- dudé -¿Cómo te llamas?-
-Alice.- hipó de nuevo. Al menos el llanto había acabado.
-Bien, Alice. ¿De qué jardín tomaste la flor? De seguro tu mamá te está esperando allí.- Ella señaló una dirección, y me pidió que la siguiera.
Cuando llegamos a la esquina, el semáforo había abierto el paso a los coches, pero Alice no pareció verlo y bajó a la calle dispuesta a cruzar.
-¡¿Qué haces?!- grité, cuando un coche pasó demasiado cerca tocando la bocina con ímpetu. La agarré de la mano, y la subí a la vereda de nuevo. La niña me miró, asustada de nuevo por mis gritos, y balbuceó
-P-pero... Es de aquel lado...- Oh Dios, ¿iba a llorar de nuevo?
"Jasper, cálmate, es sólo una niña" pensé, y respiré hondo.
-¿Sabes lo que es un semáforo?- le pregunté. Ella negó con la cabeza y me miró con avidez. Suspiré, y me recordé que era bastante probable que una niña no lo supiera. -Bien. Eso- señalé el artefacto -es un semáforo. ¿Ves los tres colores?- Por un momento, temí que tampoco conociera los colores, pero tras mirarlo se volvió hacia mí y dijo con orgullo.
-Rojo, amarillo, verde. Mamá me enseñó colores.-
-Bien. El rojo significa que los coches deben detenerse y dejar que crucemos nosotros. Pero cuando se prenda la luz amarilla, si estás en la calle, corre a la vereda que tengas más cerca, porque luego se prenderá la luz verde, que significa que es el turno de los coches para andar. Y así todo el tiempo.-
Alice me miró seria unos segundos, y luego me dió una bonita sonrisa.
-Entiendo.- dijo.
Haciendo alarde de sus nuevos conocimientos (se le notaba en el rostro la satisfacción de haber aprendido algo), aguardó el cambio en los colores, y susurró -vamos- tirando de mi mano. No me había dado cuenta de que seguía aferrándola.
La dejé guiarme, y Alice me llevó a la plaza principal. Luego, soltó mi mano y echó a correr. Quise seguirla a mi paso, pero era tan rápida como pequeña, y la perdí de vista en segundos.
"Mejor así. Ahora lárgate de aquí y te ahorras un problema" volvió a atacar mi parte egoísta, pero algo en esa niña despertaba mi lado protector, algo nuevo en mí.
-¿Niño?- su voz me sonó lejana, perdida en el mar de gente, y al instante su llanto resonó de nuevo. -¿Dónde estás, niño?- sollozó.
Sí, definitivamente no iba a poder soportar a esa niña llorona mucho tiempo más, pero con suerte encontraría a su madre y me daría unas monedas por haber encontrado y devuelto a su hija.
Caminé a paso rápido, guiándome por su llanto, hasta encontrarla junto a una mujer, y rogué porque fuera su mamá, pero algo no encajaba.
Su pelo era rojizo, y Alice seguía llorando y llamándome a gritos.
Cuando me vio, se soltó de la señora, y corrió hasta abrazarme. Yo la miré confundido. No estaba acostumbrado al trato físico que no fueran unos golpes.
-Eh, niño.- me llamó la señora, y vi que me miraba con desconfianza. Como todos. De nuevo, me llené de rabia. Yo no era ningún degenerado, sólo un niño callejero. ¿No podían dejarme en paz? Antes de que dijera algo más, le dije en tono brusco.
-Es mi hermana, ella estará bien conmigo.- Pasé un brazo sobre los hombros de Alice para reforzar mis palabras. La mujer siguió mirándome, y apuesto a que siguió haciéndolo cuando le di la espalda y me alejé, arrastrando a Alice.
La llevé a uno de los bancos de la plaza, y la senté para que se calmara. Tras unos segundos, se restregó los puños en los ojos y se secó el rostro.
-Gracias.- susurró -Pero ¿por qué mentiste a la señorita?- inquirió. No contesté. No había pensado porqué, lo había hecho y punto.
-A partir de ahora, no te alejes de mí, ¿sí?- le insté con voz severa. No quería abandonarla, pero tampoco quería tener que buscarla cada cinco minutos. Lo primero que aprendí en las calles fue la importancia de la discreción.
-Está bien, niño.-
-Soy Jasper.-
-Bueno, Jasper.- susurró mi nombre para aprenderlo, y luego volvió a sonreírme como cuando le enseñé del semáforo.
Y no pude evitar devolverle la sonrisa.
Pasamos toda la tarde buscando a su madre, en la plaza y las calles de alrededor, pero resultó obvio que Alice no salía mucho de la casa, porque no tenía idea de cómo funcionaban las cosas en la calle, ni tampoco sabía dónde quedaba su casa.
Cuando empezó a anochecer, ella empezó a asustarse y me apretaba la mano cada vez más fuerte. También noté que empezaba a temblar de frío.
-¿Quieres seguir buscando mañana?- le ofrecí. Había acallado casi por completo aquella voz que me pedía que la dejara por ahí. Incluso, había disfrutado un poco de su compañía. Era una niña encantadora.
-Si, p-por favor. ¿Iremos a tu casa?- preguntó. Yo sonreí con ironía.
-Alice, yo no tengo casa.- Abrió los ojos con ingenua sorpresa.
-¿Ah, no? ¿Y dónde vives? ¿Tus papás?- suspiré.
-Mis padres... ellos murieron.- mentí -Vivo en las calles.-
-Lo siento por tus papás.- susurró. Entonces, se alarmó. -¿Dónde dormiremos?- preguntó con su vocecita chillona.
-En la plaza. El pasto es tan cómodo como dormir en un colchón.- Mentira. No recordaba cómo se sentía dormir en un colchón.
Alice no dijo nada más mientras volvíamos a la plaza principal. La guié entre los árboles hasta mi favorito y me senté con la espalda apoyada en el tronco.
-Ponte cómoda.- Alice me miró.
-¿Donde quiera?- Asentí con la cabeza, y Alice hizo lo último que esperaba. Se sentó en mi regazo, y apoyó la cabeza en mi pecho.
Me removí incómodo, y quise pedirle que buscara otro lugar, pero susurró
-¿Me cuentas un cuento antes de dormir?- jadeé incrédulo, y rodé los ojos.
-No me sé ninguno, Alice.-
-Entonces dime sobre ti.-
-Mejor tu.- la esquivé. No tenía mucha curiosidad, pero no quería hablar de mí.
Empezó a parlotear, contándome cosas de su vida, hasta que su voz fue perdiendo volumen, y finalmente se durmió con un gran bostezo.
Suspiré, y quise bajarla, pero sus manitas se habían aferrado a mi sucia camiseta y no pude soltarla, así que la dejé.
Un rato después, cuando casi me dormía, la oí hablar y temí que se hubiera despertado.
-Mami.- susurró con voz feliz. Era un sueño -Jasper me cuidó, mami.- Me quedé helado cuando me nombró, y poco a poco sonreí, sin saber porqué. Me sentí realmente idiota cuando le acaricié el pelo, pero me gustó hacerlo.
Creo que... Quizas me acostumbraría a Alice. No era tan mala a fin de cuentas.
Antes que nada... ¡¡Feliz cumpleaños Oli!! Espero que te guste mi humilde (y atrasado) regalo (:
¿O no que son demasiado tiernos los niños? Es horrible que cosas como estas realmente pasen, y que haya tanta gente en las calles, y niños abandonados u.u Sé lo mucho que te desagrada a vos también que pasen estas cosas Oli, por eso me dije "¿qué mejor que ese tema para regalarle? Una esperanza de que no todo es tan malo en la vida callejera". Espero que te haya gustado ^^
A los lectores, les comento que originalmente esto era sólo un oneshot, pero se convirtió en una serie de drabbles sin orden cronológico, asi que estén atentos a las actualizaciones :P
Y mi tiempo se acaba aquí ¬_¬ No es mucho pedir un pequeño comentario ¿no? Les robo solo unos segundos más ;) Gracias ^^
Rocio.
