¡Hola! Hoy decidí publicar una nueva historia AU que me pareció una idea bastante agradable para publicar y que ustedes disfruten para leer.

[ Sasuke a veces puede portarse odioso pero será normal, mientras que Sakura se mantendrá quieta y callada ]

Espero les guste tanto como a mi y me dejen un review para saber qué es lo que piensan.

Ojalá les guste...


Sin dudar era el día más patético de todos en su jodida vida. No podía ser posible que sus propios padres le hicieran algo así, por dios, tenía dieciocho años y se sentía lo suficientemente responsable como para tomar sus propias decisiones por su cuenta. Sasuke no podía sentirse de mejor humor hoy, necesitaba golpear algo en cuanto antes o llamar a Naruto y escucharlo quejarse de la vida durante más de una hora.

Lo peor de todo es que no sabía qué iba a hacer ¿desde cuando sus padres hacían cosas sin su consentimiento? Y es que, no estaban en ninguna época antigua como para hacer ese tipo de estupideces, eso era cosa del pasado. Estaba de muy mal humor ese día.

Y es que sus propios padres habían entablado una muy amable conversación con otra familia justo para arreglar algunos asuntos, pero nada fue como él pensó. Resultaba que ambas familias –la familia Uchiha y otra más- formaron una especie de convenio empresarial que lo involucraba a él y… bueno, a él.

Pero lo peor de todo fue cuando le informaron que se encontraba comprometido, lo que lo jodió aún más fue que iba a mantener una relación con la persona que menos le agradaba, una persona que, había conocido por error gracias al idiota de su mejor amigo. Pero claro, eso había sucedido hace más de diez años, así que le daba igual pero no se imaginaba que Sakura Haruno sería su futuro destino.

Una chica a la que comparaba como al resto de las demás, con pensamientos estúpidos acerca del amor y viviendo todo el tiempo en la tierra de la fantasía, creyendo que algún día Sasuke se iba a enamorar de ella, pero la triste verdad es que estaba lejos de estarlo.

Por eso mismo estaba en completo desacuerdo acerca del maldito compromiso, además de que no quería ser manipulado por nadie ni vivir con una persona como Sakura. Fue así como se percató de que el destino estaba en su contra.

Pero mantener una conversación con Fugaku, su padre, era sumamente difícil. Se había negado a hacerse para atrás en aquel trato, no quería correr el riesgo de perder grandes cantidades de dinero que le proponía Kizashi Haruno para mejorar su empresa a cambio de comprometer a su propia hija. Se alegraba de que su padre se beneficiara y ayudara a la empresa a salir adelante, pero no bajo esas condiciones. No así.

No le quedaba más remedio que acatar las ordenes mientras ingeniaba un astuto plan para deshacerse de Sakura, ya que ahora le guardaba profundamente rencor ya que ella era la culpable de todo lo que estaba sucediendo, algo le decía que tal vez se trataba de un maldito capricho por parte de ella.

En verdad, era fastidioso saber que la peli rosa irradiaba sin pudor sentimientos por el Uchiha, trataba de agradarle y siempre parecía una mujer torpe que accedía a cada absurda petición –para sacar provecho.

– Mañana quedaras con ella para reunirte, se puntual y trátala bien –ordenó Fugaku con frialdad y observando el jardín de su hogar–. No quiero que eches a perder esto.

Sasuke gruñó interiormente, no le quedaba de otra que obedecer. Asintió dándose la vuelta para marcharse a su habitación pero nuevamente lo detuvo Fugaku al carraspear.

– Sé que no te gusta esto pero será lo mejor para ti –dijo y el Uchiha menor bufó molesto, eso no era verdad.

– Señor Uchiha –interrumpió uno de los sirvientes que apareció en la estancia para hacer un comunicado–. Me han informado que el nuevo hogar en el que se hospedara su hijo ya está preparado.

¿Un qué? Esperen, estaban yendo demasiado lejos, ¿tenía que vivir con la molestia? Eso no podía ser verdad, se estaban tomando demasiado serio el asunto del compromiso, no quería atarse ni siquiera, de hecho iban demasiado rápido.

– ¿Es necesario que vivamos juntos? –inquirió Sasuke notoriamente en desacuerdo.

– En un compromiso si lo es –respondió Fugaku acomodando su corbata, listo para ir a trabajar–. No quiero más quejas por hoy, si no me obedeces entonces haz lo que te de la gana.

Sasuke sabía que su padre no lo decía en serio y que si desobedecía le iría bastante mal, se encogió de hombros y salió de su casa más rápido que su padre, necesitaba distraerse y olvidar todos los problemas que le estaban ocasionando ahora, necesitaba hablar con Naruto aunque no fuese de gran ayuda.

Naruto Uzumaki era su mejor amigo desde hace mucho tiempo, donde al principio no parecían llevarse bien y tenían cierta rivalidad por tratar de ser los mejores en todo, competían y reñían a menudo pero un día las cosas cambiaron cuando se dieron cuenta que eran bastante parecidos. Desde ese entonces forjaron una inseparable amistad a pesar de que también fueran demasiado opuestos en personalidad, algo que no admitía Sasuke es que, Naruto siempre podía alegrarle su día aunque fuese muy desesperante.

Cuando llegó hasta su casa, tocó el timbre de la puerta y enseguida abrió el rubio con una enorme sonrisa al verlo, no sabía la razón de su visita pero le agradaba saber que Sasuke estaba ahí, Naruto estaba demasiado aburrido y quería distraerse molestando a Sasuke y ahora se presentaba la oportunidad perfecta.

– ¿Qué te trae por aquí Sasuke? ¿Peleaste con tu padre de nuevo? –preguntó sabiendo a que esa era la razón de su visita y el Uchiha gruñó asintiendo.

– Hoy es el peor día de mi jodida vida –aseguró y Naruto ensanchó los ojos sin entender–. Mi padre me ha comprometido con alguien.

Naruto no podía creer lo que Sasuke estaba diciendo, claro que el rostro del Uchiha estaba complementado con el tremendo enfado que llevaba, todavía faltaba decirle más.

– Guau, es increíble que hayan hecho algo como eso –dijo muy pensativo y sin saber qué decir–. ¿No puedes hacer nada para impedirlo? –Sasuke negó–. Bueno, mira el lado positivo…

– ¿Cuál idiota? –escudriñó irritado.

– No sé –el Uzumaki se encogió de hombros–. Puede ser una linda chica, al fin recibirías amor… por cierto ¿quién es?

Nada de eso le parecía convincente al Uchiha menor, menos con la idea de la persona con la que iba a comprometerse. Rechinó sus dientes y apretó sus puños, la odiaba demasiado.

– Sakura Haruno.

– ¿Quuuuuuuuuuuuuuuuuuuué? –gritó asustado y disgustado, esto debía ser una broma de Sasuke, pero recordar que el sentido del humor del peli negro era escaso, le hacía creer que de verdad estaba diciéndolo–. ¿Con Sakura-chan? Pero, ¿qué hay de malo en eso?

Todo. Pareciera que Naruto nunca se percataría de nada, pero lo que él sentía por ella no era nada, ni siquiera le agradaba esa mujer y todavía pensaban juntarlo con ella, eso era estúpido.

– Sabes lo que pienso de ella.

– Sakura-chan es una persona muy buena –dijo Naruto arrugando la frente–. ¿No crees que no la has conocido lo suficiente?

A decir verdad no le interesaba conocerla, ella era patética. El único idiota que conocía bastante bien a la chica era Naruto, sabía dónde vivía, en qué escuela estudiaba, a qué hora dormía, qué le gustaba, en fin. Sabía que su idiota amigo alguna vez había estado muy enamorado de ella, pero finalmente lo había superado tras saber que ella quería a alguien más –que era él. Tras superar a la Haruno comenzó a salir con Hinata y parecía que el destino comenzaba a sonreírle.

– Y no quiero hacerlo –respondió de mala gana.

– Eres muy idiota, no sabes lo que estas diciendo.

– ¿Acaso tu si? –dijo con indiferencia.

Naruto asintió haciendo una cara zorruna, él si sabía de lo que estaba hablando. A veces odiaba la actitud hostil Sasuke, porque se atrevía a hablar así de una persona que posiblemente daría la vida por él y mucho más. Era el mejor amigo de la persona más cruel del mundo.

– No vayas a ser cruel con ella –advirtió preocupado porque conocía a Sasuke–. Promete que no lo harás.

Sasuke rodó los ojos, no iba a prometer nada, se iba desquitar con ella porque Sakura tenía la culpa de este problema, sabía que por ella estaban comprometidos, de eso estaba confiado. Y si se equivocaba que lo partiera un rayo.

– No prometo nada, quizá ella es la culpable de esto.

– No lo es –afirmó Naruto–. ¡Sakura no esta tan enferma como para hacer tal cosa!

– ¿Y tú que sabes imbécil? –refutó malhumorado–. He conocido mujeres igual que ella y lo que siente es demasiado infantil –decía–. Cree estar convencida de estar enamorada pero no es así, lo único que es realmente es ser molesta, es igual a las demás.

– No estoy de acuerdo contigo Sasuke-baka, pero está bien. ¿Qué te parece si mejor me invitas a cenar algo de ramen y así nos distraemos los dos?

Y para dejar de pelear, el Uchiha no tuvo otra opción que salir a comer ramen junto con su mejor amigo. Pasaron un rato caminando y después se despidieron para irse cada uno a sus propias casas. Cuando Sasuke llegó se encontró con su madre Mikoto Uchiha que lo recibió con una cálida sonrisa, Sasuke se sonrojó ligeramente y ella se acercó hasta donde él.

– ¿Qué tal tu día hijo? –preguntó Mikoto.

– ¿Porqué me han hecho esto? –respondió Sasuke un poco ofendido–. No quiero comprometerme.

Mikoto suspiró resignada, no tenían otra opción, era la decisión de Fugaku la que dictaminaba absolutamente todo en ese lugar, él tenía la última palabra.

– Es por el bien de todos –Mikoto no estaba feliz de ver a su hijo enfadado–. Pero, deberías de darte una oportunidad –propusó.

No podía ser grosero con su propia madre, así que decidió largarse a su habitación y acostarse a dormir, quizá al día siguiente tuvieran una mejor oportunidad para hablar.

Cuando despertó se levantó con mucha pereza y se dirigió a la ducha, no había problema alguno ya que era fin de semana, terminó de bañarse y bajó las escaleras para desayunar, pero recibió una insípida sorpresa. No era nada más y nada menos que Sakura sentada en la mesa de su comedor en compañía de su propio madre, padre, Fugaku y Mikoto sentados.

Sakura se giró a verlo y se sonrojó inmediatamente y como reacción Sasuke torció la boca.

– ¡Buen día joven Uchiha! –saludó el señor Kizashi Haruno portando un elegante traje oscuro–. ¿Cómo le va?

Sasuke quiso responder con sorna pero su padre le envió una mirada de advertencia que él pudo entender. Sonrió de lado y se dispuso a responder.

– Muy bien, gracias.

– Bueno, el motivo por el que hemos venido a desayunar con su familia es el siguiente –explicó–. Hemos acordado que ustedes se comprometerán y en seguida vivirán juntos en un departamento en la zona más lujosa de Konohagakure –Sasuke se sentó frente a Sakura que no se atrevía a mirarlo mientras prestaba atención–. Hoy mismo estamos arreglando la mudanza para trasladar sus pertenencias y firmar el papeleo necesario para terminar éste proceso.

– El dinero está listo –dijo Mebuki Haruno–. Espero que les sirva para cualquier inconveniente que surja en su empresa, esperemos que esta relación coseche frutos.

Fugaku asintió satisfecho tomando el maletín lleno de dinero que acercó uno de los sirvientes de los Haruno. Sonrió complacido al abrirlo y ver la cantidad de dinero acordada, serviría demasiado para solventar los gastos necesarios que requerían. Sin duda era un maravilloso día, esperaba que Sasuke se llevará bien con aquella muchacha de cabello rosado que se portó muy educada ante ellos.

Era la primera vez que Sasuke conocía a los padres de Sakura en todos esos benditos años que la había conocido, ella guardaba gran parecido a ambos a decir verdad. Kizashi y Mebuki sonreían muy ampliamente –incluso exageraban al hacerlo– cosa que le pareció bastante extraña y estúpida. Después miró de reojo a Sakura y descubrió que ella lo estaba mirando, al percatarse de que él la miró rápidamente ella agachó la mirada muy apenada. Sasuke bufó.

– Entonces está decidido –Fugaku sonreía de lado con altas expectativas–. En cuanto antes se vayan será mejor.

Mikoto estaba preocupada por Sasuke y no dejaba de ver que reacciones tenía cada vez que los Haruno o su padre decían algo, pero ahora tenía que dejarlo irse con aquella chica que se veía muy nerviosa cuando miraba a Sasuke, algo pasaba que ella no sabía, tal vez ellos se conocían…

– Por nosotros no hay ningún problema –decía Kizashi–. Sakura sabe valerse por sí sola.

Sasuke quería morirse ahí mismo, sentía que no faltaba mucho tiempo para romper el silencio y replicar, los adultos comenzaron a levantarse y a salir juntos al jardín mientras Sakura y él se estaban comenzando a quedar solos. Sasuke le dirigió una severa mirada a la Haruno y antes de que ella reparara en él sintió como fue fuertemente tomada de la muñeca y fue prácticamente arrastrada a la habitación del Uchiha.

Cerró la puerta con llave y arrojó violentamente a Sakura a su cama, ella sin poder evitar su sorpresa de protegió con los brazos pensando que Sasuke la iba a golpear.

– ¿Qué demonios haces? –preguntó exasperado.

– Yo… –trató de decir–. Pensaba que, bueno, no sé que pasa….

– ¡Todo esto es tu culpa! –afirmó enfadado.

– ¿De qué hablas? No lo entiendo Sasuke-kun…

– No digas estupideces –exclamó sin medir su tono de voz–. ¡Tu has provocado todo esto! Haz hecho que me comprometan contigo, algo que no quiero hacer.

– ¡Yo no haría algo como eso Sasuke-kun!

El Uchiha obviamente no creía ninguna palabra que ella dijera.

– No mientas ¡joder! –golpeó la pared.

Sakura estaba asustada por la repentina actitud hostil de Sasuke con ella, no entendía porque estaba tan molesto, seguramente se trataba por el compromiso al que estaban atados pero ella no había sido la responsable de tal idea.

– Sasuke-kun, nuestros padres son una especie de negociadores que nos involucraron en esto, aunque no te guste, no podemos hacer nada –Sakura no tenía otra forma de explicar la situación, el Uchiha la miraba indiferentemente.

– Si es así… –decía pensativo–. Entonces quiero que sepas una cosa.

– ¿Eh?

– Quiero que sepas que –comenzó a decir–. No te quiero ni un poco, mucho menos te considero una persona importante en mi vida y el hecho de vivir juntos no significa que seremos una pareja como tal.

Por que sí, ahora todas las cosas iban a ser diferentes una vez estuvieran viviendo bajo el mismo techo, todo iba a ser más complicado de lo que ambos creían.


Este ha sido el primer capítulo por ahora y ojalá les haya gustado, nos veremos en el próximo!

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