UN MUNDO SIN TI
Capítulo 1
De vuelta al mundo
-¿Dónde está Janet? – al pronunciar esas palabras, la expresión de todos cambió. Donde había alivio, felicidad, esperanza, ahora se vislumbraba miedo, dolor y un toque de lo que Hank, con el paso del tiempo y sus múltiples altibajos personales, había aprendido a reconocer como lástima.
Luego de un gran esfuerzo y una nunca antes vista muestra de trabajo en equipo entre héroes y villanos, aquellos que habían sido secuestrados por la raza Skrull habían conseguido volver a casa. Al llegar, todo a su alrededor era destrucción y caos. La Invasión había sido detenida una vez más por los Héroes más poderosos del Planeta, pero el costo en vidas y en infraestructura era incalculable y los que estaban en la Tierra no sabían por dónde comenzar a explicar todo lo ocurrido. Para empezar ¿cuándo habían sido suplantados sus amigos? ¿Cuántas de las cosas que se suponía habían hecho, habían hecho en realidad? El día M, La Guerra Civil… las muertes de sus camaradas, la de Steve Rogers... ¿estaban enterados de todo esto? Explicar todo lo ocurrido a quienes no habían estado allí iba a ser imposible. ¿Podrían todos ellos volver a su hogar y seguir con sus vidas donde las habían dejado?
El rostro de Tony, cubierto por la máscara de metal, le daba un aire de suficiencia, de capacidad y liderazgo… pero Hank Pym, sabía que algo andaba mal. Su timbre de voz, el sonido de su cansada respiración, un leve cambio de modulación y de tono que sólo un miembro fundador habría podido reconocer. Dentro de su armadura, seguramente estaba tan desencajado y agotado como el resto… quizá más que ellos. La pregunta era ¿por qué?
Mientras sus ojos viajaban de rostro en rostro en busca de una respuesta, una poderosa mano se colocó en su hombro y al dar con el dueño de la misma, una voz imponente y familiar le habló con un tinte de inseguridad que en su vida le había escuchado.
-Su coraje y valor han sido alabados por todos los confines de los Nueve Reinos, nuestra poderosa compañera y amiga ha luchado como la heroína que siempre ha sido… - Hank temía que esto no fuera una frase común y encerrara un oscuro objetivo, pero intentó alejar esos pensamientos de su mente… no podría haber pasado algo como lo que más temía ¿verdad? – como la heroína que siempre fue… hasta el final.
El científico rubio buscó en aquéllos ojos asgardianos una señal de broma, de falsedad, de mentira, por lo menos de incertidumbre, pero no encontró más que pena y congoja. Una sensación de vacío se fue formando en su estómago y las órbitas de sus ojos se abrieron a todo lo que daban, tratando de buscar cualquier opción que no fuera la que se estaba formando en su cabeza.
Reed Richards se posicionó al lado del Dios del Trueno y explicó que unas partículas extrañas habían convertido a Janet en algo como una bomba humana, cuyo cuerpo emanaba una sustancia que destruía al contacto, y que por más que ella se resistía a su destino, estuvo a punto de destruir a todos. Thor entonces explicó su papel y sin más detalle sólo concluyó el relato con la frase final: ella había dado su vida, siendo sacrificada por el bien de todos, a manos de su compañero fundador de largos cabellos rubios.
Una vez terminó la explicación, Hank intentó procesar los hechos tratando de ser lo más objetivo posible, tratando de no involucrar sus sentimientos; más los recuerdos traicioneros le invadían de manera involuntaria.
-¿Por fin veo un destello de celos en esos bonitos ojos tuyos grandote? –la voz de Janet retumbó en su cabeza, junto con esa hermosa sonrisa pícara que le acompañó siempre. Y ella ya no estaba allí, ya no estaba. Ya no la volvería a ver.
-Hank, te prometo que si te quedas congelado en un bloque de hielo, te esperaré… - sus ojos brillantes, su inocencia de jovencita… y el amor que le profesaba, el amor que le transmitió siempre y que le hizo a su vez amarla de la manera más intensa posible, amarla con la vida misma, tanto que no podía vivir sin pensarla ni un momento.
-Tú fuiste el que quiso mudarse aquí ¡¿por qué no me quedé en Nueva York?! – la última vez que la escuchó fue un reproche, sus últimas frases intercambiadas fueron una discusión, su último pensamiento antes de no volver a verla más, fue el fuerte deseo de no verla por un tiempo… ¡y ahora se había ido para siempre!
-Su cuerpo… ¿dónde está? Quiero… necesito verla – murmuró con un nudo en la garganta, mirando hacia el suelo sin atreverse a dar la cara a ninguno de los que le habían rodeado.
-Amigo Pym… nuestra Janet estaba destruyendo todo de forma incontrolable no… - Reed se había marchado con Sue rumbo a su hogar, ambos debían estar seguros de que sus hijos estaban bien, y el Señor del trueno no estaba muy seguro sobre cómo explicarse – no podíamos… no había tiempo sólo reaccioné, usé mi martillo e invoqué al Rayo y cuando la luz y el polvo se dispersaron no había nada… si su cuerpo hubiera soportado el rayo, me temo que aun habiendo dejado este mundo, el cuerpo de Janet hubiera seguido…
-Sí, lo entiendo, excretando esa sustancia… - bastante espantosa era la situación como para haber permitido que Thor siguiera torturándose (y torturándolo) con su involuntariamente perturbadora explicación.
-¡Eres tan listo! Haces que te quiera más y más guapetón – la voz de ella… su perfume… la sensación de su cabello cuando lo enredaba entre sus dedos… la sensación de su cuerpo menudo a su lado en su cama, la necesidad de abrazarla y aferrarla contra sí con firmeza mientras ella dormía plácidamente sobre su pecho.
No la iba a volver a ver… no iba a sentir de nuevo su abrazo, o un beso, o a oler su perfume delicado. No iba a volver a regañarlo o a corregirlo o a preocuparse por él. No iba a volver a sonreírle con picardía, o a decir cosas desagradables sobre su ropa o a rogarle mirar mientras se probaba un lote entero de vestidos.
Miraba ajeno al mundo su propia sombra, esperando que una diminuta forma con alas hiciera su repentina aparición y se posara en su cabeza. Siendo ateo como era, se mordió la lengua pero en su mente rogó silenciosamente a Dios para la devolviera, a cambio de lo que fuera, a cambio de su propia vida que, en retrospectiva, no valía nada. Si el mundo fuera justo, ella viviría y él hubiera muerto hace mucho, dejando finalmente libre de sus inventos fallidos y destructivos a la humanidad. Cualquier sonido de batir de alas, cualquier sombra que pasaba a alta velocidad sobre su cabeza, cualquier sensación de calor por la cercanía de alguien a su espalda era una esperanza… pero pasaban los segundos y esta pesadilla no terminaba. ¿Cuándo iba a poner las menudas manos sobre sus ojos y sorprenderle por la espalda burlándose de su reacción sentimental? Conociéndola, le daría un beso y diría que todo iba a estar bien, recriminándole después por haberse deprimido como un tonto en lugar de… en lugar de…
Como si una voz le hubiera llamado, levantó el rostro y buscó a su alrededor hasta dar con un grupo de Skrulls muertos. Sin decir una palabra, miró atrás de sí y con decisión comenzó a avanzar con los puños apretados en dirección a la nave de la que momentos antes había salido. A su alrededor, todos se miraron entre sí, Thor quiso ir tras del rubio científico, pero Tony le detuvo.
-Necesita estar sólo, debemos darle su espa… – mencionó el Hombre de Hierro sin ser capaz de terminar la frase, debido a que de un empujón, el asgardiano lo hizo a un lado.
-Como se nota que ya no lo conoces… ¿qué te pasó Stark? – recriminó el rubio antes de salir corriendo tras su compañero fundador. Y no fue el único, Barton también miró con gesto reprobatorio a su compañero y luego de besar a Morse en la mejilla salió disparado tras el asgardiano. Ambos llegaron casi al mismo tiempo a la entrada de la nave alienígena, uno por aire y otro por tierra, sólo para que el estruendo de aparatos destruyéndose les alarmara sobre el estado de su compañero.
Efectivamente, al llegar a la sala de controles, Hank se encontraba usando una varilla para golpear algunos paneles dentro del lugar. De inmediato Thor llegó por detrás inmovilizándolo con una llave, mientras Clint intentaba quitarle el arma. No podían darse el lujo de permitir que se lastimara a sí mismo o a otros.
Hank se sorprendió de haber sido abordado de esa manera y luchó contra quienes le detenían de su tarea - ¿QUÉ CREEN QUE HACEN? ¡SUÉLTENME! USTEDES NO ENTIENDEN… - forcejeó contra el férreo agarre de su compañero de armas
-Hank, hermano, no tiene sentido destrozar este basurero ¡tienes que estar tranquilo! – Clint intentaba hacerlo entrar en razón
-Vamos a otro lugar, no es bueno que estés aquí… podemos desahogar nuestra pena en otro sitio… - para Thor, la fuerza del antaño Hombre Gigante no representaba gran amenaza, al menos no en esos momentos y no en esas condiciones. Aun así, estaba preparado para todo… después de todo estaban hablando del hombre que podía cambiar al tamaño de un insecto, cambiar al tamaño de un gigante o, lo que es peor, cambiar el tamaño de todo lo que tocase, incluyendo un efectivo arsenal de bolsillo.
El científico dejó entonces de luchar – esa es la idea que tienen de mí ¿no es cierto? – bajó el rostro, soltó los puños y aflojó su cuerpo, en señal de rendición – supongo que no soy el tipo más cuerdo o emocionalmente estable del planeta… de hecho hay una teoría sobre mi salud mental que aún me ronda la cabeza, pero quiero dejar en claro que aún sigo en mis cabales, no he enloquecido… aún. Y no estoy destruyendo todo en un arranque de furia, sólo necesito unos aparatos que se encuentran en esos compartimientos bajo la computadora principal, pero como podrán imaginarse, no tengo llave, necesito forzar las láminas que los cubren.
El par de rubios del equipo improvisado se miraron uno al otro y decidieron de mutuo acuerdo soltar al tercero – lo hubieras dicho antes nerd – Clint arrojó lejos la varilla y se hizo a un lado, posicionándose con los brazos cruzados al lado de Pym, mientras que el asgardiano avanzaba hacia el panel de control – pero no estoy de acuerdo contigo… estás chiflado – de un solo golpe de su martillo, Thor sacó tres de las láminas que cubrían un intrincado manojo de aparatos extraños – estás chiflado si crees que los Vengadores te permitirán estar sólo. Ya sabes, el Reglamento lo estipula claramente.
Thor sonrió dándole espacio a Pym para hacer lo que fuera que iba a hacer – me sorprende amigo, tú mismo redactaste gran parte de ese Reglamento, en especial el Artículo 1: "Y llegó un día como ningún otro, en el que los héroes más poderosos del planeta se unieron para enfrentar a enemigos que ningún hombre podría enfrentar sólo" – sonrió luego de recitar y puso las dos manos en los hombros de su amigo - tu memoria es prodigiosa y sin embargo lo has olvidado.
-Ya podrías dejar ese montón de circuitos e invitarme a bailar ¿no crees ojos azules? - era un momento emotivo, y no podía negar que sentirse apoyado por sus amigos era algo agradable, pero pensar en aquéllos tiempos le llevaba invariablemente a pensar en ella, en los días en los que todo era maravilloso, en la época en la que su relación florecía, en los momentos y los detalles con los que ella le fue llenando la vida hasta que su vida se volvió de ella.
Apartó esos pensamientos y con una sonrisa y miradas significativas agradeció a sus amigos el apoyo – tienen razón, me falta un tornillo – y avanzando, se inclinó y comenzó a arrancar circuitos y a unirlos unos con otros. Se puso de pie y dio varias vueltas entre las montañas de escombros tecnológicos que había por todos lados – y… también un destornillador, Clint ¿puedes ver si hay algo parecido por allí? Busca en el suelo, cualquier pedazo de lámina plana con punta sirve.
Luego de añadir cables e ir de un lugar a otro buscando y agregando cosas, parecía a punto de concluir – necesito algo que me permita poner esto en funcionamiento, una fuente de energía que sea capaz de ponerlo a trabajar sin quemar los delicados componentes de origen orgánico – buscó por todos lados y no encontró nada que le fuera a servir – veamos… si yo fuera un Skrull, ¿dónde pondría algo parecido a un fusible?
Los otros dos lo miraban como si efectivamente estuviera chiflado, dándose cuenta de que ninguno lo podría ayudar realmente – mi intelectual camarada ¿a qué te refieres con componentes de origen orgánico? – preguntó finalmente Thor, quien no era un maravilloso científico, pero si tenía conocimientos en medicina midgardiana, o al menos los tenía su alter-ego Donald Blake - ¿una descarga de mi poderoso martillo no te sería útil en este caso?
Hank lo miró, concentrándose en el martillo, como meditando las posibilidades, dando una respuesta final:
- La tecnología Skrull no sólo se basa en ingeniería de tipo electrónica, como la tecnología en este planeta, sino que también hace un extenso y singular uso de la ingeniería genética y las aplicaciones de la química orgánica – miró el burdo artefacto que había construido en unos momentos y suspiró – me costó algo de trabajo comprender apenas algunos de sus usos y composición; de hecho, entender los mecanismos de la tecnología Skrull y su funcionamiento era vital para nuestro plan de escape. Por desgracia una descarga de tu martillo quemaría algunos de los componentes, necesito algo menos potente.
Los otros dos, comprendieron de pronto que el hecho de que hubieran derrotado a la avanzada alienígena en tierra, poco o nada tenía que ver con que sus amigos abducidos lograran volver. Posiblemente, el hecho de que hubieran llegado justo al terminar la batalla no era más que una feliz coincidencia… incluso, el escape de ellos pudo haber influido en su victoria o la guerra en la Tierra pudo haber servido simplemente como una buena distracción que les permitiera escapar. Así pues, no sabían absolutamente nada sobre lo que vivieron quienes estaban bajo custodia de los invasores.
-Hank… ¿Qué pasó allá arriba? – preguntó el antiguo Ojo de Halcón, ahora Ronin - ¿cómo escaparon? – posiblemente, esa fue una de las preguntas más serias que el arquero hubiese pronunciado en toda su carrera como Vengador.
Pero el antaño Hombre Hormiga no se sentía con ánimos de responder, de explicar a detalle lo ocurrido. No sólo eso, tampoco se sentía muy capaz de hacerlo, dadas las circunstancias y la dificultad para recordar detalles y momentos en concreto. Muy probablemente, su mente había bloqueado, por su salud mental, algunas de las cosas que había vivido en cautiverio. Otras muchas fueron ejecutadas sin pensarlo mucho, como si hubiese estado la mayor parte del tiempo en un cuerpo que operaba en piloto automático. Finalmente, una parte de él aún se sentía en un sueño, una fantasía en la que por fin habían logrado escapar y llegar a casa todos juntos. Más aún, esperaba que así fuera, porque aunque la guerra hubiese terminado ya con la victoria de la humanidad, Janet había tenido que pagar las consecuencias. No quería estar en un mundo en el que su bella exmujer no estuviera.
-Escapamos hace días, fue complicado; cada uno usó sus habilidades como mejor… – se pasó la mano por la cara cansado – no había villanos o héroes, sólo éramos humanos que queríamos volver a casa… o lo que quedara de ella. La conquista de la prisión fue un paso, la reprogramación del transporte fue otra y el viaje a casa fue eterno… el grado de daño físico y mental fue… diferente en cada uno… - dudaba con cada oración que pronunciaba, se sentía agotado, quebrado, incompleto – los golpes y la tortura física no duraron mucho, en realidad la idea era mantenernos vivos para obtener muestras de ADN originales todo el tiempo, algunos de nosotros fuimos sustituidos más de una vez y fuimos obligados a ver cómo nos sustituían. Nos obligaban a pensar que nosotros también éramos Skrull, pero no lo recordábamos y pensábamos que éramos los originales por un fallo en la transformación. Creemos que buscaban lavarnos el cerebro para que, de ser posible, no sólo no los atacáramos o pensáramos en escapar, sino para que eventualmente lucháramos a favor de ellos pensando que éramos parte de su raza. Susan Storm y Jarvis estaban conmigo, también Elektra y Viper, algunos agentes de HYDRA, de IMA, de SHIELD… ¡Dios! Incluso había gente común y niños y… debíamos salvarlos y protegerlos. Al principio no confiábamos unos en otros, no podíamos saber quién era real o no… era un caos y, luego Bárbara y Jessica también estaban allí y todos lo intentamos. Yo… yo tenía que entender esto – miró enloquecido el pedazo de tecnología alien que había en su mano – tenía que entender, debía hacerlo o todos, todos nosotros íbamos a morir… - su voz se quebró y con lentitud, fue retrocediendo hacia el panel de control inservible de la nave.
Clint no sabía cómo reaccionar y Thor se adelantó, tomando del brazo al científico por temor a que se desvaneciera o perdiera la cabeza, y luego se disculpó – perdón amigo, no pretendíamos hacerte recordar algo tan terrible…
Los ojos azules del científico miraron cansados al dios nórdico y luego a Clint – ella se arriesgó mucho, Bobbi… la lastimaron, pero gracias a ella pudimos descifrarlo, pudimos entender… y no sólo ella, todos… todos fueron tan valientes, tan fuertes… sólo queríamos volver a casa, avisarles lo que estaba pasando, luchar al lado de nuestros verdaderos amigos… queríamos verlos, queríamos disculparnos por todo lo que hicimos, queríamos abrazarlos, verlos vivos… queríamos… queríamos… - su respiración se agitó y comenzó a sobreoxigenar - ella debe escucharme, fue mi culpa, fue mi culpa que Janet se fuera, fue mi culpa que esa… cosa me sustituyera, me atrapó porque fui un imbécil… ¿cómo pude pensar que alguien tenía un interés real en mí, en mi trabajo? ¿Cómo no lo supe? Lo último que le dije a Jan es que no la quería conmigo… pero no quería que me dejara… no quería que se terminara así… tiene que escucharme… ella tiene que perdonarme… no puede irse sin que le diga que la amo… que siempre, siempre…
Clint entonces lo tomó de la ropa y comenzó a sacudirlo – Hank, tranquilo, todo eso ya pasó, todo aquello terminó ¿entiendes? Estás aquí, con nosotros y ella… ella siempre te quiso mucho Hank, ella sabía cuánto la querías, siempre lo supo, hasta el último instante…
-¡NO! Ella lo escuchará de mi… en cuanto la encuentre, se lo diré y entonces todo estará bien… - miró como enloquecido al arquero y soltándose de él y de Thor, señaló la máquina – los skrull tienen tecnología capaz de detectar diferentes tipos de energía a un nivel subatómico, incluso pueden captar las diferencias mínimas entre un tipo de información genética y otra, debido a que, principalmente, debían ser capaces de detectar a uno de su raza, entre un millón de humanos comunes, lo vi muchas veces: cuando intentábamos hacernos pasar por ellos, nos descubrían gracias a estos aparatos. Si se nivelan adecuadamente, con este mecanismo de radar y este tipo de circuitos cuasi-orgánicos, es posible detectar seres en concreto a niveles dimensionales distintos, no sólo en este universo, sino en todos los universos paralelos que existen por sobre y por debajo del nuestro – mientras hablaba, aumentó su tamaño y con el enorme puño, golpeó una pared, donde habían ocultas varias armas, tomó una, la lanzó al suelo y la pisó con fuerza, destrozándola – me refiero claro, al al subverso, al interverso, al bajoverso, al nanoverso y el microverso – adoptó su tamaño normal de nuevo y buscó entre los restos de arma, tomando una pequeña esfera brillante la cual hizo levemente más grande por medio de las partículas Pym en su cuerpo, mediante un suave roce y se sentó en el suelo a ensamblarla con lo que ya tenía – todo lo que tengo que hacer, es detectar el tipo de energía que Janet estaba generando cuando aumentó de tamaño y luego localizar concentraciones estadísticamente significativas de esa energía a nivel subatómico en los diversos planos. Finalmente, aislaré las que estén conformadas por flujos energéticos con movimiento continuo, con el fin de diferenciar las que provienen de cuerpos inertes y las que provienen de entes orgánicos y entonces, iré por ella… no es tan difícil, sólo debo superar mis límites y empequeñecerme o agrandarme lo necesario para conseguirlo. Cuando la tenga podré traerla conmigo y entonces… entonces todos se sentirán como unos tontos por creerla muerta… - aparentemente más tranquilo, luego de explicar el plan, dejó que una sonrisa confiada adornara su rostro y mientras unía las terminales de ambos artefactos de la manera correcta, pensó en ella de nuevo.
-Me pregunto si alguna vez me acostumbraré a tus discursitos incomprensibles, mi guapo Ojos Azules – escuchó a su Avispa recriminarle con dulzura en sus recuerdos.
-Eres un presumido Hank Pym, ¡cualquiera que te conozca un mínimo sabría que detrás de ese hombre tímido y guapo se esconde un ego más grande que tu uniforme de Hombre Gigante! – le había dicho ella una vez y sonrió, pensando en que entre más rápido la hallara, mejor.
Por su lado, sus dos compañeros se miraron uno al otro con preocupación, si en algo estaban de acuerdo, era en que Pym no estaba bien, su largo, veloz y casi neurótico discurso dejaba entrever que el curso de los acontecimientos le había afectado más de lo que en un principio creyeron. Con todo, si ello hacía sentir mejor al bioquímico, ¿por qué impedírselo? ¿Y si tuviera algo de razón?
Thor quería creer en sus palabras, mejor la opción del gigantón a una vida de llevar sobre sus hombros la muerte de su amiga y compañera de años. Una leve esperanza se formó en los corazones de ambos, pero detrás de esa luz, una sombra de duda no dejaría su lugar hasta ver a la Avispa sana y salva.
...
Para mi Yukime Hiwatari. Te amo cielo.
Disclaimer: El presente fue creado con fines recreativos y sin afán de lucro, los personajes pertenecen a Marvel Comics, Disney, Fox, Sony y los respectivos titulares de cada uno de ellos.
