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Pareja: NijiAka, Nijimura Shuuzou x Akashi Seijuurou
Tipo: Viñeta, 600 palabras.
Té
— Que sorpresa, Nijimura-san.
— ¿Te molesto? —no quería importunarlo; sabía que era una persona ocupada, con todas sus responsabilidades con su padre, el consejo estudiantil, los exámenes de ingreso a la universidad. Demasiado incluso para el perfecto Akashi Seijuurou.
Seijuurou negó con la cabeza y sonrió tenue. Nijimura empujó la puerta para dejarse ver por completo. Traía consigo una bandeja con una humeante taza con té aromático, el favorito del menor. Akashi dejó entrever su sorpresa y se preguntó si él había preparado ese té. Quiso reír, porque Shuuzou tenía un talento impresionante para hacer té asqueroso; siempre quemaba las hojas, lo dejaba frío, amargo o cualquier otra cosa que podría salir mal al hacer una infusión… impresionante considerando que era algo tan simple.
Lo gracioso es que siempre lo tomaba y sin poner caras raras. Dejó a un lado los papeles que había estado leyendo y le hizo un gesto al contrario para que se sentara frente a él. Nijimura le pasó la taza y Seijuurou dio un pequeño sorbo, sorprendiéndose al comprobar que estaba tal y como le gustaba.
— Antes de que lo digas, no lo hice yo —vamos, que sabía que era un asco haciendo té. Tenía otros talentos… quizás no muy útiles, pero talentos al fin y al cabo. Cuando caminaba a la oficina de Akashi, interceptó a una de las empleadas, aquella que era la más cercana a Seijuurou y se ofreció a pasarle el té que ella llevaba. Dejó la bandeja sobre la silla frente al escritorio y se puso atrás del pelirrojo, posando sus manos sobre los hombros del contrario para hacerle un masaje.
Seijuurou soltó un suspiro satisfecho.
— Estás tenso —su voz sonó preocupada y molesta a partes iguales. Ni él, con la universidad, se sentía así de cansado, y eso que además tenía un trabajo de medio tiempo en un café para no cargar con demasiados gastos a su padre. — ¿Estás durmiendo bien?
— Si no lo hiciera, de todos modos vendrías a relajarme, ¿no? —dejó la taza y se puso de pie, jugueteando luego con el borde de la camisa celeste abierta que Shuuzou llevaba ese día. Le otorgó una mirada coqueta, jugando, y rió internamente al ver las mejillas sonrojadas del contrario. Le dio la espalda, dándole la libertad de seguir con el masaje. Cerró los ojos, complacido al sentir las manos grandes sobre sus hombros.
— Muy listillo al responderme con una evasiva —sus manos se deslizaron por los brazos de Akashi. — Acabó mi ronda de exámenes en la universidad —había sido una semana asquerosa, por eso había ido ansioso a verlo tras días simplemente intercambiando mensajes por el móvil. — Sé que estás ocupado, ¿pero quisieras ir a esa tetería que tanto te gusta? —había ahorrado para llevarlo, le gustaba invitarlo, no le gustaba que el otro pagara la cuenta; si hasta hacía muecas cuando dividían la cuenta.
— Pero a ti no te gusta el té —giró nuevamente y le miró a los ojos. Se sentía afortunado de estar con alguien que le consintiera tanto. — ¿Y si mejor vamos por un helado? —a veces, después de los entrenamientos, iba con su equipo y pasaban un momento agradable. Quería compartir eso con su novio.
— Me gustan los pasteles que venden ahí, aunque el helado también suena bien. Depende de ti, ¿cuánto tiempo tienes para mí?
— ¿Me estás preguntando? —simuló ofensa. Que tranquilo se sentía cuando estaba con él. Se apoyó en el borde del escritorio y atrajo a Nijimura para darle un casto beso en los labios. — Hacer un espacio para ti nunca ha sido problema.
— ¿Mañana?
— Ahora —atajó. — Dame treinta minutos
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Hace mil que no escribía algo para este fandom. El NijiAka es y será siempre mi favorito y hace poco los recordé y salió esto. Aún no estoy segura si haré varias Viñetas/Drabbles o si sólo será esta. De momento quedará como finalizada. De todos modos, si alguien tiene un tema en mente y quiere leer sobre eso, me dice y veré qué sale.
Saludos.
