Consecuencias del Laberinto

Por Nochedeinvierno13


Disclaimer: Todo el universo de Percy Jackson pertenece a Rick Riordan.

Este fic participa del desafío de Septiembre de "Captura la bandera" del foro El Monte Olimpo.

Personaje: Chris Rodríguez.

Estación: Otoño.

Objeto: Tridente de Poseidón.


El otoño llega al Campamento Mestizo y comienza a cubrir cada uno de los parámetros con sus colores cálidos, el crepúsculo baña las colinas con sus contrastantes matices y el viento se arremolina en su cabello color caramelo.

Locura.

Demencia.

Pérdida de cordura.

Palabras que explican la misma situación, las consecuencias que el Laberinto ha dejado en Chris Rodríguez. Algunos campistas opinan que no tiene remedio y otros que se va a recuperar con el tiempo, después de todo no hay algo que los dioses no puedan hacer. Si los dioses se lo proponen, pueden devolverle a Chris su estabilidad mental y mucho más. Pero él no fue reclamado.

Entonces, ¿quién se hace cargo de él y de su locura?

Clarisse intenta ayudar a recuperar aunque sea, una mínima porción de la conciencia del viejo Chris. Ese que bromea, sonríe, siente. Pero no importa su esfuerzo, el resultado siempre es el mismo. «Eres la hija de Ares, el dios de la guerra —se dice mentalmente ella cuando entra en la enfermería—. Tú no te das por vencida tan fácilmente. No te rindes cuando un objetivo verdaderamente te interesa.»

El Tridente de Poseidón. No ha dejado de dibujarlo en lo que va del día —dice lentamente Quirón—. Debe relacionarlo con Percy y con lo sucedido en el Laberinto. ¡Minos si que ha enloquecido al muchacho!

Observa los trazos desprolijos que representan una y otra vez el objeto celestial perteneciente al dios del mar.

—¿Por qué lo has dibujado? —Clarisse sabe que el muchacho va a contestarle con monosílabos como es costumbre, si es que le responde pero no pierde nada con intentarlo. Solamente quiere ayudarlo—. A veces ayudar es más complicado de lo que parece, sobre todo cuando no sabes cómo hacerlo.

Chris parece ajeno a sus palabras como si ella fuera un vacío junto a él o como si simplemente no reparara en su presencia. Ella suelta un suspiro y se sienta a su lado. Se inclina lentamente en su dirección, él se mantiene impávido mientras Clarisse conteniendo la respiración y le aparta los mechones de cabello negro que le caen sobre la frente.

En sus ojos marrones como la tierra húmeda por el rocío, se puede visualizar las consecuencias de su estadía en el Laberinto. La locura se aferra con esmero a su mirada y ensombrece los contornos de su rostro. El pánico le paraliza los sentidos, le nubla los pensamientos de los que ya no es dueño y sus nudillos se aferran con tanta fuerza a la camilla que se vuelven blancos. Chris balbucea palabras entre dientes apretados y ella siente que la impotencia le pone rígidos todos los músculos del cuerpo, al no ser capaz de encontrar la manera de ayudarlo.

Son las consecuencias del Laberinto.