Disclaimer: inu no me pertence pero por suerte sabes como haver para k kikizorra no nos moleste! todos a sobornar a rumiko-sama para que la mate DEFINITAVAMENTEEE!

inu te amo y por eso ago k te kedes con ka-chan!

Jejeje estoy muy paranoica y la verdad me vais a matar pk ahora vengo con otro fic y ueno me voy a liar!

Pero ueno os prometo k este también os va a gustar oki!

Es una realidad alternativa jejej muy sensual!

"Los pensamientos entre comillas "

Lo demás después de los dos puntos


Un chico de pelo negro, bastante largo y con unos ojos dorado más o menos claro o oscuros dependiendo de la luz, caminaba con prisa hacía el templo Higurashi. Como un alumno tan sensato e inteligente como él; un chico de notas excelentes y de una calificación única que había terminado primero de bachillerato con matricula y empezando el segundo con muy bien pie¿tenía que ir a enseñarle a la maldita niña que le quitó el lugar de presidente de curso, como iba la geometría?

Aún no podía creérselo, si en vez de ligar con todo el mundo o de fumar a la hora del patio estudiará un poco, de seguro que ahora él podría estar a casa. Pero no, la chica era popular y todos sus amigos envidiaban la suerte que tenía al poder estar con ella. Su amigo Kôga dijo que a él ya le había enseñado de todo, con un aire de lujuria y esa sonrisa pícara que le dejó con la rabia acumulada en la mirada; para luego oír como Houjo decía que ella le había despreciado al no ser como esperaba a la hora de enseñarle "eso".

Inuyasha: Maldita sea.- nada más parecía salir de sus labios. No quería a estar a solas con ella. En verdad sería como sus amigos decían¿una ninfómana psicópata?- a mi me tiene sin cuidado yo he venido a enseñar no a hacer nada de eso.

Él. El gran Inuyasha Taishou no dejaría ser intimidado por una muchachita así. Además de seguro que sus amigos se equivocaban con eso, el conocía a Kagome de cuando eran pequeños, recordaba algunas cosas. Y nunca le pareció una chica tan liberal con eso. Además él no estaba para perder la cordura con la primera…bueno con Kagome. Y menos la primera vez que se ven¿solos?

Llegó arriba de las escalas del templo; veía la ventana de Kagome. Estaba apoyada en el borde de la ventanacon la mirada perdida en el horizonte y…Fumando. ¿Desde cuando su madre le deja fumar en casa? Además que era esa mirada tan triste y melancólica. Exactamente no podía concretar si sus ojos mostraban tanta poca ilusión como el creía. Inuyasha se había dejado sus lentes así que la vista para él no era tan nítida como siempre.

Entró en la casa, después de oír como Kagome le llamaba para que subiera. Pensó que ella le esperaría en la entrada pero tuvo que subir por si mismo. Se acordaba perfectamente de cómo llegar a su habitación. Al llegar a la puerta se sorprendió al ver dibujado seguramente con spray una marca de no pasar. Inuyasha llamó un par de veces y sin esperar respuesta abrió la puerta

Kagome¡MAMA! No es lo que crees.- Kagome se había sorprendido, se había olvidado de Inu en el tiempo que el tardó para llegar a su habitación, y con espanto había tirado la colilla dentro de una botella de agua situada en la ventana.- ¡Ah! Eres tú. Me has asustado…- Inuyasha no se enteraba de lo ocurrido; evidentemente la casa estaba vacía como pudo confundirle con su madre. Cerró la puerta tras de sí y se apoyó a la puerta.

Inuyasha: Sí soy yo, y para que lo sepas no hay nadie en la casa…- dijo Inu con un tono de molestia. Pero a diferencia de lo que creía Kagome hizo una sonrisa pícara.

Kagome: Así que estamos solos e¿Inu sensei?…- Inu yasha se la quedó mirando estupefacto. Kagome parecía acercarse a él caminando con sutileza, luego se sentó en la cama apoyando su espalda a la pared sentada con la piernas abiertas pero con las rodillas juntas.

Inuyasha seguía mirándola. Llevaba una camisa de tiras negra bastante escotada y el sostén era rojo, no es que se hubiera fijado de una manera obsesiva pero sobresalían del top; la mini-falda que llevaba era la que usaban para el colegio, una de esas escocesas, roja con rayas verticales y horizontales negras, que de la misma manera desde esa posición se intuían unas braguitas naranjas que desencajaban con todo el conjunto.

Kagome¿Si quieres me pongo un tanguita? O ¿te hago un striptease?

Kagome lo dijo haciéndole entender a Inuyasha que su mirada hacía esos lugares había sido perfectamente captado por ella. Se ruborizó, algo que no le pasaba nunca, él ya era todo un hombre…casi todo un hombre. Menos en el aspecto del sexo, que evidentemente nadie sabía la verdad.

Inuyasha: He venido aquí a enseñarte nada más.-se acercó al final de la cama para dejar sus libros, se la quedó mirando mientras olía el aroma de Kagome por toda la habitación, nunca podía olvidarlo.

Kagome: OH! Que directo, jeje.- para sorpresa del pelinegro Kagome se había puesto de cuatro patitas y se acostaba a él gateando por la cama al llegar justo enfrente de él subió la mirada para encararlo.- Y que vas a enseñarme que no sepa, eh?

Más tarde un Inuyasha muy rojo y un poco extraño sin saber como reaccionar veía como Kagome posaba sus manos en la cintura de el mientras seguía mirándole directamente los ojos; no podía descifrar que sentimientos mostraba con ésa contemplación. Ella seguía subiendo las manos mientras se levantaba de la cama y al colocarlos en el hombro de él, empezó a acercarse con intenciones claras de besarle. Inuyasha se sobresaltó tanto que al intentar apartarse de ella, tropezó cayendo hacía atrás, llevándose a Kagome a la caída con él.

Inuyasha: Kagome… ¿qué…?

¿Y si Kôga tenía razón? No podía hacer eso, nada de eso…pero ella seguía encima de él; con esos ojos chocolates fijos en los suyos que ahora eran de un color miel perfectos. Inuyasha simplemente se quedó embobado observando esos ojos tan cerca de los suyos; Kagome por su parte también tenía los mismos sentimientos. Las ganas de besarlo, de sentirlo, embriagarse con cada bocanada que él dejará escapar de su boca si se besaban como tanto deseaba ella…

Kagome: Inu...Yasha… ¿vas a enseñarme? – Inuyasha no parecía salir de su trance, no quería despertar, en verdad que no. Él había ido para incordiar a Kagome por haberle arrebatado su lugar en la presidencia no a…a lo que estaban a punto de hacer.

Inuyasha: Kagome he venido para la geometría. Tu lo…- pero fue callado por un pequeño beso por parte de la chica…- pediste.

El no intentaba separarse simplemente estaba estático y Kagome empezó a besarle al lado de los labios, en la comisura. Lentamente como sino quisiera despertarle del sueño en él que parecía estar, seguía moviendo sus labios alrededor de los de él de una manera sumamente delicada pero repitiendo el movimiento varias veces seguidas.

Kagome: Lo sé…sensei…

Con una tranquilidad que parecía inundarlos Kagome empezó a sacar la camisa de manga corta de Inuyasha, sintiendo como algo de él si empezaba a despertar, ya que ella se había sentado encima de él en un punto concretamente muy tentador para estar. Cuando la camisa estuvo en el suelo tirada, sintió como ahora era Inuyasha que sin ni siquiera darse cuenta de lo que hacía, se acercaba a ella para besar su cuello. Sentía los besos tímidos acariciando su tez blanca mientras una mano de él bajaba la tira y la otra se colocaba en su cintura que iba descubriendo la piel lisa de ella al subir el top. Kagome acercó su cuerpo al de él para abrazarse en su cuello. Pero de repente, Inuyasha despertó de donde fuera que estaba para darse cuenta de lo que pasaba, dejó de besar a Kagome para separarse y apoyar su cabeza en la puerta, los ambarinos ojos cerrados, el aliento entrecortándose, y su razón desaparecer tan solo al contacto de esos labios tan…¿dulces?

Inuyasha: Kagome no puedes hacer eso… - intentó levantarse pero ella se aferró a su pecho.- ¿Ka...Kagome?

Kagome: no te vayas ahora…

Un sollozó escuchaba, además de unas lágrimas humedecer su pecho. Tan solo la abrazó contra su pecho mientras ella seguía sentada con cada rodilla alrededor de su cuerpo, y ahora después de esos breves momentos con un sentimiento de pasión, por parte de ella era él quien quería besarla.

Inuyasha¿por qué lloras ahora?- intentó que sonará frío, sin sentimientos para esconder las nuevas sensaciones que estaba provocándole.

Kagome: yo quería ser lo suficiente buena para ti, pero igualmente no he conseguido nada con eso…- sollozó seguido de unos brazos alrededor de un cuello masculino para si él poder sentirse atraído por el olor de ella. – lo siento, soy una inútil.

Ella seguía sin separase e Inuyasha seguía abrazándola más fuerte. La chica más popular del instituto, la más deseada por todas lloraba al pensar que él, el único chico virgen de segundo de bachillerato, era demasiado bueno para ella. No se había que decir ni que hacer.

Inuyasha: Kagome…- ¿Decirle la verdad?- tal vez seré yo el que decepcione¿sabes…?

Kagome: no…-negó con la cabeza- yo oí como Kikyou el año pasado hablaba de ti. Decía que eras...bueno un semental; y yo... yo nunca había tenido experiencia con eso. Así que por eso empecé a aprender… para no ser la peor con quien lo hicieras…

¿Por eso empecé a aprender…? Esas palabras parecían no tener fin en su cabeza. Todo lo que sufrió él al saber de que la chica de la cual se estaba enamorando se lo hacía con cualquiera, no parecía comparado con la congoja que le ahogaba en estos momentos.

Inuyasha: eso es…imposible Kagome…- tan solo un hilo de voz le salió pero sabía que ella lo había oído por que se separó de él y le miró con esas orbes chocolates cristalinas a causa de las lágrimas…-imposible…- volvió repetir.

Kagome¿imposible¿Qué quieres decir?- Inuyasha con sus dedos apartó las lágrimas de esa hermosa cara, y luego siguió acariciándola. Resignado.

Inuyasha: no es que éste orgulloso de ello la verdad. – cerró los ojos para volver a encararlos a los de ella.- pero yo con Kikyou no…

Kagome: estás decepcionado por que no pudiste hacerlo con Kikyou…- su vista aun se nubló, más lágrimas parecían querer salir.

Inuyasha: no es por eso…- dijo al volver a cerrar los ojos…quería decírselo. – Kagome… yo…uffs no se como decírtelo…

De repente Kagome lo entendió todo, y si él…era…no es que debía reírse si era cierto. Todo el contrario una sensación de tranquilidad y gozo le invadió de repente.

Kagome¿Eres virgen Inuyasha?- con totalidad seguridad e intentando sonar consolador le preguntó. Él dudó de responder, todo parecía llegar al mismo lugar.

Inuyasha: espero que esto no salga de aquí.- intentó susurrarlo, no estaba seguro de decirlo, pero esas lágrimas…esas malditas lágrimas le mataban por dentro…

Kagome: entonces vamos a solucionar eso…- Inuyasha no tuvo tiempo de reaccionar cuando unos labios con sabor a lágrimas le besaban. Ni tan solo tuvo tiempo de decir un sí o un no, tan solo siguió besando…a ella. Sus manos parecían vivas al tenerla allí tan sumisa, era tan solo rozar su piel, la que descubría en sus piernas para que todo su piel se erizará. No podía parar de sentir esos labios que al separarse parecía que su mundo se desvanecía.

Al cabo de poco unas manos pequeñas recorrían su torso, para luego subir y aferrarse al cuello de él. Tenía verdadero miedo de amarla como en sus sueños y que al final terminaba por no ser como ella quería. Y mientras seguía abrazando alimentándose de el nuevo alimento sintió como la lengua de ella parecía pedir permiso para entrar y aunque sabía como seguirle el juego y muchas veces había besado a alguien así ese contacto para él fue lo más excitante de lo que pudo imaginarse.

Fervor y pasión eran los sentimientos que parecían rodearles. Inuyasha jugaba con la lengua de Kagome, perdiéndose en las emociones que eso le hacía encontrar. Los minutos pasaban y Kagome parecía desbordarse, ahogándose cada vez que sentía con más deseo los besos de Inuyasha.

Kagome¿Por qué no me enseñas a ver como se quita la ropa…?

Cuando en segundos intentaban recuperando la respiración, ella tan solo pudo susurrar esas pocas palabras al volver a sentir los labios de Inuyasha bordeando los suyos, para volver a darse cuenta de que él no parecía cansarse de ella, ni de sus intenciones para quitarle el aire. Y en breves unas manos le quitaban la camisa de tiras, en dos segundos más que se separaban ya se encontraba en el suelo…

Luego los mismos que antes parecían tan hambrientos de los de ella, bajaba por su mentón hacía su cuello. Luego las manos de ese chico acariciaban por encima del sostenedor. Kagome tan solo dejaba ir pequeños suspiros, gemidos confundiéndose con el nombre de su amado.

Kagome: va a dolerte el trasero si sigues en el suelo…-gemido…- vamos a la cama y te quitas los pantalones.- gemido más profundo…

Y sin ni siquiera darse cuenta ya estaban tumbados en ella, Inuyasha había querido estar encima de ella. Y mientas sus bocas volvían a encontrarse voraces, ansiosas de poder hacer que uno al otro sintiera lo mejor de ellos, Inuyasha bajo las tiras del sostenedor de Kagome para lego pasar sus brazos a la espalda de ella y desabrocharlo para poder acariciar sus senos, unos senos perfectamente excitados.

Kagome bajó sus manos mientras Inuyasha parecía querer bajar sus besos del cuello de ella para seguir con los pechos que las manos de él acarician delicadamente. Pero luego la chica subió sus manos hacía el sedoso pelo de él, cuando de repente creyó que la cabellera del chico parecía alargarse sutilmente y mientras sentía como si él estuviera rozándola con algún tipo de garras.

Inuyasha¡OH! Mierda…-Inuyasha dejó de abrazarla y se separó de ella forzosamente; parecía como si algo lo estaba poseyendo. Kagome al principio creyó que él le estaba rechazando pero al mirar que le pasaba vio como su perfecto pelo azabache se volvía de un color plateado excelente, mientras se ponía las manos a la cabeza y salían unas garras junto con unas orejitas blancas y peludas de su cabeza…- ¡Maldita seaaaaaaaaaaa!

Kagome no se asustó, sino que más bien estaba preocupada. Así que se puso bien la camisa y se acercó a Inuyasha que ahora estaba sentado en el suelo apoyado a la pared.

Kagome¿Estás bien Inuyasha?- se sentó delante de él acercando sus manos a esas orejitas, que justo dos segundos antes de acariciar se movieron hacia los lados de una manera graciosa.

Inuyasha apartó de una manera brusca la mano caprichosa de Kagome y se la quedó mirando. Tenía miedo de verla asustada de que chillará de que incluso ella, la chica del cual se había enamorado también le rechazará.

Kagome: baka! – ¿Desde cuanto insultas a alguien para rechazarle? pensó inuyasha totalmente desconcertado.- Si no quería que te tocará habérmelo dicho pero no me pegues.- él se sorprendió es que no se había dado cuenta ahora del aspecto de él; no veía en la maldita bestia que se había convertido…- ¿Por qué has cambiado?

Vale si se había dado cuenta…

Inuyasha: Siento eso…- intentó disculparse, no evadir el tema pero pensar en algo.

Kagome: tranquilo.- Sonrisa de ella; sonrojó de él. Se quedaron unos minutos, Kagome simplemente se había quedado fascinada con esos ojos dorados e Inuyasha a causa de su transformación, eInuyasha olía perfectamente el olor de ella, un olor que ahora le excitaba más ya que era precisamente que la pelinegra parecía como si la transformación le estuviera calentando aún más por qué ese olor embriagador estaba aumentando por segundos.- Wa! Tienes unos ojos preciosos…Y tu pelo está genial…- Inu la miró dudando. ¿Qué coño pasaba por la mente de esta niña?- puedo tocarte el pelo y las...-sonrojó de parte de los dos.- La orejitas…

Inuyasha: Kagome oye deberías entender que está pasando si quieres seguir con e…s.- pero Kagome ya había empezado a acariciar con sus dedos la oreja izquierda de Inuyasha. Lo que parecía que a él le encantaba. Así que Kagome siguió con ese juego ahora acariciaba las dos ala vez…tal vez si las lamía un poco a él también le gustaría… ¿Sería un nuevo punto erógeno para él?


Autora:creo kes el maldito capitulo más largo que he escrito jamás!

ueno y exactamente no se que hacer despues amiitas habrá lemon...tal vez si me animáis y eso... jajajja ya me entendeis...y ueno tambien explikare el pk inuyasha se transformo en hanyou y las consecuencias de ello que le casuo a la zorra de kikyou y las aventajas que le verá ka-chan! ueno os digo k a mi me gusta llamrle ka-chan a kagome es muyyy kawaai! jejej

bezoooos!