A mí me encantan las sirenas, ¿sabéis? Esta historia se me ocurrió de repente y me parece un poco irreal, bueno, más de lo normal en los Dramione.
Séptimo curso en Hogwarts. Harry no vuelve porque está entrando en los estudios de auror; Ron, sin embargo, quiere apoyar a su hermano George con la muerte de el gemelo del último, Fred, lo ayudará a seguir con Sortilegios Weasley. Yo, Hermione Granger, sí he vuelto a Hogwarts. Pienso terminar mis estudios con todo Excelentes para luego poder optar al trabajo que quiera en el mundo mágico. El colegio está completamente reconstruido, como si no hubiera pasado nada. Pero por desgracia sí pasó.
Entraba tranquilamente por las puertas de Hogwarts, observé cómo la directora McGonagall guiaba a los de primer año al comedor. Los adelanté y entré antes. Todo estaba igual, incluso el techo hechizado. Me senté entre Ginny y Luna y automáticamente dirigí mi mirada a Slytherin. No había vuelto mucha gente de dicha casa, pero enseguida distinguí entre varias cabelleras, una que destacaba más que las demás; Draco Malfoy. Estaba solo en un lado de la mesa, los demás se apartaban de él y lo evitaban de la manera más descarada. Malfoy debió sentir que le miraba porque levantó la mirada del plato vacío y me miró, con curiosidad y altivez. Su mirada grisácea me penetraba, me recordaba a los corales del mar en invierno, cuando algunos se aclaran hasta tal punto que aunque hayan sido del rojo más fuerte visto, se volvían de un color mercurio o simplemente morían. Tuve que apartar la mirada porque Ginny empezó a hablarme junto con Luna, que empezaron a contarme cómo habían pasado el verano.
Una vez terminada la cena, guié a los de primer año de Gryffindor. El sombrero seleccionador había mandado a más de la mitad a Hufflepuff o Ravenclaw. A nuestra casa sólo a unos veinte y a Slytherin diez o poco más. No me extraña. Las casas más involucradas en la guerra habían sido las dos últimas y, aunque hayamos salido vencedores, siempre hay un: por si acaso.
Les enseñé cómo llegar a la sala común, las normas, sus habitaciones, etc. Una vez vi que todos estaban ya acomodados en sus habitaciones me dirigí al baño de prefectos.
Cuando llegué comprobé que todo estuviese vacío y lancé un hechizo para que no pudiesen entrar los fantasmas. Cerré la puerta con llave, abrí los grifos de la gran bañera, me desnudé y luego me adentré en sus aguas. Pude sentir cómo mi cuerpo cambiaba. Apoyé mi espalda en la pared y elevé mi cola verde. ¡Ah! Por si no lo había mencionado, soy una sirena. No como las del lago Negro, no. En el verano me mordió una mientras metía los pies en el mar del mundo mágico. No me convertí en una como ellas porque ellas son las reales, por así decirlo. Yo soy algo parecido a las sirenas de los cuentos pero con los dientes ligeramente más afilados de lo normal, aletas en las manos como las ranas y una cola verde en vez de piernas humanas. No llevaba nada que me cubriese los senos, por eso siempre llevaba cerca la parte de arriba de un bikini para cubrirlos. Ahora no llevaba ninguno porque supuse que no me haría falta. Me convierto en sirena cada vez que el agua moja más de medio cuerpo, por ejemplo, si me tiran un cubo de agua me convierto pero si se me cae un vaso lleno, no.
Me subí al bordillo y moví la aleta de adelante a atrás. Entonces sentí cómo alguien intentaba abrir la puerta del baño y soltaba una maldición por lo bajini. Luego escuché ese hechizo.
-Alohomora.- y la puerta se abrió con un 'crac' dejando ver a un Malfoy enfadado. No me dio tiempo a reaccionar para que no viera mi cola, pero aún así lo intenté, tirándome al agua de golpe.
-¿Granger? ¡Te he visto! Y también he visto…- pude escucharlo fuera del agua, yo me había sumergido y no pensaba salir hasta que se fuera.
-No pienso irme sin "saludarte", Granger.- dijo con tono sarcástico. Sentí sus pasos acercarse y pararse al borde de la bañera. Salí a la superficie, sacando sólo mi cabeza.
-¡Vete! ¿Acaso no ves que me estoy bañando?- grité. Él me miró con desprecio y habló:
-Sal del agua, sangre sucia.- dijo arrodillándose.
-No- le respondí yo.
-Sé lo que he visto y no pienso irme sin comprobarlo.- casi gritó con tono autoritario.
-¿Y qué se supone que has visto, Malfoy?- dije intentando parecer inocente.
-Eso no pienso decírtelo hasta haberlo visto.- y entonces empezó a quitarse la túnica con el escudo de Slytherin y luego a desabrocharse la corbata esmeralda seguida de la camisa.
-¡¿Qué haces?- grité yo con horror. No irá a… tirarse al agua conmigo, ¿verdad?
Él me ignoró olímpicamente y se bajó los pantalones, quedándose en bóxers. Me miró y a continuación se metió en el agua. Yo nade velozmente hasta el otro extremo y él, sorprendido, se acercó lo más rápido que pudo. Me eché para atrás y choqué contra el muro.
-Malfoy, si te acercas un solo paso más te petrifico con un hechizo- amenacé.
-Lo dudo bastante; te has dejado la varita entre la ropa, lo he visto.
-Pues entonces gritaré.- dije con miedo a que me descubriera, viendo cómo se acercaba más y más.
-No te atreverías.- dijo con indiferencia, sabiendo que tenía razón. Si gritaba, todos, aparte de él, verían lo que me había pasado.
-¡Te estás bañando con una sangre sucia!- dije en un intento desesperado de apartarlo de mí.
-Me da igual.- susurró a escasos centímetros de mí.
Nos estuvimos mirando un rato cuando él rompió el contacto visual bruscamente y se sumergió en el agua. Entonces pude sentir cómo me agarraba la aleta y salía con ella del agua. Eso me hizo hundirme hasta la nariz, sólo pudiendo ver cómo sonreía con suficiencia y seguía sujetando lo que hace unos minutos había sido un par de piernas. Observaba cómo no me ahogaba, ni pestañeaba, pero sí temblaba. ¿Qué haría luego? Se lo dirá a todo el mundo. Me respondía yo, pero no lo hizo, no salió corriendo, sólo sonreía.
-Vamos a hablar.- dijo, y me soltó la aleta. Yo simplemente asentí y nadé a su lado lentamente hasta el borde.
¿Review? Decidme qué queréis que suceda: que él la comprenda y la ayude o que se lo cuente a todo el mundo. También hay una opción intermedia que es que él la ignore y finja que no ha pasado nada, pero yo creo que eso no tendría mucha gracia. Depende de vuestra opinión constará de 3 capítulos o 5. ¡Gracias por leer!
