Hola! hola! bueno... este es mi 1er fic...Zelink :D, tal vez vallan a encontrar algunos errores :S, pero de los errores se aprende y mejor si me dicen cuales son, para ponerlos en práctica y ser tan buena como ustedes ;P, bueno, espero que este fic sea de su agrado C:.

Y una cosa más, el fic de 10 horas, pues mi primo (el cual me odia ¬¬) se metió a mi cuenta de FF (yo deje abierta la cuenta U.U) ¡Y ME BORRÓ LA HISTORIA Y LA ACTUALIZACIÓN!. El tiene una cuenta aquí, aunque jamás me ha dicho quien es.. Pero creo que no quiere que alguien más de la familia este en el FF pero me vale. Además aprendí una gran lección: Jamás dejes tus páginas abiertas... uno no sabe lo que puede pasar XDD.

Ahora si pueden leer XDD.


Como cuidar un bebé.

Prólogo: Un bebé, Un problema.

Vaidoli

Era ya de madrugada, las doce de la mañana para ser exactos. Estaba lloviendo en la ciudadela y de seguro también en todo Hyrule. Se escuchaban los pasos de alguien mezclados con la lluvia, venía corriendo, una figura femenina se reveló, mostrando que aquella que venía corriendo era la princesa Zelda, quien respiraba agitada.

Llevaba su capucha en las manos cubriendo algo con ella. El llanto de un bebé se escuchó revelando que lo que traía Zelda en su capa era un bebé; estaba sucio y con algunas raspadas en su bracitos y piernas, la princesa lo calmó colocando delicadamente su dedo en su boca haciendo que el llanto del niño cesara y volvió a correr en dirección al castillo con el pequeñín en brazos.

Llegó a la entrada del castillo, entró rápidamente omitiendo a los guardias y criadas que le preguntaban dónde estaba. Llegó a su habitación y colocó al chiquillo en su cama, tratando de calmar su incansable llanto. Ella le daba caricias en la cabecita al pequeño, susurrándole una cancioncita y en poco tiempo se quedo dormido.

-Bien Ahora... ¿Qué voy a hacer contigo? -se preguntó mirando hacía el techo y luego dirigiendo su mirada al ya dormido bebé- Aunque agradezco haberte encontrado, sino... Ya estarías muerto -dándole un beso en la frente.

Flash Back:

-¡Ay no! Ya debería estar en casa, me van a asesinar -se lamentó mientras caminaba sin sentido alguno sintiendo toda la lluvia caer en su cuerpo.

Había salido a caminar hace más de una hora lejos de la ciudadela, sin el permiso de su padre o de su maestra, Impa. Ahora se lamentaba haber salido del castillo sin un acompañante, lo peor es que se había adentrado en un callejón que no se veía muy amigable que digamos. Caminando sin rumbó escuchó un gemido y cuando volteo a la dirección de donde provenía el gemido vio alguien dejando un paquete en el suelo.

Al principio sentía miedo de acercarse a aquel extraño paquete pero algo en ella le decía que tenía que hacerlo y a paso lento, se fue acercando hacia el paquete. Lo recogió y lo agitó un poco pero al escuchar como un llanto salió de la caja, la abrió rápidamente sacando lo que se encontraba adentró. Su corazón se estremeció al ver a la pobre criaturita llorando desconsoladamente ¿Pero quién sería capaz de dejar a un bebé así? No lo pensó dos veces, se sacó la capucha y envolvió al pequeño con esta, caminando hacia alguna dirección.

-Tranquilo, Tranquilo todo estará bien -le sonrió al nene acurrucándolo y apretándolo más a su pecho.

Fin flash back.

-¿Pero quién será el desalmado o desalmada que te hiso esto? Si lo encuentro voy a arreglar varias cuentas con el... O ella -dijo mirando al niño y sosteniendo su dedito meñique con el suyo como si hubieran formado una promesa.

-¡Princesa!

La puerta del cuarto se abrió de golpe e Impa era la que estaba parada ahí, Zelda estaba pálida como la nieve, no por ella, sino por el pequeño acompañante que había traído al castillo y al ver a un infante en brazos de una joven de 15 años cualquiera piensa mal.

-... Oh Oh Creo que ahora nos metimos en problemas jeje -le sonrió temerosamente al bebé.

¡PUM!

Impa se desmayó con sólo ver al niño con Zelda, lo que haya pasado por su mente tiene que haber sido muy malo para causar un desmayo. Y Zelda pudo entender que era eso cuando desmayada Impa dijo que mataría al que "embarazó" a Zelda. Ella sólo suspiró volviendo a jugar con el pequeño y quedándose dormida ella también... Claro, se estaba haciendo.

1 hora después...

-¿Cómo se le ocurre? -decía Impa, caminando de un lado hacia otro. Se llevó las manos a la cabeza en señal de desesperación.

-Impa yo no...

-Tiene apenas 15 años y ya tiene un hijo.

-Pero es que el..

-¿Cómo pudo hacerme esto? Yo creí que...

-¡IMPA! -gritó ya desesperada haciendo que el pequeñín se despertara y volviera a llorar- Una, el niño NO es mío y dos... ¡MIRA LO QUE HICISTE YA LO DESPERTASTE!.

-YO pero si usted grito, yo estaba hablando civilizadamente -se llevó sus brazos a la cintura, frunciendo el ceño. Se acercó a Zelda y la ayudo a calmar al bebé- Es muy bonito.

-Lo se... Impa, no quiero dejarlo. Vi cuando alguien lo dejó abandonado en el suelo y lo peor, dentro de una caja. No quiero dárselo a otra persona que tal vez puede hacer lo mismo -dijo agarrando al niño en brazos.

-Un momento ¿Está diciendo que se quedará con el niño? -preguntó la aludida, sin creer las palabras de la joven princesa.

-Si...Además, así me hare más responsable y ya no te daré tantos dolores de cabeza.

-... Eso suena... Interesante -soltó una carcajada a la cual Zelda se unió haciendo alarmar al pequeño otra vez.

-Ay no -dijeron las dos al mismo tiempo buscando la forma de calmarlo por un LARGO tiempo.

Después de todo el incidente, Impa sacó el corral en donde antes ponían a Zelda para dormir, lo colocó a lado de la cama de la princesa y se despidió de ella, quien en cualquier momento colapsaría del sueño. Se acostó en la cama con toda su ropa mojada, no tenía deseos de mover ni siquiera otro dedo más y cerrando sus ojos para quedarse dormida...Hasta que...

-BUAAAA!

-¿Qué? ¿Qué? -se levantó soñolienta y dirigió su mirada al corral. Suspiró y se levantó a coger al chiquillo para calmarlo un poco, este lo que tenía era gases así que tuvo que vomitar en el vestido de la princesa, lo que la obligó a cambiarse de ropa- Tranquila Zelda, el cuidado de un bebé no puede ser tan difícil como dicen así que mejor cálmate, respira y... -Zelda casi vomita al olfatear el olor que provenía de su vestido y se fue corriendo al baño a cambiárselo lo más rápido posible.

Salió, suspirando varias veces, su cara se encontraba roja de la cólera que sentía pero se le quitó cuando vio como el bebé ya se había quedado dormido con una sonrisa en su rostro. Ella se lanzó a la cama y en pocos segundos, se quedó dormida, con la esperanza de que mañana sea un día mejor.

A la mañana siguiente...

-BUAA!

-¡Ahhhh!

¡PAF!

Por el susto que sintió al oír aquel desgarrador llanto, se cayó de su cama golpeándose la cabeza.

-Ouch! Que daño -sobándose su cabeza y levantándose del suelo- Veo que ya despertaste ¿no?-

-Buenos días princesa -entró una de las criadas, haciendo una reverencia- Vine a decirle que Lady Impa la llama para que baje a comer... Ah y que no se le olvide el niño -hiso otra reverencia y salió del cuarto.

-Como se me va a olvidar el bebé, se nota que Impa no sabe apreciar lo responsable que soy -Cogió al pequeño- ¿Verdad que Zelda es una buena mami? ¿Verdad? ¿Verdad?, Shi mami, Shi... Ok jeje jamás volveré a hacer eso -dejándolo en el corral para meterse al baño- Dame 5 minutos y mami Zelda estará aquí.

Zelda entró al baño. No duraron ni 10 segundos cuando él comenzó a llorar otra vez. Parecía ser que Zelda no escuchaba el llanto por que el sonido de la ducha estaba muy fuerte, pero apenas salió y escuchó el llorar del infante; ni se vistió ni nada y fue a por su pequeño. Mientras lo tenía en su pecho comenzó a pensar que tal vez el necesitaría leche... Fue entonces cuando se dio cuenta que el niño estaba prendido de su pezón; ella se puso lo más roja posible y quitó al bebé de su pezón confirmando sus dudas.

-Si... Necesitas leche -sus ojos estaban abiertos completamente, parecía que se fueran a salir de su lugar- No le diremos esto a NADIE.

Zelda se vistió rápidamente evitando otro lloriqueo de parte del niño, lo cogió en brazos y bajó las escaleras saltando haciendo reír al pequeñín, ella le devolvió la sonrisa marcándole un beso en la frente.

-Hola, princesa -la saludó Impa- Hola pequeñín -dijo dulcemente al niño que se empezó a reír.

-Ay! Es tan lindo, se parece a mí.

-*Cof* *Cof* Claro tiene un GRAN parecido, excepto que él es hombre y usted es mujer... ¿no? -esto último lo dijo a modo de broma, pero la princesa no lo tomó así.

-¡Claro que soy mujer! -frunció el ceño pero cuando vio a una de las criadas con la comida, sintió como todo el estomago comenzó a rugirle en señal de que quería comer- ¡Quiero comer! -

-Siéntate y espera que te sirvan, Zelda -escuchó la voz autoritativa de su padre. Ella asintió y se sentó esperando por su comida.

Sirvieron la comida y como todos los almuerzos, nadie dijo nada, nadie protesto nada y sólo dijeron gracias cuando se termino el almuerzo. Hoy era el día libre de Zelda, ya no tenía que practicar con Impa o estudiar, podía hacer lo que quiera... Claro, sin olvidarse del pequeño inconveniente que estaba viviendo con ella desde ayer.

Lo miró, no arrepentida, sino preocupada porque apenas ella tenía 15 años y no tenía la suficiente o mejor dicho no tenía NADA de experiencia con los niños.

Tal vez ahora Zelda piense que cuidar a un niño no es tan difícil como todos dicen pero en poco tiempo se dará cuenta que es el trabajo más difícil que cualquier cosa en el mundo. Pero no está sola, Impa y sus amigos estarán ahí para apoyarla en lo que sea, sin olvidarnos de cierto rubio que estará metido en muchos problemas por prestarle su ayuda.

Continuará...


Bueno... Este fic nació porque yo tengo un bebé... No, no es mío XDD, me dejaron encargado un bebé. Se suponía que serian 20 capis (Oh y lo son XDD) pero les aumente 10 más XDD, andaba MUY inspirada. Bueno espero que les haya gustado el prólogo. Si ven algún error, se me fue el dedo, me trague una tilde, escríbanlo, escríbanlo las veces que quieran (Tampoco es que lo van a repetir ¬¬U) bien...

Chaoito :3.