Nota de la autora: ¡Bienvenidos! Hola queridos lectores, este es mi primer proyecto, el cual espero y les guste.

Warning!: Lenguaje inapropiado, FemTsuna, Omegaverse, Lemmon, Pedofilia.

Tsunayoshi (14)

Kyoya (24)

Disclaimer: Los personajes de Katekyo Hitman Reborn NO me pertenecen por desgracia.

Katekyo Hitman Reborn Akira Amano.

Que nervios, finalmente podre saber quien vive ahí.

Me mordía las uñas con nerviosismo, no despegaba mis ojitos de aquella casa de color blanco que estaba delante de la mía. Ya habían pasado mas de tres horas desde que estoy entre estos arbustos y ya me picaba el trasero, pero tengo que saber quien vive ahí.

Hace mas de cinco años alguien se mudo a la residencia que se encontraba delante de la mío y nunca he visto a nadie en esa casa; pero mi mama siempre me ha dicho que ahí vive un Alfa, pero yo nunca lo e visto y yo tengo que saber si es cierto o solamente una mentirita blanca de mi mami para calmar mi curiosidad.

Solté un suspiro cansada, al parecer si era una mentirita de su mama después de todo.

Hice un puchero mientras emitía un bufido de disconformidad. Pase mas de tres horas en un arbusto que hacia que me picara el trasero y lugares donde rara vez me llegaba el sol por nada.

Tremenda de sección.

Eso pensé hasta que vi como un auto negro se aparcaba de manera rápida en la entrada de la casa de enfrente, aprete mis piernas y me tapé mi dulce boquita para

evitar emitir algún ruido sospechoso.

El tipo que bajo del carro si era un Alfa.

Y uno que estaba muy sexy; ya se urgida, pero, a pesar de que no le vi la cara, ese trasero dice todo.

El entro lo cual confirmo mis recientes sospechas, él es el dueño del lugar.

No sé cómo llegue, pero ya estaba mirando a través de una de sus ventanas, recién abiertas y pude ver el interior, el Alfa sexy era asquerosa mente rico, todo se veía tan lujoso desde aquí. Me dan ganas de entrar y dar un vistazo más de cerca.

Pero eso sería acoso ¿no?

El alfa miro hacia mi dirección, y tuve que encogerme, aunque mi corazón comenzó a latir tan fuerte, lleve mi manita hacia mi pecho y lo toque mientras suspiraba y mis mejillas se sonrojaban.

Me mordí el labio; no se que estaba sintiendo, pero me gustaba, un calor repentino comenzó a albergar mi pequeño cuerpo y no se que era ese sonido que salía de mi boca, pero por alguna razón me gustaba y me avergonzaba.

¿Qué será?

Tampoco se bien como llegue a casa, estaba en otro mundo; pensando en ese Alfa que me había hecho reaccionar así. Creo que escuche los gritos de mi madre, pero los ignore y me encerré en mi cuarto, recostando mi espalda contra la puerta, aprete mis pequeñas piernas y esa sensación me gusto.

No sé, pero se sentía bien, volví a hacerlo mientras aun pensaba en mi vecino, sonrojándome cada vez mas mientas las apretabas hasta que en un momento dejé de hacerlo, la respiración por algún motivo se me iba.

− ¿Kyoya se llamaba? −me pregunte mientras miraba las paredes blancas de mi cuarto y suspiraba.

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