Otro fanfic nuevo y aún no he terminado con otros ¬.¬... ¡Pero es que no lo puedo evitar! xDD

Como ya saben, este nuevo fanfic es de Yu Yu Hakusho junto con InuYasha! ("Crossover")... Si no conocen InuYasha, bueno, busquen info para tener una idea... aunque no creo que les cueste tanto si nunca lo han visto.

Mmmm... sip, he decidido que este fic también tendrá yaoi, pero adelantaré que no solo será un KuramaxHiei, puede ser que haya otras parejitas.

Este fic está dedicado a mis grandes amigas! En especial a Darky (Diana), Yure-Dark-Minamino y Keikocvl... gracias por ser tan buenas conmigo!.

Disclaimer: Seee, ya sabemos, YYH no es mió. Es obra del mejor autor de todos, Yoshihiro Togashi. Ahora, Hiei… es un caso especial xDD (+¬+)

Advertencia: Como ya dije, el fic en general contiene yaoi (HombrexHombre). Si no te gusta el género, Shuu shuu ¬¬, fuera! Advertido estás, y si te arriesgas ya no será de mi responsabilidad . (jaja, me salió una rima xDD)

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Autora: Yop xD (Chiaky)

Corrección: Toky-chan (Gracias por tu ayuda! TOT –snif-)

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SHIKON NO TAMA

(LA PERLA DE SHIKON)

CAPITULO 1: NUEVA MISIÓN: EL TEMPLO HIGURASHI

Las vacaciones habían pasado muy rápido para Yusuke Urameshi, un chico de 16 años, cabello negro y ojos marrones, de quien solo escuchar su nombre, causaba temor entre los chicos mas rudos de otras escuelas; Se le conocía por ser muy problemático, pero también fuerte, aunque muchos ignoraban cuan poderoso eran en verdad...

Pese a todo lo malo que Yusuke atribuía al regreso a clases (Y que podemos decir que era mucho), algo le agradaba, y era que por lo menos, volvería a ver a sus amigos, de quienes no había sabido nada después del Torneo De Artes Marciales Oscuras, pues a cada uno, Koenma les había dado vacaciones, y al parecer, todos las habían aprovechado en algo bueno... Todos menos Yusuke, quien se tuvo que quedar en casa.

Kuwabara y Kurama, aprovechando que las vacaciones que les otorgo Koenma, se cruzaban con las vacaciones de la escuela, habían salido de la ciudad junto con sus familias; En cuanto a Hiei, era bien sabido que nunca se le podía encontrar, a menos que él quisiera...

La verdad era que Yusuke extrañaba mucho a sus amigos, pues aunque el carácter de cada uno era muy diferente, él pensaba que eso era lo que los hacia tan unidos y fuertes.

Las vacaciones habían terminado, y esa misma mañana Yusuke, caminaba hacia la escuela mientras recordaba las aventuras que había tenido: Su experiencia con la muerte y la resurrección, la batalla con las 4 bestias sagradas, el rescate de Yukina, la pelea contra Toguro, el ultimo torneo de artes marciales oscuras, entre otros, pero sobre todo, el momento en que conoció a sus mejores amigos.

- ¡Che!, ¡Urameshi! – aquella voz sacó a Yusuke de sus pensamientos, y al volverse para ver quien le llamaba, sonrió, pues había reconocido a aquel muchacho que corría para alcanzarlo.

- Hola, Kuwabara – le saludó alegremente Yusuke. Era una suerte, apenas iniciaban las clases y ya se había encontrado con su mejor amigo: Kazuma Kuwabara, quien era algo torpe la mayoría de las veces, pero siempre resultaba ser de ayuda para el equipo de Urameshi; Su cabello era de color anaranjado y sus ojos negros.

- ¿Cómo la has pasado? – le pregunto Kuwabara en cuanto lo alcanzo; parecía algo cansado y ojeroso, ¿Acaso no había dormido bien?

- No creo que mejor que vos... – le respondió Yusuke con tono monótono.

- Eso crees vos – le contesto Kuwabara con melancolía, al recordar que durante todas las vacaciones, en las cuales pensó que se divertiría mucho, su hermana Shizuru lo había sometido a un riguroso entrenamiento que según ella, lo aria muy fuerte

- ¿Y se puede saber por que? – le pregunto Yusuke con curiosidad.

- ¡Eh!, no... no, mejor olvídalo, no es nada importante... nada – le respondió con una sonrisa nerviosa, mientras se rascaba la nuca, pues no sabia que pensaría Yusuke sobre el entrenamiento tan riguroso de su hermana; Seguramente se burlaría de él. Yusuke solo lo miro de reojo con extrañeza y continuaron su camino.

- ¡Maldición...! – dijo Yusuke entre dientes, mientras se sobaba el abdomen con la mano izquierda.

- ¿Qué sucede? – le pregunto Kuwabara confuso.

- Me muero de hambre – le respondió Yusuke haciendo un gesto de cansado dolor, y continuando robándose el abdomen, como si de esa forma, pudiera calmar en algo el hambre que sentía.

- Ahora que lo mencionas, salí tan rápido de la casa que yo tampoco tuve tiempo de desayunar – le dijo Kuwabara sobándose también el abdomen con su mano. Que casualidad, en el primer día de clases se encontraban dos grandes amigos, y les sucedía lo mismo.

- vaya, vaya, miren con quienes nos encontramos en el primer día de cases – una pandilla de jóvenes les habían tapado el paso a Yusuke y Kuwabara, y les miraban amenazadores.

- ¿Qué quieren ahora? – les pregunto Yusuke con aquel tono altanero e indiferente que solía imprimir a su voz cuando iba a pelear.

- Urameshi – hablo el que parecía el líder de aquella pandilla – Nos vengaremos de lo que la ultima vez nos hiciste – Yusuke y Kuwabara solo fruncieron el ceño.

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En aquellos momentos, en el Reikai, una chica de cabellos azules que vestía un Kimono rosa, ingresó por una enorme puerta. La chica continuó caminando hasta encontrarse frete a un escritorio, en donde un pequeño con un chupete la esperaba impaciente.

- ¿Me mando a llamar, Señor Koenma? – preguntó amablemente la joven, haciendo al niño una profunda reverencia.

- si, Botan – respondió Koenma. El pequeño era el hijo del rey de los muertos: Enma-sama. Su aspecto de niño, hacia pensar a la gente que tenía tres o cuatro años, pero realmente no los tenía.

- Necesito que entregues estos papeles a Yusuke y los demás lo más rápido que puedas – le ordeno Koenma entregándole unas hojas. Aquella podría ser la nueva misión para Yusuke y el resto, o al menos, eso pensaba Botan.

- Esta bien Señor Koenma, pero... – Botan se detuvo halago insegura.

- ¿Qué sucede, Botan? – le pregunto Koenma contemplándola con impaciencia.

- ¿También... también debo entregárselo a Hiei? – le pregunto no muy convencida de querer hacerlo.

- Si, ¿Hay algún problema? – le pregunto Koenma al verla dudar.

- ¡¿Qué?! ¡Ah! ¡No, claro que no! – negó Botan con ambas manos y con la cabeza, sonriendo nerviosamente, mientras una gota se deslizaba por su nuca – Me retiro – y tras otra reverencia, salió de la habitación con paso nervioso.

- ¡¿POR QUÉ ME PASA ESTO A MI?! – exclamo Botan con desesperado miedo, mientras se recargaba sobre la puerta y se dejaba deslizar hasta quedar sentada en el suelo alfombrado. Su rostro reflejaba todo el miedo y la preocupación que sentía.

- La verdad no creo que a Hiei le haga gracia saber que Koenma lo ha mandado a llamar para otra misión, y si lo molesto... ¡¡LO MAS SEGURO ES QUE ME HAGA PEDACITOS!! – exclamo mientras ríos de lagrimas fluían de sus ojos. De pronto, pareció que tuvo una idea, pues su rostro reflejo cierta tranquilidad y confianza.

- ¡Ya lo tengo!, no se por que no había pensado en eso. ¡Le pediré a Kurama que le avise a Hiei!, al cabo ellos dos son muy buenos amigos – y mas tranquila, se alejo a cumplir el mandato de Koenma, pues era bien sabido que Hiei y Kurama eran muy buenos "amigos"...

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Yusuke y Kuwabara corrían por una de las calles, lo mas rápido que les era posible.

- ¡Es tu culpa Urameshi! – le espeto Kuwabara sin dejar de correr.

- ¡¿Mía?! ¡¿Y por que dices que es mía?! – le exigió Yusuke una explicación.

- ¡Vos fuiste el que les dio una paliza a esa banda tiempo atrás! ¡¿No?! – inquirió Kuwabara sin que ninguno de los dos dejara de correr.

- Eso es verdad, pero ¡VOS FUISTE!, el que dijo. "Aceptamos con mucho gusto" – se defendió Yusuke. La pelea no fue trabajo para ellos, pero cuando se dieron cuenta, ya se les había hecho tarde. De pronto, alguien los sujeto por el atrás del uniforme.

- ¡¿Quién eres?! ¡Mas vale que nos sueltes ahora mismo! – exclamo Yusuke que no podía ver quien lo tenía sujeto a él y a Kuwabara.

- Tranquilo, tonto – Yusuke dejo de forcejear al tiempo que sintió que lo soltaban. Cuando se volteó, vio que era Botan, quien le sonreía como de costumbre flotando en el aire.

- ¡Botan! – exclamó Yusuke asombrado.

- ¿Pero dinos por que llegas de esa manera, Botan? – le pregunto Kuwabara que también parecía asombrado, y algo molesto.

- Koenma me pidió que les entregara esto... – respondió la chica sacando aquellos papeles que Koenma le había dado, y se los entrego a Yusuke.

- No me digas que... – la voz de Yusuke parecía nada complacida al recibir aquellos papeles.

- Si, es la nueva misión – le dijo Botan. Yusuke le dirigió a Kuwabara una mirada significativa, que su amigo le devolvió.

- Veamos que nos manda Koenma – dijo Yusuke contemplando por fin los papeles sin darles mucha importancia. Kuwabara se acercó a Yusuke por detrás para poder leer también aquellos informes.

- ¡¡QUÉ?! – Exclamó Yusuke que no podía creer lo que estaba leyendo - ¡Exijo una explicación de esto, Botan! –

- Yo tampoco se muy bien lo que esta pasando, pero estoy segura que Koenma se los explicará en cuanto lleguemos con él –

- Entonces vamos – pero cuando Yusuke se iba a subir en el "Transporte" de la Guía Espiritual, Kuwabara lo detuvo - ¿Qué sucede, Kuwabara? – le pregunto mirándolo extrañado.

- Yusuke, no podemos faltar el primer día de clases, sobre todo por que tenemos examen, y si lo reprobamos, tendremos graves problemas – le dijo algo preocupado.

- ¡Lo había olvidado! – y dijo volviéndose a la chica que los contemplaba con interés - ¡Lo siento mucho Botan, esto va para después! – y sin darle tiempo a la chica de asimilar sus palabras, ambos chicos echaron a correr nuevamente.

- ¡Dejen de decir tonterías, esto es MUY importante! – les espetó Botan molesta, al tiempo que los alcanzaba y los sujetaba por la parte trasera del cuello del uniforme.

- ¡¡Suéltanos Botan, llegaremos tarde!! – le pidió el pelinaranja intentando zafarse de la chica.

- ¡Koenma ordenó empezar con esto inmediatamente! – les regaño Botan.

- ¡¡La escuela es primero!! – se defendió Kuwabara. Botan hizo un gesto de enojo, y sin decir mas, se los llevó volando, mientras ambos, daban de patadas y gritos en contra de aquello.

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En el mundo espiritual, el pequeño con el chupete en la boca esperaba impaciente la llegada de su asistente con los dos detectives, mientras a su lado, siempre fiel se encontraba Ogri.

La puerta principal se abrió y entraron 3 personas que Koenma reconoció de inmediato.

- Ya los traje, señor Koenma – le anunció la joven haciendo una reverenda ante el pequeño y sonriendo alegremente; ambos chicos detrás de Botan parecían molestos.

- ¡Koenma! – Exclamó Yusuke dejando los papeles sobre el escritorio - ¡Exijo que me expliques el significado de esto! –

- No hay nada que explicar Yusuke, las cosas son tal como las has leído – le respondió Koenma con aplomo.

- ¡¿Pero como pudo ser posible que sucediera esto durante nuestra ausencia?! – preguntó Yusuke desconcertado.

- ¿En donde se encuentran Hiei y Kurama? – Interrumpió Kuwabara algo inseguro – No estarás pensando en mandarnos a nosotros solos, ¿Verdad? –

- No te preocupes Kuwabara, nosotros también ayudaremos – respondió la voz de un chico desde una de las esquinas.

- ¡Kurama! – Exclamó Yusuke asombrado cuando se volteó y vio a su amigo, el cual les sonreía con agrado – No noté que estabas aquí –

- ¿Dijiste nosotros? – le pregunto Kuwabara buscando con la mirada a Hiei - ¿En donde está ese enano? –

- ¡¿A quien le dices "enano", Idiota?! – la fría y gruesa voz de un joven se dejo escuchar desde la esquina contraria a donde se encontraba Kurama.

- ¿En que momento entraron? – preguntaron al mismo tiempo Yusuke y Kuwabara.

- Llegamos hace rato – les respondió Kurama sonriendo con su acostumbrada sonrisa amable.

- Ustedes dos no dejan de sorprenderme – acepto Yusuke sonriendo divertido. A Kuwabara no le hacia gracia tener que trabajar con alguien como Hiei, pero sabia que el poder de este, era de gran ayuda en situaciones difíciles.

Kurama le devolvió la sonrisa a Yusuke, mientras que Hiei, por su parte, solo hacia una mueca de fría indiferencia y se volteaba hacia otro lado, y Yusuke, que ya lo conocía bien, sabia que era su forma de expresar que también le daba gusto (Aunque pensaba que Hiei era una persona difícil de comprender...)

Una vez que el equipo Urameshi estuvo reunido de nuevo, Koenma se levanto dispuesto a explicarles.

- Lo que ustedes vieron, son los papeles que muestran un registro sobre los espíritus de demonios (ya muertos) que han sido capturados... – aquí, Koenma hizo una pausa y contempló a los 4 chicos, pero como ninguno habló, continuó su explicación – Esto se debe a que alguien los venció mientras ustedes estaban en el Torneo De Artes Marciales Oscuras –

- Déjame ver si comprendo – le interrumpió Yusuke que comenzaba a entender lo que Koenma quería de ellos – Lo que quieres que hagamos, es que averigüemos quien destruyó a estos demonios, ¿No es así? – Koenma asintió en silencio.

- ¿Pero por que quieres saber quien fue?, si al fin y a cabo, nos hizo un favor al derrotarlos – inquirió Kuwabara confundido.

- En eso tenés razón, pero ¿que tal si ese sujeto es otro demonio y maligno? Además, si esta en este lugar, podría ser peligroso ya que podría causar algún daño a la ciudad – reflexionó Yusuke, comprendiendo a lo que Koenma trataba de llegar.

- Entonces, ¿Por donde comenzamos? – pregunto finalmente Kurama, quien al igual que Hiei, había estado haciendo un papel mudo en esta conversación.

- Aquí – dijo Koenma señalando con el dedo, un punto en el mapa que había sobre el escritorio – Es el templo Higurashi –

- ¿El templo Higurashi? – repitió Yusuke, a quien aquel nombre se le hacia conocido.

- Si, es ahí en donde aparecen los demonios. Si no me equivoco, debe haber un portal que une este mundo con el Makai, y es así, como los demonios logran atravesar – Koenma ya había aclarado las dudas del equipo, así que había llegado la hora de marcharse.

- ¡Muy bien equipo, vayamos entonces! – Dijo Yusuke emocionado, pero Kuwabara, quien no parecía nada contento, le detuvo de brazo.

- Urameshi... ¿Y la escuela? Teníamos examen a la primera hora, y no lo presentamos – la alegría se esfumó inmediatamente del rostro de Yusuke.

- De eso no se preocupen – intervino Koenma – Ya solucioné ese problema mandando unos avisos de que estaban enfermos y que no podrían asistir por el momento hasta nuevo aviso – Yusuke y Kuwabara intercambiaron miradas de confusión.

- ¿Y por que no nos avisaron?, ¡Estábamos MUY preocupados! – le espeto Yusuke a Koenma con enojo.

- ¡Pero si le dije a Botan que les avisara! – se defendió Koenma que comenzaba a sudar frío. Yusuke y Kuwabara se volvieron a Botan mirándola con cara de pocos amigos.

- ¡Lo siento chicos, lo olvide por completo! – respondió inmediatamente Botan, mientras se rascaba la nuca y sonreía nerviosa.

Continuará…

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