Hola riderz! Me estuvieron pidiendo que actualizara o escribiera algo nuevo, pero para serles sincera he estado trabajando muy duro un un libro que sueño con publicar cuando sea grande. Es por eso que deje del lado los fanfiction y resultó que,cuando quise escribir no tenía ideas. Espero que les guste este FIC que escribí para ustedes.

LA MAS HERMOSA DECEPCIÓN

Peeta y yo pasábamos por una leve crisis matrimonial, para ser exacta, era la primera crisis matrimonial que teníamos desde que nos casamos cuando cumplí 19.

Es duro, si lo es, y tampoco tenemos a nadie que nos apoye en esto.

El problema número uno (mas bien el único) es: El quiere tener hijos y yo no.

-¿Sabes Katniss?- intenta convencerme, -He leído en un blog de mujeres que al principio todas están nerviosas pero insisten en que todo el dolor y las molestias del embarazo se aplacan cuando sostienen a sus bebes por primera vez-

Me sonrío entre dientes. No se exactamente que intente diciéndome este tipo de "alientos" todos los días, pero yo, YO, la dueña del vientre, no quiero tener hijos nunca.

Delly la amiga de Peeta nos visita con una canasta de frutas tropicales una mañana cualquiera.

Peeta se levanta rápidamente de la cama, se viste como puede y baja a abrirle la puerta mientras yo todavía reposo entre las sábanas con el cuerpo desnudo. Escucho un par de risas y se que es momento de bajar. Tomo del suelo la camisa de Peeta, me la pongo encima y bajo el cabello todavía alborotado a saludar.

Delly me observa de pies a cabeza. –Katniss…-murmura. -¿No quieres cambiarte?- me pregunta con la mirada fija en mi pecho. Sí, se transparenta todo lo se, ¿qué mas da? Estamos entre mujeres.

-Luego- respondo sonriente.

-Bueno, como quieras- me sonríe. –Yo solo pasaba a traerles un poco de fruta-

-¿Con que motivo?-

-Ah…- se ruboriza. –Nada mas pasaba- Y casualmente pasaba con blush en las mejillas y un vestido ceñido a su regordete cuerpo.

-No era necesario- respondo firme. El ambiente esta tenso.

-Yo lo se pero… -luce intimidada, -Pensé que tal vez necesitaran un poco de dulce a sus vidas-

-Estamos perfectos Delly-

Peeta da un paso hacia mi y me abraza para que me calme. –Katniss mi amor- se excusa, -Solo son un detalle amistoso de Delly-

-Huy si amistoso, claro- le pellizco el brazo. Yo se perfectamente las intenciones de Delly para con Peeta, y no son muy dignas que digamos.

-Katniss en verdad… solo quiero agradarte- de disculpa Delly

-Pues me agradarías mas fuera de mi casa-

Ella asiente con la cabeza. Toma su bolso y sale sin decir palabra alguna.

-No deberías ser tan grosera Katniss- comenta Peeta. –Delly solo intenta ser buena contigo-

-No le creo nada-

-¿Sabes Katniss? Antes no eras tan grosera. Extraño a esa Katniss tímida y cuidadosa que solo quería salvar personas y no dañar a otras. A veces pienso que no estás enojada solo conmigo o con Delly, si no también con la vida-

"Enojada con la vida" Esa frase me dejo incapaz de contestarle, porque solo yo se el terrible secreto que mi cuerpo alberga desde hace ya un mes. La noticia me ha devastado desde entonces.

-Tal vez solo necesite comprensión- me quejo

-¡Tal vez necesites unas copas!- me grita

Lo miro a los ojos sin la fuerza de voluntad para no querer dañarlo, así que le doy un leve empujón en el pecho y me salgo de la casa.

-¡Espero que Haymitch tenga lo suficiente¡- grita desde adentro refiriéndose al licor.

La casa de Haymitch queda justo enfrente de la nuestra dentro de la aldea de los vencedores y sí, iré a visitarlo pero no tomaré. Todavía esto en un terrible dilema, ¿decirle o no decirle? Si le digo que estoy embarazada, entonces yo habría perdido la pelea contra el, él Peeta, saldría ganando gustoso con su hijo, en cambio, si no le digo voy a tener que deshacerme de este pequeño parásito que no hace mas que provocarme nauseas a cada rato y cortar mi periodo.

-¿Qué tal preciosa?- me saluda Haymitch tirado sobre la pestilente mesa de su casa.

Hago a un lado un par de botellas vacías del sillón y me siento angustiada por un rato. Recargo mis codos sobre mis rodillas y mis manos sostienen mi cabeza. ¿Decirle o no decirle?

-¿Ahora que preciosa?-

-Haymitch, dime tu como hombre; cuando eras joven, ¿qué era lo que mas querías?-

-Una zorra- me responde automáticamente

-¿A parte de eso?-

-Que esa zorra me diera una criatura-

- Y no conseguiste ni a la zorra ni a la criatura ¿cierto?-

-Una si, otro no-

Levanto la cara impresionada. -¡¿Tuviste novia?!-

-Novia novia… así tal cual una novia formal no. Tuve mas bien un amor que me cambió por otro hombre-

-Y…- me detengo al escuchar el sonido de la puerta abrirse de golpe

-Katniss perdón- dice Peeta entrando hacia mi y se arrodilla. –No fue mi intención gritarte, perdón-

Unas cuantas lagrimas caen de mis ojos y resbalan por mis mejillas.

-Katniss..- susurra limpiándome una de las lágrimas con el pulgar de su dedo. –Solo abrázame- me pide tomando mis brazos y colocándolos por su espalda.

Haymitch toma su botella y camina lejos de nosotros. Aun lo escucho decir entre dientes –Esto es enfermizo-

-Katniss esto fue… solo un gran error- se queja Peeta agobiado. –Nos amamos ¿no es así? Es lo único que importa después de todo. Y si estás celosa de Delly lo entiendo, es porque me amas, es muy normal. Así, igual reaccionaría yo si Gale viniera a traernos regalitos a la casa-

-Peeta no es eso- muevo la cabeza mientras el me agarra nos cachetes.

-Te amo Katniss- dice sujetando mis manos.

-Yo también-

Se levanta un poco para darme un beso en los labios que me calma mucho y luego me abraza. –Tal vez deberíamos ir a la casa-

Asiento con la cabeza y ambos regresamos tomados de la mano para guardar calor de la nieve que nos rodea.

Peeta sirve chocolate caliente para ambos, prende la chimenea con un poco de leña y me deja poner los pies sobre su regazo mientras vemos la televisión.

Todo sigue bien por al menos un mes mas cuando salgo de la ducha y comienzo a observar mi vientre al espejo. Sé que tengo que tomar pronto esta decisión, con suerte teng semanas para tomarla y asegurarme que sea lo mejor para ambos.

Peeta entra de golpe al cuarto y yo inmediatamente me cubro con la toalla el cuerpo. Peeta se ríe.

-¿Desde cuando te da pena que yo te vea desnuda?-

Me sonrojo. No es mi cuerpo, es mi vientre le diría. Sin embargo me quedo callada.

-Fui a la farmacia- dice. –Compré vitaminas, mas condones, bicarbonato de sodio para mis pasteles y… no te compre toallas femeninas porque… vi que todavía tienes-

-Está perfecto mi amor- respondo tensa. Debí de haber escondido algunas toallas, tirarlas a la basura, deshacerme de ellas, ¡lo que sea! Con tal de que Peeta pensara que estoy reglando con normalidad.

-¿Te sientes bien Katniss?- me pregunta curioso acercándose a mi

-Nunca me he sentido mejor-

-¿Segura?-

Le piso los pies y dejo caer mi toalla al mismo tiempo que lo beso. –Segura-

Suelta la bolsa de cosas que compró y me rodea con sus brazos al mismo tiempo que comienza a besar mi cuello.

-Me encanta ver tu cuerpo- susurra. De pronto deja de besarme y pone distancia entre nosotros con sus brazos. No quita la mirada de mi estómago.

-Estás inflamada…- murmura dudoso

-Estoy reglando- le respondo inmediatamente.

Peeta sonríe y me recuesta con delicadeza sobre la cama. Me desespero por quitarle la camisa y el se quita el resto. Pronto, siento su miembro erecto chocar contras mis desnudas piernas. Me abraza con fuerza para rodar por la cama y besarnos como si fuera la última vez que pudiéramos disfrutar de los labios del otro.

-¿Recuerdas nuestra primera vez?- me pregunta sonriendo.

-Fue una tarde lluviosa- le respondo.

-La tarde lluviosa mas hermosa de mi vida sin duda alguna- procede a penetrarme.

Primero despacio y con calma. Lo saca, respira y lo introduce con paciencia hasta el fondo haciéndome gemir débilmente, pero una vez que entramos ambos en calor el ritmo se vuelve mas constante y cuando está a punto de liberarse completamente en mí, estira la mano al cajón del buró para sacar un condón pero está vez todo ocurre a destiempo.

Justo cuando sujeta el condón abierto entre sus manos me siento totalmente inundada por su esperma en mi cuerpo. Levanta la mirada para ver mi reacción. Sé que esto de la eyaculación no es algo que el pueda controlar. Puede predecir cuando viene pero no calcular el momento exacto en que suelta todas sus semillas dentro de mi.

Un silencio incómodo invade nuestra habitación. Ambos nos miramos asombrados aunque el mas que yo.

-Perdón, perdón- es lo primero que se le viene a la mente y saca su miembro de mi. –No pude…- titubea. –Perdón-

Le sobo la mejilla con la mano y sonrío. Creo que he tomado mi decisión. –No te preocupes-

-No… ¿estás molesta?-

-¿Molesta por que?-

-Porque…- le tiembla la voz. –Cuando mi esperma llegue a tu…- lo callo con un beso; pero entonces vuelvo a cambiar de opinión y retiro mi decisión.

-Estoy reglando, es… técnicamente imposible Peeta. No hay de que preocuparse-

Calmo sus nervios con mis palabras, cambio su cara de aflicción a una sonrisa y desliza su lengua hasta mi parte íntima e introduce su lengua dando pequeños mordisquitos con los dientes por mi delicada y sensible zona.

Mis gemidos aplacan el silencio de la habitación pero mi cerebro sigue trabajando. Por un minuto en verdad sentí la necesidad de decirle que no se preocupara por el condón ¿qué mas daba? De todos modos ya estaba embarazada, pero luego me arrepentí. Debo pensarlo mejor y no dejarme llevar por mis impulsos del momento.

Después de un momento sube su cabeza y la deja reposando sobre mi estómago, como si escuchara algo. Si tan solo pudiera decirle que me duele sentir su cabeza justo allí…

-¿Te imaginas?- pregunta ilusionado

-¿Qué?-

-¿Que algún día pegue mi cabeza para sentir la patadita de nuestro hijo? Imagínate lo lindo que sería… poder hablarle a tu bebe a tan poca distancia-

-Sí…-titubeo. –Debe ser… "lindo"-

Peeta sonríe prestando atención a los sonidos de mi estómago.

-¿Qué ocurre?- pregunto

-Nada es solo que… ya quiero que llegue ese día-

Me gustaría decirle cursimente: "No tienes que esperar a ese día Peeta pues ya ha llegado. Estoy embarazada". Pero no, solo me quedo callada.

Mientras el prepara el desayuno yo me deshago de algunas de mis toallas femeninas y las hecho limpias al bote de basura.

_FIN DEL CAPÍTULO 1_

¿Les gustó? ¿Que sugieren para el siguiente capítulo? Calculo un total de 3 capítulos para esta historia. Dejen su comentario diciéndome que les pareció, si les gustó o no. Sus comentarios me alientan a seguir escribiendo.