Hey! de nuevo aqui... hoy no diré mucho..salvo ¡Gracias! se ve que soy nuevamente aceptada xDD

espero les agrade, como a mi...

*Antecesor de "Coqueteo" Puede dejarse como Mini One-Shot o seguir la futura secuela.*


Ok, de acuerdo…. las cosas no habían empezado del todo BIEN, ya habían tropezado las primeras fricciones y malos entendidos. Apenas llevaba dos semanas viviendo ahí y ya se hacían escuchar los gritos provenientes de la garganta terrestre y de la real. Claro como en la "C.C." era todo un circo… a veces solían decir que eran… parte de un experimento… por eso nadie se extrañaba.

"Detente ahí y vamos a aclarar esto."- decía la figura femenina posada en jarras mientras caminaba tras el guerrero-

"¿De qué estás hablando?"- mientras se detenía y tomaba su pose habitual de brazos cruzados-

"Tenemos algunas reglas, Vegeta".

"¿Qué has dicho?"

"Ya me has oído."

"¡Hmp! No voy a seguir ninguna regla que decidas hacer, idiota. TÚ seguirás mis reglas, NO al revés."

VEGETA!"- replicaba -

ONNA!" -imitaba. -

"Maldita sea, eres una…"- tomo autocontrol unos segundos,¡carajo! Esta mujer podía ser desesperante, parecia que le gustaba observar brincar las venas de su frente. ¿Acaso así eran todas las terrestres?. Diablos… ¡Pobre de aquel idiota que termine enredado con ella!.

"No hay ninguna regla que poner en práctica o que se pueda hacer cumplir, ¡ yo no nací para seguir ordenes, nací para demandarlas! -¿quería guerra verbal esa mujer? ¡La iba a tener.!

"¡JA! ¿Y que el joven príncipe NO tiene modales? - El provenía de la realeza, ¿no? Tenia que comportarse debidamente.

-hizo caso omiso a las palabras, - ¿por qué debo molestarme en obedecer? - respondiendo con otra pregunta.

"¡Debido a que va a facilitar las cosas a los dos, Vegeta!"

"Oh… ¿En realidad lo crees?"-puso su mejor cara de desentendido. Eso lo dudaba, estaba empezando a notar que esa mujer podía ser demasiado estratega, como el… -

"Sí, de verdad. "

"te… escucho..- decía aun no muy convencido -

Perfecto… empezaba a "domar" a la fiera, faltaba que se dejara amaestrar- Bien. Tenemos que llamar antes de ir al baño o antes de que cualquiera de nosotros entre a los demás dormitorios, no estamos acostumbrados a irrumpir la privacidad de alguien"

Vegeta levanto la ceja- "¿Irrumpir? ¿ Por qué he de irrumpir en sus dormitorios?"

Ella se sonrojó antes de cambiar rápidamente el tema. "¡Ese no es el punto!. Otra cosa… Por buenos modales y por que en esta casa habitan damas, yo no quiero que al pasar junto a tu habitación encontrar verte medio desnudo!

"¿EN VERDAD?".- por primera vez aparecía esa sonrisa retorcida que en el futuro la volvería loca-

"SI, DE VERDAD!"

Él de nuevo sonrió, pero levanto la voz- "Me niego a llamar a ninguna puerta, pero esta bien… voy a aceptar tu intento de preservar tu "sensibilidad virgen" por golpear antes de entrar en la sala de baño y mi dormitorio."

Ella lo miró con los labios un poco abiertos.. ¡pasmada por su cinismo! aunque impresionada por tan propias palabras. "¡OK! Si tu estás de acuerdo también, Vegeta. Esto lo hago por lograr que entres a dormir a una habitación decente "

"Estoy viviendo perfectamente cómodo en la cámara de gravedad, Onna. Tu padre le instalo una cama. Son tu madre y tú, las que insisten en que me mueva a la casa."

"La cámara de gravedad no tiene ni siquiera calefacción Vegeta!"

"¿Y? el frío no nos molesta a los guerreros Saiyajin"- afirmó en su habitual arrogancia.-

Bulma giró sus ojos azules. "Lo que sea, Vegeta. Segunda regla, limpiar después de tu bestial "entrenamiento" o de tus sagradas comidas, y ¡por favor! no dejes trozos de carne cruda en la cocina."

Él no la veía, miraba un punto fijo en la pared. -"Regla tres, no traer animales muertos en la casa.

¡Que barbaridad había dicho? ¿Tener la necesidad de cazar, ya teniendo estadía ahí? - "OH, por favor, Onna. No soy Kakarotto. ¡ Yo no necesito ir a tomar un poco de carne de jabalí para comer! Solo mientras viva aquí, tu madre empuja la comida hacia mí cada seis minutos."

Bulma no pudo evitar sonreír al recordar cómo su madre se presento ante Vegeta el primer día, aunque estaba exagerando sobre los seis minutos.

"Prosigamos. No se puede poner en peligro a mí o a mi familia".

Él frunció el ceño. "Voy a amenazar a quien yo quiera."

"Aggh… Bueno, TÚ no puedes perjudicarme a mí o a mi familia", se corrigió. "¡Y eso va para los 4!"

"¿Qué.. Tu bola de pelos también cuenta?- Resopló, cruzando los brazos sobre su pecho musculoso.

¡"Asi es! ¡Y no es ninguna bola de pelos, tiene por nombre Tamma!

"¡Hump! Lo que digas… Terminemos con esto. ¿Qué otras reglas de tontos consideras necesarias?"

"No hay sexo".- soltó sin más-

Él parpadeó. "Hn?" gruñó en una verdadera confusión, incapaz de hacer siquiera su habitual ceño fruncido.

"No mirar a escondidas de mí cuando estoy desnuda, o tratar entrar en el baño, sin pensamientos sexuales, y no tratando de meterse en la cama."

Él la miró con incredulidad por un momento largo, carburo ideas y sin sentirlo aunque quisiera, se sonrojo.- "¡MUJER! No seas ridícula! ¿Por qué iba yo a querer aparearme contigo?"

"Cada uno hace las NECESIDADES que tenga, pero no aquí! ", afirmó con confianza, aunque estaba obviamente ofendido, ya que él ni siquiera se apreciaba a la idea, ni se había cruzado por su cabeza antes.

"Yo necesito un hombre, si, pero no es este hombre al que tengo por inquilino", dijo sin voltear a verlo.

"Tu, mujer eres posiblemente, más arrogante que yo, pero ten presente que creo que ni siquiera me gustaría a mí bajar a hundir cualquier parte de mi cuerpo en el tuyo."

"¡BIEN Vegeta! "

"Pues BIEN mujer!

Ella se hizo oídos sordos, dio media vuelta y se tumbó en el sofá con una revista en mano. Él sonrió y salió de la sala encaminándose a su nueva habitación, que por cierto se encontraba junto a la de ella.

Tal vez en unos pocos días, habría que romper las reglas que había establecido apenas abajo. Después de todo, no le hubiera pasado por la mente, si ella no lo hubiera mencionado.

He aquí el problema: El hubiera no existe.

De repente, la idea le atraía y le sonrió.