Notas: Saludos gente bonita. Pues yo y Syn (vaya a mi profile y haga click en Syn) hemos continuado con el 'rol'. Hace un tiempo que quería escribir algo relacionado con vampiros. Sí, pensarán que en este tiempo es repetitivo el tema, pero desde antes de la saga Twilight que siento interés por ellos; son las únicas criaturas mitológicas que me agradan en serio. Bueno, la cosa es que después de Holding Hands convencí a Syn de que hiciéramos algo relacionado con vampiros (me costó considerando que a ella no le gustan) y armamos una historia y todo. Lo que van a leer a continuación tiene que ver con ésa historia (no sé si algún día Syn y yo decidamos subirla), se podría decir que es un "omake".

Debo decirles que acá tanto Naruto como Sasuke son vampiros. Naruto tiene más de doscientos años de existencia y encontró a Sasuke ya convertido (recién nacido, si les sirve) en Lower Manhattan días después del atentado del 11 de septiembre.

Sigo adorando al Sasuke que fluye de Syn, y creo que se lo dicho hasta el hastío pero considero que no es malo ;) Espero que piensen lo mismo que yo :)

¡Uf! Ha sido la nota más larga que he escrito antes, lo lamento. Por favor, disfruten de la historia.


Morder.

—Ya verás lo que un adulto es capaz de hacer, gruñoncito —aseguró Naruto con envidiable convicción.

— Lástima para ti que el único que se comporta como adulto soy yo, dobe

— ¿Qué dijiste, idiota? ¡Tú todavía ni nacías cuando yo vine al mundo!

— No necesito tanto tiempo para superarte. Hn.

— Además —sonrisa soberbia— sigo siendo más fuerte y rápido que tú—. Touché.

— Tsk, en poco tiempo alcanzaré lo que tú lograste en años.

— Siglos, Sasuke. Siglos. Y créeme que no te lo dejaré fácil —cejas contraídas de pura determinación.

— No te vas a dar cuenta cuando te tenga en el suelo. —sonrisa de lado—.

— ¿Ah, sí? Inténtalo—le desafió.

— ¿Dónde está la diversión si lo estás esperando? Disfruta las sorpresas, Naruto —. Se cruzó de brazos y sonrió con suficiencia—.

— ¿No será que te da miedo, enojoncito? —le pica la frente con el dedo índice— ¿Qué tal si me das esa sorpresa aquí y ahora?

— Hn —le agarró la muñeca y la alejó brutalmente de su rostro— ¿Qué tal si retrocedes tres pasos y dejas de respirar mi aire, idiota? —frunció las cejas, molesto.

— No veo tu nombre escrito en él —sonrió el Uzumaki con puya y luego le sopló en la cara con tanta fuerza que un humano hubiese salido disparado— ¿Qué tal si te bajas de las nubes? Estás muy alterado.

Con un enojo que no sabía que tenía, agarró del cabello de la nuca al rubio y jaló con fuerza hacia atrás, provocando que los ojos contrarios quedaran con la vista hacia el cielo— ¿Por qué no miras algo más que no sea yo por un segundo? Tienes una insana obsesión. —le soltó el cabello mientras bufaba.

Naruto rió con ganas.

— Perdona, no sabía que te ponía nervioso —fingió inocencia— Pero te daré crédito, tengo buena vista desde aquí —dijo apuntando el cielo— Ains, parece que va a hacer frío hoy para los humanos...

— ¿Nervioso? No. Es la poca costumbre de tener un acosador personal —habló lentamente y con sarcasmo mientras se alejaba del rubio para recuperar su espacio personal.

— Sí, claro —el sarcasmo bailó en su boca— cuando fui a buscarte al hospital escuche a algunas enfermeras hablando de ti. Hubieras escuchado todo lo que decían —entrecerró los ojos con malicia y puso voz de pito— "Pero si es tan guapo, da lastima que este en ese estado", "Si la situación fuese otra le invitaría a salir".

— La diferencia es que tú perturbas mi calma cada segundo —.Terminó la frase molesto, recordando que efectivamente en su vida había sido 'popular'. Lo había olvidado— Está bien que me encuentres guapo, pero vamos, ten dignidad. —la ironía le emanaba por los poros.

— Já —rió de mala gana—. Encuentro más atractivo a un oso que a ti. Además, son sabrosos —sus labios formaron una sonrisa soñadora.

- Hn… Eres un carnívoro primitivo en potencia, lo supuse—. Negó la cabeza con resignación, solo para molestar al rubio.

— Lamento decepcionarte —dijo con retintín—. Me gusta y atrae todo lo que tenga un olor interesante y si no fuera porque me viste sediento, te hubieras fijado que no suelo matar osos. Pero era eso o... nada —. Sus cejas se contrajeron de pesar como si un mal recuerdo le estuviese dominando—. Como sea, hablando de gustos —sonrió— voy a darme uno ahora mismo.

— Ve y date todos los gustos que quieras. Mientras más tiempo me dejes solo, mejor —. Puso sus manos en sus respectivos bolsillos y empezó a caminar a paso lento alejándose del rubio.

Naruto suspiró resignado y comenzó a quitarse la ropa con rapidez, dio media vuelta en dirección a Sasuke y echó a correr sin hacer ruido. Le cogió del cuello y le arrastró con él hasta la cascada que se hallaba a unos pocos kilómetros de ellos y sin dudar se lanzó con el Uchiha a cuestas.

Sasuke abrió los ojos ante la rápida acción; no se dio cuenta cuando su cuerpo fue estampado contra una gran corriente de agua, mucho más agitada en comparación al tranquilo lago de antes. Pateó al rubio en el estómago para que lo soltara, pero poca fuerza tenía al empezar a embriagarse con la adrenalina de las rápidas corrientes contra su cuerpo.

Naruto decidió soltarlo y previniendo una arremetida, nadó rápidamente alejándose. De su boca emergían burbujas gracias a que se estaba riendo.

El moreno nadó rápidamente en dirección a Naruto, por tener un lugar donde dirigirse más que nada. Le alcanzó en poco tiempo, y superó su velocidad por un par de instantes. Ya ni se acordaba de lo que habían estado hablando con anterioridad. Se limitó a sonreír de lado. Dejó de nadar y permitió que su cuerpo se lo llevara la corriente.

Al ver que no habían indicios de hostilidad, Naruto hizo lo mismo, pero a cierta distancia y con los ojos cerrados. Ah, no había nada como sentir el agua completamente desnudo.

En un arrebato, el neófito empezó a desabotonarse la camisa bajo el agua, sintiendo como le hacían un peso innecesario que no le permitía pensar bien. Se la quitó y se la llevó las aguas. Repitió lo mismo con los zapatos. Siempre puedo conseguir ropa nueva. O quedarme aquí para siempre, pensó.

Naruto abrió un ojo y se dio cuenta que Sasuke comenzaba a desvestirse. Vaya, menudo copión, pensó. Decidió suprimir la nueva idea que su cerebro le ofreció y giró para nadar y tenderse en la arena del fondo. Desde su posición veía pequeños peces nadando sobre su cabeza, algunos tan ingenuos y descuidados que le rodeaban o pasaban rozando su cuerpo. No tienen ni idea de que yo soy la amenaza más grande que tienen a un radio de kilómetros, pensó, no importa porque los pescados no saben bien, sonrió acariciando uno que se había posado en su vientre.

Por otro lado, cuando su compañero tuvo los pantalones en sus manos, los transformó en un nudo gigante y acercándose un poco a la superficie los arrojó fuera del agua, si tenía suerte caerían en tierra. No arriba de la cascada, claro, pero si a la base. Se dejó la ropa interior, y empezó a nadar bastante fuerte en círculos, casi formando una corriente y sin poder evitar una humilde sonrisa en su rostro.

Ah... se acaba la tranquilidad, pensó el rubio vampiro. Musitó un mudo adiós para el pececito que yacía en su estómago y comenzó a iniciar el regreso a la superficie. La verdad, en primer lugar había arrastrado a Sasuke con él porque el contingente emocional que se cargaba como neófito a veces le producía ansiedad y aunque sabía de métodos eficaces para desligarse de ella sabía también que Sasuke lo mataría si los probaba en él, de modo que le trajo a un lugar que con toda certeza le tranquilizaría. Él no necesitaba seguir ahí. Cuando salió del agua, sintió el tenue sol tocando su cuerpo expuesto. Era tan agradable luego de sentir el agua fría (congelada para un humano), que decidió tenderse de espaldas sobre una roca, estirando una mano hacia el sol, disfrutando del contraste entre ese amarillo y alegre sol y la casi trasparente y fría piel de su mano.

Pasaron un par de horas y el Uchiha seguía sumergido en el agua. Nunca había sentido tanta debilidad ante sus instintos, pero ahora le era imposible reprimirlos. Cuando su cuerpo sintió agotamiento físico, salió a la superficie, tanteando el suelo, sentándose en él y respirando aire a bocanadas, no por necesidad sino por mero reflejo. Sintió las gotas caer desde su cabello por todo su cuerpo, mientras su mente se empezaba a aclarar poco a poco— Ha... Ha... —miró a ambos lados, quizás el rubio esta vez si se había ido.

Una vez encontró sus pantalones, los vio totalmente inutilizables. Había dado por perdida su camisa y zapatos, calcetines incluidos. — Mh... —bufó mientras los tendía al sol, y la esencia del rubio extrañamente se coló por su nariz. Camino un buen rato hasta dar con aquel... cuerpo. — ¿Atentando contra la naturaleza? —bromeó sarcásticamente una vez le encontró, fijando su vista estrictamente desde el bien formado torso hacia arriba.

— Ya quisieras —bisbisó con los ojos cerrados—. Pero la verdad es que disfruto del sol, nada más. El calor se siente placentero —. Paladeó la ultima palabra con voz excesivamente ronca, casi galante, como si estuviese en plan de caza— Aunque, claro, hay cosas que generan más placer que éstas —insinuó en un suspiro con una sonrisa que quitaba el aliento.

El joven vampiro se quedó sin hablar por unos instantes, medio ido por la actitud extraña del rubio; le descolocaba un poco y le causaba cierta curiosidad—. Alguien como tú... —habló lento mientras se sentaba a un lado de la roca, mirando de frente al mar y sin voltear sus ojos al rubio— no sabe lo que es el real placer. ...

— ¿Quieres apostar? —. Fue lo único que pronunció y de un milisegundo al otro ya estaba al lado de Sasuke mirándole con interrogación.

— ¿Tienes algo bueno para ofrecer? —. Fijó sus profundos ojos negros en un instante y los clavó en los otros, con una sonrisa de lado esperando una buena oferta.

— Por supuesto.

— Dime entonces —acercó su rostro al del rubio, pasando su nariz superficialmente por los oídos, parte de las mejillas y levemente por sobre el cuello del otro— ¿Qué es el placer , Naruto? —susurró lentamente mientras se alejaba el mismo tiempo.

— Es simple y complejo —. Suspiró en su oído y bruscamente lo estampó en el suelo, quedando a horcajadas del moreno—. ¿Sabes cuál es el máximo placer que los de nuestra raza pueden sentir? ¿Puedes imaginar algo más exquisito que la tibia sangre humana? El placer, para nosotros, va más allá de todo lo antes concebido por la mente humana. Nada de lo que hayas vivido como humano, ni siquiera el sexo, puede con esto... —. Rozó la punta de su nariz con la de Sasuke—. ¿De verdad quieres experimentarlo?

— Mh...—. Entrecerró los ojos ante el repentino contacto, sintiéndose algo atrapado entre la poderosa presencia que emanaba el vampiro mayor; realmente le causaba...algo. No tardó mucho en descifrar lo que el otro quería, y aún en su estado de letargo juntó un poco más de fuerza de lo que pensó que necesitaba para voltear los papeles y estampar al otro en el suelo con algo de fuerza. Se sentó en su regazo y se inclinó hacia adelante para hundir su cabeza en la curvatura del cuello y el hombro del rubio—. Depende cual posición me toca... —. Sujetó las muñecas de Naruto a los costados de su cabeza, pero sabía que no estaba haciendo fuerza alguna.

Naruto soltó una risita complacida. Luego con facilidad volvió a revertir papeles.

— No, no —. Dijo en tono dulce, como si se estuviese dirigiendo a un niño—. No tan deprisa —musitó— tiene que ser muy lento... —. Sus ojos destellaron reflejando lo que su muerto corazón sentiría si fuese humano—. Lo hace más duradero —. Se inclinó sobre el rostro de Sasuke y rozó su nariz por la mejilla, aspirando su aroma e inconcientemente grabándolo en su sistema, su diestra se posó en el pecho del vampiro menor tanteando con cuidado y sus labios se presionaron en la clavícula pálida, acariciándola con su aliento. Luego, veloz, Naruto separó los labios, los colmillos emergieron gloriosos y se clavaron en el hombro de Sasuke. La sangre que invadió su lengua casi le hace gemir. Era amarga, tibia y espesa y su aroma parecía asfixiarle con dulce maldad. Antes de que la tentación de quedar bebiendo de su hombro le controlase, el rubio deslizó los labios ensangrentados por los del Uchiha, tan lenta y insinuantemente, hasta presionarlos en un beso casi inexistente. Se incorporó, la mano libre apresó la muñeca del otro que tenía alcance y se la llevo a los labios, untando los dedos con la sangre, rozándolos contra los colmillos hasta que un hilito de sangre fluyo del dedo índice. Naruto sonrió con ojos nublados en deseo y labios pintados de hemoglobina. Le miró intensamente y le ofreció su cuello al descansar la frente en el hombro ileso de su compañero.

Todo el cuerpo del neófito tembló ante tal movimiento, todo su cuerpo se calentó cuando sintió los colmillos adentrarse en su piel y ahora su nariz divagaba por el cabello del rubio. Se alejó un poco de él, cerró los ojos y deslizó su nariz por la piel expuesta del otro tal y como lo había hecho Naruto unos instantes atrás—. Nh... —. No pudo evitar el pequeño y casi imperceptible sonido. Todos sus músculos se relajaron, revirtió los lugares y se acomodó mejor en el regazo frente a sí. Su nariz viajó hasta la clavícula, luego sus labios tantearon varios centímetros de piel hasta decidir que punto le apetecía. Una vez encontrado, se relamió sin querer los labios y sus blancos comillos se enterraron sin mucha delicadeza en aquella piel. Gimió levemente una vez sintió el líquido inundarle la boca y bajar por su garganta, se sentía caliente y adictivo. Succionó un poco con glotonería, pero se detuvo antes de extraer más de lo necesario. Un hilillo de sangre resbaló hasta su barbilla, y se relamió los labios manchándolos aún más de rojo. Entreabrió los ojos y miró al rubio, acercando sus labios nuevamente a los contrarios, sintiendo la extraña necesidad de intercambiar sangre. Pero se contuvo, y sólo los rozó levemente mientras exhalaba un suspiro placentero que le delataba. Sintió un escalofrío recorrerle la dorsal, obligándolo a estremecerse.

Naruto tomó su rostro entre sus manos y cerró los ojos, suspirando su aliento fresco que mimaba las mejillas de Sasuke. Era la primera vez que se sentía tan a gusto, que entendía la expresión "Desmayarse de placer" que tanta veces había leído cuando hurgueteaba en la mente de los humanos. No es que fuese la primera vez que lo hacía, pero era la primera vez que sentía que no podía detenerse. Sus labios se posaron suaves en la boca de Sasuke, la presión que ejercían fue aumentando como pidiéndole que le dejara entrar a su boca, a lo que se sumó la lengua buscando rastros casi extintos de su propia sangre en esa boca tan llena y plena. Todo su cuerpo entró en calor, extraño para él, y sin darse cuenta le tumbó de nuevo sobre la áspera roca sintiendo gusto por el roce áspero y poco delicado del movimiento en el proceso. Enlazó sus piernas a las del Uchiha como si fueran sogas, firmes, demandantes y mientras esperaba el pase la lengua impaciente se tornó más insistente y hambrienta. Gruñó desde el centro de sus entrañas despertando una parte de su instinto animal dormido por siglos.

Sasuke gimió levemente al momento de entreabrir sus labios y dejar que toda la presencia imponente de Naruto se hiciera con él. Suspiraba extasiado mientras sus manos se aferraban a alguna parte del cuerpo del rubio que no pudo identificar bien. Empezaba a sentir como una nueva adicción se aprisionaba en la boca de su estómago al sentir tan gran demanda por parte del otro. Paseó su lengua hábilmente por la clavícula del rubio, el cuello, los hombros. Lamió levemente la herida que había marcado, de la cual todavía emanaba sangre, y succionó un poco deleitándose nuevamente con tal sabor. Gimió. Cerró sus ojos y volvió a unir sus nuevamente rojos labios con los otros, sin ningún rastro de sangre ya. No hizo intentos de invertir los papeles, sabía que no tenía oportunidad alguna. Los instintos animales del otro empezaban ha hacerle sucumbir y no se cansaba de ello.

— Sasuke... —. Gruñó estrujando su cuerpo. No podía, sentía que iba a perder la conciencia de si mismo, su raciocinio en cualquier segundo. Bajó con rumbo fijo a su cuello nuevamente, tan jodidamente tentador, pero esta vez no le mordió. Simplemente lamió la zona, cerrando la herida con su saliva. Se empinó a contemplarle, tratando de ver alguna señal que le mostrase que debía parar, pero nada fue lo suficientemente claro en su cuerpo laxo, sus ojos cerrados y sus labios, apetitosos, enrojecidos por la sangre intercambiada. Él parecía disfrutarlo. Mierda, masculló cuando volvió a abalanzarse sobre su cuerpo, enterrando esta vez sus colmillos en la parte posterior de su antebrazo, lamiéndolo como si se tratase de una paleta mientras su mano desocupada acariciaba sus labios entreabiertos. Una vez satisfecho volvió a besarle, a devorarle jalándole un poco del cabello para tener a su merced otro ángulo de su húmeda y embriagante boca.

El hilillo de sangre que calló por su antebrazo terminó despertándole más a Sasuke. Suspiró con placer en la boca contraria, devolviéndole el favor y respondiendo de igual modo. No era un beso, no lo parecía, era como si estuvieran buscando más sabores, más adicción. Se inclinó un poco contra Naruto, cambiando el ángulo y tomándole de la nuca para evitar que se separara de él. Podía sentir su propia sangre y se sentía extasiado—. Ah... —. No necesitaba el aire, pero se separó solo para tomar bocanadas que pudieran relajarle. Movió sus manos hasta los hombros del otro empujándolo un poco, solo para darse espacio suficiente para apoyar su frente contra el pecho del rubio, intentando calmarse mientras sus dedos ejercían bastante presión en su agarre.

— ¿Y? —interrogó el vampiro rubio con respiración agitada—. ¿Qué piensas ahora del placer ?

—Tch, dobe —soltó entre dientes el aludido.

Era claro que su concepto de placer había cambiado radicalmente y todo por morder.


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