Tras las sombras del Amor
Solo en mi mente persistías presente, pensándote todo el día yo me encontraba, asustada ante los pensamientos de que algo te haya pasado, aunque claro estaba tu de eso no estabas enterado.
Tanto tiempo pase mirándote, adorándote, cuidándote a escondidas sin que tú te dieras cuenta y ahora no puedo pedir que prestes atención a mí. Mas no puedo gritar a los cuatro vientos que eres el dueño de mi corazón hace tiempo.
Pero aun aquí estoy siguiéndote a sol y a sombra, cuidando que nada te lastime, que nada interfiera con tu felicidad.
Pero me miro y sé que tú interfieres con la mía, porque solo a tu lado sería completamente feliz, mas el silencio de mantenerme alejado hace que mi corazón no quiera vivir así.
Sin tan solo pudiera hacerte saber lo que mi corazón siente por ti. Lo que mis labios rezan por sentir el roce de los tuyos, lo que mis ojos se deleitan solo con verte y los que mis manos añoran sentir la suavidad de tu piel.
Dejo de lado mi sueño y te contemplo a través del cristal, ahí estás sentado en aquel sillón donde siempre te recuestas para distenderte, con tu vaso de ron y un libro en tu regazo.
Solo un instante me gustaría que tus ojos se alcen y miren a través del cristal y así pudieras hallarme y me invitaras a pasar.
Pero solo es un sueño, mas no sabes que existo, mas nunca me viste, mas solo fui una sombra en tu existir.
Quizás un Ángel guardián que aunque invisible esta aquí para cuidarte en tu caminar. Me enamore desde el momento en que te vi y me encomendé a ti para que tú fueras feliz, no fue algo que pensé hacer alguna vez pero mi vida se ato a la tuya sin compasión hacia mí.
Seguí mirándote mientras los minutos transcurrían, no me cansaba de ver como tus ojos recorrían las líneas escritas en el libro, ni como tus manos iban cambiando las hojas, como tus pies se mueven a al compás de la ansiedad y como tu pelo cae sobre tu cara dándote un porte informal.
Sabía exactamente cada una de tus expresiones, lo que indicaba cada una de ellas, sabía que te hacías el duro frente a otras personas pero en la intimidad de tu casa esas emociones congeladas se dejan entrever. Son en esos momentos donde mi corazón correría a tus brazos para demostrarte que no debes esconderte, pues no es malo sentir.
Pero aquí estoy del otro lado de cristal donde siempre permaneceré observándote, en silencio, haciendo callar a mi corazón a cada instante que quiere salir corriendo a ti, reteniendo aquellas lagrimas que cruzan mis ojos por no estar junto a ti.
No puedo hablar, no puedo declarar, no puedo mirarte a los ojos y confesar este amor que profeso hacia ti, pues en el instante que lo haga sabré que tu solo odio hacia mi tienes y mi corazón no lo soportara... porque nació para amarte.
Seguiré estando a la sombra, cuidando de ti, sabiendo que en ciertos momentos pierdo mi equilibrio al tenerte tan cerca y son en esos momentos en los cuales se que tu sabes que estoy aquí para ti. Aunque me buscas para cerciorarte y no me encuentras, se que en el fondo sabes que seré tu ángel, aquel que no dejara que nada te suceda, que estará presente para velar por ti.
Quizás, algún día, cuando junte el valor suficiente, seré capaz de salir de las sombras y decirte, aquí estoy, soy yo, la persona que siempre te amo.
Por ahora solo me marcho, dejándote en la paz de tu morada, con el corazón en mis manos y el silencio acompañando.
Este me gusta mucho!
jaja
espero que a ud. tambien
besitos
Guishe
