Mucho gusto queridos lectores, he vuelto con otro One-Shot de Miraculous Ladybug, me he inspirado después de ver el episodio Weredad, así que espero que lo disfruten.

Disclaimer: Miraculous Ladybug es propiedad de Thomas Astruc, la historia escrita aquí es completamente de mi propiedad.

Ahora sin más preámbulos, empecemos.


La noche en Paris era oscura, las nubes opacaban el brillo estelar de la luna, pero en recompensa, la Torre Eiffel deslumbraba en toda la ciudad junto con su séquito de pequeñas luces eléctricas provenientes de cada casa parisina. Hace no mucho que el sol se había despedido por el resto del día, y los turistas se acercaban para admirar una de las siete maravillas del mundo.

Cada ciudadano convivía en paz y armonía, pero no por eso los héroes responsables de esa paz podrían confiarse, razón por la cual se turnaban cada noche para el patrullaje, en este caso, Chat Noir era el encargado de dicha tarea, y desde que notó su debilidad después de haber luchado contra Tom Dupain, se aseguraría de mejorar tanto sus técnicas de combate como el tamaño de su fuerza, y en su mente navegaba la idea de aprovechar las clases de chino con el maestro Fu para pedirle algunas lecciones.

Saltaba de casa en casa, vigilando a cada ser humano hacer sus actividades de la cotidianidad, hasta que un suceso anterior regresó a su memoria: Marinette Dupain-Cheng expresando sus sentimientos; la idea de que fuera la primera persona en confesar tales cosas a Chat Noir de algún modo u otro emocionaba a Adrien, y cada vez pensaba más a profundidad en ello mientras seguía vigilando cada hogar. Era cierto, la única chica a quien había tratado de observar de otro modo a parte de su Lady era Kagami, pero ella no había logrado llegar al nivel de gusto que tenía el rubio por Ladybug, sin embargo, Marinette llegaba a su mente desde aquel día, y no podía evitarlo, aunque cada vez que ella llegaba a su cabeza siempre terminaba con la misma frase "ella es solo una amiga".

Cuando menos se dio cuenta, llegó a aquel balcón en el cual había abierto sus emociones hacia la pelinegra, y le llegó el recuerdo a la mente: ambos tenían el corazón roto, y aun así él decidió darle un momento grato a ella, aunque la sorpresa fuera para su bicho amor. Era un momento triste, que se convirtió en uno de sus recuerdos favoritos siendo Chat Noir, había confiado por primera vez en alguien.

— ¿Quién anda ahí?

Desafortunadamente sus pasos lo habían delatado, que sacaron a Marinette de su costura. La puerta del balcón se abrió dando paso a aquella chica de sus pensamientos.

—Chat Noir, ¿qué haces aquí? —preguntó la joven mientras se acercaba más al héroe.

—Patrullar —respondió el rubio con presunción.

— ¿Desde mi balcón? —se burló con aquella pregunta retórica; lo había atrapado por completo.

—Yo…

—Era broma, no exageres —rió Marinette al ver la cara del gato negro —. Me agrada tu compañía —, por muy orgullosa que pueda ser con respecto a los sentimientos de Chat Noir, Marinette no olvidaba aquella ocasión en la cual su héroe la había ayudado a olvidarse de aquel amargo sentimiento al ser plantada por Adrien, y eso le hacía sentir que podía confiar en él, por muy presumido que fuera, fue capaz de entenderla y darle apoyo.

—Creo que es algo obvio, todas quieren a este gatito —, y luego se arrepintió de haber dicho eso luego de escuchar la mofa por parte de él —. Es una bonita noche, ¿no crees?

—Si —, la pelinegra observó con maravilla el paisaje que le otorgaba la vista de su balcón, mientras el rubio, a pesar de que deseaba observar también la ciudad, sus ojos se posaban sobre la iluminada cara de su amiga; no podía evitarlo, era muy linda, pero al darse cuenta de eso, fijó de manera rapidísima sus verdes ojos en la ciudad, con un leve sonrojo en sus mejillas.

—Chat, me gustaría decirte algo —, volteó la mirada hacia su amigo.

—Este gato es todo oídos —, respondió con gracia señalando sus orejas gatunas. Marinette sonrió con ternura.

—La verdad es que…—, dudaba en decirlo, pero lo había practicado desde aquel día que Chat Noir la salvó; ya no quería más malentendidos —. Si soy una fanática tuya, pero me da algo de pena decirlo, no soy el tipo de persona valiente que quisiera ser, y cuando llegaste esa noche, yo sólo…entré en pánico…realmente lo siento mucho —agachó la cabeza, mientras Chat Noir la observaba sorprendido.

—No tienes porqué apenarte, Marinette —, sonrió —. Aunque no sintiera ese tipo de cosas por ti, no sé, me ilusionaba la idea de tener a alguien detrás de mí, sin embargo, me alegra que seas sincera, después de todo somos amigos, ¿no?

—Supongo que sí, lo siento por no haberte dicho la verdad, mi padre se puso como loco —dijo con incomodidad.

—No te preocupes, antes me alegra como tu papá quiere lo mejor para ti —, Marinette no pudo evitar reír con esa frase; ese gato negro nunca cambiará —. Pero supongo que alguien te gusta, ¿no es así?

La joven diseñadora de modas no pudo evitar suspirar.

—Bueno…hay un chico lindo en mi escuela…

— ¡Qué bien!, ¿y se lo has dicho?

— ¡¿Yo?! ¡Claro que no! —, exclamó con nervios.

— ¿Por qué? —preguntó extrañado —. Puedes confiar en mí —, dijo suavemente ofreciendo una sonrisa que denotaba seguridad y amabilidad.

—Bueno…tal vez yo no sea suficiente para él, es tan lindo, amable, y perfecto, y yo… —, la pelinegra volvió a agachar la cabeza.

—Tú eres mejor —interrumpió Chat Noir —, eres creativa, talentosa, amable, y siempre dispuesta a ayudar a los demás, si ese chico no te quiere, él se ha de perder a una chica tan hermosa como tú.

Aquello último no lo pensó, y ahora ambas caras se miraban sonrojadas y sorprendidas.

—Chat Noir, tú… ¿crees todo eso de mí? —, preguntó ella con incredulidad —. Nunca nadie me había dicho tales cosas.

—Bueno…sí, es la imagen que tengo de ti, aun así, deberías intentarlo con toda seguridad, quien quita que ese chico no esté ciego y te dé una oportunidad.

—Gracias —, fue todo lo que pudo responder Marinette; sin duda alguna, Chat Noir la había dejado sorprendida y un poco confusa, ahora se preguntaba "¿por qué me sonrojé?", y aunque se despidieron después, y el resto de la noche planeó como decírselo a Adrien, el gato negro no salía de su mente, como la hacía reír y sonreír, como le había dicho con emoción todo lo que veía en ella, no podía evitar recordarlo todo, sin embargo, aquel pensamiento concluyó con la frase "gato tonto", y siguió planeando su confesión.

Al día siguiente, las clases habían transcurrido en su normalidad, y al terminar el horario escolar, Marinette fue por sus pertenencias en su casillero, y luego buscó a Adrien con toda prisa, hasta encontrarlo a punto de entrar en el auto de su guardaespaldas.

— ¡Adrien! —, gritó la pelinegra bajando las escaleras con prisa, hasta llegar a su destino.

— ¿Qué pasa Marinette? —, preguntó confundido.

—Yo tengo algo que decirte, he querido hacerlo desde hace mucho tiempo y…no me iré sin confesarlo —se sorprendió así misma de no haber tartamudeado ante la mirada atenta del rubio.

—Está bien —, sonrió con dulzura y amabilidad —dímelo —, ante tal gesto Marinette se sonrojó, pero ya estaba ahí, ya no se rendiría a esas alturas.

—Adrien…me cuesta mucho decirlo porque no sé cómo reacciones, pero tú…—, respiró hondo antes de continuar —. Me gustas.

De manera inmediata, Adrien recordó con amargura lo ocurrido la noche anterior siendo Chat Noir, y se sintió como un completo tonto, "¿cómo fui tan tonto para decirle ese tipo de cosas?" se preguntó constantemente en su mente, y su rostro no dudó en delatarlo con un sonrojo.

—Yo…no sé qué decir —, notó en Marinette una mirada llena de sentimiento, y ahí supo que era completamente cierto, y completamente diferente a cuando se lo dijo a Chat Noir.

—No tienes que responderme si no quieres —, apresuró a decir la joven al notar el semblante serio de su compañero. Adrien, por su parte, había durado los últimos días tratando de negar que veía algo más allá en su amiga, pero solo lograba pensar más en ella, sin embargo, lo vivido con Ladybug era bastante, y recordar a su mariquita lo hacía sonreír, ser tan decidida, fuerte, valiente y creativa fue lo que lo cautivó, y sí, Marinette provocaba en él grandes confusiones, pero Ladybug ganaba su decisión en cada pensamiento, y esta no sería la excepción.

—Quiero responderte de una vez, Marinette, y ser sincero contigo —, la miró fijamente con suma seriedad, no creía que la rechazaría por segunda vez, pero en esta ocasión, sabía que le dolería, sin embargo, no tenía opción, deseaba más a Ladybug —. Eres muy amable, y tierna, pero mi corazón lo tiene alguien más, lo siento mucho.

Y ahí fue cuando Marinette sintió algo quebrarse por dentro, chocar con la dura realidad de las cosas, y darse cuenta de que sus esfuerzos no valieron. Sus amigas se encontraban escondidas viendo tal escena, y también se desilusionaron al ver la reacción de Adrien.

—Bueno…gracias por tu respuesta —dijo con la cabeza agachada —, aprecio mucho tu amistad, y cada detalle —, dijo sacando de su pequeño bolso aquel amuleto que él le había regalado en su cumpleaños.

Desafortunadamente para Marinette, alguien más había escuchado aquella conversación, y no dudaría en sacar provecho de ello.

—Pobrecita, la acaban de rechazar —dijo con burla Chloé mientras se acercaba hacia ellos.

— ¿Qué quieres Chloé? —preguntó la pelinegra con fastidio.

— ¿Acaso no sabes nada? —, fingió sorpresa —, ¿no sabe nada Adriencito? —, se dirigió hacia el rubio.

— ¿Nada de qué? —preguntó Marinette confundida.

—Yo soy la dueña del corazón de mi querido Adrien —, miró con maldad hacia su rival.

—Por favor Chloé, eso no me lo creo ni de broma, además, no estoy de humor para tratar contigo —, respondió la diseñadora con sumo enojo.

—Chloé, por favor ve…

—Pues créetelo niña—interrumpió el pedido de Adrien sin prestarle alguna atención —. Agradecemos tu sinceridad pero no nos interesa, ya puedes irte, por cierto, ya no necesitarás esto—, y sin que Marinette pudiera reaccionar rápido, la rubia le arrebató el amuleto que le había regalado Adrien, y para su tristeza, Chloé lo rompió y lo arrojó a unos cuantos metros de donde estaban.

— ¡No! —, gritó Marinette a punto de romper en llanto, y corrió para recoger el amuleto roto, y después de hacerlo, huyó lo más rápido que pudo del lugar, quería llegar pronto a casa para poder llorar en paz.

— ¡Marinette! — gritaron sus amigas luego de salir de su escondite, pero ella ya había huido de aquel lugar, y todas miraron con sumo odio hacia Chloé, quien se reía con descaro.

— ¡Espera Marinette! —, intentó detener Adrien inútilmente —. ¡¿Por qué hiciste eso?! —, se dirigió molesto hacia Chloé, pero ella ya se había ido con una sonrisa de satisfacción.

.

Al llegar a casa, corrió apresurada hacia su alcoba, y se sentó para llorar sobre su escritorio.

—Marinette, por favor no estés triste —, trató de animar Tikki saliendo de su pequeño bolso —. Sabes que Chloé es bastante cruel a veces.

—No es Chloé lo que me molesta, es el amuleto, el significado que tiene para mí —respondió viendo el regalo roto en sus manos —. No sirvió de nada tratar de ser valiente, siempre seguiré siendo una cobarde insegura —, dijo entre sollozos.

—Marinette…

—Quiero estar sola, Tikki —, dijo mientras hundió su cabeza entre sus brazos sobre el escritorio, y la kwami no tuvo más opción que dejar que se calme, y preocupada fue a descansar sobre la cama de su portadora.

.

—Un corazón roto por un desamor, y la oportunidad perfecta de vengarse —, se escuchó uno de los múltiples monólogos de Hawkmoth mientras la gran ventana de su guarida se abría, y todas las mariposas blancas se alzaban en vuelo alrededor de él. Una de ellas se posó sobre la palma de su mano, y con la otra mano cubrió sus alas con un aura oscura, y luego la liberó.

—Vuela mi pequeño akuma, y oscurece su ser —, ordenó el villano mientras el akuma volaba a través de la ciudad.

.

Finalmente llegó a su destino sin que Marinette pudiera notarlo, pues estaba tan ensimismada en su llanto que no notó nada extraño. La mariposa poseyó aquel regalo de cumpleaños roto que ella tenía en su mano, y al notar una presencia extraña en su mente, levantó la cabeza completamente asustada; Hawkmoth la había akumatizado.

— ¿Marinette? —, preguntó Tikki somnolienta mientras se levantaba para ver a su dueña —. ¿Está todo bien?

— ¡No!, ¡alejate de mi mente! —, la pelinegra se sacudía la cabeza desesperada —. ¡Vete!

—No tienes nada que temer niña, soy Hawkmoth, y te daré la oportunidad de vengar…

— ¡Sé quién eres y lo que quieres! —, interrumpió bruscamente —. No me controlarás —, pero por más que intentaba librarse de su enemigo, no podía.

—Marinette no te dejes vencer. Tú puedes contra él —, animó Tikki mientras la observaba desesperada; deseaba que el portador del miraculous de la mariposa desconociera el alcance de su poder.

— ¿Acaso no quieres vengarte de tu enamorado? —, preguntó retóricamente Hawkmoth, por más que lo intentara Marinette, él seguía comunicándose con ella tratando de persuadirla.

—Lo que quiero es dejes de hacer daño a la gente —, estaba otra vez al borde del llanto. La desesperación se apoderaba de su ser, y la impotencia inundaba sus sentimientos.

—Veo que no deseas colaborar, pero no desperdiciaré el potencial de tu tristeza. Me obedecerás te guste o no —, y dicho esto, Hawkmoth procedió a tratar de ejercer control sobre ella, causando un fuerte dolor de cabeza en Marinette.

— ¿Marinette? —, Tikki se asustó al ver como su portadora se retorcía de dolor en el suelo —. ¡Oh no! —. Su miedo era realidad; Hawkmoth sabía hasta donde podría llegar su poder.

Marinette luchó con todas sus fuerzas contra las de su enemigo, hasta que el dolor cesó, y aunque en su mente ella siguiera despierta, ya no tenía ningún control sobre su cuerpo; Hawkmoth había ganado la batalla. La pelinegra procedió a levantarse del suelo, y con la cabeza gacha, hizo saber a Tikki que había perdido. La kwami, espantada, huyó del lugar; advertiría al guardián de los miraculous sobre la gran amenaza que esto representaba.

—Cœur Brisé, traerás a Paris la desgracia y el sufrimiento, y me traerás los miraculous de Ladybug y Chat Noir.

—Sus deseos son órdenes, maestro —, y dicho esto, un aura oscura cubrió la figura de Marinette, y luego desapareció el aura dejando ver a una chica con un antifaz negro, su cabello recogido en un moño con cintas negras, un largo vestido color azul oscuro, y como arma, un cetro el cual llevaba en su centro el amuleto akumatizado. Ahora Hawkmoth llevaba el control de sus acciones, y estaría completamente dispuesto a obtener los miraculous.

.

Adrien se encontraba triste y silente mientras iba en al auto de su guardaespaldas, no dejaba de recordar con amargura lo ocurrido con Marinette y Chloé, y a veces no podía creérselo de su única amiga de la infancia, era cierto, como Queen B era una gran utilidad para el equipo, pero aún tenía muchos aspectos para mejorar como persona, y eso lo percibía bien, por otro lado, él no deseaba lastimar a Marinette, y verla triste solo lo hizo sentirse completamente culpable. "Lo siento, Mari", dijo para sus adentros, pero lo cierto era que también quería llorar, no era sencillo elegir entre dos maravillosas mujeres, pero lo había hecho, y aun así, la pelinegra no salía de su mente.

De repente, el auto frenó de golpe, y eso lo preocupó, abrió la puerta y al salir vio que ocurrió una de las cosas que temía: Hawkmoth había akumatizado a Marinette, y Cœur Brisé golpeaba a los ciudadanos con un rayo procedente de su cetro, haciendo que empezaran a sentirse tristes y a perder la razón, para convertirse en su ejército. Adrien empezó a correr lo más rápido hacia un callejón oscuro, y ya estando ahí, activó su miraculous y se transformó en Chat Noir.

— ¡Ven aquí, Marinette, y arreglemos esto de una vez! —, exclamó el héroe mientras trataba de acercarse a su contrincante, pero ella, al darse cuenta, con un chasquido de dedos ordenó a su ejército atacarlo y arrebatarle su miraculous, y cientos de parisinos se lanzaron contra Chat Noir, impidiéndole enfrentarla.

"Buen momento para aparecer My Lady", pensó mientras luchaba contra los ciudadanos tristes tratando de no hacerles daño, y aunque el gato negro tuviera algunas victorias, lo cierto era que lo superaban en número cien a uno, así que no le quedó de otra más que tratar de esconderse e idear un plan para capturar el akuma. Corrio y saltó impulsándose con bastón hasta que pudo esconderse detrás de un gran bote de basura de la ciudad.

—My Lady, ¿Qué estás esperando para aparecer? Recuerda que solo tú puedes purificar un akuma, ¡ven lo antes posible! —, dejó un mensaje de voz a Ladybug, y con o sin ella, debía planear algo para capturar al akuma y liberar a Marinette. Estaba dispuesto a salir a enfrentar a los civiles, hasta que una aguda voz lo detuvo.

— ¡Espera, Chat Noir!

Tikki apareció en frente del rubio sorprendiéndolo.

—Soy la kwami de Ladybug, y no hay tiempo para explicaciones —, agachó la cabeza —, Ladybug se encuentra indispuesta para luchar, así que esta misión es para ti.

—Espera, ¿por qué Ladybug no puede ayudarme? —, preguntó Chat Noir extrañado.

—Dije que no había tiempo para explicaciones, y así como confías en ella, debes confiar en mí —, el héroe se sorprendió ante el tono de voz de la kwami, era tan parecida a su Bogaboo tanto en actitud como en sus palabras.

—Y, ¿cómo se supone que purificaremos el akuma sin ella?

—No te preocupes, podemos mantenerlo encerrado hasta que aparezca Ladybug, además, no lucharás solo —, y después de decir eso, tres siluetas aparecieron detrás de Tikki, y Chat Noir comprendió de quienes se trataba: Queen B, Rena Rouge y Carapace.

—Bien, este es el plan —, susurró Chat Noir a sus compañeros, y después de hacerlo, los cuatro salieron a la ejecución.

—Buena suerte, y por favor, salva a mi amiga, Adrien —, dijo Tikki con un semblante triste mientras veía al equipo alejarse.

El ejército de Cœur Brisé crecía cada vez más, sin embargo Chat Noir, con la ayuda de sus compañeros, lograron inmovilizar a muchos de ellos, y mientras Rena Rouge y Carapace se encargaban de protegerse entre ellos, Queen B se encargaba de encerrarlos, amarrarlos, e inmovilizarlos, Chat Noir, por su parte, iría por Cœur Brisé; si quería que Marinette estuviera bien, quería ser él quien la salve, demostrarse así mismo que no es débil, y que sin importar haberla rechazado, él estaría para ella; ahí estaban una vez más esos pensamientos sobre ella, y su instinto protector crecía aún más, y para infortunio del gato, ese instinto crecía al grado de dar lo mismo que daría por salvar a su mariquita.

Después de localizarla y perseguirla, finalmente estaban frente a frente en medio de un callejón oscuro y vacío, había logrado acorralarla y ahora no la dejaría escapar.

—Terminemos con esto de una vez, Marinette —, dijo Chat Noir serio mientras sostenía su bastón en posición de defensa.

— Marinette se ha ido, te enfrentas a Cœur Brisé ahora —, respondió la villana, aunque Chat Noir, al escuchar su voz, notó un tono bastante neutral y monótono, nada propio de ella, y eso lo extrañó bastante.

—Basta de charlas Cœur Brisé, ¡ataca! —, ordenó Hawkmoth a su aliada, y cada movimiento que ejercía ella era completamente controlado por su líder. La pelinegra se avalanzó sobre Chat Noir, pero éste la esquivó, Cœur Brisé lanzaba rayos desde su cetro, pero todos y cada uno eran esquivados por su contrincante, y cuando el héroe se avalanzó por ella, se escudó con su cetro mágico, y empezó una lucha de choques entre cetro y bastón, Cœur Brisé atacaba fuertemente, pero Chat Noir contraatacaba bastante bien, hasta que cuando la villana se descuidó, Chat Noir terminó detrás de ella encerrándola con su bastón de un salto.

—Ya para por favor, Marinette —, el rubio la observaba triste —, esta no eres tú, ¿qué te ha pasado?

Cœur Brisé se encontraba tratando de librarse de su captor, pero en su mente, Marinette se encontraba tratando de recuperar el control desesperadamente, escuchaba cada palabra de su amigo, y mientras gritaba mentalmente de la desesperación, por un segundo obtuvo el control de sus ojos, y una lágrima pequeña pero perceptible se escapó de su ojo derecho, y Chat Noir al notarla, se sorprendió tanto que debilitó su agarre, haciendo que Cœur Brisé pudiera escapar.

"Maldito", repetía constantemente esa palabra la mente de Adrien, no conocía el alcance del poder de Hawkmoth, pero ver la lágrima no le traía ningún buen presentimiento; Marinette sufría en demasía, y fue ahí cuando finalmente se dio cuenta de lo que tanto trataba de negar: "Yo la quiero".

— ¡La ayuda ha llegado! —, se escuchó la voz de Rena Rouge cerca de donde estaban ellos, y frente a Chat Noir y Cœur Brisé se aparecieron los otros tres héroes.

—Bien Dupain-Cheng, es hora de que te rindas —, retó Queen B mientras se cubría con su trompo.

— ¡No se entrometan! —, gritó Cœur Brisé mientras se dirigía hacia los cuatro, aunque sin su ejército, no le sería sencillo a Hawkmoth obtener lo que quería.

Cœur Brisé mantenía una lucha agitada contra sus oponentes, pero de algún modo lograba derribarlos con varios movimientos de artes marciales, y en un momento crucial, Cœur Brisé se encontraba en un combate cuerpo a cuerpo contra Carapace, mientras que Queen B, Rena Rouge y Chat Noir trataban de levantarse para seguir con la pelea. Choques entre cetro y escudo se veían entre la tortuga y la villana, hasta que en un momento de descuido por parte del héroe, la pelinegra aprovechó el momento para lanzar fuera su escudo de una patada; ahora su contrincante estaba vulnerable, y ella no desaprovecharía el momento para lanzarle un rayo y convertirlo en uno más de su ejército de corazones rotos.

— ¡Carapace! —, exclamó Rena Rouge triste al ver como derrotaban a su novio, e inmediatamente fue a abrazarlo.

—Muy bien hecho Cœur Brisé, ahora quítale su miraculous —, ordenó Hawkmoth, y con un chasquido de dedos, Cœur Brisé atrajo a Carapace para que le entregara su miraculous.

— ¡No lo hagas! —, y antes de que el héroe embrujado pudiera quitarse su pulsera, Rena Rouge y Queen B lo sostuvieron fuerte para que no lo hiciera —. No reveles tu identidad, gran tonto —, dijo la heroína abeja.

—Sosténganlo, yo me encargaré de ella —, ordenó el rubio mientras volvía al combate contra la villana.

—Nada de eso, gatito —, y sin que Chat Noir lo notara, Cœur Brisé lo agarró de su cola, y le dio vueltas hasta lanzarlo no muy lejos de donde se encontraba, y ya cuando Rena Rouge y Queen B se estaban llevando a su compañero, la pelinegra usó su cetro para hechizarlas también a ellas, y Chat Noir, conmocionado por el lanzamiento, observó con susto como se quedaba sin equipo. Con otro chasquido de dedos, la villana hizo que los tres héroes se acercaran a ella para entregarle sus miraculous, sin embargo, Chat Noir reaccionó rápido, se levantó, y corrió hacia sus compañeros para embestirlos con su bastón, lanzándolos bastante lejos de donde se encontraban.

—No te dejaré ganar, yo te salvaré, Marinette —, se dirigió hacia ella con determinación, y aunque Cœur Brisé estuviera dispuesta a seguir luchando, lo cierto era que Hawkmoth se preguntaba porque aún no aparecía Ladybug; tenía una leve sospecha, pero no quería adelantar conclusiones.

—En tus sueños —, respondió ella mientras corría hacia él, y una vez más, un combate cuerpo a cuerpo entre Chat Noir y Cœur Brisé se presenciaba en aquel oscuro callejón, el héroe se encontraba cansado con su lucha, al igual que su contrincante, pero no se rendiría en salvar a la dueña de sus sentimientos. En un movimiento rápido, Chat Noir estaba forcejeando con Cœur Brisé por quitarle su cetro, pero ella de un movimiento al jalar con fuerza su cetro, logró atrapar la mano derecha de su contrincante, y sin dudarlo ni un segundo, agarró su anillo y lo retiró con fuerza, para acto seguido lanzar a su rival lejos de una patada.

—Adrien —, susurró con sumo asombro Cœur Brisé al darse cuenta de quién era el portador del miraculous de la destrucción, aunque en realidad el dueño del susurro era Hawkmoth, y Marinette, capaz de ser ella misma en su mente, fue testigo de aquella situación. Adrien se encontraba anonadado al haber perdido su miraculous, y al desesperarse por haber perdido la batalla, solo le quedaba gritar una cosa:

— ¡Ladybug, auxilio! —, las probabilidades de que ella apareciera eran nulas considerando que su kwami no le quiso dar explicaciones, pero ya no tenía ningún haz bajo la manga, perdió a Plagg, su miraculous, y ahora se encontraba completamente vulnerable ante su enemiga. Cœur Brisé, a pesar de estar sorprendida por tal revelación, acorraló a Adrien haciéndolo tropezar y caer de espaldas.

—Agradezco tu colaboración, Adrien, ahora dime, ¿dónde está el miraculous de la creación? —, preguntó la villana en un tono amenazante.

— ¡Basta! —, se oyó un grito cerca de ellos, y Adrien, al voltear la mirada, se dio cuenta de que era Tikki.

— ¿Tú?, ¿qué haces aquí? —, preguntó Adrien desconcertado.

—No hemos perdido aun, falta el miraculous de Ladybug —, respondió la kwami, mientras invocaba un mágico poder con sus manos —. ¡Amuleto encantado! —, y de aquel amuleto encantado salió un yoyo, el cual le recordó a su portadora.

—Toma —, le entregó el yoyo al rubio —, destruye su centro.

Adrien se levantó con algo de esfuerzo, y con todas sus fuerzas, lanzó el yoyo en dirección hacia el cetro de Cœur Brisé, destruyendo su centro, y dejando caer en sus manos el amuleto akumatizado; le dolía hacerlo, pero era por el bien de Marinette, así que rompió el amuleto, y de él salió el akuma. Marinette regresó a la normalidad, aunque se encontraba bastante cansada y traumada con la anterior experiencia.

— ¿Adrien? —, susurró sorprendida, no era ningún sueño lo que había presenciado siendo Cœur Brisé, era realidad la identidad de su enamorado. Estaba tan concentrada en él, hasta que vio como el akuma se alejaba volando, y al no tener fuerzas para esconderse, no le quedó otra opción, debía purificar al akuma.

—Tikki, ¡Motas!

Adrien quedó totalmente asombrado después de ver como Ladybug purificaba el akuma, se preguntaba constantemente "¿cómo no lo noté antes?".

— ¡Miraculous Ladybug! —, lanzó el yoyo al aire con sus últimas fuerzas —, motas fuera—, y luego se desmayó, dejando que el Miraculous Ladybug reparara todos los daños causados por el akuma.

— ¡Marinette! —, reaccionó Adrien al verla en el suelo, y viendo que ella aun sostenía en sus manos el miraculous de la destrucción, Adrien decidió tomarlo y transformarse en Chat Noir, cargó a Marinette en sus brazos, y decidió llevarla hasta su casa. Al llegar, la dejó acostada en su cama, "el Miraculous Ladybug debió haber curado sus heridas", pensó, y no pudo evitar encariñarse al verla descansar, volteó la mirada y observó aquel cuadro lleno de fotos suyas "y pensar que me enamoré dos veces de la misma persona", pensó el gato negro con una sonrisa, que se fue tornando poco a poco en preocupación, deseaba con todas sus fuerzas que su Lady mejorara. Después de observarla por un rato, decidió irse a descansar a la mansión Agreste.

.

—Ladybug no se equivocó al haber confiado en ustedes —, dijo el maestro Fu luego de que Alya y Nino le entregasen los miraculous del zorro y la tortuga.

—Dígame, ¿Ladybug está bien? —preguntó Alya preocupada.

—No te preocupes querida niña, ha purificado el akuma y ha vuelto a salvar el día —, respondió el maestro con una sonrisa.

— Y no pude verlo para documentarlo —, comentó la morena con un sentimiento de decepción consigo misma, mientras Nino la abrazaba con dulzura.

—Señor, ¿Chloé no le ha entregado su miraculous? —, preguntó Nino con curiosidad.

—El miraculous de la abeja se encuentra sano y salvo conmigo —, respondió el anciano aclarando las dudas —. Es hora de que se vayan, su amiga los necesita.

—Gracias por confiar en nosotros —, dijeron Nino y Alya al tiempo, y luego se fueron.

.

Chat Noir había vuelto a su hogar, se transformó y acto seguido se fue a dormir pensando en todo lo ocurrido en el día. Pasaron varios días luego de lo ocurrido con Marinette, y Adrien no había mantenido contacto alguno con su padre, nada raro para él, lo cual no le alegraba en nada, hasta que un día, mientras se encontraba practicando en su piano, la puerta de su habitación se abrió inesperadamente, dejando ver a Gabriel Agreste.

— ¡Padre! Que sorpresa —, comentó Adrien sorprendido.

—He venido a verte tocar —, se sentó al lado de su hijo para observarlo tocar el piano, y mientras veía cada movimiento realizado por los dedos de su hijo para entonar acordes y melodías, no pudo evitar fijarse en su anillo, era obvio, ya conocía su secreto, pero debía convencerlo de un modo u otro para obtener el miraculous.

— ¿Qué tal lo hice padre? —, preguntó Adrien emocionado; le agradaba la idea de tener tiempo de calidad con su progenitor.

—Bien —, observó fijamente a su hijo —. Adrien, llevas ese anillo puesto demasiado tiempo.

—Bueno…me gusta mucho —, respondió un poco nervioso, tratando de ocultar su identidad —. No veo el porqué de quitármelo.

—Se ve inadecuado con tu conjunto de ropa, eres un modelo, recuerda que velo por tu estética personal —, no paraba de observar los verdes ojos de Adrien que le recordaban a Emilie.

— ¿A qué te refieres padre? Me he tomado miles de fotos con el anillo y nadie ha dicho nada por él, ¿por qué armar un escándalo ahora? —, preguntó confundido Adrien; le era difícil a Gabriel obtener lo que quería.

—No lo repetiré dos veces, entrégame tu anillo —, Gabriel no deseaba dar explicaciones, y se limitaba a dar órdenes.

—Pues no importa cuántas veces me lo repitas, padre, no lo haré —, respondió el rubio desafiante —. Además, ¿por qué te importa tanto?

Gabriel se maldecía internamente; no era nada sencillo lograr que su hijo entregara el miraculous, así que decidió recurrir a la amenaza, sin dejar de mirarlo a los ojos.

—Hazlo, si no deseas más akumas en Paris — y Adrien se quedó boquiabierto con tales palabras, "¿cómo puede decir esas cosas?", se le ocurría una sola hipótesis, pero no deseaba arriesgarse.

—Tú…

—Sí, yo—, respondió su padre de modo cortante —, también sé lo que haces, así que por última vez, dame tu miraculous.

Adrien no podía creerlo, su padre lo había descubierto, y no solo eso, él era el responsable de tanto daño en Paris, "¿cómo es esto posible?" pensó, sin dejar de tener la mirada perdida.

—Adrien, basta de tanto capricho y dámelo.

— ¡Jamás! —, reaccionó al volver a oír a su padre, y salió corriendo de su habitación.

— ¡Adrien! —, exclamó furioso, pero era demasiado tarde; su hijo había escapado de casa.

.

Chat Noir corría y saltaba de casa en casa, queriendo tener un momento para pensar en todo, hasta que se posó en el techo de una casa, y se sentó para meditar. "Él era el Coleccionista", "¿se akumatizó así mismo?", "¿por qué hace todo esto?", no dejaba de meditar esas frases mientras trataba de no entristecerse, puesto que sabía que su padre, siendo Hawkmoth, no se detendría hasta encontrarlo, akumatizarlo y hacer que le entregue el anillo de la destrucción. Después de tanto dar vueltas al tema, de sufrir internamente por saberlo todo con respecto a su progenitor, Chat Noir llegó a la conclusión de que no importa quien esté bajo la máscara de Hawkmoth, "No dejaré que haga daño a nadie, y Paris estará bajo mi protección", pensó mientras observaba el cielo con suma determinación.

.

Marinette ya se había recuperado totalmente, y se encontraba reparando el amuleto que Chloé había roto.

—No sé qué pensar Tikki —, dijo mientras observaba triste su regalo de cumpleaños —, me ha rechazado dos veces por Ladybug, pero ahora sabe que yo soy Ladybug.

—No estés mal Marinette, te has dado cuenta de que Adrien si te quiere —, trató de animar la kwami —. Además, he visto cómo te enamoraste de Chat Noir antes de entararte de su identidad.

— ¡¿Qué?! —, la pelinegra se sonrojó de sobremanera —, ¿cómo dices esas cosas Tikki? Ese gato tan presumido, engreído y…sorprendentemente amable y lindo —, se sorprendió así misma al oír aquello último.

—Sigue, sigue —, dijo Tikki con una risa burlesca. Marinette suspiró en derrota.

—Vale, tal vez me haya fijado algo en él —, mantenía su orgullo intacto —, pero igual Tikki, siendo Adrien o Chat Noir, yo lo quiero, sí, aunque ese gato sea a veces un tanto insoportable, pero mírame, él me rechazó dos veces por Ladybug, y ahora que lo sabe, supongo que se ha decepcionado .

—No es así —, se escuchó una voz masculina detrás de Marinette, lo cual hizo que volteara la mirada y se asustara.

— ¡¿Qué rayos haces aquí?! —, se levantó de su silla rápidamente y se acercó a Chat Noir.

—Quería ver que estuvieras bien —, respondió el héroe —, me asustaste bastante cuando te desmayaste —, y fue ahí cuando llegaron los recuerdos amargos a la mente de Marinette, el hecho de que Hawkmoth la había torturado para obtener el control de sus movimientos no era nada agradable, estar encerrada dentro de sí misma sin que nadie la pudiera oír era aterrador, y sin meditarlo, Marinette rompió en llanto.

— ¡Lo siento, Marinette! —, se asustó el rubio e inmediatamente se acercó a ella y la abrazó de manera protectora —. No quería que te pusieras así, lo siento My Lady.

—Fue espantoso, yo luché, te lo juró, pero él ganó —, dijo entre sollozos.

—Tranquila, estando yo aquí, nada volverá a pasarte —, respondió con un semblante triste al recordar la identidad de su enemigo. Dejó que la pelinegra llorara un rato más en su pecho, hasta que las lágrimas cesaron —. ¿Ya te encuentras mejor? —, preguntó el gato negro tiernamente.

—Sí — se separó de su amigo —, gracias por preocuparte, ya puedes irte.

— ¡Espera! Vine aquí a hablar contigo de algo.

—Chat, no creo que haya algo que hablar —, agachó la cabeza —, al final no soy la chica valiente de la cual te enamoraste.

—Eso no es cierto, es por eso que vine — con su mano derecha levantó la barbilla de Marinette para que lo mirara a los ojos —. Marinette, desde que te rechacé el día que tu padre fue akumatizado, no he hecho otra cosa más que pensar en ti, y por más que tratara de evitarlo, no salías de mi mente —, Marinette lo observó sorprendida —, era bastante terco al admitirlo, porque mi sentir por Ladybug nunca se fue, y fue por eso que te rechacé siendo Adrien, aunque créeme que no fue para nada sencillo, y durante estos días solo tenía una frase en mente: "soy un estúpido" —, rió un poco luego de tal afirmación —, pero lo cierto es que nunca nadie me había preocupado tanto al ser akumatizado, te vi llorar y se me partió el alma, y cuando te traje aquí solo pensé en una cosa: "que alegría haberme enamorado dos veces de la misma persona".

—Chat Noir —, estaba completamente anonadada ante la confesión de su héroe.

—Si vuelves a decir que me has decepcionado, Marinette, no me quedará de otra más que enojarme contigo, porque no es cierto —, dijo mientras la miraba a sus azules ojos cada vez más cerca.

—Bueno, he de admitir que aunque como Adrien me gustaras demasiado, Chat Noir traía confusiones a mi cabeza. Fuiste la única persona que ha estado para mí cuando más lo necesité, y yo…creo que también me enamoré dos veces —, Chat Noir se sorprendio al oír la confesión de su mariquita, y nada podría quitar la felicidad que sentía en esos momentos.

—Valiente, creativa, audaz, inteligente, y hermosa — Marinette se sonrojó ante esas palabras —, ¿cómo no enamorarme de ti? —, susurró el gato negro mientras se acercaba cada vez más a la pelinegra, hasta que finalmente unió sus labios con los de ella en un tierno beso, se abrazaron mientras intensificaban la danza de sus labios, y durante un momento, ambos subieron al cielo, pues por fin habían cumplido sus sueños, se tenían el uno al otro, y eso era todo lo que importaba. Al separarse, chocaron sus frentes, y se miraron con ternura mientras se reían de la felicidad. Todo era hermoso, hasta que Chat Noir recordó lo que tanto le disgustaba: su padre. Si formaba un equipo con Marinette o Ladybug, debía ser sincero y prepararla a ella para las acciones posteriores de su padre.

—Marinette, debo decirte algo importante —, dijo en un tono serio mientras veía a su enamorada a los ojos.

— ¿Pasa algo malo? —, preguntó preocupada.

—Garras fuera —, se transformó en Adrien —, sé la identidad de Hawkmoth —, Marinette palideció al escuchar esas palabras —, tus sospechas eran ciertas, él es mi padre.

— ¡¿Qué?! —, el shock regresó a ella, no podía creérselo, Gabriel Agreste había sido quien la había torturado mentalmente, y eso le dolía —, no puede ser.

—Marinette, yo también reaccioné así al saberlo pero debemos…

— ¡Debemos detenerlo! No podemos dejar que cause más daño —, interrumpió alterada.

—Lo sé, Mari, hay que planear una buena estrategia, por favor cálmate, no quiero que te akumatice de nuevo —, volvió a abrazarla.

—Tienes razón Adrien —, suspiró, y luego correspondió el abrazo —, pero, ¿cómo vas a regresar a casa sabiendo eso?

—No me gusta la idea, pero debo hacerlo, debo ver para qué quiere los miraculous, además, sé cuidarme, no te preocupes.

—Prométeme que te cuidarás de él —, Marinette apretó el agarre de su abrazo, no quería dejarlo ír, pero sabía que debían averiguar cómo detener a su enemigo.

—Lo prometo.

.

—Señor, ¿no va a buscar a su hijo? —, preguntó Natalie mientras se acercaba a su jefe, quien se encontraba contemplando con melancolía la estatua de su mujer en el jardín de la mansión.

—Él sabe que debe regresar —, respondió Gabriel de manera cortante.

—Y ahora que lo sabe, ¿qué hará? —, preguntó la pelinegra confundida.

—Adrien debe entender el porqué de mis acciones —, agachó la cabeza triste, recordando a su esposa —, cuando vuelva a ver a su madre, comprenderá.

—Usted sabe que yo lo apoyo en cada decisión, señor —, Natalie apoyo su mano en el hombro de su jefe al notar su tristeza —, así me cueste la vida —, Gabriel alzó la mirada y observó fijamente a su asistente.

—Gracias.


Bien queridos lectores, esto es todo.

Espero que hayan disfrutado de este One-Shot, no sé, después de ver el episodio Weredad, me dieron ganas de salvar el MariChat XD ¿qué puedo decir? Me agradan bastante :3

En fin, sin más que decir, me despido.

Att: LauSeg.