LIBRO UNO: Helena
No te quiero sino porque te quiero
y de quererte a no quererte llego
y de esperarte cuando no te espero
pasa mi corazón del frío al fuego
Te quiero sólo porque a ti te quiero
te odio sin fin y odiandote te ruego
y en la medida de mi amor viajero
es no verte y amarte como un ciego
Tal vez consumirá la luz de enero
su rayo cruel, mi corazón entero
robándome la llave del sosiego
En esta historia sólo yo me muero
y moriré de amor porque te quiero
porque te quiero, amor a sangre y fuego.
Soneto XLVI
Pablo Neruda
Prólogo:
Este era el fin de mi vida, y lo sabía, aun así no estaba asustada.
Pero si me preocupaba por el dolor que tendría que soportar mi familia; también me preocupaba por lo que diría él, cuando se enterase de mi muerte.
Mi muerte, mi muerte; lo repetía una y otra vez en mi cabeza, esperando que llegase el miedo y el terror, la tristeza y la desolación… Pero no sentía absolutamente nada.
Aunque si podía sentir el dolor de mis huesos al quebrarse; y el dolor interno cuando alguna que otra costilla rota me perforaba, quizás, algún órgano.
Cerré mis ojos, y lo visualicé a él, sonriéndome; como cuando todo estaba bien…
