Hola a todos/as, este es mi primer fanfic de Crepúsculo.

Disclaimer: Ningún personaje me pertenece, solo la trama es mía y no recibo remuneración alguna por escribir. Lo hago por diversión mía y se de mis posibles lectores.

Prologo:

Isabella Swan es una chica normal, tiene una madre caprichosa e inmadura. Y un padre sobre protector y algo tímido.

Por eso cuando Reneé se empeña en irse a vivir a Florida con su nuevo y joven esposo, Bella decide ir a vivir con su padre.

Llega al pequeño pueblo donde todo es verde y conoce a una familia muy especial.

Comienza una amistad con los Cullen, con la pequeña e hiperactiva Alice y su gigante hermano Emmett. Rosalie aunque algo severa e intimidante logra entrar en el corazoncito de Bella como su propia hermana, e incluso Jasper el novio de Alice tiene un espacio importante en su vida.

Todo iba bien, hasta que el hijo prodigo vuelve a casa…

¿Qué pasara cuando el hijo favorito de Carlisle Cullen llegue a casa de la mano de su insoportable novia Tanya Grant?

Conociendo a los Cullen.

Llevaba dos días en Forks, y era la hora de ir al instituto y conocer lo que seria mi "calvario personal" en este diminuto pueblo verde.

Si no me había hecho un espacio en un instituto gigante dudaba mucho que aquí fuera distinto.

Deje mi Chevy "nuevo" en el aparcamiento, comprobé que muchas caras curiosas se volvían hacia mi. Al instante por supuesto mi cara tomo su acostumbrado tinte rojo. Salí tambaleándome mirando fijamente el edificio blanco que tenia enfrente.

Escuche varias risitas cuando pise mi cordón desatado y trastabille peligrosamente. Me agache a atarlo de nuevo.

Al volverme a incorporar suspire sonoramente y acomode mi mochila sobre mi hombro derecho. Podía escuchar las voces, murmullos, y risitas a mí alrededor.

"Tranquila Bella, es pronto para ponerse paranoica"

Me dije para tranquilizarme.

Me coloque el gorro del anorak impermeable y subí el volumen de mi mp3 para evadirme mientras iba a recoger mi horario.

La señora de la recepción era simpática, me hizo tranquilizarme un poco. Salí estudiando mi mapa, no me costo mucho memorizarlo, teniendo en cuenta que el instituto era muy pequeño. Comparado con el anterior al que iba en Phoenix.

Mi primera clase era Trigonometría.

Genial…nada mejor como una buena dosis de números para aplacar mis nervios.

Me dije irónica, la costumbre de hablar conmigo misma no podía decirse que fuera normal del todo, pero a veces era lo que mejor me funcionaba.

El profesor era joven, aunque bastante serio para mi gusto, normalmente odiaba a los profesores de las materias difíciles. Este no seria diferente.

-Hola-Dije al profesor, el me miro entrecerrando los ojos, quizás tratando de reconocerme-Soy…-

-Isabella Swan-Dijo el interrumpiendo mi presentación-Por supuesto la chica nueva-Anuncio en voz alta. Su nota burlona en la voz me hizo pensar en que efectivamente si, lo odiaría rápido.

Me indico mi mesa con un gesto sin volver a mirarme.

Camine hasta mi silla y deje la mochila en el suelo, con demasiada fuerza cabe aclarar, ya que el cincuenta por ciento de la clase se volvió para mirarme con curiosidad.

Saque mis libros y baje la cabeza, concentrada en mi libreta nueva. Soy de las que adoran el olor al papel nuevo cuando comienza el curso. De las que empiezan con el cuaderno pulcramente ordenado y en la mitad del trimestre se desespera y arranca las hojas como una maniaca.

-¡Ey!, hola-Un chico de pelo negro como el carbón se sentó a mi lado sonriendo de oreja a oreja-Soy Eric, tu debes ser Isabella Swan-Dijo mientras sacaba sus libros y los esparcía por la mesa.

-Llámame Bella-Odiaba cuando me llamaban por mi nombre completo, no se por que pero me hacia sentir vieja.

El sonrío, estaba feliz creo, por que mostraba todos sus dientes y parte de las encías.

El profesor comenzó la clase dejándolo con la palabra en la boca.

Comenzamos con unos ejercicios bastante fáciles, ya los había realizado antes, el tal Eric a mi lado intento seguir parloteando. Pero cuando el profesor lo fulmino la segunda vez con la mirada desistió, encogiéndose algo en su asiento.

Cuando sonó la campana casi corrí hasta la salida.

Digo casi por que con mis dos pies izquierdos correr era una tarea bastante difícil.

Mire mi horario.

¡Oh no, horror!...clase de gimnasia.

Gemí imperceptiblemente mientras me preparaba para el desastre.

Entre a los vestidores femeninos y comencé a sacar el uniforme.

Una chica rubia de ojos castaños claros comenzó a parlotear a mi lado, creo que se llama Jessica, no preste mucha atención. Tenía más interés en compadecerme con mi suerte.

Desde que llegue a Forks no he hecho otra cosa, comienzo a odiarme a mi misma por ser tan quejica.

-Hoy jugaremos voley en grupos de cuatro-Dijo el profesor, un hombre calvo y de pequeños ojos negros y húmedos. Algo rechoncho para ser profesor de gimnasia me dije.

Todos mis compañeros comenzaron a ponerse por equipos, yo me encogí en la esquina, con un poco de suerte quedaba sola y el profesor no me obligaba a participar.

Pero claro…como contar con suerte cuando soy la persona mas gafe del mundo.

-¡Swan!, tu vas con los Cullen-Dijo el profesor repartiendo las pelotas.

Gire sobre mis talones, para encontrarme a una chica de cabello negro despuntado, sus facciones eran finas y su sonrisa inmensa. Me hizo gestos con la mano para que me acercara. No pude más que pensar "Wow" cuando vi quien seria nuestro otro compañero de equipo. Un muchacho de pelo negro, corto que parecía una versión joven de Hulk.

Me sacaba unas dos cabezas y sus brazos eran gigantes, musculoso hasta decir basta. Sus ojos eran de color marrón y brillaban con luz propia. Cuando me di cuenta estaba plantada a medio camino observando al muchacho. Me sonroje y apure el paso, al llegar todos mis miedos pasaron a un lugar mejor.

-Hola, soy Alice Cullen, y el es mi hermano Emmett-Anuncio la morena, era preciosa. En cuanto note la sonrisa de Emmett me agrado, era como un peluche muy grande, para nada intimidante como yo lo había pensado. Definitivamente soy una paranoica.

-Yo soy Bella-Dije y les sonreí mientras me sonrojaba.

Para mi desconcierto Alice me tomo del brazo mientras parloteaba y daba saltitos, me hizo sentir en casa, la primera vez en dos días que me reía con ganas.

Emmett tomo la pelota con una de sus manazas.

Como nadie mas estaba libre, nuestro equipo seria solo de tres jugadores.

-¡Atrápala Bella!-Bramo Emmett lanzándome la pelota, yo gemí y le pegue con el antebrazo, la pelota reboto y le dio de lleno a la tal Jessica en la cara.

-¡Oh!, losientolosiento-Dije atropelladamente, al principio la chica (con la mano en la nariz) me miro malamente, pero en cuanto pedí perdón pareció serenarse.

-No, no te preocupes-Me dijo con voz nasal.

Trague saliva y me gire hacia los hermanos Cullen, Alice estaba vuelta de espaldas y Emmett se tapaba la boca con la mano. Perfecto ahora se reían de mí.

-¿Qué es tan gracioso?-Dije algo mal humorada, arqueando una ceja.

Emmett que había estado resistiendo saco su manaza de la boca y estallo en risas, tan atronadoras como contagiosas. En cuanto lo escuche me contagio y reí como una histérica.

Alice se dio vuelta y comprobé que tenía lágrimas en los ojos, se sujetaba las costillas mientras convulsionaba con sus carcajadas. Menos mal que la pobre Jessica estaba en el baño.

-Eres un peligro-Me dijo Emmett cuando salíamos de la clase, tenia un brazo sobre mis hombros, menos mal que no dejaba su peso sobre mi. Por un momento me imagine hundiéndome en el suelo bajo sus músculos, como pasaba en los dibujos animados.

Golpee suavemente su hombro y el soltó varias carcajadas mas, mientras se despedía con la mano. Alice venia detrás nuestra dando saltitos.

-¿Qué clase tienes ahora Bella?-Me dijo cuando su hermano desapareció por el pasillo.

-Biología-Dije consultando mi horario y al instante se le ilumino la cara.

-¡Vamos juntas!-Chillo, me rodeo con su pequeño bracito por la cintura y comenzó a parlotear mientras caminábamos al laboratorio.

Era tan fácil llevarse bien con ella. Solo nos conocíamos de una hora y la sentía tan cercana, como si lleváramos toda una vida juntas. No tenia que fingir con ella, me agradaba enserio.

Al llegar al aula Alice uso sus ojillos de cordero degollado y su "porfavorporfavorporfavor" para que el profesor dejara que nos sentáramos juntas. Y lo consiguió, por supuesto, comenzaba a pensar que ella conseguía todo lo que quería.

-Esta es la mesa de mi hermano Edward, pero el llega la semana que viene-Me dijo cuando ocupamos nuestra mesa.

-¿Cuántos hermanos sois?-Pregunte con curiosidad.

-Tres, Emmett , Edward y yo-Me contesto-Edward esta en Alaska visitando a los padres de su novia, Frank esta muy enfermo-Me explico, sus ojos se pusieron algo tristes y me sentí mal por que yo lo había causado.

-¿Cuánto hace que viven aquí?-Pregunte para desviar la conversación.

-Dos años, antes vivíamos en Alaska también, pero a mi padre le ofrecieron un puesto en Forks y el adora este pueblo. Ya sabes por la vegetación y eso, nosotros hacemos excursiones muy seguido. Espero que algún día puedas acompañarnos-Me dijo con una gran sonrisa en su carita de elfa.

-OH…algún día-Dije sin comprometerme, yo caminando por tierra plana ya era un peligro, no quería imaginarme haciendo senderismo por trampas mortales llamadas "bosques".

-Me caes bien Bella, es algo, extraño ¿sabes? Como si nos conociéramos de siempre o algo así-Me dijo, claro que entendía…yo me sentía igual.

Sonreí agradecida de que el sentimiento fuera mutuo. Ella me sonrío de vuelta y me apretó la mano mientras miraba al frente.

La clase fue buena, me gusto mucho la forma de explicar del profesor. Entendía todo bastante bien, y Alice a mi lado era muy rápida en las contestaciones al profesor. Otro punto mas a su favor, era preciosa, amable, cautivadora y encima inteligente. Creo que cuando repartieron los buenos adjetivos yo me quede la última en la fila.

Llego la hora de comer y nos dirigimos a la cafetería, mi estomago rugía en protesta. Esa mañana solo comí una pequeña barra de muesli con chocolate.

-Bella el es mi Jasper-Me presento Alice cuando llegamos al lado de un joven. Tenía el pelo rubio dorado, sus facciones eran finas y marcadas. Sus ojos de un azul eléctrico. Era mas alto que nosotras y algo desgarbado, aun así, seguía siendo absolutamente guapísimo.

-Encantado, Bella-Me dijo sonriendo, yo me sonroje, por supuesto.

-Igualmente-Le dije y antes de que me diera cuenta una mole musculosa me había levantado dos pies del suelo-¡Emmett!-Gruñi-

-¿Qué tal enana?-Me dijo soltándome en el suelo y estallando en carcajadas-Jazz ¿Ya te contó Alice, el peligro mortal que es esta chiquilla con las pelotas de voley?-Bromeo, yo rode los ojos y le pegue en el brazo.

Jasper comenzó a reír y abrazo a la pequeña elfa hiperactiva, ella daba saltitos a su alrededor mientras le otorgaba pequeños besos.

Nos sentamos en una mesa apartada de la cafetería.

Alice permanecía abrazada con Jasper todo el rato, cuando uno se movía el otro también, parecían sincronizados.

-¿Qué quieres comer enana?-Me pregunto Emmett, y yo fruncí el ceño, no me gustaba ese sobre nombre.

-Que tu midas dos metros y seas la versión joven de Hulk no significa que yo sea enana-Le replique, el por supuesto estallo en risas y Alice le saco la lengua divertida.

-¡Muy bien, alguien que pone en su sitio a mi gran hombre mono!-Una voz suave y musical hablo detrás de nosotros, me gire y creo que abrí la boca unos centímetros ante lo que encontré. Una chica con la cara tan perfecta como la de las revistas de moda. Cuerpo exuberante y una melena rubia que caía en cascada por la espalda. Toda ella era bonita. Aunque su expresión algo arrogante me intimido al principio, en cuanto sonrío me hizo sentir bien.

-Soy Rosalie Hale-Me dijo tendiendo una mano y sonriendo calidamente.

-B Bella, Swan-Balbucee.

Se sentó al lado de Emmett que la beso con casi devoción.

-¿Debería estar celosa Cullen?-Pregunto la rubia enarcando una ceja para su novio "el joven Hulk". El volvió a tronar de risa y me sentí un poquitín humillada. Me sonroje al instante y el debió notarlo por lo que añadió rápidamente.

-Estaba a punto de comenzar a seducirla-Rode los ojos y comencé a morder el bocadillo de pavo que había comprado.

Las siguientes clases fueron normales y aburridas.

Sin contar con que Eric me abordo en el aparcamiento y me "comento" que no tenía novia, y que una tal Laurent se río de mi cuando me tropecé en el aula de literatura. Mi día fue bastante bueno a como yo esperaba.

Los Cullen y los Hale eran singulares, todos hermosos y perfectos hasta decir basta. Me hacían sentir muy bien, eran especiales, por eso cuando Alice me pidió mi numero de teléfono se lo di al instante. Y por eso mismo deje que Emmett me abrazara (haciendo tronar mis pequeños huesos), antes de regresar a casa.

Definitivamente, hoy Forks me gustaba mucho más.

-¿Bella?-Pregunto la voz de mi padre en cuanto escucho la puerta.

-Hola-Salude, dejando las llaves encima de la mesita de entrada y pasando mi mano por el pelo.

-¿Cómo te fue en el instituto?-Me dijo, parecía expectante.

-Bien-Le dije-Hoy conocí a los Cullen, me trataron muy bien-Le comente, al ver su cara de curiosidad.

-¿Los Cullen?-Pregunto arqueando una ceja.

Camine hasta dentro y me interne en la pequeña cocina de muebles amarrillos.

-Aja, ¿Los conoces?-Pregunte con voz neutral, mientras abría y cerraba los muebles, buscando algo decente para cenar.

-Conozco al Doctor Cullen, es un hombre excepcional-Me dijo tras pensar un poco, no sabia por que pero presentí que algo en esa familia no terminaba de decirme. A si que pinché un poquito.

-Alice, la pequeña es muy simpática, hoy me acompaño por el instituto-Le dije para que la conversación no terminara, el frunció el entrecejo-¿Qué?-Pregunte sin poder aguantar mas la curiosidad.

-No…nada es que el grandote me intimida un poco ¿Sigues llevando el spray que te compre?-Pregunto, como quien no quiere la cosa.

-¡Papa!-Le regañe-Emmett es muy amable, me trato muy bien y el que sea grande no significa que sea peligroso o algo por el estilo-

-Tienes razón hija-Se disculpo, Charlie era un padre sobre protector al máximo, cuando vivía en Phoenix me llamaba a diario solo para saber que tal me fue el día.

Cada verano que pase con el, pretendía encerrarme en una burbuja. Aun recuerdo mi primera visita a la playa en Forks.

Quería ver más de cerca las estrellas de mar que se habían juntado en una zona rocosa de la playa. Y con mi torpeza termine cayendo al agua, no sabia nadar. Me puse a gritar como una loca y Charlie se tiro al agua para "salvarme", antes de darme cuenta de que la zona donde me había caído el agua solo me llegaba hasta la cintura. Consecuencia: Charlie termino con la ceja partida.

-Preparare lasaña vegetal ¿Te gusta?-Le pregunte mientras sacaba una olla grande de la alacena.

El asintió, aunque note su desconfianza. Seguro pensaba que mi forma de cocinar era parecida a la de Reneé, no podía culparlo por desconfiar de mí.

Mientras cocinaba, Charlie miraba un partido en la televisión, aunque a veces venia a "echar un vistazo" a la comida.

Cuando termine y lo llame a la mesa el frunció el ceño.

Al ver que la lasaña era verde.

-Son espinacas, papa-Aclare sirviendo una porción en su plato-Ya sabes que el medico dijo que debías cortar un poco la carne-Le regañe.

-Esos médicos y sus consejitos, estoy como un toro-Aseguro y para corroborarlo mostró sus "músculos" del brazo derecho.

Sonreí y asentí mientras hacia un gesto indulgente con la mano.

Terminamos de cenar en silencio.

Tras despedirme de mi padre subí a mi pequeña y acogedora habitación.

Mi madre por supuesto en uno de sus ataques demenciales había dejado más de veinte mensajes en mi correo electrónico.

Preferí llamarla y me regaño una y mil veces por mi "abandono", mi madre es algo melodramática…solo lleva dos días sin saber de mi y estaba a punto de las lagrimas.

Me bañe y termine los deberes de literatura.

Esa noche soñé con la playa y estrellas de mar gigantes que perseguían a Charlie.

El día siguiente amaneció nublado.

Me asome a la ventana y gemí por la llovizna, no me gustaba ese tiempo, echaba de menos el sol.

Me metí en mi Chevy y maneje hasta el instituto.

-¡Bella!-Chillo Alice en cuanto me baje del coche. Me abrazo y rodeo mis hombros con su mano-Este fin de semana viene la feria Bella, adoro las ferias. Jasper consiguió un oso de dos metros y medio el año pasado para mí. Me encantan los peluches, y este año vendrá un grupo musical buenísimo. Tenemos que ir Bella-Me explico dando saltitos, estaba tan animada que contagiaba.

-Si, a mi también me gustan las ferias-Mentí, la ultima vez que visite una vomite encima de los pies del novio de mi madre.

Pero verla así, tan animada y saber que contaba con mi compañía me hizo enternecer. Definitivamente adoraba a la pequeña elfa feliz.

-¡Bien!, mi hermano llegara este fin de semana, podemos ir todos juntos-Dijo mientras me besaba la mejilla y sonreía como una niña pequeña.

Genial, cita de parejitas y yo en medio.

Me dije.

Alice se despidió de mí en el hall de entrada y se encamino hacia su primera clase.

A mi me tocaba literatura en la que estábamos leyendo El quijote, libro que ya me sabia de memoria. La dificultad estaba en que la profesora de castellano y el profesor de literatura se habían puesto de acuerdo para que hiciéramos un trabajo conjunto. Teníamos que leer el libro en castellano antiguo y hacer un resumen de diez páginas.

Ese trabajo contaba en la nota del trimestre.

Suspire y comencé con el trabajo.

Estaba terminando de buscar una palabra en el diccionario cuando un papel doblado me dio en la cabeza.

Me gire buscando al culpable y encontré a un muchacho de mi edad, con ojos castaños y pelo claro que me sonreía abiertamente.

Se inclino en su mesa y me hizo un gesto para que leyera la notita.

Hola Isabella, soy Mike Newton, no he tenido oportunidad de presentarme personalmente. Pero esto me pareció más original.

Encantado. ¿Quieres ir conmigo el fin de semana a la feria de Forks?

Pues si que iba rápido este chico…no me conocía ni de dos minutos y ya quería salir conmigo. Me sonroje al instante aunque estaba mas molesta que avergonzada.

Me hice la loca y no le conteste a la notita.

Seguí con mi tarea.

Media hora después la campana sonó.

Comencé a recoger mis libros cuando el tal Mike se sentó a mi lado sonriéndome muy seductor.

-Hola-Me dijo

-Hola-Conteste, o más bien gruñí acomodándome la mochila al hombro.

-¿Entonces? ¿Qué me dices?-Me pregunto persiguiéndome por los pasillos.

-No me conoces de nada-Balbucee, ¡maldita manía estupida de ponerme roja como un tomate!

-Ahora si te conozco, soy Mike, tu Isabella, eres la hija del jefe de policía Swan, el es amigo de mi padre, tengo tu edad y soy tu compañero en clase de literatura. Y te pido salir antes de que algún otro se me adelante y tenga que hacerle daño-Me dijo y yo bufe indignada. Era el típico chulito que se cree que puede comerse el mundo tan solo con una sonrisita. Levante la mirada y vi a Emmett que me sonreía desde el extremo. Cuando vio mi cara de molestia profunda avanzo hasta mi caminado rápido.

-Hola pequeña-Me saludo, para luego mirar a Mike y levantar las cejas ante su cara de sorpresa absoluta.

-Lo siento Mike-Le dije con mi bombillita de ideas encendida en mi cerebro-Pero llegas tarde, Emmett Cullen me llevara a la feria el fin de semana-Asegure guiñándole un ojo al moreno, que en cuanto lo vio trono en carcajadas-Supongo que no querrás hacerle daño a mi acompañante ¿No Mike?-Le dije mordaz, ese chico en serio me había molestado con su actitud petulante.

-Eh…eso…era, ya sabes, solo, bromeaba-Musito mirando los musculosos brazos de Emmett, el soltó una risita y yo hice lo mismo mientras el mayor de los Cullen rodeaba su brazo en mis hombros.

-Lo siento Newton, Bella decide-Dijo mientras caminábamos por el pasillo. Cuando estuvimos bastante alejados me miro serio-Para ser tan pequeña eres muy malvada ¿Sabes?-Bromeo mientras reía y me zarandeaba cual muñeca de trapo.

-¿Bella malvada? ¿A quien atacaste hoy?-Pregunto Alice apareciendo por el pasillo de al lado, de la mano de Jasper. Me dio un beso en la mejilla y me rescato de los brazotes de su hermano.

-Nada, digamos que use los músculos de Emmett para espantar a un acosador-Explique sonriendo de lado.

Emmett se carcajeo mientras entablaba una conversación con Jasper.

Rosalie nos esperaba en la cafetería, en la mesa del día anterior.

Le sonreí y ella me guiño un ojo. Definitivamente parecía una artista de cine.

-Esta tarde iremos de compras Bella, ¿Conoces Port Ángeles?, iremos al centro comercial, no es muy grande. Pero te va a gustar. ¿Te gustaría venir con nosotras?-Comenzó a hablar la pequeña elfa loca mientras daba saltitos en su silla y hacia pausas para tirarle trocitos de pan a Emmett.

-Si Bella, apúntate, será una salida de chicas…ya sabes-Dijo Rosalie mientras echaba hacia atrás su suave melena dorada.

-¡Eh!-Se quejo Emmett-Yo también quiero ir-

-Cariño "salida de chicas" significa, solo mujeres, solo te dejare venir con nosotras si usas falda y me dejas maquillarte-Apunto Rosalie mientras Jasper se reía de la expresión de Emmett.

-Bella ¿Me dejaras maquillarte el sábado?-Pregunto Alice con sus ojos celestes brillando de emoción.

-No uso mucho maquillaje Alice-Comencé a decirle. Ella me miro con cara de cachorrito herido mientras hacia un puchero.

-Por favor-Suplico mientras echaba su cabecita en mi hombro y seguía con su fingido puchero de niña triste.

-Bueno, vale-Acepte y ella chillo de emoción mientras abrazaba a Jasper-Pero, solo un poco-Avise.

Rosalie río entre dientes, Jasper miro a la ventana que de repente era muy interesante. El único que trono en carcajadas, como siempre, fue Emmett.

-Pobre enana Bella, no saber donde te metiste-Me aviso mientras hacia un gesto de fingido terror.

Bufe y le tire un trocito de pan mientras me reía de medio lado. En realidad, si tenia un poco de miedo de la elfa hiperactiva a mi lado. Pero…solo un poco.