Ni Glee ni sus personajes me pertenecen.
Su día no podía ir peor, levantarse tarde debido a que su celular quedo sin batería, tener que bañarse con agua helada porque se le olvido llamar al gas, llegar a su café favorito y que este estuviera repleto. No podía ser peor, o al menos eso pensó, no le quedaba de otra que resignarse a llegar tarde a clase. Logro salir de ahí con su café favorito pero un accidente termino por empeorar su día.
-Demonios... ¿que no ves por donde caminas? _Grito mientras se quitaba un poco de café derramado en su mano.
-De hecho...
-Diablos... _Interrumpió sin mirar a la persona frente a ella. -hoy si no es mi día, ¿estas ciega o que? _Volvió cuestionar, ahora limpiando café inexistente sobre sus jeans.
-De hecho. _Volvió a repetir.
-Aparte de ciega muda. _Dijo la chica ahora levantando su mirada para ver a la persona frente a ella, una chica un poco más alta que ella, cabello rubio cayendo sobre sus hombros, tez blanco, delgada. -¿que es tan gracioso, te burlas de lo que ves?
-¿Ya me dejaras contestar todas tus preguntas? _Cuestionó la chica apresurándose hablar para que la chica frente a ella no la volviera a interrumpir, el silencio contesto su pregunta así que siguió. -No me burlo del incidente de hecho perdón no fue mi intención derramar tu café, que por cierto la mayoría termino en mi, suerte que no venia tan caliente. _Dijo la chica limpiando el suéter debajo de su chamarra. -A tus preguntas
yo...
-Ahora entiendo, con esos lentes de sol como podías verme bien. _Volvió a interrumpir a la chica la cual solo sonrió y negó con la cabeza.
-Quinn... _Grito un chico detrás de la rubia. -Dios... porque me haces esto, te dije que me esperaras mientras yo pedía los cafés. _Se quejo el chico alto cabello castaño oscuro, ojos castaño claro, tez blanco. -Oh... lo siento, ¿eres amiga de Quinnie? Espera... tú no tie...
-No Finn. _Interrumpió a su amigo. -tuve un accidente con ella, sin querer chocamos y derramo su café. _Explico la rubia con una sonrisa. -Y cálmate, solo quería salir a tomar aire, ya estas aquí, ahora dame le daré mi café a... ¿como te llamas?
-Rachel. _Contesto la chica entre dientes. Una chica de mediana estatura, delgada, tez morena, cabello Marrón oscuro, ojos marrón intenso. -y no te molestes me tengo que ir y la próxima fíjate por donde caminas, si andas por ahí sin ver donde...
-Oye que te pa...
-Cálmate Finn, ella no sabe. _Dijo la rubia tomando al chico del brazo. -No le hagas caso es un poco dramático, ahora mucho gusto Rachel como ya escuchaste soy Quinn. _Dijo la rubia estirando su mano para que la chica la tomara. La morena rodó los ojos y estiro su mano hacia Quinn, pero no paso lo que la morena pensó, la rubia seguía con la mano entendida esperando la de la morena, la cual frunció el ceño y miro primero a la rubia y después a Finn el cual se encogió de hombros tomo la mano de la rubia y la movió un poco para que tocara la de la morena, la cual al ver el gesto abrió los ojos como platos y la boca sorprendida. La rubia sacudió ambas manos como saludo. La morena con tiento se soltó del agarre y completamente roja bajo la cabeza.
-Yo... lo... discúlpame no me di cuenta, no fue mi intención que...
-Tranquila, nadie se da cuenta. _Dijo la rubia sonriendo, llevo sus manos a los lentes de sol y se los quito, la morena no sabia si su día realmente estaba peor, o había muerto y estaba frente a un ángel. Los ojos de esa chica eran verdes, pero con toque miel, extraños completamente extraños, pero los más hermosos que podía ver visto. -Ahora por favor acepta mi café. _La rubia siguió el camino en el brazo del chico y tomo uno de los vasos. -Toma, es el mismo que traías tú. _Le estiro el vaso con una sonrisa esperando que la chica lo tomara. La cual primero vio el del Finn y después el que Quinn le estaba dando, ambos eran diferentes lo sabia por lo escrito en el mismo vaso ademas de los nombres, frunció el ceño y tomo el vaso que le daba la rubia.
-Ammm, tú... ¿Como sabias que ese era el tuyo y que es el mismo que yo traía? _Cuestionó acercando su nariz para confirmar que en efecto era el mismo que ella tomaba. La rubia sonrió y se encogió de hombros.
-Porque Finn siempre trae lo que es para mí en su mano derecha y segundo porque tu café termino sobre mí por lo que lo olí y supe que era el mismo que yo tomaba. _El celular de la morena sonó interrumpiendo, esta se disculpo y al sacarlo por completo de su pantalón, se sorprendo por la hora y las llamadas que tenia.
-Demonios... _Grito guardando su teléfono. -Me tengo que ir es tardísimo.
-Usas mucho esas palabras. _Dijo la rubia sonriendo. -¿Quieres que te acerquemos?
-Que... no, yo voy para el oeste y aun queda lejos hacia donde me dirijo no quiero quitarles su tiempo pero gracias.
-Nosotros también vamos para el oeste. _Dijo el chico alto. -Anda acepta la oferta de Quinnie después de dejarte solo tenemos que ir al universidad para arreglar unas cosas, así que no nos quitas tiempo. _La morena lo dudo por un momento pero la verdad era lo que necesitaba. Así que acepto.
-Esta bien... vamos. _La rubia tenia un morral el cual se cruzaba sobre su pecho, abrió la solapa del mismo y saco algo doblado de aluminio, el cual al estirarlo formo en un bastón largo plateado con la punta negra acompañado de un cordón del mismo color. La rubia entrelazo su brazo con el del chico y con el bastón guiándose camino. La morena caminaba atenta a su lado. no se podía sentir más estúpida, al tratar así a la rubia, definitivamente tenia que cambiar su carácter amargado, lo más sorprendente era que la chica todo el tiempo solo le regalo una sonría y se disculpo, cuando la verdad era que la culpa había sido de ella por andar a las carreras. Llegaron hasta un auto que la dejo todavía más boquiabierta, un Mercedes-Benz Clase CLS Negro, del cual bajo un hombre de traje negro, el cual no pasaba de los veintiséis o veintisiete años, era joven, tez blanco, ojos azules, cabello rubio. Se apresuro a abrir la puerta mientras les regalaba una sonrisa a los tres chicos.
-Hola de nuevo señorita, joven _Saludo el hombre sosteniendo la puerta.
-Max cuantas veces te eh dicho que me llames...
-Quinn. _Interrumpieron los dos chicos riendo y haciendo reír a la rubia y a la morena.
-Si, Quinn... ahora ella es Rachel una amiga por accidente, salúdala _Dijo la rubia señalando exactamente a la morena la cual sonrió por el "llamativo" y frunció el ceño al ver que Quinn no se equivocaba al señalarla.
-No te preocupes hasta para mi es raro, Soy Maximiliano pero mis amigos me llaman Max. _Dijo el rubio estirando la mano.
-Rachel un gusto, y ¿que es raro? _Cuestionó sacudiendo levemente su mano con la del chico.
-Te sorprendió que Quinn señalara justo donde estabas.
-Yo... bueno... sí la verdad sí. _Acepto un poco avergonzada.
-Tranquila no tienes porque avergonzarte apenas me conoces y es lógico que te sorprenda. _Dijo la rubia sonriendo, Rachel podía jurar que la veía, que aquella chica la podía ver no solo superficialmente si no que podía ver mucho más a fondo. -Ya vez Max la pusiste roja, mejor toma mi suéter. _La rubia dio un leve empujón al chico riendo y le entrego el suéter manchado que segundos antes se había quitado dejándose solo la chamarra de piel negra, para Rachel era más que sorprendente. ¿Como carajos sabia que estaba roja, le estaban jugando una broma? no, no podían jugar con algo así.
-Bueno dejen de avergonzar a esta pequeña morena y vamos que tenia prisa. _Dijo Finn dejando subir primero a la rubia seguida de Rachel el rodeo el auto y entro por la otra puerta dejando a la rubia en medio de los dos. El rubio entro al auto y arranco. Después de pedir la dirección de a donde se dirigían y de 10 minutos ya estaba estacionando el auto frente a un enorme edificio que si no estaba mal era una universidad y no cualquier universidad.
-Disculpe señori... disculpa Quinn. _Se corrigió ante al ver a la chica levantar el mentón con señales de corregirlo. -¿No es esta la universidad a la que entraron ustedes?
La rubia sonrió y giro su cabeza hacia la ventana.
-Oh... si esa es la misma fachada de los folletos. _Contesto riendo y haciendo que Finn soltara una carcajada. -Max ¿te recuerdo que yo no conozco la universidad? _Dijo riendo y chocando 5 con el grandulon. El rubio se golpeo la frente con una mano y negó con la cabeza, la morena ya no sabia que sentía todo eso era de locos.
-Lo siento Quinn. _El rubio estaba entre apenado y agraciado por la broma de la rubia.
-Tranquilo y ¿eso es cierto Finn?
-Si de hecho esta es nuestra universidad. _Contesto el chico mientras ojeaba una carpeta amarilla.
-¿En serio? _Cuestionó la morena sorprendida.
-Sí estamos en la misma universidad. _Dijo el chico juntando sus manos. -Que coincidencia ¿no?
-Ah... si, supongo que si, bueno muchas gracias por acercarme pero me tengo que ir, tal vez los vea después y Quinn. _Llamo a la chica que jugaba con algo en sus manos
-¿Sí? _Cuestionó girando hacia ella, con su mirada perdida en algún punto del auto
-Discúlpame por lo de hace un rato, tú no tuviste culpa de nada fui yo la que andaba a las carreras, discúlpame por lo de tu suéter y sobre todo por no darme cuenta de...
-Tranquila, todo olvidado. _Dijo la rubia poniendo una mano en la rodilla de la morena, la cual se estremeció al contacto.
-Bueno me voy un gusto conocerlos hasta luego... supongo. _Max que ya estaba afuera le abrió la puerta del auto.
-Claro, hasta luego amiga por accidente. _Dijo la rubia moviendo la mano al igual que Finn, la morena sonrió y salio ya afuera se despidió de el rubio y camino rumbo a la entrada. -Vamos Finn tenemos pendientes aquí. _El chico asintió y salio para después tenderle la mano a la rubia.
-Aun te puedes retractar Quinnie. _dijo el chico entrelazando el brazo de la rubia con el suyo, Quinn suspiro, sonriendo desenrollo su bastón y negó con la cabeza. -Que Dios nos ayude. _Dijo el chico dramatizando la rubia sonrió y emprendió su camino.
