Los personajes no me pertenecen son propiedad de la llama asesina XDD yo solo hago que se amen.
Dedicado especialmente a Xochilt Oda por su cumpleaños (lamento publicarlo 1 hora antes), que cumplas muchísimos mas y gracias por tu linda amistad. A mi parabatai y beta Ale, te super quiero.
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Levi Ackerman había tenido que salir de su hermoso Saint Tropez en la búsqueda de una joya antigua que según el comprador había pertenecido a una de las mujeres más ricas que navegaron en el Titanic, odiaba tener que entrar al mar, quitarse esa sensación pegajosa del cuerpo era bastante complicado y el olor a sal lo enfermaba.
Aun no entendía cómo podía vivir cerca de las costas francesas, pero se había enamorado de ese pequeño lugar, era tranquilo y pudo hacer una casa bastante confortable donde guardaba todos sus recuerdos y lógicamente parte de los objetos que iba encontrando en sus viajes.
Encontrar la joya había sido más difícil de lo que se había imaginado y más porque estaba en una pequeña caja musical, los permisos de búsqueda fueron bastante difíciles de conseguir, pero su cliente tenia buenos contactos y pudo realizar su trabajo adecuadamente; la paga fue increíblemente buena y todo por encontrarlo con esa linda caja.
—Esta joya le pertenecía a un pariente de la familia – dijo el cliente al recibir su pedido – Mi madre la recordaba con insistencia, por eso le agradezco este gran favor.
—No hay nada que agradecer, es mi trabajo y usted ha permitido que tenga una maravillosa experiencia – debía ser honesto pues hacer ese viaje había sido placentero, algo incómodo, sí, pero reconfortante –
Y ahora estaba de nuevo en su casa, acomodando las fotos que tomo cuando estaba en lo más profundo del océano, y que ahora adornarían el mueble largo que tenía frente a la ventana que daba a la playa; estaba agotado y una migraña estaba a punto de atacar su cabeza, así que después de tomar un reconfortante baño y medicamento se recostó en su cama y durmió profundamente.
Se vio en un hermoso coral rosa, había peces de diferentes colores, tamaños y formas que rodeaban algo que estaba siendo acunado con mucha delicadeza. Él se acercó y al detallarlo vio una hermosa esfera con colores tan grandiosos que sentía su corazón acelerarse, sin dudarlo la tomo entre sus manos y una hermosa voz surgió -¨duele demasiado¨- sus ojos de inmediato se abrieron, pero la sensación en sus manos se mantenía.
Se asomó a su balcón y el cálido clima lo hacía sentir tan cómodo que ni siquiera le molestaba que fueran las 3 am, el sonido de las olas arrullaba a cada uno de los habitantes que disfrutaban de la presencia del magnífico e imponente mar. El sonido del celular lo saco de su pensamiento, fue hasta su mesita de noche y contesto.
—Hola Levi – escucho la voz de su supuesta prometida Petra – No me llamaste al momento de llegar.
—Petra no tengo porque estar dándote razón, sabes que no…
—Esta noche mis padres quieren conocerte – lo estaba exasperando, le incomodaba que no lo dejaran terminar de hablar – Podemos proponer nuestra fecha de boda.
—Mierda Petra – grito, porque esa mujer no entendía – No me quiero casar contigo, me importa un carajo el acuerdo que hiciste con mis padres.
—Pero Levi cariño yo te amo – y ahí de nuevo los sollozos de esa mujer – Puedo esforzarme en hacerte feliz.
—Pero yo no te amo, te veo como una hermana – respondió mientras se masajeaba el puente de la nariz – Busca a otro, cuídate.
Había conocido a Petra desde que tenía recuerdos, ella era pequeña, bastante delicada, sonriente y bastante pegajosa, él siempre la vio como un chicle que se te pega y no puedes limpiar porque tiende a esparcirse más y así era ella, hizo que sus padres le prometieran que se casaría con él y después haberla sacado de su casa había sido bastante difícil.
Y cada vez que ella tocaba el tema lo hacía sentir desanimado y muy agotado, ella era hermosa pero no sentía esas ganas o esas sensaciones que la gente decía tener al momento de estar enamorado, era todo lo contrario, entre más alejada de él estuviera más feliz se sentía.
—Mierda, como me molestan estos temas – dijo para sí mismo – Espero que pronto deje de fastidiar.
En el techo había creado un hermoso collage de fotos de las noches que había pasado en los diferentes lugares a los que había viajado, detallo cada una y los recuerdos agradables empezaban a llegar a su mente, la vez en que Hanji se perdió en las amazonas encontrándola más tarde durmiendo con un oso y estando tan picada por los mosquitos que su piel se encontraba roja. En el Brasil cuando vio a las mujeres bailar en esos tacones de punta, con trajes bastante sugestivos pero las danzas eran alegres y el mar era tan maravilloso.
—Tengo una puta obsesión con el asqueroso mar – suspiro y trato de dormir de nuevo –
Al despertar se sentía renovado, ahora podría ir a cualquier parte del mundo y lo haría con toda la energía posible, bajo se tomó su usual licuado de frutos verdes con galletas de avena y salió a correr, en los bolsillos de sus pantalones estaba su reproductor y el celular.
Correr por las silenciosas calles de su ciudad le permitía llevar al máximo la capacidad de su cuerpo, podía llegar a hacerlo varias veces y no se agotaba y cuando poso sus ojos en el mar una fuerza lo llamo.
Empezó a caminar lentamente, se quitó sus zapatillas y sintió la suave arena en sus pies, suspiro al momento de ver ese lugar que de niño solía visitar y el cual consideraba como su lugar de relajación, hermosas montañas cobijadas con arena y la pequeña entrada de mar que parecía ser una piscina natural, casi nunca se veían turistas por esa zona así que seguía limpio y brillante con los colores propios.
Se sentó y dejo que las suaves olas tocaran sus pies, sentía como su celular vibraba, pero lo ignoro, quería sentir el sol en su piel y aunque de verdad le fastidiaba el mar, quería sentirlo sin pensar que era trabajo. Una corriente eléctrica empezó atravesarle el cuerpo, su corazón y mente le decían que debía entrar.
Saco todo lo electrónico y con ese impulso entro al mar, nadar sin un equipo y aguantar bastante tiempo era uno de sus puntos fuertes, se percató de una entrada en la orilla y se dirigió rápidamente hacia allí, un destello dorado llamaba su atención, al ingresar se dio cuenta que era una cueva donde el agua se filtraba, pero salía por otro lado permitiéndole caminar tranquilamente.
Busco eso que lo llamaba incesantemente y como un cazador de tesoros que algo así ocurriera debía ser por un objeto de gran valor; en un rincón dentro de una caracola el brillo se intensifico así que la levanto y se maravilló con los colores y formas que se dibujaban sobre ella.
La agito con un poco de fuerza y una hermosa esfera salió de ese lugar, era dorada con visos aguamarina; estaba maravillado porque parecía que internamente tenía una luz propia, por la falta de luz no podía detallarla a gusto, así que salió y retomo el camino de regreso.
— ¿Mierda y si me robaron las cosas? – pensó tratando de nadar lo más rápido posible –
Al llegar seco su cara y busco sus objetos personales, suspiro pesadamente al verlos en el mismo lugar donde los había dejado y se sentó; saco la esfera y la puso en contra luz, quería detallar tal bello objeto y sus ojos se abrieron más de lo que se imaginó.
Dentro se veía la cabeza de un ser humano, sus ojos se abrían y cerraban, pero al ver con más detenimiento vio que el patrón de cambio de colores en la esfera se producía cuando de esos ojos salían lágrimas.
—Se supone que las frutas son naturales – susurro y froto sus ojos con fuerza – No me deberían drogar.
Busco su celular dentro de una de sus zapatillas y marco con rapidez sin poder dejar de ver el objeto.
—¡Hola enanito! – escucho la chillona voz de su socia y amiga – ¿En qué puedo complacerte?
—Tu no me complaces en ni mierda – dijo con fastidio – Bueno si lo haces cuando te enfermas o cosas malas te pasan.
—Que cruel eres Levi – la escucho hacer sonidos de llanto – Además de que soy la que te busca los mejores trabajos,
—Bueno si cállate – le importaba poco sus quejas en ese momento – ¿Estás en tu casa? Y dime que las dos están vestidas.
—Si estoy en casa – respondió y al fondo se escuchaba como estaban lavando los platos – Y estamos vestidas, pero si quieres te esperamos con sensuales sabanas.
—Qué asco loca de mierda, voy para allá – colgó, se arregló y salió corriendo lo más rápido que podía –
La casa de Hanji quedaba relativamente cerca a la de él y esperaba de todo corazón que estuviera limpia y ellas se encontraran vestidas. Agradecía que esa peli negra apareciera en la vida de su amiga de mierda porque honestamente lo tenía desesperado con su suciedad, ahora ella era un poco más tranquila.
La puerta de la modesta casa se encontraba abierta, sin esperar ingreso y fue en busca de las mujeres que estaban sentadas en la sala con la computadora en las piernas.
—Buenos días Mikasa, loca – saludo tratando de regularizar su respiración –
—Buenos días Levi, ¿deseas comer algo? – pregunto la azabache –
—Dime que tienes curry – hablo y al ver la suave sonrisa de la joven supo que ese día comería de maravilla – Gracias Mikasa.
—Ahora Levicienta dime ¿qué te trae a mi nido de amor? – pregunto señalándole las sillas –
—Mira lo que encontré – le entrego el conjunto de objetos – La esfera estaba dentro de la caracola.
—¿Es oro? – sus ojos estaban igual de impresionados que los de el –
—No – respondió de inmediato – Ponla en contra luz y mira lo que hay en su interior, jamás en todos estos años había visto algo similar.
La vio hacer lo que él le dijo y de inmediato se puso de pie, la siguió sin preguntar nada sabía que esas reacciones solo eran porque lo que tenía en sus manos era precioso e invaluable; la vio colocar la esfera en el microscopio y solo la escuchaba susurrar cosas inaudibles.
—Levi ¿Dónde la encontraste? – la emoción impresa en su voz era palpable –
—En una pequeña cueva cerca del lugar donde jugábamos de niños – no tenía caso mentirle si ella era la que respondería sus dudas –
—Levi – ambos se giraron al escuchar la puerta abrirse y ver a Mikasa ingresar –
—Habla de una puta vez loca de mierda, no tengo todo el tiempo – quería una respuesta y la quería ahora –
—¿Has escuchado la historia de la sirenita? – no entendía la pregunta así que sus cejas casi se juntaron – El cuento de hadas, ¿lo has leído o escuchado?
—Si la sirenita que se enamora del príncipe, la bruja loca como tú que le quita la voz para darle piernas, ella enamora al príncipe y después de que una intrusa fastidiara todo se casan y viven felices por siempre - como le fastidiaban esas historias cursis –
—No Levi – escucho como la mujer negaba con una sonrisa – hablo de la verdadera historia de la sirenita.
—¿Me estás diciendo que esa no es la verdadera y he tenido que escuchar esas estupideces? – estaba empezando a perder la paciencia y no lo dejaban disfrutar de su curry –
—Levi – la voz de Mikasa apareció – la sirenita muere al final convirtiéndose en burbujas. El príncipe se casa con otra mujer, rompiéndole el corazón.
—¿Crees que esa esfera es una parte de la sirenita? – Mikasa veía el objeto y asentía lentamente –
—Hanji está llorando – la azabache estaba más que impresionada, estaba emocionada – Pero es ilógico ella se convirtió en burbujas.
—Debemos averiguar que está pasando aquí – la voz antes burlona había perdido ese rastro y ahora era seria – Cuida la esfera e investiga lo más que puedas.
El solo asintió y tomo sus preciados objetos, al terminar de comer y agradecer la ayuda se fue a su casa, no podía creer lo que acababa de escuchar, pero lo que tenía en sus manos era real y buscaría la manera de encontrar la verdad.
Se acostó en una de las sillas que tenía frente a su piscina y no podía apartar la mirada, era tan bello ese rostro, no importaba que llorara esa mirada angelical le removía su estómago.
—¨Duele, duele mucho¨- escucho una dulce voz salir de esa esfera –
—Te ayudare – fue lo único que pudo decir ante tan triste afirmación y beso la dorada prisión de la sirenita –
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Espero fuera de su agrado, o si merezco tomatazos.
Pido encarecidamente me tengan paciencia con los long fic que tengo, inicie estudios nuevamente y debo dedicarme a mis materias.
Sin mas Ame las ama.
