MUÉRDAGO
Disclaimer: No soy J.K. Rowling por tanto Harry Potter ni ninguno del resto de los personajes conocidos es mío.
Esta historia participa en el reto "155 en la Sala que Viene y Va" del foro "La Sala de los Menesteres". El reto consistía en escribir en 155 palabras una historia sobre algún personaje que fuese a dicha sala. A mi personalmente no me fue muy fácil, pero bueno, aquí está el resultado.
Quinto estaba resultando bastante complicado, así que contar con una habitación tan útil como "La Sala de los Menesteres" era un verdadero alivio. Cuando estaba dentro sentía como si nada importase, ni los TIMOS, ni Umbridge, ni cierto pelirrojo por el que no sentía nada (aunque todo el mundo pensase lo contrario).
Además era una sala realmente fascinante. Se podía pasar horas dentro intentando averiguar su funcionamiento, y más que descubrir el misterio de ese cuarto, la habitación no hacía más que sorprenderle.
Muchas veces sabía lo que ella requería sin ni siquiera pedirlo y otras muchas (la gran mayoría) sabía lo que quería antes incluso que lo supiese ella misma.
Cuando en una reunión del ED le toca ir con Ron, no le parece raro. Lo que le parece extraño es que sobre sus cabezas comience a crecer muérdago. Hermione sonríe, aquella sala ha vuelto a crear lo que en el fondo más desea.
