¡Hola! Antes de nada debo recordar que esto lo que vais a leer está basado en la historia de la increíble J.k Rowling, los personajes, que por ahora tengo pensado poner, son de su autoría, al igual que los espacios, mía solamente es la trama de la historia.

Esta es la primera vez que subo una historia aquí, espero que disfruten tanto leyéndola como yo lo he hecho escribiendola. Es un poco sosa porque tenía que iniciar la historia, pero si os gusta continuaré escribiendola y prometo que se hará mucho más interesante. Espero que estén todos bien. Y sin más rollos, aquí está la historia.

La lluvia baña las oscuras calles de una ciudad solitaria y casi derruida. El agua la empapa y la superficie de un calcinado muro se le clava en la espalda. ¿Dónde estoy?- Es la única cosa que se le pasa por la cabeza en estos momentos. Un barullo lejano le dice que no está sola. Se aferra aún más a la enfermiza pared con la esperanza de que una puerta, que sabía inexistente, apareciera de la nada y la llevase de vuelta. Unos gritos suenan a lo lejos, y vuelven a resonar en continuos ecos en su cabeza, y al final silencio. Se desliza por la pared, con los brazos sobre la cabeza y los ojos cerrados fuertemente. Continúa así, acurrucada, durante lo que parece una eternidad. Hasta estos momentos no se había dado cuenta de que estaba temblando, la escasa tela de su uniforme no es suficiente abrigo. Escucha pasos muy cerca de si, y mientras el corazón le vuela a mil por hora, suplica para que el extraño continúe de largo y no se percate de su presencia.

Respiró con dificultad, había sido tan real, todavía sentía su espalda dolorida por el rose del muro y sus ojos empañados por el miedo.

Levantó la cabeza insegura, estaba de vuelta. Inconscientemente se llevó las manos a la falda, momentos antes empapada y ahora completamente seca. Suspiró aliviada.

Continuaba respirando entrecortadamente y sabía que sus manos temblaban. Albus la miraba preocupado, y le sonrió para calmarlo, pero más que una sonrisa había sido una mueca nerviosa. Pero no pudo negar que al sentir la mano de su primo en el hombro se sintió segura, estaba en casa y nada malo le podía suceder ya.

Se giró y le dio un fuerte beso en la mejilla antes de salir corriendo por las escaleras. No podía quedarse, de ser así tendría que darle muchas explicaciones y era lo último que le apetecía en estos momentos.

Se giró solamente un segundo, y pudo comprobar cuanto la conocía su primo pues había dado media vuelta y caminaba en dirección contraria a ella, no había intentado pararla, y se lo agradecía.

Sabía perfectamente a donde tenía que dirigirse, cruzaba los pasillos esquivando a algunos compañeros, agarrando fuertemente sus libros contra el pecho y con la falda haciendo surcos tras ella. Y por fin vio una sombra verde sobrevolando el campo de quidditch. Sonrió inconscientemente, y se paró a recuperar el aliento.

Sabía que el muchacho había notado su presencia desde el mismo momento en el que había puesto un pie en el campo, pero le encantaba verla esperándole y haciéndola impacientar, el problema es que, esta vez, la pelirroja no tenía ganas de jugar. El chico debió darse cuenta de ello porque inmediatamente descendió con su escoba muy cerca de ella.

¿Qué ocurre?- preguntó sonriendo de lado y agarrando la escoba con la mano.

¿Se puede saber qué clase de broma es esta Malfoy? – su voz siempre era autoritaria, mostraba una seguridad inquebrantable, pero en esta ocasión parecía más la voz de su prima Lily que la suya.



¿De qué hablas Weaslye?- contestó rudo y descortés. Ella nunca lo llamaba por su apellido lo que hizo que se pusiera a la defensiva.

Sabes perfectamente de lo que te estoy hablando, o ¿acaso has perdido toda esa valentía de la que tanto decías caracterizarte? – cada vez gritaba más y las lagrimas comenzaban a agruparse en la comisura de sus ojos.

Estaba asustada, el chico parecía que verdaderamente no sabía de qué le estaba hablando.

¿Qué ocurre Rose?- preguntó el Slytherin preocupado.

No había sido él, Scorpius la miraba preocupado, ¿cómo había podido dudar del rubio?

Lo siento - murmuró muy bajito. Tenía la mirada clavada en el suelo, sabía que si lo miraba directamente a los ojos no podría retener las lágrimas durante más tiempo.

El muchacho se acercó lentamente a ella y la abrazó, la apretó fuertemente contra su pecho y besó la cabeza de la muchacha.

Ella comenzó a llorar, apoyando su frente contra la clavícula del rubio, y por primera vez soltó sus libros y con los nudillos blancos rodeó la espalda del Slytherin.

Estuvieron así durante largo rato, hasta que sintió que la pelirroja ya respiraba con normalidad. Se alejó un poco de ella, y agarró suavemente sus brazos.

¿Estás mejor? – preguntó sonriendo de lado.

Ella le sonrió como respuesta.

¿Qué ocurre Rose? – mientras hablaba se encaminaba con la muchacha hacia las gradas.

No lo sé, tengo sueños extraños que parecen completamente reales. He buscado en un montón de libros y en ninguno pone nada de ningún hechizo que pueda tener este efecto. Entonces pensé que quizás fuese un hechizo de magia tenebrosa…

Y pensaste en mí, ¿cómo no?- la interrumpió el muchacho, que había desviado su mirada hasta el bosque prohibido.

Una tontería, lo sé, lo siento – susurró acercándose a él.

Parece mentira que no me conozcas, Rose – hubo una pausa incómoda, que la muchacha aprovechó para apoyar su cabeza en el hombro de su acompañante. - ¿Me ves capaz de hacerte eso?

Lo siento mucho, tenía miedo y al único que conozco que estuviera enfadado conmigo y conociera magia de ese tipo eres tú.



Rose para serte sincero no conozco ningún hechizo que pueda dar ese efecto sin llegar a matarte – un escalofrío recorrió la espalda de la Weaslye y Malfoy agarró su barbilla y giró su cara hacia él – pero hace años que no se puede realizar porque ya no quedan las plantas necesarias para crear esa poción.

Tras decir esto se levantó y se marchó sin despedirse y ni siquiera mirarla. Rose pudo ver como recogía su escoba del campo y se marchaba de allí, probablemente a su sala común. Ahora estaba segura de que había cometido un error al dudar de él, y de que probablemente estaría enfadado con ella.

¿Qué tal ha estado? ¿Muy corta? ¿Aburrida?

Muchos besos y abrazos.

Veru!!