Aclaraciones: Thor, Iron Man y compañía son invención totalmente mía, o al menos lo era hasta que Stan Lee me plagió la idea. Aún así, como se que algún día el señor Lee leerá esto, quiero que sepa que le perdono.
Con estas polémicas y delirantes aclaraciones, os dejo con la lectura de mi ilustre obra. ¡Que disfruteis!
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Jaulas, galletitas y otras cosas bonitas
Loki permanecía encerrado en una jaula diseñada para algo mucho más grande y fuerte que él. Por ejemplo, para Thor, el perro más tonto del mundo. ¿Como habían llegado a compartir el mismo espacio un gato super inteligente y un golden retriever con el intelecto de una mosca cojonera? Fácil de responder.
Todo empezó una bonita tarde californiana cuando Pepper Potts se paró frente al mostrador de la tienda de mascotas, ese escaparate que siempre le pillaba de camino para ir de compras pero que nunca se había dignado a observar. Porque Pepper se conocía demasiado bien y sabía que si miraba aquel cristal lleno de caritas de cachorritos entrañables, estaría perdida. Y así fue, que su vista aquel día quiso traicionar a su sentido común y acabó comprando un lindo perrito como el de los anuncios de papel higiénico.
En el mismo instante en que Thor pisó el lujoso chalet de Tony Stark, las quejas por su presencia empezaron por parte del hombre de la casa. Y no hicieron sino más que ir en aumento. Caquitas sorpresa en cada rincón, zapatillas que desaparecían misteriosamente para luego aparecer destrozadas, patatas chips olvidadas en la mesa de trabajo siendo devoradas... Tony intentó por todos los medios deshacerse del cachorro, pero no hubo manera. Pepper siempre tenía uno de sus reproches incuestionables preparado. Incluso terminó dándole un ultimátum. El perro o ella. Supongo que ya estaba harta de encontrar al pequeño Thor en el cubo de la basura.
Así que al desesperado multimillonario no le quedó otra que contraatacar con la misma carta. La misma solución se mostró frente a él la vez que fue a desayunar a un Dunkin Donuts. Sentado en su mesa, vio desde la ventana a un gato negro observarle desde el otro lado de la calle con unos peculiares ojos color verde intenso. No le dio mayor importancia hasta que al salir e ir a cruzar la acera, algo agarró la bolsa de su pedido para llevar y se encontró al gato de antes mordiéndola.
Planteándose pegarle una patada, al segundo después un trailer rozó a Tony pasando a toda velocidad por su lado. Y entonces Tony comprendió que de no ser por la distracción de ese gato, habría cruzado la calle y habría sido convertido inmediatamente en puré de carne. Por alguna razón, el minino le recordó al de esa leyenda china. Esa del gato de la suerte cuyo nombre ahora no le venía en mente. Así que sintiéndose agradecido con el animal, lo acogió en su casa. Y por simple casualidad y mala memoria con las referencias chinas, le puso de nombre Loki, el eterno enemigo de Thor en la mitología nórdica. De eso si que sabía. Benditos cómics Marvel.
- ¿Has metido en casa un gato callejero?- preguntó una incrédula Pepper después de pegar un grito. Loki se le había presentado de repente frente a sus narices, saltando sobre la encimera. Un salto muy elegante, todo hay que decirlo.
- Es super inteligente. Cuando le dices que maulle, maulla. Mira. Maulla.- ordenó a Loki antes de que éste simplemente se lamiese perezosamente una pata.- ¿Dije maullar? Quise decir "lámete la pata". Estamos conectados mentalmente. Es alucinante.
- Tony, ¡me producen alergia los gatos!- repuso su pareja alejándose de Loki. Ya empezaba a picarle la nariz.
- ¡Me salvó la vida! Casi soy arrollado por un camión si no llega a tirar de mi bolsa.
- Tenemos un perro. No se llevarán bien y...- Pepper estornudó y Loki maulló.
- ¿Ves? ¿Ves? Ha maullado. Estamos conectados. Debe ser cosa de mi espíritu animal. Seguro que hasta es mi zodiaco chino.- Tony empezó a retroceder dando así la conversación por finalizada. Ya hacía mucho que se había resignado a perder siempre que Pepper utilizaba sus reproches incuestionables. Y uno de ellos estaba a punto de volver a caer. Así que simplemente salió corriendo.- Estábamos predestinados. ¡No puedes luchar contra el destino, Pepper!- dijo ya desde la otra punta de la casa.
- ¡Soy alérgica! ¡Tony, vuelve aquí!
Pero Tony no volvió, y Loki se quedó. Y las cosas no fueron tan bien como Stark esperaba. Por eso, un largo tiempo después, la paciencia llegó a su límite y el minino terminó encerrado en una jaula para perros, esperando el momento de ser llevado a la perrera municipal por los servicios de recogida de animales. ¿Como había llegado a esa situación? Eso no era tan fácil de responder. Pero Tony tenía muy claro que, aunque las molestias con la medicación de Pepper fuesen a terminar, iba a echar de menos al gato más super inteligente que había conocido.
Iba por la cuarta siesta tomada por puro aburrimiento cuando unos fuertes y molestos golpes contra las rejas le despertaron de su leve sueño. Cuando alzó sus pupilas rasgadas, la estúpida cara de Thor le estaba esperando al otro lado de la jaula, en el lado de la libertad.
- ¿Qué?- le preguntó cortante en idioma animal, un lenguaje universal para cualquier especie, excepto para los humanos. Esos eran demasiado arrogantes como para creer posible que los seres "inferiores" poseyesen el don de la comunicación. Aunque, en opinión de Loki, también habían excepciones en el mundo animal, como la de aquel golden retriever, incapaz de entender algo tan sencillo como "Déjame el paz".
- Nada. Solo quería preguntarte cómo estás.- dijo Thor con su habitual buena voluntad.
Porque a parte de tonto, aquel perro se caracterizaba por ser un encanto de mascota, leal, obediente y simpático. Loki decidió que no podía caerle peor desde el momento en que lo conoció, cuando el muy bruto fue directo a morderle una oreja con tal de jugar. Y es que Thor no dio ningún problema en la convivencia, todo lo contrario, mostró gran confianza desde el primer instante. Demasiada confianza para el gusto del felino, que tenía que rechazar sus juegos cada cinco minutos. Odiaba que le babease su perfecto pelaje azabache.
Hasta que ocurrió la gran tragedia que tachó a Loki de non grato, claro. Entonces Thor dejó de molestarle con juegos, mirándole con la misma desaprobación que todos los demás. Tan correcto como era el magnificente Thor. Por eso Loki no creyó en la buena voluntad de aquella pregunta.
- Encerrado, Thor. Así llevo desde ayer. ¿Tan entretenido estabas persiguiendo tu cola que no caíste en ese pequeño detalle?- preguntó cínico.
- No me estaba persiguiendo la cola.- se defendió el can, ofendido con ese tema desde que Loki terminó por arruinarle el juego, alcanzándola él primero cada vez que se disponía a perseguirla.- Además, tú no estarías aquí si te hubieses portado como un buen chico. ¿Qué pretendías arrancándole un ojo a ese hombre?
- Primero, no se lo arranqué. Segundo, no tengo porqué darte explicaciones. Eres un idiota incapaz de ver más allá de tu hocico. Así que vete a por tus galletitas de "buen chico" y déjame tranquilo.- Loki le dio la espalda dispuesto a retomar el sueño. Pero los segundos pasaron y el gato siguió sintiendo la presencia de Thor tras él, como si estuviese esperando algo más. De ser un humano, Loki habría rotado los ojos justo antes de darse por vencido y volver a mirar con aborrecimiento a su compañero. Su único consuelo es que pronto dejarían de compartir el mismo espacio.- ¿Qué?
- No hay galletitas. Tony se fue y volvió a olvidarse de dejarnos la comida.- dijo acompañado del sonido de sus tripas quejándose. Y entonces Loki entendió el porqué de su presencia.
- Debes estar muy desesperado para pedirme ayuda... O más bien muy hambriento.
- Necesito que alcances el tarro, ya sabes, como siempre hacemos.- Loki sabía perfectamente a lo que se refería. Había sido gracias a su ingenio el idear cómo bajar las galletas del estante sin que el recipiente cayese al suelo y se hiciese añicos. Claro que, aunque Thor supiese muy bien el procedimiento, no tenía nada que hacer sin su ayuda.
- ¿Y porqué debería ayudarte?
- Ayúdame y te permitiré comer conmigo. Pero luego volverás a la jaula sin rechistar. ¿Entendido? Quedas advertido, si me traicionas, te mataré.- amenazó Thor con el gruñido más convincente que tenía. Y Loki se alegró por primera vez de la gran estupidez de su compañero.
- ¿Cuando empezamos?- Ya podía saborear la libertad. Adiós a la pesadilla de acabar en una de esas perreras con tan mala fama. Prefería la calle a terminar en otra jaula compartida por más idiotas. Según Loki, el mundo estaba plagado de ellos.
Thor, ingenuamente convencido por las estrictas demandas de su estómago, abrió la puerta de la jaula y permaneció aún así alerta, siguiendo todos los movimientos de su compañero. Por otro lado, en cuanto Loki salió, empezó a estudiar sus posibles salidas. Siendo custodiado por el golden retriever, llegaron a la cocina y Loki alcanzó el famoso tarro con dos limpios saltos de suelo a encimera y de encimera a estante.
- ¿Estás preparado?
- Espera...- Thor arrastró su cama acolchada y la colocó justo debajo del estante.- Ahora sí.
- No, un poco más a la izquierda.
- ¿Así?
- Un poco más.
- ¿Estás seguro? Creo que así ya es...
- Dime Thor, ¿quién de los dos es aquí el genio?- le cortó Loki. Aunque esta vez tenía que admitir que el perro no iba erróneo. La cuestión era que su objetivo no era precisamente que el tarro cayese en lo acolchado, sino en la cabeza de Thor.
Pero Thor no vio venir sus retorcidas intenciones, así que asumió su papel de perro obediente y movió una última vez su cama. Y Loki pudo dar el toque de gracia. Con un leve empujoncito con la pata, el tarro perdió el equilibrio y cayó abajo. Cuando se asomó para ver a Thor, éste ya se había llevado el certero golpe con un ladrido de dolor y ahora gimoteaba lastimero. Deseando que fuese suficiente distracción, Loki la aprovechó sin perder un segundo y llegó al suelo del mismo modo que subió. Y con la misma sigilosa agilidad, alcanzó el alfeizar de la única ventana abierta en la cocina, ubicada en el segundo piso. Ya podía ver el exterior, su salvación. Y aún así dudó un instante. ¿Estaba preparado para abandonar a su única familia? Tan despegado como era él y ahora le pasaba esto... Tuvo que recordarse que eran ellos, no él, quienes querían que desapareciese de sus vidas. No le estaban dejando otra opción. Apenado, volvió la vista hacia Thor una última vez, quien ya se recuperaba y había comprendido el plan.
- Lo siento.- se sinceró Loki.
- No lo hagas...- demandó Thor ya cortando las distancias.- Vuelve aquí. ¡Loki, vuelve aquí!- Pero no fue suficiente. Cuando alcanzó la ventana, aquel que consideraba como un hermano ya se había dejado caer al vacío.
Espero que os haya resultado interesante el comienzo de mi AU y no me tachéis de loca, que tampoco lo descartaría... Será una historia de unos siete u ocho capítulos, muy ligera y sin grandes dolores de cabeza. Y no esperéis escenas de sexo entre animales, porque eso si que sería raro de narices! Iré publicando una vez a la semana supongo... y bueno, no tengo más que decir xD Comentad un poquito, porfi! Besos!
