FIC
El Error de mi Vida
Por Mayra Exitosa
Una historia que deseaba subir y que no puede dejar pasar...
Su vida no tenía sentido, había sido defraudado una ocasión a tal magnitud que prefería no volver a arriesgarse, su familia molesta con la situación no podía hacer nada, en una revisión de rutina, su padre, hizo que guardaran semen de su hijo, porque se le había detectado cáncer… y existía la posibilidad de entrar a una quimioterapia. Cuál sería la sorpresa que el expediente había sido equivocado. Su hijo mayor no tenía cáncer.
El Padre millonario tendría a su heredero por muchos años más, bueno eso si regresaba a casa, después del fraude de la mujer con la que por fin se había comprometido, William Albert no deseaba volver a amar.
Su hijo menor, tenía una bella novia, pero no quería casarse. Y no tenía caso presionarlo, cuando no había resultado bien con el hijo mayor.
Desesperado y sin poder hacer nada, dejaba las cosas por la paz, sería hasta que… Dios lo quisiera o, su hijo mayor volviera.
En un hospital, la enfermera de planta tomo la decisión de apoyar a la señora Witman, ella era mayor y no podía ser madre, debido a que su matriz era infantil. La soledad la conocía bien y pronto entraría en años, había aceptado adoptar a un pequeño de la casa hogar a la que la enfermera había pertenecido, pero por cosas de la vida, el pequeño enfermo y la tristeza le dio una depresión total que hizo que la señora deseará morir.
- Sra. Witman, sé que la vida no es fácil, su esposo no hubiera querido que usted se rindiera, vamos a buscar otro pequeño para que sea su hijo.
- No Candy, Peter se fue junto a mi marido y de nada me sirve que hayamos guardado su semen, no puedo tener a su hijo, que era el sueño que ambos teníamos.
- Quisiera ayudarla, pero no sé cómo hacerlo, solo sé que hay muchos niños que desean tener una buena madre como usted.
- Candy si yo adopto a un niño, podrías buscar alguien que me prestara su vientre para tener al hijo de mi esposo.
- No sè si eso se pueda, Sr. Witman.
- El dinero no es problema, adoptaré a los hermanitos Wong, esos pequeños que no quieren ser separados. Pero busca quien me ayude a tener el hijo de mi esposo. Así tendré tres hijos y recuperare a mi esposo y a Peter, mi pequeño hijo.
- Hablaré con el médico. Lo más importante es que salga usted de todo esto y darle de alta del hospital.
El paso de los días, la señora continuaba ya tramitando la adopción de los pequeños niños Wong, que ahora serían sus hijos. La pareja de hermanitos eran huérfanos por un accidente automovilístico, una joven norteamericana casada con un asiático, había tenido dos hijos hermosos, pero por decisión de los pequeños, no querían ser separados y deseaban ser adoptados juntos.
Durante meses buscaron la renta de un vientre para la inseminación, pero esta no se daba, había problemas y eso era suficiente señal para que ya no lo intentara y la señora Witman se quedará con los niños Wong.
La señora continuaba feliz y añoraba imaginar que pronto tendría al bebe que le había prometido a su fallecido marido. El caso es que ya se habían dado dos inseminaciones fallidas, el semen no era eficiente y no querían desilusionarla por el estado depresivo en el que podía entrar la señora.
La esperanza era que los pequeños ya vivían con ella, recibía tratamiento psicológico y era muy feliz, hasta que por destino o asares de la vida, el pequeño mayorcito de los dos hermanos enfermo de hepatitis, y fallecía dejando no solo a la señora Witman en estado de shock, sino al más pequeño de los Wonk, con tristeza e internado en el hospital con la posibilidad de la misma enfermedad que el hermanito.
La señora continuaba esperanzada en encontrar el vientre perfecto para su bebito, y aun se aferraba a cuidar del pequeño Erik, quien no salía del hospital aun. Candy apenada por la mala suerte de la señora, quien había donado los terrenos para el hogar y era un ángel para todos en Lakewood, decidió prestar su vientre.
La señora Witman, no sabía porque pero gozaba de una felicidad al saber que Candy le ayudaría a darle vida al pequeño hijo. Erik su hijo adoptivo parecía salir de la enfermedad y eso la motivaba.
Al comenzar el tratamiento para la inseminación, hubo un problema, el semen del señor Witman ya se había terminado en los tratos fallidos de los embarazos anteriores, por equivocación tomaron otro semen. Al darse cuenta de la falla, la inseminación ya había sido realizada y esperaban tener buen resultado. Sin embargo por ética profesional, tenìan que decirle la verdad a la señora Witman y avisar al dueño del semen, que se había tomado el frasco por error.
La señora Witman se molestaba, pero al ver que Erik su hijito adoptivo salìa de la hepatitis, ya nada le importaba y daba por sentado que la maldición de perderlo todo, se había terminado. Candy por su parte no podía aceptar lo que le proponía, quitarle la vida al pequeño ser que no era un Witman, pues ella no lo aceptaría.
Incomoda y molesta, se iba de Lakewood, diciéndole que había perdido el bebe y que le habían dado trabajo en la ciudad. Sin embargo, la familia del padre de su hijo, al darse cuenta del error que habían cometido, exigían saber dónde estaba su nieto. A lo que el hospital tuvo que los detalles del programa por completo y la situación de cómo una enfermera, que jamás había tenido noviazgo, ni relaciones antes, prestaba su vientre para ayudar a una mujer que era benefactora de Lakewood y como milagrosamente se salvó su hijo y el error no la comprometía a responder por el otro bebe que habían tomado por equivocación.
- Siento mucho que hayan sucedido así las cosas, pero necesitamos saber donde esta mi nieto y quien es la mujer que lo tienen en su vientre. Exigía molesto el magnate William Andrew. Para evitar demandar al hospital por la equivocación.
Sin embargo legalmente sus acusaciones no procedían, tenía que ser el padre el que exigiera saberlo y no el abuelo.
Con esa respuesta legal, el magnate busco desesperado a su hijo, quien estaba en África en esos momentos y que al saber lo que había pasado, fue requerido con urgencia en Chicago para que reclamara a su bebe.
- ¡Como que voy a ser padre!
- Lo que oìste, William. Hubo un error y la señorita que prestaba su vientre para ayudar a una mujer que no podía tener hijos, salió pagando la equivocación y ahora será la madre de tu hijo.
- Pero como se atrevió a donar su vientre, debe ser una mujer muy necesitada.
- Ya investigamos y… no es así, realmente estaba ayudando a la señora Witman, de Lakewood, la joven ni siquiera había tenido noviazgo alguno, es apenas enfermera y tu padre no quiere que su nieto se pierda o pase privaciones.
- Ni yo lo quiero tampoco, estos errores están siendo muy extraños, primero que tenía cáncer y ahora alguien toma mi hijo sin mi consentimiento, esto debe ser una broma. Papá debe estar detrás de todo esto, George.
- No, William, de hecho estuvimos a punto de demandar al hospital, solo que legalmente no procede la demanda, a menos que seas tú quien la interponga.
- Claro que lo haré. Y recuperaré a mi hijo, ¿Cuánto tiene de nacido?
- No ha nacido, está en el vientre de la señorita Candy White.
- ¿Qué? ¿Y esa señorita, quien es?
- Una huérfana del hogar de Ponny, quien apoyaba directamente a la señora Witman en su recuperación, se habían alquilado tres veces vientres femeninos para poder tener a un bebe del señor Witman, en paz descanse, pero al no lograrlo, tomaron por error el tuyo y lo colocaron en la jovencita
- ¿jovencita?
- Tu padre dice que apenas se había graduado de enfermera, que la misma señora Witman, le había pagado los estudios a los jóvenes que no eran adoptados en el hogar y esa joven es una de las beneficiarias, quiso ayudarla y el error le salió con un embarazo que la señora Witman ordeno que lo detuvieran, pero la joven se fue a Chicago y tu padre ya la tiene localizada, es solo que, no podemos proceder hasta que llegues tu para hacerlo.
En Chicago…
Candy gozaba de un embarazo tranquilo, fue a su revisión para ver el avance de su bebe y un hombre mayor conversaba con ella, fingiendo no saber quién era, William deseaba saber si era niño o niña su nietecito,
- ¿Espera usted cita, señorita?
- Si, quiero saber cómo esta mi bebe.
- No parece usted embarazada
- Apenas tengo tres meses. Pero estoy segura que ese bebe será enorme.
- ¿Y esta usted sola? No vino el padre de su hijo
- No soy casada. Y… seré madre soltera.
- ¡Que desgraciado! Como dejar a una mujer tan bonita
- No, nadie me dejo, de hecho ni novio tengo, es… una inseminación.
- ¿Inseminación? Pero si es usted muy joven
- Es una larga historia, no quiero hablar de ello. De pronto la enfermera mencionaba su nombre y el señor simpático agregaba,
- Me deja que la acompañe, seré como su padre, así usted no estará sola. Candy con las hormonas del embarazo, le dio tal ternura que comenzó a llorar, el señor asustado pensaba irse, pero ella le dijo,
- Nunca fui adoptada, no tengo padres, para mí sería hermoso que me acompañará. William quien se había tomado el tiempo de investigarla y saber de ella, notaba que siempre estaba sola, preocupado por la joven, se había atrevido a brincar toda la seguridad para llegar a esa situación y ahora, escuchar a la madre de su nieto, sin saber que el era realmente el abuelo, le dio tal impotencia que estaba a punto de pedirle perdón, pero ella, limpiando su rostro, tomaba su brazo cariñosamente y le pedía a la enfermera que lo dejara pasar, que iban a ver a su bebe juntos.
La sorpresa fue que al poner el aparato, no era un bebe, sino dos. Dejando sorprendido al abuelo mentiroso, que había fingido un interés por la joven, y que ese interés se había hecho tan real, cuando se enteró que sería abuelo por partida doble.
- ¡Dos nietos! ¡Tendré dos nietos!
Candy sorprendida de igual manera al ver al hombre tan feliz, ella sonreía porque el señor se había tomado en serio su papel de acompañarla. Sonreía efusiva y complacida, porque no solo ella estaba contenta, sino el buen hombre que fingía ser su padre, también estaba compartiendo su felicidad.
Gracias por todos sus comentarios, su apoyo al escribir cada uno de ellos
Un abrazo a la Distancia
Mayra Exitosa
