Antes de empezar, quiero decir que me eh basado en el capitulo de una caricatura que es algo viejita para realizar este fanfic, que como siempre empezó como un One-shot y acabo como un Fanfic no muy largo. ¿A que no la adivinan?

Cabe mencionar que este capitulo lo tengo escrito desde diciembre del año pasado, pues planeaba ser un especial, y por lo tanto one-shot.

También, algo que es muy raro en mi c: quiero dedicarle este arranque de inspiración a LordFalconX, quien siempre a estado allí. Apurándome, jalandome las orejas, tocándome las narices. Pero siempre allí fiel a que de nuevo, publicaría algo. ¡Muchas gracias!

Uff que nervios, primera publicación real del año

Espero y les guste.

Me doy la oportunidad de informarles:

(*/*/*/*/*/ ) salto en el tiempo

(... + rayita) cambio de escena.

(»*«) Horas mas tarde

:)


/*/Mi amiga Invisible/*/

I

Nini

"Un ser, puede llegar a querer hasta lo que no puede ver. Por que su fe y cariño hace que sus ojos miren mas allá de lo no visible y vean con hermosura a lo que es un secreto, guardándolo egoistamente para el solo como a un valioso tesoro ..."

*/*/*/*/*/

Mientras una tormenta se desataba, apartado de un lejano pueblo ubicado en la región de Latoan residía el único ser con orejas en punta. El joven se preparaba para ir a la cama, a pesar del fuerte ruido que hacían las gotas de agua al chocar con su peculiar casa del árbol el lograría conciliar el sueño como era de costumbre. Podrían caer meteoritos y ese chico ni se inmutaría. Estaba terminando de tender el gran cobertor de borrega y piel de cabra cuando la puerta se abrió estrepitosamente dejando entrar gran parte de agua que eran atraídas por las ráfagas de viento. Rápidamente bajo de un solo salto hasta la planta baja, aterrizando perfectamente de pie, y tras luchar un poco con la puerta logro cerrarla asegurándose de ponerle doble cerrojo.

Apoyo su espalda en ella y suspiro aliviado, pero no pudo evitar soltar un gruñido al ver lo que el aire había provocado; La alfombra estaba mojada; había hojas de papel volando por todos lados; ramas y hojas habían entrado al igual que un pajarito que al parecer no tenia donde refugiarse y deicidio protegerse en un rincón de su casa; Y lo peor fue que entre tantas hojas volando había una fotografía de el y sus amigos que se había arruinado debido al agua.

A regañadientes pero sabiendo que eso no arreglaría nada, limpio el lugar sin tomarse la molestia de sacar al empapado animal que ahora se encontraba dormido. Volvió a subir hasta donde se encontraba su cama y después de apagar la única vela que estaba encendida se envolvió entre las mantas cerrando sus parpados y dejándose arrullar con el sonido del agua caer.

*/*/*/*/*/

Había amanecido, mientras se ponía el sol algunos animales salían de sus madrigueras para que los rayos solares los calentaran. La tormenta había amenguado siendo esta la primera de muchas que azotarían al pueblo por el recién llegado invierno, ahora solo quedaba un leve rocío que rociaba a la flora del bosque.

Durante muchas horas el clima se volvió impredecible con el cielo nublado y el sol saliendo de vez en cuando. Los habitantes de aquella pequeña aldea prefirieron dejar sus labores para otro día, tratando de protegerse con sus familias en sus hogares, pues a pesar de que ya no había tanta lluvia, está había traído al frió como invitado principal.

Mientras tanto en el hogar del joven de singulares orejas, este todavía se encontraba dormido a pesar de que ya era cerca de medio día. Seguía con los ojos cerrados hasta que sintió un escalofrió que lo hizo temblar de una manera demasiado evidente, pero su necedad de seguir acostado le impedía levantarse. Siguió así uno o dos minutos hasta que el frió pudo mas que su cansancio haciendo que se reincorporara. Soltó un largo bostezo, se estiro y desperezo mientras se restregaba los ojos quitándose una que otra lagaña que le nublaba la vista.

Lo primero que vio una ves enfoco su vista fue a su cuerpo descubierto, la abrigadora cobija que lo calentó durante la mayoría de la noche ya no estaba, ni siquiera se encontraba en el suelo lo cual lo extraño mucho, al grado de mirar con desconfianza al pajarillo que todavía estaba en su recinto mientras arqueaba una ceja.

Nuevamente como en la noche anterior se levanto y llego a la planta baja de un solo salto. Olvidando el tema de la manta con mucha rapidez y llegando a la cocina, tomo un caldero de tamaño pequeño al cual vertió agua, recogió los últimos dos troncos de madera que le quedaban en esa parte de su casa (Tenia mas en el sótano) y las hecho al fuego de la chimenea avivando la llama que casi se extingue. Puso el caldero en el fuego para calentar el agua y así prepararse su típico té mañanero con el cual empezaba su día, aunque ahora en su caso seria para comenzar la tarde.

Una ves el agua comenzó a burbujear lo retiro de la llama y vertió el liquido en un tasa, mas sin embargo antes de que acabara, una segunda respiración lo desconcentró, haciendo que tirara el agua hirviendo en su mano derecha.

— ¡Oh demonios! — Exclamo tratando de ahogar un grito mas fuerte, rápidamente se enjuago la quemadura con agua fría y se seco. Afortunadamente lo máximo que había sufrido su mano fue una gran marca roja. En un rato se le pasaría.

Pero de nuevo, el sonido del movimiento de las mantas lo saco de sus pensamientos e hizo que se alertara mucho. Estaba solo. O eso creía. Busco al pajarillo de forma preocupada pero este se encongió de hombros.

De una manera lenta, y hasta desesperante se dio la vuelta pero casi grita del susto. El corazón comenzó a latirle con rapidez casi queriéndole salir del pecho, luego de unos pocos segundos, estaba mas confundido que asustado.

Al otro lado de la estancia en un sillón estaba lo que parecía ser una persona acurrucada durmiendo de manera placentera con su manta de borrega, la cual había perdido durante la noche. Su respiración era lenta, aunque no la escuchaba su pecho bajaba y subía bajo la manta de una forma serena. Lo que le pareció extraño pero a la misma ves curioso, es que cada vez que se movía para cambiar su postura podía escucharse un tintineo de campana.

Se llevo la mano a la cabeza, al parecer aquel pájaro no había sido su único huésped. Le intrigaba el no saber como aquel alguien había entrado a su casa y en que momento, o si este suponía un peligro.

Con sutileza comenzó a acercarse hasta estar a una distancia considerable, para ver aquel ser que estaba bajo la manta. Aunque lo que vio no fue lo que esperaba.

Volvió a hogar un grito de sorpresa. Cuando se acerco descubrió que entre la manta en vez de estar una persona había un hueco como si la prenda estuviera cubriendo a la nada o suspendida en el aire.

¡Ahhhh! ¿¡Pero que rayos es esto!?, uf... uf... tranquilízate Link tranquilízate. Probablemente solo sea un sueño, un muy mal sueño así que no te apures... ¿Pero que estoy diciendo? ¡Claro que no es un sueño! hace un momento me queme la mano y valla que dolió ¡Esto es real! — Pensó hecho un saco de nervios. Inconscientemente comenzó a retroceder tratando de llegar a la puerta, pero antes de hacerlo choco con un pequeño mueble que sostenía a un jarrón azul. Este se balanceo y cayo al piso rompiéndose en mil pedazos y creando un espantoso ruido.

El ente que se encontraba acurrucado se reincorporo rápidamente. Pareció asustarse pues su respiración se volvió alterada, podía verlo en la manta que subía y bajaba de manera rápida y al parecer el ver a Link no lo tranquilizaba en nada.

El tintineo de la campana se volvió a escuchar como si le hablara. Al reincorporarse la manta callo hasta dar a su regazo dejando ver una pequeña campana de color plata que flotaba en el aire y lo mas seguro recidía en el cuello del ser invisible.

Link puso las manos al frente mientras lo incitaba a que se calmara, ya no sabia si realmente era una persona, un animal o hasta un fantasma.

— T-ranquilo. No te haré nada —. Su voz a pesar de que se quebró debido a los nervios, sonaba sincera. Se sereno un poco aunque no dejaba de tener un deje de desconfianza.

— Mi nombre es Link — Le dijo tomando asiento en una silla a una distancia considerable.

Tal como lo imagino la campana se movió tintineando, el no podía entender lo que trataba de decirle, al parecer era mudo o estaba demasiado asustado para hablar.

Cabe mencionar, que el que tuviera aquella campana lo ponía algo nervioso.

— No te entiendo ¿Eres mudo?

De nuevo el tintineo.

— Umh... ya se, te haré una que otra pregunta, claro, si quieres y no te incomoda y para entenderte usaras tu campana. Si quieres decirme "Si" sonaras la campana una vez, si quieres decir "No" la sonaras dos veces ¿Que te parece?

La estancia se quedo en silencio por unos momentos.

Un tintineo.

Le sonrió para tratar de aliviar la tensión que había en el aire y que el ser invisible se sintiera mas cómodo y menos presionado a responder sus preguntas. — Mmm... de acuerdo, lo que mas me intriga ¿Acaso eres un fantasma, Poe o algún ser extraño?

Dos tintineos.

—Uf menos mal, ya me temía lo peor — Suspiro aliviado, realmente no le gustaría tener en su casa a un fantasma con "Asuntos pendientes" — Entonces ¿Eres una persona?

Un tintineo.

— ¿Hombre o mujer?

Dos tintineos.

— ¿No? ¿Entonces eres...?

Dos tintineos demasiado apresurados.

— ¿Mujer? ¿Eres una mujer? — Le sorprendió que respondiera de manera afirmativa. Ahora entendía un poco mejor el porque antes se había asustado tanto con su presencia. Al fin y al cabo el era un hombre, y los hombres a veces tienen cierta fama de no ser corteses con las mujeres solas.

— ¿Vives cerca de aquí? — Se extraño al escuchar tres tintineos.— ¿Que quieres decir con eso? ¿Mas o menos?

Dos tintineos, esto ya lo estaba cansando un poco hasta que recapacito en la respuesta y la entendió.

— No quieres hablar de ello — Se respondió así mismo y ella movió la campana una ves — Esta bien, no voy a obligarte si no quieres.

Siguieron "Hablando" durante un buen rato, mas bien Link hablaba planteando preguntas donde sus respuestas fueran a base de un "Si" o "no" aunque unas prefirió evadirlas ya que al parecer o se sentía incomoda ante estas o las respuestas eran mas complejas como para resumirlo en un forma positiva o negativa. Las preguntas mas que nada estaban relacionadas con su familia, procedencia, edad, domicilio y cosas por el estilo. A pesar de que ella seguía guardando su distancia e inseguridad pudo llevar a cabo la conversación de una manera muy amena. Link trataba de hacer preguntas de su pasado lo menos posible y ella no se abrumaba.

Aunque claro el no podía ver absolutamente nada de ella mas que la campana que colgaba de su cuello, el tiempo en que tardaba en contestar, el cambio de ambiente y la forma en la que tocaba la campana expresaban sus emociones. Un ejemplo muy claro fue cuando Link en un momento de la conversación se paso de curioso y sin medir sus acciones comenzó a llenarla de preguntas una tras otras sin parar, desesperandola y haciéndola enfurecer lo cual expreso tintineando la campana de una manera muy brusca, y como ultimo remedio debido a su mudez, le lanzo un libro que se encontraba en la estancia. El muchacho se disculpo y prometió no volverlo hacer.

Entre otras cosas, había otro problema; su nombre. Al no poder ella decirle su nombre, el muchacho decidió que hasta que encontraran un medio conveniente con el cual hablar abiertamente, el la llamaría simplemente "Nini" haciendo referencia al sonido que hacia el objeto. Al parecer eso no le disgusto ya que había dado una respuesta afirmativa animada.

»*«

Había pasado una que otra hora y el estomago de Link empezó a rugir como si tuviera una bestia dentro de el.

Vio el contendido de la alacena y se alegro al ver que tenia una cantidad de provisiones considerable con el cual él y su invitada pudieran sobrevivir mínimo una semana sin salir del recinto. Menos mal que un día anterior había salido para abastecerse de alimentos ya que no se le hacia muy grata la idea de tener que salir e ir hasta el pueblo con ese clima.

Rápidamente controlándose por el hambre comenzó a preparar el desayuno que se convirtió en almuerzo, huevo, tocino, panqueques, leche, fruta, jugo... todo volaba y era servido con la habilidad de un digno llamado maestro de la cocina.

— Sabes, creo que ya se quien puede ayudarte — Le comento a su compañera siguiendo con sus labores, ella quien no se atrevía a siquiera moverse de su lugar, conservaba su timidez mientras estaba sentada en el sillón. — Es una anciana llamada Impaz. Actualmente vive en el pueblo olvidado en la región de Eldin, pero esta semana vino de vacaciones a Ordon hospedándose en la casa del alcalde bono e Ilia, ya que una vez les ayudo "cierta situación". Valla, que suerte tenemos. Tiene alguno que otro conocimiento en la medicina pero también tiene un libro que heredo de una predecesora suya hace muchos años, que al parecer era Sheikah. Ahí tiene remedios y otras cosas. Estoy seguro de que ella podrá ayudarte, ademas el doctor Borville también podrá ayudarnos y averiguar el porque te volviste invisible y no puedes hablar, ¡Oh! también puedo presentarte con mis amigos de la aldea, Ilia y los niños podrán ser enfadosos pero son muy divertidos, Braulio te puede mostrar las cabras y Uli podría hacer una gran comida, todos son muy buenas personas ¡Te agradaran mucho!

Pero la respuesta que el recibió no fue la que esperaba. Ella hizo sonar dos veces la campana de una manera muy fuerte. Él dejo de hacer sus labores mirándola atentamente de una manera muy desconcertada.

— ¿Que quieres decir?

Volvió a sonar la campana de una manera brusca.

— ¿Pero por que? ellos van ayudarte no te harán daño ¿A caso tienes miedo a las personas? — Pregunto triste. Pero no recibió respuesta alguna lo cual lo hizo enojar. No le gustaba la idea de que rechazara de una manera tan fuerte a sus amigos que eran como su familia sin siquiera conocerlos. — ¡Vamos di algo! ¡Termina lo que planeabas decirme!

No se imagino que sus palabras y su tono de voz la asustarían tanto, al grado de salir corriendo hasta una de las esquinas de la casa, escondiéndose entre un par de muebles mientras se acurrucaba con la manta como si esta le transmitiera seguridad.

Recapacito en sus palabras y se sintió culpable, le expreso que no fue su intención asustarla y le pidió disculpas con mucha sinceridad, pero estas palabras no la relajaron en lo mas mínimo, aun podía ver su pecho subir y bajar de una manera agitada.

Siguió preparando el almuerzo en completo silencio viendo de reojo y de vez en cuando a Nini quien al parecer se estaba adormilando apoyada en uno de los muebles. Aunque no podía estar seguro de si solo estaba reposando un poco o si ya se había dormido.

Al terminar sirvió la mesa con porciones para dos personas. La invito a comer con él, oferta que rechazo al momento de ignorarla. Link comenzó a comer diciéndole que dejaría los alimentos intactos para que ella almorzara cuando se le apeteciera. Para alivianar un poco el ambiente comenzó a contar sobre su vida en Ordon, de sus amigos a los cuales consideraba familia sin excepción de alguno; hablo de Moy, Juli, Bono, Otilia, Prospero, Petra Sancho, Braulio de los niños e Ilia su mejor amiga a la cual apreciaba mas de lo que debería. También hablo de una que otra pequeña aventurilla que había vivido no solo de pequeño si no también una vez crecido.

Lo que el no sabia es que Nini se encontraba atenta a cada detalle y expectante a ver cuando la historia daba un giro inesperado. Mientras el terminaba de contar su historia de como fue que termino luchando contra un lobo el cual casi lo mata, un leve rocío volvió a mojar al pueblo, interrumpiéndolo en su animadora historia.

— Oh no, se me ah pasado el tiempo y no cambie a Epona de lugar, ¡Se pondrá furiosa! —. Se preparo para salir cambiando su pijama por sus ropas de Ordon a excepción de sus sandalias las cuales cambio por unas rusticas botas de color marrón. Encima se puso una gabardina negra con la cual protegerse del rocío que amenazaba con transformarse en tormenta. Por ultimo tomó un par de manzanas verdes, las favoritas de su yegua.

— Si deseas almorzar puedes hacerlo, toma todo lo que quieras, siéntete como en tu casa —. Y salio de la casa.

Pasaron un o dos minutos en los que dudo en moverse o no para el final terminar levantándose y yendo inconscientemente a la mesa. Admiro todos los platillos y no fue hasta ese momento que se dio cuenta de su gran apetito. Comenzó por beber un poco de la leche de cabra, la infusión le calentó la garganta dejandole una sensación muy agradable que le abrió paso a su apetito y comenzó a devorar la comida que no había probado en días. Luego de terminar y no solo llevar los platos al fregadero sino también lavarlos y limpiar la mesa como era de su costumbre, comenzó a curiosear la casa. Por toda la pared había muchas fotografías enmarcadas del Hylian y otras personas. Todos humanos siendo él, el distintivo con sus peculiares orejas.

Observo las fotos y teniendo en cuenta lo que le dijo el muchacho trato de adivinar quien era quien, lo cual en algunos casos fue muy obvio, pero en otros sin duda Link se hubiera carcajeado a pierna suelta de lo equivocada que estaba. En lo que si no tenia duda y la tenia muy identificada era a aquella amiga que Link apreciaba tanto; Ilia. Una joven rubia delgada y de hermosos ojos verdes, era fácil identificarla pues era la que mas aparecía en las fotos con un conjunto de adorables niños.

Una foto que en si que le llamo la atención fue una donde estaban ambos jóvenes; Ilia le daba un beso en la mejilla mientras el se sonrojaba a mas no poder.

Siguió curioseando la casa hasta llegar a la cama de Link. Está estaba acomodada de una manera tan perfecta que te incitaba a lanzarte a dormir en ella. Con delicadeza tomo una de las mantas y aspiro aquel dulce aroma que desprendía de ella, una combinación de hiervas nobles y aromas naturales. Pero antes de que pudiera seguir, la puerta se abrió dejando ver a un muy empapado Link quien restregaba sus botas en el suelo de madera antes de entrar a la casa para no ensuciarla.

Nini brinco como saltamontes hasta llegar a la esquina, donde volvió a agarrar la manta acurrucándose, tratando de no ser muy obvia.

Link había tardado no mas de veinte o veinticinco minutos afuera, los suficientes para dejar que la tormenta se desatara igual o aún más fuerte que el día anterior.

— Uf ¡Menos mal que alcance a llevar a Epona de nuevo a los establos! a Ilia se le olvido que la había sacado al sol, pude recompensarla con algunas manzanas y llegue a tiempo antes de que la tormenta me llevara a mi ¡Que susto!

Se desprendió de la gruesa capa y la dejo en el perchero de madera del cual también tomo un jersey de lana color azul y curiosos detalles dorados. Miro por un momento la estancia pensando en que proseguía hacer hasta que se topo con la cocina limpia y todo ordenado, tarea que se supone el haría una ves volviera.

La busco con la mirada y la vio en el mismo lugar que antes — Gracias — Le agradeció con una radiante sonrisa transmitiéndole confianza.

»*«

Volvió a soplarle a la tasa humeante que tenia la infusión para después poder darle un sorbo. Un té de manzanilla en invierno era la mejor opción para mantenerte caliente mientras disfrutabas de un buen libro, tal como el estaba haciendo. Volvió a darle un buen sorbo permitiendo que la bebida le calentara por dentro, dejandole un sabor y sensación grata en su garganta.

Estaba sentado en la esquina derecha del largo sillón recargado en el posabrazos. En una mano cargaba el libro que trataba sobre antiguas leyendas, historias y hasta sucesos históricos reales de Hyrule. En la mano derecha tenia la tasa humeante la cual ponía en una pequeña mesa que estaba a un lado y la tomaba de vez en cuando. No pudo evitar mirar de reojo a la esquina donde Nini estaba y no se había movido de ahí en un buen rato, la tormenta seguía azotando al pueblo, era un milagro que aun no cayeran truenos ni rayos.

Cambio de pagina.

Pero ahora estaba mas concentrado en estudiar la situación, el ambiente y sus movimientos. Solo esperaba oír de nuevo ese tintineo de campana que hace ya un buen rato no escuchaba. Eso lo desconcertó un poco. Se dio cuenta que toda ella era un misterio que buscaba ser resuelto. Jo. Hasta su rostro era un misterio. ¿Cual seria su edad? ¿Como seria su cabello? ¿Seria bella? ¿Cual era su color de ojos? Pero sobre todo había algo que era lo que mas le carcomía, ¿Por que era invisible? ¿Acaso era por fealdad? ¿O para proteger su hermosura? ¿Un maleficio? ¿Experimento? ¿O realmente no le estaba contando la verdad? ¿Le ocultaba algo? ¿Tenia familia? ¿Hace cuanto que se había vuelto invisible? ¿Quien rayos era ella? Lamentablemente todas sus dudas no podían ser contestadas. Lo que si sabia es que llegaba a sentir compasión y lastima por ella ¿Tanto había sufrido como para temerle a las personas? Su pasado le llamaba la atención y le atraía de cierta forma, quería saber mas de ella y ayudarla pero no sabia como.

En eso el primer trueno de la noche cayo sonando fuertemente y tomándolos por desprevenidos. Nini se asusto y dio un pequeño brinco. Link se percato de ello y vio inquietamente como ella trataba de cubrirse con la manta apretándola mas a ella mientras se removía en su lugar de forma nerviosa.

Otro trueno.

Esta vez no pudo evitar cubrirse la cabeza con la manta escondiéndose del brillo que se filtraba por las ventanas. Sin duda, si en ese momento tuviera voz hubiera gritado.

Otro mas.

La manta comenzó a moverse. Ella estaba temblando.

El la miro entre confuso pero preocupado ¿Como ayudarle?

—¿Le temes a los truenos? — Comenzó preguntando con tacto dejando la pregunta al aire.

La estancia se sumió en el silencio, el la miraba pero Nini ni se inmutaba, seguía debajo de aquella abrigadora manta escondiéndose.

Un tintineo, lento, e inseguro. No podía escucharla quedaba claro pero eso le basto para entenderla. Temblaba y estaba aterrada.

—Oye no tienes por que temer aquí estas a salvo ¿Por que no vienes y te sientas conmigo? anda vamos a leer una historia.

Pero ella negó. Se lo imaginaba ¿Por que tanta desconfianza? ¿A que le tenia tanto miedo? ¿A que la lastimara? Eso jamas, no se atrevería. Si el ya se lo hizo saber ¿Por que tenia miedo? Si tanto miedo tenia pudo haberse ido cuando se fue con Epona ¿Entonces por que no lo hizo? ¿Sera que si le tenia confianza?

Atrapo su labio inferior entre sus dientes mientras estudiaba la situación buscando las palabras adecuadas para hablarle.

— Lo siento — Se disculpo sin mas — No fue mi intención el gritarte, no quise hacerlo. Mira, no se que fue lo que te ocurrió o porque estas en esta situación, se que no quieres hablar de ello y no voy a obligarte — Este ultimo comentario le llamo la atención haciendo que se reincorporara — Pero no quiero que me temas, te prometo que no te haré daño jamás haría algo que te lastimara. Pero aprende a confiar en mi aunque sea solo un poco y prometeré ayudarte. En mi guardia nadie te hará daño, pero por favor deja ayudarte. Por favor confía.. — Le suplico de manera triste sorprendiéndola a ella y así mismo. Aquella muchacha era como un secreto. Alrededor de ella había un aura de desconfianza y miedo. Un aura misteriosa llena de tristeza.

El silencio se hizo por un momento. Creyó que ignoraría sus palabras y que no valdrían nada. Pero se sorprendió cuando sucedió lo contrario. Se levanto de su lugar casi volando y con la rapidez de un rayo corrió hasta quedar en frente de Link viéndolo por un momento, hasta que paso de largo y con mas premura se sentó del otro lado del sillón conservando aun algo de distancia pero desechando la tensión que había entre ambos.

Sonrió pues se lo imaginaba. Pero al menos había depositado en el algo de confianza y eso le complacía —¿Te leo algo?

Un tintineo.

— Es una leyenda muy antigua de Hyrule. Suena interesante aunque algo incrédula. Se titula "La dama del agua"*

*/*/*/*/*/

Hace muchos años mas de los que un hombre puede contar, no mucho tiempo después del nacimiento del reino, cuenta la leyenda, el joven príncipe Harkinian I seria coronado rey de Hyrule. El muchacho quien era tatara nieto de los primeros regentes del reino quienes según se cuenta provenían de los cielos, cumpliría la mayoría de edad en un par de días, los suficientes años para desarrollarse y adquirir la madurez debida de un digno mandatario. Había sido preparado para esto toda su vida, pero a pesar de memorizar cada detalle y cosa que debería aprender, de adquirir todo el conocimiento que tenia que adquirir, no se sentía seguro de su persona. Para poder gobernar un pueblo no solo se necesita la inteligencia o conocimientos, sino que también se necesitan virtudes como la humildad, valentía, sabiduría, fe, optimismo, paciencia, bondad, misericordia, perseverancia... demasiadas cualidades que se deberían de poseer para poder buscar el bien común de las personas, todas y cada una de estas virtudes deberían estar impregnadas a fuego en el corazón del futuro monarca.

Y eso lo hacia dudar sobre si realmente estaba listo o no para llevar sobre sus hombros la carga de ver por el bien de cientos de personas. Según todos, él tenia lo necesario para soportar aquel cargo, pero Harkinian no se sentía así, sinceramente no lo creía y eso lo comía vivo. No quería defraudar a su pueblo ni a sus antecesores, tenia miedo de fallar y quedar marcado para toda la historia. Hasta esos tiempos, todo había ocurrido de maravilla ¿Y si echaba a perder todo lo que sus antepasados habían logrado con tanto esfuerzo?

Un día, el joven decidió cabalgar y explorar la pradera. Con cada trote que daba su corcel se iba deleitando con la naturaleza, tanto con fauna tanto con flora que se caracterizaban por lo excéntrico. Siguió así hasta que perdió la noción del tiempo, y cuando menos se lo espero llego a un inmenso lago que brillaba con la luz del sol.

Desmonto de su caballo y sobre el césped tendió una manta para poder recostarse y admirar el sol. Soltó un largo y profundo respiro mientras cerro sus ojos, poco a poco sentía como se adormilaba cayendo en un sueño profundo.

...

El éxito, es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse* No temas a arruinar el esfuerzo de otros, teme por arruinar tus esfuerzos. Cada regente gobierna de forma distinta, no copies los pasos de los otros, solo guíate en ellos. Ten por seguro que un día te equivocaras, pero eso no significa que fracasaras. El secreto es confiar en ti, has lo que creas correcto y no lo que los demás dicten. Fíate en mi consejo, y encuentra la felicidad.

...

El joven despertó de forma repentina. Se llevo una mano al pecho tratando apaciguar los apresurados latidos de su corazón. Vio al cielo, ya colereado de naranja y con sutiles brillos en el firmamento. Suspiro profundo mientras aquellas palabras resonaban en su mente, quedando grabadas permanentemente.

Fíate en mi consejo...

Frente a el, flotando en el agua cristalina que reflejaba a la luna, una mujer de apariencia mística y brillante en anatomía, le sonreía de manera alegre. Sus ojos acuarios lo veían con ternura y una inmensa sabiduría.

El joven príncipe quedo pasmado ante la belleza de la mujer, cegado por sus cabellos dorados resplandecientes y la luminiscencia que desprendía.

Cuida a mi gente...

Fue lo ultimo que dijo, antes de desaparecer.

...

— Cuentan los rumores y leyendas, que el príncipe jamas volvió a ver a tal mujer, a tal dama que resplandecía junto al agua. Pero lo que realmente se sabe y no cabe ninguna duda, es que, el Rey Harkinan I si quedo marcado en la historia, como el mas grande regente que haya gobernado estas tierras. Gracias al consejo de "la dama del agua"

Cerro el libro de manera suave y levemente admiro la pasta corroída y desgastada del tomo. Dejo el ejemplar en el respaldo del sillón y dejo caer su cabeza hacia atrás.

Sobre su hombro, Nini descansaba apoyada completamente en el, conforme avanzaba la historia ella se iba acercando de manera "discreta" mas Link se dio cuenta al instante, lo que le dio gracia. Sus apaciguadores suspiros le indicaban el profundo sueño al que estaba sometida y lo cansada que seguramente a de haber estado.

Sonrió de manera alegre, mientras volvió a arroparla con la manta que había quedado en su regazo.

— ¿Qué voy hacer contigo? — Pregunto soltando una risita. Era extraño que acogiera una persona completamente desconocida, y mas increíble aun, ¡invisible!, pero, aquella fémina actuaba de forma tan inocente y asustada que simplemente no podía echarla de su casa acusándola de brujería. No era la primera vez que veía cosas extrañas, valla, Hyrule estaba llena de ellas, por eso mismo tenia que encontrar una solución a esa situación. En su corazón guerrero y generoso nació una necesidad de ayudar a esa persona, tal como lo había hecho con el resto de toda su familia de Ordon. Y realmente estaba decidido hacerlo.

...

"

"

Esta historia continuara...

N/A: *La dama del agua: Me base en el nombre, por el nombre de uno de los capítulos de la serie; Avatar la leyenda de Aang que se titula "La dama pintada"

*El éxito, es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarseEs una frase del historiador, escritor, militar Winston Churchill (El nombre que le pega de maravilla, ¿Eh? xd) lo demás, yo lo escribí.


»*«

Wow, se siente tan bien poder volver a publicar algo aquí, en serio me siento triste melancólica pero sobre todo feliz.

Algunos sabrán quien soy y otros no, pero para los que me conozcan sabrán que tal vez no me eh manteniendo muy viva, pero mas que nada en mis historias.

¿Que puedo decir? Nada, absolutamente nada, no hay excusas no hay pretextos; nada que decir.

Simplemente puedo hablarles con sinceridad, y decirles que hice en este casi año que no publico nada, a excepción del fanfic que eh estado reeditando;

*Me enferme 100 veces

*Fui 4 veces a la playa;

3 al cine

Ninguna al parque.

*Hice nuevos amigos.

*Por primera vez recibí 50 likes en facebook por una foto mía sin etiquetar a nadie.

*Falte 30 veces a clases

*Perdí a familiares

Otros siguen enfermos de gravedad

*Llore 1000 veces; 999 en silencio.

*Me gradué recientemente de la secundaria.

*Cumplí 15 mas odio las fiestas de 15 años; No me gusta llamar la atención.

*Me enfrente a la dirección y maestros solo porque no quería estudiar lo que ellos querían ni donde ellos querían, ni como ellos querían. Casi me lanzan a la SEP solo por llevarles la contraria xd

*Inicie mi carrera de idiomas.

*Algunos amigos me olvidaron con facilidad, otros me borraron de sus conocidos y a otros les sigo hablando.

*Nuca tuve el valor para decirle al chico Otaku que me gustaba; Ahora le hablo y trato de decirle lo horrendo que me hace sentir cada vez que me manda un "c:" TT-TT

*Tengo nuevos compañeros pero nada comparados a los que antes tenia.

*Termine una nueva serie; E inicie con otra.

*Descubrí 17 animes nuevos.

*Vi de nuevo los tres libros de Avatar; La leyenda de Aang

*Nunca me ausente en FF, todos los días desde entonces eh entrado y eh estado trabajando mucho en nuevas historias, one-shots que estoy a punto de acabar otras historias que solo tengo que publicar.

*Tenia 50 docs, 30 se borraros por razones desconocidas.

*Me deprimí, pero eso solo me hizo darme cuenta que si no quería perder de nuevo capítulos editados, prólogos terminados de nuevas historias que planeaba publicar y otras ideas, debía publicarlas ahora, no exactamente esperar hasta acabarla. Esto me motivo a continuar con esta historia que tenia arrumbada.

*Y por supuesto volví.

*Nunca me distancie, simplemente me desvanecí por un momento.

*Trate de mejorar como persona.

*Trate de mejorar como escritora.

*Pero aun sigo siendo la niña risueña, alegre y positiva de siempre.

Y eme aquí, zagales.

c:

Solo diré que este fic, si, tiene capítulos avanzados terminados y hasta corregidos. Producto de que nunca me ausente en escribir. Creo que este sera mi primer Fic serio por así decirlo. Así que la publicación sera semanal, y si me atraso sera quincenal sin un día en especifico.

Espero que estén bien, y pues esta historia algo rara les guste. ¿Adivina quien es la amiga invisible?

¡Animo!

»De momento les dejo esa imagen«

...