Hola de nuevo, aquí estoy con mis OC e historias fumadas, lo sé una combinación explosiva XD, por ahora no sé por qué me ha dado por escribir acerca de KHR (no me digas!) pero ya saben que así soy, en esta ocasión voy a usar algo más fumado que la última vez.
La historia surgió mientras leía los libros de Firelight y Vanish de Sophie Jordan y me dije, porque no combinarlo con Eragon y KHR. No me digan nada.
Bueno, sin más los dejo con el fic y por cierto ya escribí la conti de ¿Por qué me amas? Solo me falta subirlo.
Esto no me pertenece es de Akira Amano y Sophie Jordan y bla bla bla
Perdón si los personajes me quedan Ooc
Una joven de cabellos azul obscuro, ojos marrones y un atuendo militar se encontraba parada delante de otros chicos unos años menores, todos ellos formados como si estuvieran en una academia militar (y en cierta forma lo era).
Escúchenme con atención, si pensaron que esto sería un campamento de verano donde aprenderían a hacer fogatas y nudos, se equivocaron de lugar- aun en esa altura y con el viento que provenía del exterior, se escuchaban perfectamente sus gritos – esta no es una base cualquiera, es una base de jinetes de dragón, eso quiere decir que fueron seleccionados para ser guerreros, se les enseñara durante estos tres meses de verano, todo lo que tienen que saber acerca de los dragones, combates y el vuelo, los que no logren pasar el curso, serán considerados peor que escoria, ahora brevemente explicare las reglas de este lugar.
Avanzo unos pasos para acercarse a la orilla de la montaña y señalar el enorme abismo que estaba en medio de las dos montañas.
-Pasando este enorme barranco, empieza la otra montaña, donde se encuentran los drakis y futuros compañeros, así que pondré unas simples reglas que hasta un idiota debería entender.
1.- Nadie debe de salir de sus habitaciones asignadas por la noche.
2.-Se prohíbe hacer alpinismo o cualquier otra estupidez en el acantilado, sin supervisión de un maestro.
3.-Ningun estudiante debe de tener ningún tipo de contacto con los Drakis hasta su examen final.
-Hasta ahora no creo que tengan problemas con eso, o si?- pregunto Lal a los chicos con una amenaza. La tutora siguió diciendo algunas advertencias básicas para los novatos que como todo ser con sentido común debería de entender.
Allí se encontraba Zafiro, justo en medio de los seis reclutas, eso no era lo que se esperaba para sus amadas vacaciones de verano.
Fuera de la casa de Zafiro, dos hombres cubiertos con una túnica negra que les tapaba la cara hasta la altura de la nariz y solo dejando libre a sus bocas, hablaban con la adolescente frente a ellos, de cabellos lacios y castaños, piel de un tono café con leche y rasgos finos.
Ambos hablaban mientras ella callaba y asentía solo con la cabeza, al terminar uno de los hombres saco de su bolsillo una caja de madera azul índigo, la sostuvo frente a la chica mientras ella los miraba sin una expresión en específico, el hombre con su mano libre destapo la caja para que ella pudiera ver el cristal transparente parecido a un cuarzo.
Ambos parecían prestarle atención a las expresiones de la chica, mientras que esta tenía la mirada fija en el objeto, en un instante el interior de la piedra fue poniéndose opaco, pasando por varios colores como el gris, marrón, azul obscuro hasta llegar al morado, donde se detuvo la mezcla de colores.
La castaña miro a los hombres esperando su respuesta. En su lugar los hombres mantuvieron la mirada fija en el contenido de la caja, se miraron entre ellos y sonrieron siniestramente como cómplices de un acto malévolo.
En unos segundos se habían despedido cortésmente y se largaron del lugar como alma que lleva el diablo, dejando sin habla a la adolescente y con una expresión de incredulidad.
Cuando sus padres llegaron del trabajo, no se molestó en mencionarles lo que sucedió esa tarde, porque si lo hacía, se ganaría el sermón inmenso de su madre, de que simplemente lo había imaginado, no valdría la pena.
Al día siguiente recibió una extraña invitación por correo tradicional, que hablaba sobre un campamento de verano donde se anunciaba todo lo que un padre soñaría para pasarse unas vacaciones con la pareja sin preocupaciones sobre su hija adolescente. Su madre casi se desmaya de la alegría al enterarse del precio tan económico que les cobrarían por el curso, ambos aceptaron llevarla sin siquiera preguntar su opinión, pero de todas formas a Zafiro no le importaba, ella preferiría mil veces ir a un campamento para niños pequeños, que pasar todo el verano con su padre viendo repeticiones grabadas de futbol e ir con su madre de compras, en uno de los muchos intentos fallidos de hacer que su hija se vuelva más femenina.
Oh lo siento olvide mencionar que Zafiro no es muy femenina que digamos, ella acostumbra llevar siempre una playera con imágenes de sus bandas favoritas de Linkin Park, pantalones militares y odia el maquillaje porque según en palabras de ella "es antinatural e inútil" , ama los deportes extremos y es la última que eligen para un equipo de la escuela.
Por eso en cuanto se dio la noticia sobre el viaje, fue directamente a su habitación para preparar su maleta con ropa para tres semanas.
"Casualmente" el campamento iniciaba al día siguiente, sus padres la llevaron (después de comprar boletos para un crucero por todo el Caribe) al lugar donde según el folleto recogerían a Zafiro junto con otros jóvenes.
A ella no le sorprendió que sus padres se fueran de inmediato, luego de despedirse con un beso. Suerte que alcanzo a sacar su equipaje de la cajuela, aunque casi se corta los dedos al sacar de un jalón la maleta tan pesada.
El lugar donde la citaron era la entrada a un bosque ubicado a las afueras de la ciudad, en el perímetro de este había una enorme reja que no permitía la entrada a la gente, con la excusa de que era una zona protegida.
La castaña espero en la orilla de la carretera a alguien que le indicara que hacer o hacia dónde ir, pero el lugar estaba desierto, lo único que se distinguía de sonido era el aire y unas cuantas aves por encima de su cabeza.
A lo lejos se empezó a oír el sonido de llantas rodar por el pavimento, Zafiro fijo la vista a la izquierda, donde provenía aquel ruido, y efectivamente era un autobús parecido al que usaban en las escuelas cunando había una excursión.
Pero había que ver el lado bueno de eso, estaría libre de su familia por 3 meses (que era lo que durarían sus vacaciones).
El autobús era de un color negro que hacía imposible distinguir las ventanas a los costados, el conductor era muy habilidoso para que la puerta de entrada quedara justo en frente de la chica.
Se abrieron las puertas y la castaña se sorprendió al ver a un hombre bajo y gordo, con la forma de su cara un tanto extraña y vestido con un traje negro con corbata.
-Buenas, mi nombre es Giannini, me dijeron que estarías aquí, por favor pasa y toma asiento donde gustes- con una palanca cerro las puertas detrás de ella.
Zafiro se sentía extrañada de su amabilidad, pero supuso que ese era su trabajo después de todo.
Camino por el pasillo angosto del medio cargando su maleta que la sentía de 200 kilos.
Había alrededor de tres personas por todo el autobús, cada uno con una apariencia única que hacía difícil confundirlos uno con otro. En uno de los primeros lugares, había un castaño apenas menor que ella, piel blanca, ojos castaños y parecía tímido cuando hablaba con la chica del asiento trasero, una chica de cabellos dorados, ojos miel y piel parecido al tono de Zafiro. Pero se notaba a leguas que el chico estaba enamorado de ella.
Ambos voltearon a verla cuando paso por su lado la castaña.
-Hola mi nombre es Sasagawa Kyoko y él es Sawada Tsunayoshi, un gusto- ambos sonrieron mirándola amistosamente.
La castaña les respondio el saludo con un asentimiento de cabeza.
-Zafiro, mucho gusto- dijo con una voz monótona, se dio una patada mental por no responder màs amablemente.
Huyo de ellos para ir más hacia el fondo y buscar un lugar adecuado.
Unas filas, mas atrás, casi llegando al final, había una adolescente de cabellos azules obscuros, piel lechosa y ojos violáceos, rasgos no muy comunes, pero lo que más destacaba era el parche en su ojo derecho, probablemente consecuencia de un accidente.
Zafiro se sentó en el lugar detrás de ella, puso su maleta en el estante de arriba a un costada y se dedicó a disfrutar el viaje.
Durante ese tiempo miro el paisaje y noto que no cambiaba en lo màs minimo, siempre era por la carretera en el medio de la nada, ni siquiera una gasolinera para ir por frituras o al baño si necesitaba.
Después de unos minutos no soporto el silencio y trato de conversar con la chica frente a ella. Por cinco minutos trato de hacer conversación con cualquier cosa, pero Chrome (así supo que se llamaba) era muy tímida e introvertida, por lo que hablaron muy poco tiempo, pero al menos ambas no se aburrirían.
-Y, como fue que te enviaron a un campamento?- pregunto Zafiro.
-En realidad, mis padres nunca están en casa y cuando vi la invitación en el correo, prometían un campamento tranquilo y libre de preocupaciones, asi que para no aburrirme, me apunte sola y me fu dejándole una nota a mis padres de que no estaría en todas las vacaciones- confeso tímidamente.
-en serio que no se preocuparan o algo?- pregunto incrédula la castaña.
Chrome negó con la cabeza –nunca están en casa y yo me preparo mi comida, además de hacer los deberes sola, no creo que se den cuenta si me voy un tiempo- Comenzaron a formarse lágrimas en los ojos violetas de la chica. Zafiro poso una mano sobre su hombro para calmarla y ambas cruzaron sus miradas.
-Tranquila, será divertido, yo estaré contigo y te cuidare, es una promesa- sonrió sinceramente y Chrome la miro con extrañeza y alegría combinadas.
Pero en la mente de Zafiro surgía una interrogante, ¿Por qué tan pocas personas y porque el caso de Chrome es tan parecido al de ella? Trato de buscar una explicación lógica, pero no hallaba ninguna a no ser que fuera solo una coincidencia.
Estaba tan sumergida en sus pensamientos, que no se percató de que el autobús volvió a hacer parada con la misma habilidad que antes en frente de una parada de autobús vieja, con unos asientos rotos y las paredes rayadas, allí una chica de unos 15 años cabello rosa pálido ojos azul aqua y piel de porcelana subía al autobús y por su cara se podría decir que pensó lo mismo que Zafiro al entrar al transporte.
Saludo a todos con cortesía y se dirigió al fondo a un lado de Chrome.
-Hola, me llamo Serena ¿Está ocupado este asiento?
Hasta aquí, llegue porque no me dan más tiempo en la escuela y tengo que estudiar para los exámenes, ya escribí los otros capis de mis otros fics, solo tengo que pasarlos de cuaderno a Word y de Word subirlo, pero juro por Goku que ya están.
Dejen reviews onegai y se aceptan sugerencias, tomatazos y recomendaciones de anime XD, nos leemos y que tengan un excelente día n.n
