—¡Valdez toma un baño ahora mismo!—chilló Lily con furia

Cuando Leo le fue a entregar una pulsera de plata finamente decorada con sus manos, pedido especial del novio de esa loca pelirroja. Lo menos que esperó el hijo de Hefesto fue una reprimenda de tal grado.. Frunció el ceño totalmente ofendido

—Que huelas a rosas no significa que huela igual

Lily Darla le lanzó una mirada fulminante antes de agarrar de manera rara la pulsera sin llegar a tocar las manos ensuciadas de Leo

—Oh dioses Valdez, eres repugnante

Ambos se separaron sin dirigirse la palabra en toda la noche. Hasta que un minitauro en medio de la noche entró al campamento causando un gran revuelo e inclusive Lily se vio obligada a recogerse el cabello en una coleta alta y salir en su pijama de dos piezas con la espada en mano. Nunca antes había utilizado la espada que le mandaron hacer hace 3 años cuando llegó al campamento y pensó en que nunca la usaría. El minitauro parecía buscar a alguien en común y muy pronto encontró al muchacho curtido y trabajador.

Muchos empezaron a pelear con él, pero los gritos y aullidos de los demás campistas daban a entender que el mounstro es muy poderoso. Agarró un escudo tirado en el suelo y con cierta duda también se entró a la pelea antes de que el minotauro cumpliera con su cometido.

Valdez apareció llameante completo algo que sorprendió a la mayoría de los campistas, Lily no daba crédito a lo que veían sus ojos. ¿Que diablos estaba haciendo?

—¡Por un demonio! ¡Valdez !

Él estuvo a punto de cometer una locura y al mounstro parecía encantarle las ganas que tenía Leo de salir despellejado de allí, pero Lily fue lo suficientemente rápida y acróbata para matarlo de una manera feroz, dejando atónitos a todos. El cabello lo tenía sudado al igual que todo su cuerpo, una herida fea surca uno de sus piernas gracias a un manoton del mounstro y por poco terminaba hecha un fiasco si no hubiera sido por que el labial de fresas silvestres que utilizaba hacia que sus labios lucieran despampanantes. Se encaminó con dificultad hacia la enfermería donde Will solace la atendió con eficiencia y atónito por que lo que acabó de ocurrir.

—Eh. Quirón te espera— dijo Connor Stoll asomándose por la enfermería

—Ok