DESAHOGO
Nunca pensé que estaría muriendo de dolor, pero si me estoy muriendo de dolor, yo pensaba que lo tenía todo a mis pies, pero la realidad era otra, me fui al baño de prefectos quería estar sola, no me gustaba que me vieran llorar.
Ahí estaba sola llorando por que había perdido o eso es lo que yo creía, por que el hombre a quien le dedique tantos años se comprometía con otra, genial otra pudo más que yo.
Me quede sentada en medio del baño de prefectos llorando como imbécil, cuando escuche unos pasos acercarse a donde yo estaba.
-perdón, pensé que estaba vacío-
-¿Granger?-
-Parkinson, ¿estás llorando?-
-no, no- negué mientras me limpiaba el rostro
-sí, estas llorando- y se acerco a mi
-no Granger, yo no lloro-
-lo haces y por Malfoy- con cierto enojo en su voz
-está bien estoy llorando ¿feliz?-dije
-No- y me abrazo
Fue extraño sentir su cálido abrazo, fue el desahogo que necesitaba, para mi alma solitaria y mi corazón herido.
-no deberías llorar por el-continuo acariciando mi rostro
Casi por inercia cerré los ojos para disfrutar mejor su caricia
-eres hermosa, y él no lo valora- y me beso
No fue su beso lo que me perturbo, si no el deseo con el que lo correspondí, su lengua luchando contra la mía, sentí sus manos desabotonando mi blusa, no sé en qué momento comencé a quitarle la suya, sus besos bajaron por mi cuellos hasta llegar a mis pechos y comenzó a besarlos todavía con mi sostén puesto de modo involuntario arque mi espalda para darle mayor acceso y ella no tardo en quitarme el sostén, cuando me despojo del sostén, paso su lengua por mi pezón fue un sentimiento formidable.
Sus manos despojándome de mis ropas, y acariciando mi cuerpo no fue lo más torturo era el deseo con el que yo correspondía sus caricias era el fervor con el que yo misma me deshacía de sus ropas, era la pasión con el que yo correspondía a sus besos.
Era el que olvide quien me estaba besando y solo me deje llevar por sus caricias, solo deje que marcara mi cuerpo, disfrute el sentir sus manos llegando hasta mi intimidad, el choque de nuestros pechos desnudos al sentir el roce de nuestras pieles.
Mientras me besaba yo la abrazaba con fuerza quería fundirme con ella y ser solo una piel, sus manos no dejaron ningún centímetro de mi piel sin recorrer, pero el inicio del placer, vino después cuando sentí sus dedos invadiendo mi intimidad, me sentí enloquecer pero lo mejor es lo que paso después sus besos bajaron de mis pechos hasta mi abdomen y llego para hacer con su lengua lo que antes hacían los dedos, solo tuve consciencia para tomar su cabellera castaña con mis piernas para que no se alejara de mi.
En algo que jamás pensé que sucedería dije su nombre entre el deliro del placer, algo que le gusto por que sus dedos volvieron a mi intimidad y ella me beso, perdí el control del tiempo y de mi cuerpo solo regrese a la realidad cuando el ansiado clímax del momento llego.
Nos separamos no sin antes darnos un último beso, después de eso cada una se vistió en silencio ella se iba pero antes dijo:
-¿te sientes mejor?-
-si fue buen desahogo-
-me alegro, la próxima vez que te quieras desahogar, búscame-
Fue extraño lo admito, pero sumamente placentero, yo entre a este baño pensando que había perdido, y solo tuve que vivir un glorioso desahogo
