Notas de Autora:

¡Hola a todos! Este es mi primer fic, ví el anime hace unas semanas y no pude resistir hacer esta historia y publicarla~ :3
Les cuento que los personajes de Hakuouki no me pertenecen xD pero hice mi propia versión de Chizuru (cambie un poco su personalidad muajaja).
Esta historia juega con los tiempos (pasado, futuro) espero no enredarlos y sea entretenido leerlo como lo fue para mí escribirlo :D
¡Oh! Y si encuentran alguna clase de error ~ las disculpas del caso -x-U


El pasado comienza con H: Perdida en Hakuouki

Capítulo I: Caer duele

Era una noche de invierno en las calles de Kyoto y sólo podía pensar en regresar a casa lo más pronto posible, tuve un mal día y todo lo que quería era refugiarme en mi hogar, encender el calefactor, preparar un poco de chocolate caliente y ver uno de mis animes favoritos, "Hakuouki".

Se me había vuelto una adicción últimamente el pensar en aquellos samuráis, ninjas o guerreros de época y me quitaba el sueño la idea de tener un romance con un hombre de aquellos, lamentablemente en el año 2014 es imposible encontrarlos, aun así con una de mi mejores amigas pensamos en la posibilidad de envolver en un kimono a todos los hombres que viéramos por ahí, finalmente concordamos en que la idea era desesperadamente ridícula, aunque intentemos vestirlos con kimonos a todos y colgarles una katana al costado eso no haría que se vuelvan atractivos, inteligentes, diestros con las armas y sobre todo, nos protejan de tal forma que darían su vida peleando por nosotras, sin contar que terminaríamos en un centro psiquiátrico por tremenda locura.

No pude evitar sonreír pensando en ello, mientras subía desesperadamente al tren que me dejaría en una estación cercana a mi casa, conseguí un asiento para el lado de la ventana y segundos después un hombre se sentó a mi costado.

El camino se hizo corto con la ayuda de mi música favorita, gracias a que yo jamás salía de casa sin mi ipod, mientras miraba por la ventana sumergida en mis pensamientos no pude percibir que ya me encontraba a pocos metros de la estación, de no ser por el hombre a mi costado, quien al ponerse de pie me saco súbitamente de mi trance no me hubiera dado cuenta que ya había llegado a mi destino.

Respiré profundamente al salir de la estación, era otra noche en la que el frío escalaba a través de mi piel hacia mis huesos, aunque la caminata era de corta distancia y nunca me molesto hacerla una sensación de melancolía me invadía esta vez, la cual no cambio incluso cuando llegue a casa.

Entre sigilosamente e intente sacarme los zapatos lo más rápido que pude y subí a mi habitación, ni siquiera pensé en cambiarme de ropa a una más cómoda, considerando que llevaba puesto un vestido de cuello cerrado color morado con pequeños detalles en él y una correa negra delgada alrededor de mi cintura lo cual combinaba perfectamente con mis mallas negras de diseño de espigas y mis balerinas del mismo color; que había dejado en la estancia, encima del vestido tenía puesta una casaca de cuero negro que me entallaba perfectamente y un bolso del mismo color me colgaba a un costado.

Encendí el televisor rápidamente, saque unos DVD de mi repisa y me apresure a ponerlos, escuchar el opening me hacía sentir un poco mejor, estaba tan concentrada viendo "Hakuouki" que me perturbo escuchar mi celular sonando dentro de mi bolso; era un mensaje de texto enviado por un chico que estas últimas semanas había estado intentando contactarse conmigo, no me atreví a responderle, preferiría que olvidara que me confesó sus sentimientos y mi vergonzosa salida por no tener el coraje para rechazarlo, simplemente tengo un ideal muy alto sobre cómo quiero que sea "mi chico" influenciado totalmente por el anime que ahora estoy viendo.

-Tal vez sólo soy una fan loca sin vida social- susurre con resignación mientras escuchaba que tocaban la puerta y la voz de mi padre detrás de ella.

-Hija ¿estás bien?-

-Sí papá, lamento no haberte dicho que llegue- respondí exaltada mientras corrí a abrir la puerta de mi habitación

-Está bien, no te preocupes Chizuru. ¿Estás viendo otra vez ese anime? ¿Cómo es que se llama? ¿Hakuouki?-

-Esta es la segunda vez que lo veo, papá- sonreí sonrojada pensando que tal vez era la cuarta o quinta vez en el año

-Claro, a veces creo que quisieras vivir dentro de ese anime en lugar del mundo real, te llamaré cuando la cena este lista - sonrió mi padre mientras posaba una de sus manos sobre mi cabeza para luego cerrar la puerta lentamente

-Gracias papá…- susurre sabiendo que él no podría escucharme y volteé para continuar viendo el anime.

Ya iba por el capítulo seis de la primera temporada pero no podía dejar de pensar en las palabras de mi padre, sería genial si pudiera atravesar mi televisor y caer dentro de "Hakuouki" como por arte de magia, aun sabiendo que esa idea era prácticamente imposible no pude evitar intentar algo increíblemente alocado y fuera de toda cabalidad, finalmente nadie me estaba observando, así que haría el ridículo en la soledad de mi habitación, me tome unos minutos para poner mi mente en blanco y arrodillarme frente al televisor con los ojos cerrados, estire el brazo derecho al punto que podía tocar la pantalla con esa mano y alce la voz.

-¡Dios de los televisores! ¡Estrellas fugaces del universo! Por favor, cumplan mi deseo y llévenme al mundo que mi corazón tanto anhela...-

Pasaron unos segundos y sonreí sintiendo vergüenza de mi misma, aun con los ojos cerrados pensaba de donde había sacado la idea de que existía un Dios de los televisores, peor aún, no podía creer que tenía la esperanza de que esto funcione.

No tuve ganas de abrir los ojos hasta que escuché un ruido extraño que provenía de mi televisor, lo cual me hizo abrirlos de golpe y ver que una especie de niebla negra iba cubriendo la habitación hasta formar un agüjero negro frente a mí, me levante exaltada, el agüjero emanaba un viento que me absorbía con tal fuerza que no sabía cuánto tiempo más resistiría, cubrí mi rostro con ambos brazos hasta que finalmente fui arrastrada por el poder del agüjero y caí.

Al parecer todo regresó a la normalidad, así que me levante lentamente del suelo mientras intentaba tocar delicadamente mi rostro y brazos, los cuales aún me dolían debido a que había caído al estilo de un súper héroe volando por el cielo, desgraciadamente yo volé sobre el piso.

Todo iba bien hasta que me percate de un pequeño detalle, ya no me encontraba en mi habitación, a menos que en el segundo en el que caí alguien hubiera entrado y robado todas mis cosas. Era prácticamente un cuarto vacío en el que las paredes eran de madera con unas pequeñas divisiones cuadradas, las cuales estaban cubiertas por una especie de papel lo suficientemente transparente para ver sombras o luces a través de ellas, el suelo era igualmente de madera y en el centro de la habitación sólo pude ver cuatro cojines que prestaban comodidad a los cuatro hombres que se encontraban sentados sobre ellos.

Mis manos comenzaron a sudar frio, mi corazón latía tan fuerte que saldría corriendo de mi pecho y al ver como dos de los hombres se ponían de pie y se acercaban lentamente hacia mí comencé a sentirme como un antílope acorralado por cuatro depredadores; no pude hacer nada para huir, sólo dar un par de pasos hacia atrás y esperar lo peor.

-¿Quién eres?- Alzo la voz uno de los hombres que se había puesto de pie anteriormente

Los demás miraban directamente hacia mí con sospecha esperando mi respuesta pero listos para atacarme en cualquier momento.

-¡Responde!- Repitió la voz que provenía de un hombre alto y corpulento, tenía el cabello corto y una banda verde alrededor de la cabeza

-Mi nombre es... Yukimura, Chizuru- intente responder lo más pausado posible como si de esa forma fuera a invocar la calma dentro de mí, mientras me agachaba levemente en señal de respeto

-¿Será un fantasma?- cuestionó otra voz proveniente del hombre más joven que yacía sorprendido de pie

-¡Claro que no! ¿Acaso los fantasmas pueden poner los pies sobre el suelo? ¡No digas tonterías Heisuke!- le respondió el hombre corpulento mientras regañaba al más joven.

Justo después de escuchar ese nombre pude pensar en retrospectiva y darme cuenta de todo lo que había hecho minutos antes en mi habitación.

La única explicación que se me ocurría era que estaba soñando y no pude evitar sonreír con nerviosismo mientras agachaba la cabeza para que nadie se diera cuenta de ello.

Continúe sumergida en mis pensamientos analizando lo que sucedía a mi alrededor totalmente confundida pero emocionada ante la remota posibilidad, mientras que ambos hombres que estaban de pie continuaban discutiendo sobre si la mujer frente a ellos era un espíritu o no y uno de los otros dos; el cual poseía una hermosa cabellera negra, permanecía sentado observando incrédulo y a punto de perder la paciencia ante tan estúpida discusión, a su vez pude sentir como se clavaban en mí unos ojos azules, los cuales observe discretamente logrando ver esa frivolidad intensa que no me perdía de vista.

La ansiedad comenzó a recorrer cada uno de mis huesos, será que funcionó y estoy dentro de… "¿Hakuouki?"


Al reencontrarme vagamente con la calma pude afirmar que eran ellos, de alguna forma toda la ridiculez que dije en mi habitación funcionó, no podía ocultar que sentía una emoción descontrolada y sin poder evitarlo todo a mi alrededor comenzó a nublarse, me desvanecía poco a poco…