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Dopamina
Summary: Cuando ella aceptó la vacante para pediatría y nenonatal en Berk solo pensó en superar de algún modo la ruptura sentimental que atravesaba en esos momentos, nunca imaginó que encontraría el mejor antídoto para un corazón roto y que precisamente llevaba nombre y apellido completamente conocido. UA. HxA
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La historia no me pertenece.
Hola!
Les explicaré esto y como escribo, todo el chapter y los siguientes están escritos basados en una canción, así que como recomendación, pongan la canción que les pongo aquí abajo.
Amenizará el capítulo un poco y entraran en ambiente.
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Song del chapter – Nothing less - Matt Woods
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Encuentros furtivos
- ¿Y entonces, cómo estás?
La rubia apretó inconscientemente el auricular y tomó aire para hablar ante la pregunta incomoda, sin querer el hilo de voz que salió se escuchó débil y lleno de tristeza
- Heather, esta es una de esas preguntas que me niego a contestar porque ya sabes la respuesta de antemano – respondió tragando saliva y tranquilizándose mentalmente
- Lo sé, perdón As, a veces olvido que estoy hablando contigo
Pasó un minuto de incomodo silencio que fue roto por un suspiro de resignación.
- ¿Le has dicho a Hiccup? – preguntó la interlocutora con un poco de nerviosismo
- ¿Lo de Asren?
- No, que regresas
Astrid tragó en seco, aún recordaba esa acalorada discusión que tuvieron por teléfono y que después se mudó al frente de su apartamento trayendo consigo a un Hiccup encolerizado cruzando en motocicleta todo Berk y la carretera federal rumbo a Berserker para evitar que ella se mudara con su actual ex-novio, a Hiccup jamás le había agradado Asren en cuestión.
- Después de la discusión de hace 2 meses no hemos hablado mucho en realidad
- ¿Sabes que se enterará, verdad Astrid? – repuso Heather con tono cómico – Es decir, eventualmente lo hará y no creo que pueda disimular más mis llamadas contigo, ha estado rondando mucho desde que pelearon
Astrid sonrió, sabía que Hiccup haría algo así, el universo había conspirado para unir a Fishlegs, el mejor amigo de Hiccup, y a Heather, su ojiverde mejor amiga en casi matrimonio, se habían prometido desde hacía casi un año, y la boda se iba a celebrar pronto, por lo que era normal que Hiccup estuviera al tanto de ciertas cosas ya que Fish y Heather vivían juntos.
- ¿Iras por mi al aeropuerto? – preguntó Astrid con simpleza
- Claramente, Stormfly te extraña demasiado, estará encantada de volver a verte
- ¿Heather?
- ¿Sí Astrid?
- Por favor no le digas a Hiccup todavía
Escuchó la respiración pesada de su amiga y el estómago se contrajó rapidamente, esa no era una buena señal.
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Bajó del avión pensando que había sido inútil comprar un vuelo para un distancia tan relativamente corta como el trayecto de Berserker a Berk, sin embargo, la opción más rápida era esa y ella quería dejar atrás cualquier ciudad que le recordará a Asred.
Se detuvo sin querer frente a un espejo y se acercó inconscientemente, el cabello rubio largo había crecido a media espalda y en esos momentos estaba tomado con una media coleta, los ojos azules se veían casi grisáceos y la piel nívea estaba aún más clara debido a las largas jornadas que ella pasaba en el hospital.
Descendió de las escaleras eléctricas con su única maleta cuando encontró en el área de espera al único hombre que podría reconocer en cualquier lugar del mundo, se mordió el labio con nerviosismo y maldijo a Heather. Hiccup estaba ahí parado con todo su metro ochenta y cinco de altura enfundado en una chaqueta negra con playera verde y pantalón café esperandola. El cabello marrón cobrizo sobresalía del resto y esos ojos verde jade lo hacían verse aún más atractivo de lo que recordaba, Hiccup siempre había sido guapo.
Caminó hasta él con duda, verlo después de esa acalorada discusión hace unos meses le recordaba todas las cosas que se habían dicho y ese asunto en particular que había pasado y no habían podido esclarecer.
- ¿Parece que no te alegras de verme, Hofferson? – dijo Hiccup acercándose con voz baja y grave
- ¿Heather te dijo verdad? – preguntó arqueando una ceja y poniendo una mano en su cadera
- No tuvo otra opción – contestó sonriendo y alzando los hombros – Prácticamente la perseguí por todo su departamento hasta que me confesó que llegabas hoy, Fishlegs se molestó bastante ante el acoso a su prometida pero no me importo en lo absoluto….. estás de regreso
Astrid sonrió y sin siquiera poder contenerse se lanzó hacia él en un íntimo abrazo que Hiccup correspondió abriendo los brazos y recibiéndola en ellos. Ocultó su rostro en el pecho de su amigo sorprendiéndose de la facilidad que siempre había tenido el ojiverde para acunarla de esa manera. Cuando se separaron el castaño tomó la maleta y la guió a la salida.
- Esto no quiere decir que te haya perdonado por no haberme avisado que regresabas
- Emm…. Hiccup acerca de eso- repuso la rubia deteniéndose y mordiendose el labio de nuevo – Yo no….. es decir… Asren y yo…
Hiccup le tomó la mano y se la apretó con calma, a la rubia le sorprendió el gesto, sabía que el berkiano tenía una paciencia que ella jamás tendría, pero se estaba comportando compasivamente aún después que fuera una completa estúpida ese día en Berserker.
- Hiccup – bajó la mirada – Yo debí haberte escuchado, de verdad
- Astrid – se acercó a ella y sorprendiéndola la tomó del hombro con el brazo derecho y con la otra dejó la maleta para tomar su rostro – Ese día me comporté como un idiota, no debí actuar así contigo, solo reaccioné guiado ante mis …..
- ¿Tus…? – preguntó la ojiazul levantando el rostro, él sonrió y negó con la cabeza
- Sé lo que te hizo y créeme, aunque quiera romperle la cara en mil pedazos, le agradezco que te haya hecho regresar – Hiccup la soltó y ella sintió un gran peso salir de su cuerpo – Te extrañé como nunca y no quiero volver a dejar de verte o hablarte por más de un día, hablo en serio, lo que pasó fue una tontería
Astrid asintió con la cabeza y siguieron la marcha que llevaba al estacionamiento, llegaron a un jeep alto negro que tenía las ventanas abiertas donde dos cabezas sobresalían y hacían un sonido eco que sonaba como un ladrido. Un labrador completamente negro y una border collie que movía la cola sin control.
- ¡Stormfly! – gritó Astrid corriendo hacia el vehículo y abrazando a su perra que lloraba con emoción, después saludó igualmente con un abrazo al labrador que también se alegraba de verla – ¡Toothless! – se giró hacia Hiccup que ya había llegado y estaba metiendo el equipaje en el maletero - ¡La trajiste!
- Me imaginé que les iba a hacer bien a las dos verse lo más pronto posible, últimamente ha estado inquieta, T hace lo posible por animarla casi a diario
- ¿Tú la tenías? – preguntó con ojos llenos de sorpresa y emoción
- No culpes a Heather, pero Storm se había deprimido mucho sin ti y pensé que era buena idea traerla a casa conmigo y con Toothless, así nos haríamos compañía mutuamente – dijo Hiccup rascandose con vergüenza la nuca tratando de aligerar la sorpresa
Astrid lo contempló con amor, su mejor amigo tenía ese talento de ser la persona más bondadosa del planeta. Súbitamente se sintió el peor ser del mundo por haber peleado con él por alguien tan insignificante como Asren, tuvo que haberlo escuchado cuando debió.
Sin esperar que el castaño la viera venir lo volvió a abrazar recriminándose a si misma haber sido tan tonta hacía unos meses.
- Gracias, por traer a Stormfly y haber venido por mi, gracias por todo Hiccup, también te extrañé
Hiccup sonrió y cerró sus brazos entorno a la pequeña espalda, depositó un corto beso en el cabello rubio y sonrió inconscientemente, todo volvía a la normalidad.
- De nada mi'lady
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Hiccup enfiló hacia la desviación a Berk, ya que el aeropuerto estaba un poco en las afueras de la ciudad, tragó en seco al escucharla reír debido al ladrido de Stormfly que trataba que su dueña le pusiera toda la atención posible, se concentró en el camino y las señales de tránsito que indicaban que mantuviera una velocidad moderada, aún así pudo oír el sonido de su corazón bombear con rapidez y tan laudo que razonó que si no se serenaba, ella iba a poder descifrar que en efecto estaba más que aturdido por su presencia.
Pensó que esos dos meses habían bastado para tranquilizar el enamoramiento que siempre le había tenido a Astrid, además de esa gran discusión que lo hizo rabiar como nunca, pero al igual como cuando regresó de Noruega después de un año de estancia, le bastó verla de nuevo para adivinar sin mucha complicación que no iba a poder dejar de amarla como desde que tenían 12 años.
Había perdido el aire momentáneamente al verla bajar por las escaleras eléctricas con esa sonrisa tímida que mostraba que realmente no tenía porque sorprenderse y razonó que nunca iba a existir una mujer tan hermosa en el mundo, así que cuando la blonda se lanzó a sus brazos con alegría no pudo más que recibirla con igual emoción, la necesitaba con él.
- Estoy suponiendo que me voy a dirigir a tu viejo departamento – dijo el castaño girando en una intersección y empezando a adentrarse en la ciudad – Sin embargo puedo ir a casa de tus padres, aunque creo que ellos están en…..
- Grecia, lo sé – respondió Astrid con una sonrisa – Mamá dijo que lamentaba mucho no estar en casa pero que aún les quedan 3 meses más de viaje – acarició a Toothless que se había acomodado a lado de Storm – Así que por ahora soy una huérfana que regresa a su viejo departamento de universitaria
Hiccup río y ella sintió un burbujeo extraño como cuando tenía 16 años, había olvidado que su amigo provocaba esos efectos en ella.
- Sabes que siempre te puedes quedar conmigo ¿verdad? – preguntó con sinceridad y con algo de timidez – Tengo otras 2 habitaciones y estaré más que contento de recibirte, además que a Tooth le encantará seguir viviendo con Storm
- Viví en Berserker por casi 2 años sola, Hiccup – dijo tomando su mano con cariño – No me va a pasar nada por volver a mi viejo apartamento
- De acuerdo – asintió el ojiverde aparcando el automóvil frente a un edificio alto y marrón que exudía un aire cálido a simple vista – Pero vas a tener que desempacar en tiempo luz ya que tenemos que ir con Heather y Fishlegs
- ¿Tenemos dijiste? – Astrid arqueó una ceja
- Verás, fue el precio que pacté con Heather por haber usurpado su lugar en el aeropuerto – Hiccup se bajó del auto y abrió la puerta de la cochera para dejar salir a los perros y coger la maleta de su amiga, se dirigió hacia la puerta de copiloto y la abrió para después ofrecerle una mano para bajar – Heather sabía que no ibas a aceptar dar una fiesta por tu regreso así que es el chantaje que acepté, tenemos que llegar en aproximadamente 45 minutos
Astrid abrió los ojos con sorpresa y después de parpadear confundida soltó una risa de resignación, de todos modos era buena idea verlos a todos.
- ¿Y Storm? ¿Se quedará sola?
- No te preocupes, los hice correr 5 kms en la mañana – contestó comenzando a subir las escaleras que llevaban a la puerta principal del edificio, abrió la puerta con unas llaves que tenían un dragón verde de llavero – Créeme cuando te digo que lo único que quieren es dormir, dejaré a Tooth de camino
Astrid entró por la puerta de madera encontrando una majestuosa escalera en caracol blanca con barandal negro, 3 grandes ventanales seguían el espiral que llegaba hasta el techo, aún recordaba todos esos años en que Hiccup y ella se entretenían platicando en esas escaleras, su primer beso fue justamente ahí. Ella había vivido en ese edificio desde que tenía memoria, cuando entró a la universidad junto a sus amigos, sus padres compraron una nueva casa y decidieron dejarle el recinto en el tercer piso como herencia en vida.
Stormfly y Toothless automáticamente empezaron a subir y no se detuvieron, como si estuvieran acostumbrados a ese recorrido.
- ¿Todo esta bien? – preguntó Hiccup acercándose a ella - ¿Astrid?
- Sí, solo… recordaba todos nuestros años aquí
Hiccup sonrió y tomándola de la mano la guío hacia arriba sin soltarla. Llegaron al tercer nivel encontrándose la única puerta que había, el castaño la abrió dejando pasar primero a los perros y Astrid entró después, con asombro vio que no había polvo y que los grandes ventanales dejaban pasar demasiada luz, no parecía que ella se había ido casi 2 años. Giró sorprendida hacia su amigo, eso no había sido obra de nadie más que de Hiccup.
- Bueno me dijiste que viniera cuando quisiera y para mi era una tristeza enorme ver este magnífico departamento encerrado y sin luz – dijo con nerviosismo – Pasé aquí algunos de los mejores momentos de mi vida
Astrid se acercó y le pasó los brazos por el cuello poniéndose de puntitas causando que él le rodeara su cintura con sus brazos agachándose un poco para que ella no se lastimara.
- Gracias – expresó la rubia cerrando los ojos – Hiccup perdóname
- ¿De qué estás hablando? – contestó sin romper el abrazo
- Debí haberte escuchado ese día en Berserker, no debí haberte gritado y debí haberte creído – Astrid bajó sus pies logrando que Hiccup la soltara sin querer – Estás aquí haciendo todo esto por mi y no lo merezco
Hiccup sonrió y tomó su barbilla con calma para levantarla y verla a los ojos, sus orbes verde brillaban más que nunca.
- Escucha, no fui la persona más cuerda ese día, estaba cegado por los celos de perder a mi mejor amiga y dije cosas que no debí. Pasaría mil veces esa discusión si eso significa volverte a tener junto a mi
- ¿De verdad?
- De verdad – Hiccup la soltó y se sentó en el sillón gris claro – Tienes exactamente 15 minutos para cambiarte e irnos, sino cierta morena me va a cortar en trizas
Astrid río, estaba por fin en casa.
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- ¡Hey Rubia!
Astrid sonrió al cruzar la puerta del departamento de Heather y Fishlegs, como si fuera niña pequeña, corrió hacia sus amigos que la recibieron en un abrazo en conjunto, Hiccup que venía detrás de ella caminó hasta llegar a su lado. Los gemelos Ruffnut y Tuffnut, esos chicos rubios delgados que siempre lograban meter a todos en problemas se acercaron también y de un movimiento rápido, jalaron a la chica.
- Princesa Hofferson está de nuevo en Berk – dijo Ruffnut abrazándola rudamente – Ahora Hiccup dejará esa odiosa rutina de ser un pesado con todos porque no estás
- ¡Ruff! – contestó el castaño haciendo un puchero de molestia que hizo reír a Astrid – Eso no es cierto
- ¡Oh sí, sí lo es…. Sí, sí, lo es! – Tuffnut pasó un brazo por el cuello de Astrid y después de darle un beso en la mejilla le desacomodó el cabello que estaba tomado en una trenza – Eres la única que puede sacarlo de ese insufrible estado, es por el bien de todos
Astrid se soltó del amarre de Tuffnut negando con la cabeza, esos dos nunca cambiarían.
- ¡Astrid! ¿Me extrañaste dulzura? – preguntó un chico moreno de baja estatura y ojos azules – ¿Por fin te diste cuenta que no hay nadie en Berserker cómo yo?
- Hola también Snotlout – respondió la blonda girando los ojos, ese tipo jamas cambiaría
Snotlout se acercó a ella con clara intención de besarla como hacía cuando iban juntos en la prepa, estaba preparada para dejarlo en el suelo con esa maniobra que su padre le había enseñado cuando era niña, pero antes de que el chico llegara a ella, Hiccup lo detuvo con un brazo tan fuertemente puesto en medio de los dos que Snotlout solo lo observó con sorpresa.
Hiccup y Snotlout eran familia, más específicamente primos, sin embargo no había ninguna reminiscencia ni física ni emocional, y aunque se tenían cariño y se preocupaban el uno por el otro, casi siempre terminaban peleando por alguna cuestión.
- ¿Qué te parece si tratas de no molestarla Snot? Es decir, acaba de llegar hace 5 minutos – dijo Hiccup poniéndose en frente con seguridad, era mucho más alto, por lo que no fue difícil bloquear el acercamiento
- Como sea – respondió Snotlout restándole importancia y rodeándolo para acercarse a la rubia y darle un rápido abrazo – Después tendremos tiempo de ponernos al día tu y yo As
Astrid recibió el abrazo confundida, prácticamente se dejo hacer sin percibir mucho el gesto de Snotlout, ella estaba acostumbrada a que el moreno tratara de acercársele en cualquier oportunidad, a lo que no estaba acostumbrada era a que Hiccup se mostrara tan posesivo con ella e interviniera de ese modo ante sus amigos. Arqueó una ceja con duda y estaba a punto de replicar cuando Heather la tomó por un brazo y Fishlegs hizo lo propio con Hiccup, la pareja se había dado cuenta del intercambio de acciones y para prevenir cualquier discusión temprana evitaron el conflicto alejándolos a los dos.
- Astrid, debes ver algo en mi habitación ¡Vamos! – alegó Heather dirigiéndola hacia el cuarto en el fondo del lugar
- ¿No puede esperar un poco Heather? Creo que necesito hablar con….
- ¿Mi vestido de novia puede esperar?
La rubia se dio por vencida y se dejo guiar por la pelinegra por el pasillo, después tendría tiempo de hablar con Hiccup con más calma.
Fishlegs se aceró al castaño con dos vasos rojos y con una mirada significativa le ofreció el líquido, Hiccup lo tomó y aprovechando que Eret había llegado y que Ruffnut, Tuffnut y Snotlout se acercaban al recién llegado, suspiró sabiendo que le esperaba una larga explicación.
- ¿Qué pasa Fishlegs? – preguntó dandole un trago a su bebida, era whisky con hielo, sólo, directo
- ¿Qué es lo qué pasa contigo? ¿Qué fue todo eso qué acaba de pasar con Astrid?
- No acaba de pasar nada
Hiccup caminó hacia el balcón con vista al lago, era una preciosa vista, el parque central de Berk se miraba con plenitud y el agua reflejaba la luz de la luna con ponencia, era un muy lindo departamento a decir verdad, Heather peleó demasiado con otra pareja por el, y todo salió como quería cuando su hermano mayor Dagur, había intervenido amenazando "pacíficamente" a los otros compradores logrando que la ojiverde se quedará con el lugar. Fishlegs reconocía que tenía algunas ventajas tener de cuñado a un loco impulsivo como Dagur.
- Vamos Hiccup, estas hablando conmigo, no es necesario aparentar que no sé que sigues enamorado de ella
El castaño bebió de nuevo y respiró hondo, se apoyó en el barandal poniendo una pierna arriba y otra la dejó colgando.
- Cuando ella decidió mudarse con ese idiota de Asred perdí el control y me di cuenta que perderla era una posibilidad real
- ¿Qué?
- No lo malinterpretes, toda la vida hemos estado cerca y entre nosotros han pasado ciertas cosas desde hace años que me han hecho pensar que acabaríamos juntos de una forma u otra hasta hace dos meses, cuando decidió por alguna razón que no logro comprender irse a vivir a lado de ese gran estúpido
- ¿Ciertas cosas dices? – preguntó el rubio acercándose más a su amigo con confusión - ¿Quieres decir qué entre Astrid y tú ha habido algún tipo de acercamiento físico?
Hiccup asintió con un poco de incomodidad, era hora que Fishlegs supiera uno de sus más grandes secretos.
- ¡Oh por Thor! – Fishlegs ahogó un grito llevando el vaso a la boca tomando todo su contenido, Hiccup hizo un amago de sonrisa – Ahora entiendo todo, tu año en Noruega, su ida a Berserker, todos esos días en la preparatoria y en la universidad, el incomparable enojo cuando viste a Asred en Berk con aquella chica, hasta tus rutinas de gimnasio entiendo ya ¿Hiccup, por qué no nos dijiste nada?
- Porque era algo solo nuestro – exclamó alzándose de hombros y dando otro trago – Nunca lo hablamos ni tratamos de darle alguna explicación, solo lo dejamos ser
- ¡Pero saliste con Annisa en Noruega y ella lo sabía!
- Y ella salió con otros chicos y con Asred y aún así regresábamos a cada uno- miró hacia el lago preocupado, Fishlegs se acercó poniéndole una mano en el hombro – Hasta hace 2 meses ….. fue cuando me di cuenta que si no hacía algo…
- Ella podía no regresar jamás – terminó Fishlegs con un suspiro – Hiccup pudiste haberme dicho, ahora entiendo todo esto, los celos, tus estado de ánimo de estos dos meses, la posesividad ¿Heather sabe?
- No lo creo – negó con la cabeza – Eres el primero que conoce lo que ha pasado aparte de ella y yo ,y te pediría que no…
- Ni siquiera menciones eso – replicó moviendo las manos restándole importancia - ¿Qué vas a hacer ahora?
- Lo que debi hacer hace mucho tiempo– acabó la bebida de un trago y se puso de pie dispuesto a regresar a la sala – Pelear por ella
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- Vaya Heather – Astrid sonrió complacida y un poco embobada – Fishlegs será el novio más afortunado de Berk, te ves absolutamente hermosa
Heather tenía puesto el sencillo pero elegante vestido blanco de manga larga que engarzaba la delgada figura con esplendor, el escote profundo en V estaba cubierto con una capa de encaje de flores que hacía ver el conjunto sumamente atrayente. Astrid solo pudo pensar que si a ella le había quitado el aliento, Fishlegs quedaría petrificado de emoción al ver a su novia caminar hacia el altar.
- De verdad te ves preciosa – dijo acercándose y dandole un apretón de manos que la ojiverde agradeció con cariño – Estoy muy feliz por ti
- ¿Astrid? ¿Es buen momento para preguntarte cómo estás y que esta pasando con Hiccup? – preguntó Heather con tacto señalando la cama matrimonial para que tomaran asiento
Después de un gran suspiro, accedió a sentarse junto a su amiga, tomó una gran bocanada de aire.
- Asred me engañó – dijo esperando que las lágrimas saltaran a sus ojos, dándose cuenta con inquietud que eso no sucedía– Hiccup lo descubrió aquí en Berk con una compañera mía del trabajo, es una cirujana en pediatría también ¿Puedes creerlo?
- Sí, nunca quise decírtelo pero ese tipo solo me daba mala espina, basta decir que Fishlegs y Hiccup lo detestaban
- Lo sé – se tomó un brazo con el otro, aún le costaba hablar de eso – Todo empezó un fin de semana antes que yo decidiera irme a vivir con él. Ya sé Heather – cortó viendo a su amiga a punto de rebatir – Era una mala idea y realmente estoy segura que lo hice porque Hiccup y yo discutimos por él, una semana después Hiccup acabó diciéndome frente a mi departamento que lo había visto con otra chica y en vez de creerle como cualquier mejor amiga hubiera hecho, lo corrí
Astrid tapó sus ojos con las manos en un claro gesto de arrepentimiento, de nuevo no sintió ninguna lágrima llegar a los ojos azules y entendió que el dolor venía de haber lastimado a Hiccup en vez de haberse dado cuenta que su ex-novio había sido infiel. Otra vez Hiccup.
- Después de algunos días encontré unos mensajes de ella mientras él se bañaba en mi casa – encogió los hombros sin darle importancia – Tuve que haberlo escuchado
- ¿Así qué el que te sientas así es por haber provocado que tú y Hiccup dejaran de hablar por 2 meses? – respondió Heather sonriendo, Astrid la miró con alarma
- ¿Qué dices?
Heather se levantó y giró enseñandole la espalda del vestido que tenía varios botones que claramente necesitaban ayuda para abrirse.
- ¿As?– le hizo un gesto con la mano para que la auxiliara un poco - ¿Qué te parece si me ayudas a quitarme el vestido y volvemos a la fiesta? Creo que ya fue mucho tiempo de quitarles a la festejada principal
- Fishlegs va a odiar este vestido en la noche de bodas – dijo sonriendo y comenzando a desabotonarlo hasta llegar al último que estaba casi a la altura del trasero
- Puede romperlo si quiere, no me va a importar esa noche – acotó Heather con una sonrisa que Astrid correspondió – Por cierto, tenemos que revisar tu vestido de dama de honor, has estado evitando mucho tiempo ese asunto y Astrid – la rubia la miró – También creo que es tiempo que dejen de jugar con un juego lleno de fuego que puede lastimarlos más de lo que creen.
La rubia parpadeó sorprendida mientras Heather entraba al closet para quitarse el vestido y guardarlo, se sentó en la cama de nuevo sintiendo su corazón bombear sangre tan rápido que pudo sentirlo en la sien.
¿Acaso ya sabían ellos acerca de lo que pasaba entre Hiccup y ella? . La pregunta era la misma desde siempre, ¿Qué pasaba entre ellos dos realmente?
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Encontró a Hiccup encima del desayunador hablando cómodamente con Eret, pudo escuchar como discutían acerca de esa nueva rutina que Dagur les había impuesto en el gimnasio al que acudían regularmente y que ellos practicaban ese mes. Al llegar a su lado Hiccup guardó silencio y Eret la saludó con un abrazo que la levantó unos centímetros del suelo.
- ¡Astrid! me alegra que estés de vuelta – dijo Eret dandole una palmada a Hiccup y mirando hacia la sala dándose cuenta que Ruffnut lo había divisado de nuevo – Los dejo, creo que Ruff viene para acá
Eret los dejó solos saliendo rápidamente de la cocina, Hiccup aún arriba de la encimera le ofreció un vaso azul a la rubia, ella lo aceptó con duda.
- Es cerveza – alegó con simpleza – Sé que odias el whisky y no hay vino cerca
- ¿Por qué me besaste ese día en Berserker? – preguntó Astrid tan puntual que hizo que el castaño abriera los ojos con asombro
- ¡Wow! Directo y sin pausas, eso no me lo esperaba – Hiccup se bajó de un salto y se giró hacia ella acercándose un poco
- ¿Y qué esperabas Haddock?
- Esperaba que lo habláramos después si soy sincero, aunque si recuerdo bien, nunca hemos discutido de las veces que nos hemos besado desde que teníamos 15 años
- ¿Debíamos hablarlo? – inquirió la rubia aproximándose más e insegura de lo que estaba haciendo
- ¿Debimos? – atacó Hiccup de vuelta siendo consciente de la cercanía, casi podía sentir su aliento sabor a menta sobre si mismo
- ¿Te han dicho que responder con otra pregunta es de mala educación?
- Sí, tu me lo has dicho Hofferson – Hiccup la tomó de la cintura acercándola a su cuerpo en un impulso que ni él conocía que tenía, el alcohol y la rubia estaban haciendo estragos en su juicio – Astrid para
- ¿Qué pare qué? – susurró la blonda con voz baja y mirando los ojos verde que en ese momento se veían oscuros y profundos
- ¡Chicos! – gritó Tuffnut provocando que Hiccup la soltará y se alejará lo suficiente como para que los demás pensaran que estaban hablando – Vengan a bailar un rato, esto es una fiesta
Astrid se mordió el labio y decidió huir hacia sus amigos con rapidez, Hiccup la siguió después de unos minutos. Por ese momento era mejor poner gente de por medio, era claro que no se podían controlar estando los dos solos.
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Astrid terminó de conocer a todo el equipo médico, incluyendo las enfermeras, los camilleros y los estudiantes de pre-med que la miraban con una inusual curiosidad llena de asombro. Sonrió a cada uno y se sintió muy bien al sentirse útil de nuevo. Adoraba estar en un hospital.
- Solo faltaría el Director Stoick y el jefe de cirugía – dijo una chica con largo cabello rubio oscuro y ojos grises – Aunque creo que ya conoces a Stoick, me han comentado que eres amiga de la familia Haddock
- Sí – contestó Astrid un poco cohibida – Son amigos de mi familia desde que tengo memoria
- Perfecto – dijo la rubia sonriendo – Entonces no te costará ningún problema acoplarte en Berk, por cierto soy Camicazi Bog-Burglar – le ofreció la mano
- Astrid Hofferson – alegó estrechando su palma con calidez - ¿Decías que solo faltaría Stoick y el jefe de cirugía verdad?
- Sí pero Stoick esta en un congreso esta semana y quien esta a cargo es el jefe H, estoy segura que está en pediatría, siempre pasa en la mañanas para supervisar que todo este en marcha – Camicazi puso una mano en su barbilla y paró su andar – Creo que es buena idea que vayamos directamente, de todos modos eres la nueva jefa de Pediatría y Neonatal, es ideal que conozcas tu área de trabajo ¿Te parece?
- Estaré encantada – Astrid asintió con emoción y empezó a andar a lo largo del pasillo junto a su interlocutora
Llegaron al área oeste del hospital, Astrid pudo constatar que era un espacio lleno de luz y ventanas amplias a diferencia de las demás secciones que eran más bien cerradas y con un flujo constante de gente, cuando entraron a una habitación esta estaba pintada de animales de muchos tipos y camas con sabanas de varios colores que parecían alegrar el lugar. Al fondo, un hombre con bata castaño alto sostenía a una niña de no más de 5 años en sus brazos, la pequeña con la cabeza rapada reía por un comentario hecho anteriormente con alegría.
- ¿Jefe Hiccup? – preguntó Camicazi en el marco de la puerta
- ¿Jefe Hiccup? – inquirió Astrid sintiendo un golpe en el estomago y la lenta perdida de aire que conllevaba esa sorpresa inicial
Hiccup giró con la niña en brazos y deshizo su sonrisa al ver a su mejor amiga a lado de Camicazi, puso a la niña en el suelo causando que corriera a los brazos de la doctora que la recibió con alegría y comenzó a checar su cuerpo para saber como había amanecido. Astrid que seguía inmóvil en el marco de la entrada entrecerró los ojos mostrando enojo. Hiccup se acercó y con una mueca muda negó con la cabeza.
- Hiccup, te presentó a nuestra nueva jefa en Pediatría, Astrid Hofferson – dijo Camicazi desde la cama de la niña y sin darse cuenta de la tensión entre los dos – Astrid, este es Hiccup Haddock, hijo del director Stoick y nuestro jefe de cirugía
- ¡Dijiste que trabajabas en el hospital sur de Berk!- respondió la ojiazul con voz grave - ¡Hiccup!
- Puede ser que haya obviado el hecho de que desde hace dos años tomé la vacante que me ofreció mi padre – Hiccup alzó las manos en son de paz – Tú estabas en Berserker
- ¿Y eso qué? ¿Ibas a obviar decirme ese detalle cuando viste mi solicitud de empleo en la vacante, Haddock?
Camicazi que por fin había volteado a verlos dado los decibeles de la discusión entró en razón de lo que estaba pasando después de unos segundos.
- Ohhhhhhhhh…. – susurró la chica logrando que Astrid y Hiccup la voltearan a ver con rapidez
- Cami – Hiccup se acercó a ella - ¿Puedes encargarte un rato de Pediatría y Neo? No tardaremos mucho, solo necesito explicarle unas cuantas cosas a nuestra nueva doctora encargada
- ¿Unas cuántas cosas? – preguntó Astrid con tono receloso – ¡Haddock!
- Claro jefe – respondió Camicazi con risa, la situación era bastante cómica, ver como la nueva chica ponía en aprietos al siempre perfecto Hiccup Haddock la divertía, en definitiva, le empezaba a caer bien – Te veo más tarde Astrid
Astrid le sonrió y salió de la sala urgiendo a Hiccup a hacer lo mismo. Él suspiró, iba a ser una larga discusión.
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Hiccup la tomó del codo y la hizo entrar a su oficina que estaba de lado contrario al ala pediátrica, la soltó cuando cerró la puerta y se dispuso a bajar las cortinas, conocía a Astrid.
- ¿Cómo te atreviste?
- En mi defensa – dijo el ojiverde girando hacia ella y viéndola sentarse sobre su escritorio – Yo no fui quien te eligió para el puesto, fue mi padre y no me enteré de esto hasta hace apenas una semana
- ¿Ya sabías que venía entonces Hiccup? – exclamó enojada y cruzando los brazos
- ¿Qué querías que hiciera? – rodeó el escritorio y se sentó en la silla que estaba delante de una ventana con persianas verdes y daban vista al patio central del hospital – Tú no me hablabas y pensé que si me comunicaba contigo y te decía que también trabajaba aquí iba a lograr que no aceptaras la vacante
- ¡Pues estabas en lo cierto! – dijo Astrid levantándose y acercándose a la puerta para salir
- ¡Astrid! – Hiccup se levantó de la silla y sin caminar hacia ella gruñó con frustración - ¿Qué tan grave es estar conmigo? ¡Soy yo por Thor!
Astrid detuvo su andar y sostuvo la manija en sus manos. No, no era grave trabajar con él, lo realmente preocupante eran sus propios sentimientos fuera de control cada que lo veía y que iban en aumento y desorden desde que lo había visto en el aeropuerto esperándola. Giró sobre su eje y caminó hacia el sillón que estaba en un lateral de la oficina para después dejarse caer. Consideró estúpido enojarse con él si lo iba a ver a diario, además del asunto que enfadarse con Hiccup era inútil, casi nunca podía estar demasiado tiempo sin estar en contacto.
Hiccup por fin se acercó, se sentó a su lado y sin decir nada se recargó en el respaldo, tomó su mano basado en un instinto práctico que le decía que era más fácil actual que razonar con ella. Si buscaba resultados distintos tenía que hacer cosas distintas.
- Disculpa – susurró Astrid con calma – Supongo que estoy aún alterada por estos nuevos cambios, no quería enfadarme contigo, de verdad
- Lo sé – contestó el doctor sin dejar de coger su mano
- Al final me alegra que sigamos siendo Astrid y Hiccup, me alegra volver a trabajar contigo
- Siempre …..
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Astrid terminó su turno alrededor de las 10 de la noche, se dispuso a revisar por ultima vez a los recién nacidos en las incubadoras y después de darle una indicación a las enfermeras, salió por el ala para dirigirse a los lockers para cambiarse y partir. Con alegría se dio cuenta que los niños pequeños que ya eran sus pacientes la despedían con una sonrisa sincera y la instigaban a que llegara temprano para practicar un nuevo juego que llevaban desarrollando hacia tiempo y querían mostrarle. Dejó la bata en su nuevo locker y tomó su mochila con satisfacción. Había sido un buen día.
Se encaminó hacia la salida y al estar a punto de pasar por las puertas de cristal que se abrían automáticamente, escuchó pasos detrás de ella
- Te veo mañana Astrid – dijo Camicazi dandole una palmada en la espalda y saliendo por la puerta – Es genial tenerte aquí
- Gracias Cami – respondió la rubia – Te veo mañana
Camicazi siguió caminando y ella enfiló hasta el estacionamiento, encontró su jeep verde de cuatro puertas y con techo reversible, había sido su primera compra como adulta y doctora certificada, estaba tan orgullosa de su auto como de su título universitario. Se subió sin decir mucho y enfiló hacia el norte, apenas vivía a 20 minutos del hospital.
Puso una estación de radio que pasaba música romántica y la cambió en seguida, dobló en una intersección cuando vio un parque grande con un lago en medio, prácticamente era vecina de Heather y Fishlegs. Abrió el portón de su edificio con un control eléctrico y estuvo a punto de entrar cuando se dio cuenta que una motocicleta deportiva negra estaba prácticamente ocupando el lugar que debía de llevar su camioneta, frenó con rapidez y apagó las luces del auto debido a que la cochera ya estaba iluminada. Ahí recargado sobre la moto negra estaba Hiccup con una bolsa en la mano y un paquete de cervezas en la otra.
La chica bajó del auto y se acercó a su amigo con ligereza, cuando estuvo lo suficientemente cerca Hiccup se enderezó y le sonrió.
- ¿Comida china y cervezas? – preguntó alzando las cosas y con nerviosismo, ella rió
- De acuerdo – contestó con simpleza, le lanzó las llaves de la camioneta y este lo atrapó con la mano que llevaba la bolsa de comida, le quitó las bolsas ella misma dando una instrucción muda para después depositar un corto beso en la mejilla – Acomoda el jeep y quita tu linda pero estorbosa motocicleta, tienes llaves ¿No?
Él asintió
- Perfecto, te espero arriba
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- Odio el brócoli – dijo Astrid con cansancio tumbada cerca de la chimenea mirando el vegetal a través de los palillos chinos – No entiendo porque se empecinan en ponerlo en los tallarines
- Entonces dámelo – Hiccup le extendió la caja de comida china y ella lo depositó con naturalidad – Deberías haber dejado tus caprichos gastronómicos cuando viviste sola en Berserker
- Bueno, no lo hice – rió ella acariciando a Stormfly que estaba a lado de ella y empezando a caer dormida - ¿Hiccup?
- Mmmmmmmm – contestó el ojiverde desde el sillón en el que estaba sentado y viéndola
Habían acabado de cenar y mientras Hiccup tomaba una cerveza, Astrid descansaba sobre el tapete que cubría casi toda su sala, habían platicado como antes y la rubia se había sentido tan a gusto que no había visto el tiempo transcurrir, eran cerca de la una de la madrugada y la noche estaba en su punto máximo brillando junto a las estrellas que se veían con claridad en Berk.
Astrid bostezó.
- ¿Vas a decirme por fin porque me besaste ese día? – preguntó somnolienta y con voz muy baja
Hiccup dejó la cerveza a mitad de trayecto hacia su boca y la distinguió dormitar casi sobre Stormfly, depositó la botella con su contenido en la mesa ratona y se acercó a ella para con delicadeza y con casi nada de esfuerzo levantarla en brazos para llevarla a su recámara, caminó por el pasillo y llegó a la alcoba, empujó con la espalda abriendo la puerta y se dirigió a la cama con edredón color azul. La depositó con toda suavidad, le quitó los tennis blancos que llevaba ese día y la arropó con ternura.
Se acercó quitándole algunos cabellos rubios de los ojos azules y que en esos instantes ya estaban completamente cerrados, inclinó su rostro al de ella y dio un beso pulcro en su frente a forma de despedida.
- Mañana tal vez Mi'lady, buenos días
Stormfly brincó a la cama de su dueña y se acomodó a sus pies sin problema, Hiccup acarició la cabeza de la perra y salió de la habitación sin hacer ruido.
Chapter #1
Terminé :)
Ya tengo toda la estructura del fic, así que es cuestión que me ponga en marcha. ¿Me mataran? ¿Comentarios?
Saludos
Kirlatan
