Disclaimer: Todo le pertenece a Rowling.
Este fic ha sido creado para el "Intercambio de Regalos 2014" del foro "La Sala de los Menesteres".
Para: Tooru Hally Beelia FrikiPotter.
En tu primera petición pedías la vida de un repudiado Black el cual no sea tomado en cuenta. Y yo hice una serie de viñetas de todos los repudiados Black, exceptuando a Sirius. Ojalá te guste.
I
"I can hold my breathe. I can bite my tongue. I can stay awake for days if that's what you want. Be a number one." Human, Christina Perri.
—Isla ha estado viendo a un… muggle.
Isla no aparta la vista ante la mención de su nombre, pero nota cómo la última palabra es dicha con desprecio.
No sabe cómo se enteraron, pero ya no hay tiempo para preocuparse por aquello. Ya no hay vuelta atrás.
Puede sentir la decepción en la mirada de sus padres. Pero ella sigue siendo la misma Isla Black de siempre, la que adora a los niños y cree que lo más importante en la vida de las personas era la familia.
Que se halla enamorado de alguien como Bob Hitchens no cambia en nada las circunstancias. Todo sigue siendo absolutamente normal, ¿no?
Y le gustaría que todo siguiera con normalidad, pero al ver los hechos sabe que no es posible.
Para ella, la familia es poder y fortaleza. No existe nada más. No obstante, las personas nacen solas y mueren solas, y de alguna forma ellos marcan su propio camino. Es hora de que ella marque el suyo propio.
—Lo siento.
Isla no sabe exactamente de qué se disculpa, pero no se arrepiente haber conocido a Bob, eso nunca. Y sólo es humana, y eso significa que puede tomar sus propias decisiones. Además, al ser humana, puede ser consciente de sus propios errores, e Isla ha cometido muchos, como todo el mundo.
Pero Bob no es ningún error.
—¿Qué lamentas?
—No lamento estar con él… con Bob —las expresiones de sus padres cambian cuando escuchan el nombre de él—. Pero sí lamento haberlos decepcionado.
—Pensaba que ya habíamos terminado con esto, Isla.
—No puedo hacerlo.
Siente el peso de sus palabras sobre la atmósfera de la habitación. Siente su estupefacción, la tristeza y en medio de todo, la decepción.
Porque puede. Puede marcharse para siempre.
Nunca había estado tan segura hasta ese momento.
—Voy a marcharme —Isla habla de forma lenta, midiendo sus palabras—. Supongo que es lo mejor para todos… y de cierta forma, para mí.
No siente ningún tipo de odio hacia ellos, nunca podría hacerlo. Eran su familia, ellos la habían criado y educado. Son sus padres, y los quiere con todo su corazón, pero es hora de partir.
Por lo tanto, nunca sintió remordimiento al marcharse porque sentía que estaba haciendo lo correcto.
Una primera estrella había desaparecido del tapiz. Y no sería la única que lo haría.
