No pudo evitar volver cuando sus ojos se estrellaron con la portada de aquella revista, ni siquiera se salvó de sentirse un miserable al comprobar en cuestión de minutos lo mucho que había perdido por cobarde. Es ella ahora la que comete un grabe error pues a pesar de no verla en meses reconoce perfectamente que no está enamorada, que esa sonrisa solo muestra un exterior que nada tiene que ver con sus sentimientos verdaderos. Precisamente ellos se unieron bajo el juramento de no creer en el matrimonio, vivieron la libertad de una manera exquisita bajo un volcán de tentaciones y un deseo profundo que jamás encuentra la calma.

Y quizás fue esa independencia la misma que logró alejarlos, culpable de separar los caminos y obligarle a seguir sin esos ojos verdes. Ella puede haber encontrado un príncipe con un castillo y una vida perfecta, pero olvidarse de aquellos tiempos cuando montaban bicicleta bajo la lluvia y caían sobre la yerba mojada entre risas y compartiendo besos simplemente dejándose llevar, eso es imposible. Hay sueños que siguen ahí cuando despiertas. Es que no se puede amar mas en la vida, si es que ella comanda sus noches desde muy lejos y si antes no se atrevió a buscarla, ahora ha llegado el momento.

No le falta valor para tocar su puerta, por mas que su corazón este queriendo salírsele del cuerpo y correr el mismo abrazarla. Es un canalla y lo sabe, un trotamundos que gracias a las letras ha encontrado su lugar. O eso creía porque ahora no hay sitio en el universo donde pueda vivir sabiendo que ella es la mujer de un hombre corriente que acabará encerrando su luz y cortando sus alas.

Kate no demora mucho en abrir y al toparse con la imagen de quien ha condenado su espíritu a la adicción de un único placer deja caer un vaso que gracias a la habilidad del escritor no logra tocar el piso. Tiene que tratarse de una pesadilla y por eso intenta cerrar la puerta rezando porque no sea verdad, Richard no se lo pone fácil, el nunca se lo pone fácil y con su pierna impide que eso suceda.

-Tienes que irte- esas han sido sus primeras palabras de bienvenida

- Es que acaso esta tu marido en casa, no tengo ningún problema preséntamelo- sonríe con absoluta confianza- quiero ver quien es el idiota que cree que puede tenerte

- Por favor- ella cuida de no ser escuchada para no complicar su destino

- Voy a esperarte- queda mareada con el aroma salvaje de su amante y con el susurro que le regala a sus oídos- donde fuera nuestra primera vez ¿recuerdas?- de repente la imagen de dos cuerpos completamente sudados, entregados, desesperados, golpean su conciencia- claro que lo recuerdas- decide marcharse ante la inminente aproximación de unos pasos por el salón

- Kate, Kate me estas escuchando- claro que no es consiente de la inesperada visita que su mujer acaba de recibir- escuche el timbre desde el baño ¿quién era?

- No lo se cuando abrí ya no estaba- contesta lo primero que se le ocurre

- ¿Y que haces parada en la puerta?, parece que has tenido una impresión muy fuerte- el doctor abraza a su chica al notarla muy rara

- Cosas mías, vamos la comida esta lista- besa sus labios con delicadeza y ella es incapaz de sentir nada después de que Richard Castle virara su mundo al revés


Es la principal responsable de que haya echo sus maletas sin pensárselo dos veces, la que mandó aquella revista hasta su hotel en el caribe, la que hizo que despertara y decidiera ir a por la mujer de su vida. Y es que Lannie siempre amado verlos juntos siendo la mejor amiga de Kate reconoce perfectamente que ha sido muy feliz a su lado y casarse sin querer es muy jodido al final. Pudo ver a su amiga tragarse el dolor cuando se separaron, reprimir sus emociones y atragantarse con el llanto contenido. Por eso aun en riesgo de que Kate no le volviese a dirigir la palabra decidió avisarle de lo que estaba sucediendo.

-Aun no puedo creer que hayas vuelto- se alegra profundamente de que aun le importe y quiera luchar

- Yo nunca pensé que ella me estuviese esperando, y me conformé con la idea de estuviera con otros pero ¿casarse? Lannie, ella es mía si ha de casarse con alguien tiene que ser conmigo- es cierto que jamás paso por su cabeza la idea de una boda pero vivir a su lado el resto de sus días siempre fue prioridad

- Conozco a mi amiga Rick, después de lo que vivió contigo tiene claro que no quiere sufrir, que quiere tener una familia pero ese doctor no es hombre para ella- ni siquiera sabe el porqué pero no le cae para nada bien

- Es tan preciosa- toma de su copa- no se como pero voy a demostrarle que yo puedo ser el padre de sus hijos esta vez vine para quedarme Lannie- le da un beso a su amiga y se dirige al reencuentro


Estuvo meditando un par de minutos y no encontró mas salida que asistir a ese parque donde estuvieron juntos por primera vez. El es muy capaz de aparecer en su casa si no le pone un stop y por supuesto por mas que lo niegue tiene ganas de verlo y de estar cerca de él. A estas alturas ella le imaginaba casado con tres morenas del caribe y aunque le dolía la idea al menos lo aceptaba con tranquilidad, después de todo las mujeres jamás han parado de perseguirle. Ella pudo haberle seguido pero no fue así.

Tuvo que esperar que su futuro marido se marchara al hospital para salir sin dar explicaciones.

-Se que este lugar te trae muchos recuerdos- Para Richard tenerla así con el viento despeinando su cabello tan hermosa como siempre es algo extraordinario

- Rick por los buenos momentos que compartimos no me busques- suplica mientras se devora su olor

- Acaso no me quieres ni como amigo, o es que tu novio no lo aceptaría- le da igual donde tenga que llegar pero va a recuperarla de alguna manera

- Como tu amiga deberías desearme lo mejor- no puede conseguir parar de mirarlo como si lo desease mas que nada y el efecto que logra en él es esa maldita sonrisa

- El mejor soy yo- es esa pose de chico malo y creído lo que mas le encantaba- desde que aparecí en tu puerta he estado notando que aquí falta algo- ella lo mira inquieta- un abrazo- frunce el ceño- es la base de los reencuentros

Si su aroma a metros de distancia es sofocante, ahora así, sin un centímetro de por medio esta a punto de perder el sentido y le agarra fuerte sin vergüenza, involuntariamente se aferra a su camisa y se hunde en su cuello. El se divierte haciendo círculos en su cabello percibiendo que pese a cualquier circunstancia ella sigue latiendo por dentro, sigue perdidamente enamorada aunque siendo sincero él no merece ni la mitad de ese amor tan bonito.

-Vine a recuperarte- menciona firme y ella temerosa se aleja

- Voy a casarme, es demasiado tarde vuelve a tus giras, tus fiestas aquí no queda nada para los dos- seca sus lagrimas y se niega a mirarle

- Me conoces, no voy a dejarte ir porque eres mía me quieres a mi di la verdad- esa seguridad le molesta pero tiene razón- te aburres con él me lo han contado

- Has estado viendo a Lannie- no hay otra explicación

- Recuerdas cuando solíamos hacer todo juntos, incluso poner asesinos tras las rejas- se sienta en el banco pensativo

- ¿ Que ganas con esto Rick? Satisfacer tu posición de macho creer que me tienes ganada para toda la vida entérate de que finalmente conocí aun hombre que te da mil vueltas y tiene claro lo que quiere- el regreso de Castle pone en riesgo su futuro y lo sabe

- Yo te quiero- jamás lo menciono antes, es mas jamás se lo dijo a ninguna mujer- me di cuenta que te amo Kate y quiero que seas mía como siempre lo fuiste

- Demasiado tarde, puede que yo aun sienta muchas cosas por ti pero no voy a dejar que mi vida se arruine otra vez con tus palabras- tiene que volverse de acero para hacerle frente

- Y si me das un beso de despedida- se muerde el labio mirando los de ella

- No me hagas reír


Hace días que no logra concentrarse en nada, que no sabe como organizar su pensamiento, que el puzle no se completa ya no sabe si por falta de piezas o porque sobran motivos. La boda le da exactamente igual, no disfruta probarse un vestido, ni buscar un lugar mágico pero si le asusta hasta donde pueda llegar Castle, es capaz de aparecerse en la boda y armar la marimorena. Josh esta desparecido, demasiado ocupado menos mal así no se da cuenta lo que esta pasando. Ha olvidado la cita para pagar el deposito del local y al final ha mandado el cheque con un empleado del hospital.

-¿Te llevo?- al parecer ya ha sacado del garaje ese auto deportivo

- Quieres dejar de perseguirme- quiere parar de encontrárselo en todos lados

- Es mejor que dejarte plantada- la situación es insoportable

-Castle, no tienes derecho- le llama la atención

- Venga Kate, vas a decirme que ese tipo es perfecto nadie lo es, cuando estabas conmigo lo primero y mas importante siempre fuiste tu- se baja del auto con chulería

- No seas patético, se perfectamente que esto para ti es un desafío nada mas y esta vez querido mío no vas a ganar

- Yo lo único que se es que quiero comerte esa boca


A Javier le encanta servirle de chofer a su amigo sobre todo porque con semejante modelo del año todas las chicas se quedan viéndolo y eso lo disfruta. Es un hombre felizmente casado, pero esos momentos le sientan bien. Lo que no entiende es como Castle quiere dejar esa vida teniendo todos los lujos, todas las mujeres y encima en plenitud.

-Por mas que digas que esa mujer te pertenece, estoy seguro que esta vez te va quedar grande el objetivo- el conoce a Kate por mas débil que fuera en sus tiempos con Castle ahora esta mas fuerte que nunca

- ¿Quieres apostar?, el Ferrari es tuyo- dice sin pensar

- No sabia que estabas tan decidido, es cierto que quieres casarte con Beckett- aun no se lo puede creer

- Quiero quedarme aquí, quiero vivir con ella, lejos no es lo mismo- ahora es que se arrepiente de haberse marchado

- Tienes que aceptar que su prometido es un buen tipo, yo creo que ella se merece estar en paz después de lo que ha pasado

- Yo puedo darle paz y todo lo que quiera, sabes que me vuelvo loco cada vez que la veo que lo que ella me pida se lo doy- la desesperación comienza a latir en sus venas


Ahora reflexionando al respecto no es que tenga muchas cosas en común con su mejor amiga, ni sabe como se convirtió en su cómplice pero lo cierto es que la conoce tan bien como a la palma de su mano. Vamos que no tiene caso mentir delante de ella pues siempre le adivina los pensamientos y es jodidamente frustrante. Lannie siempre defendiendo a Castle, siempre intentando juntarlos como si se hubiese empeñado a muerte en una causa que ahora mismo considera perdida. No hay manera de que se deje arrastrar por una aventura que comienza y luego se acaba.

-¿Y esa cara?- la morena se encuentra disfrutando como pez en el agua

-Odio los bares llenos de tíos babosos y salidos- suelta aire pero no hay manera de relajarse

- Y prefieres quedarte en casa sola porque tu prometido esta en una conferencia en Hong Kong- protesta

- Es en África Lannie- la corrige

- Eso que mas da, tienes que relajarte amiga extraño a la Kate de antes- le da un sorbo a su piña colada

- Tu tienes la culpa, trajiste a Castle de vuelta a mi vida y eso me tiene estresada

- Si aun consigue eso en ti solo puede significar- es interrumpida

- Solo puede significar que le odio, y no quiero saber mas nada de él

- Hablan de mi bellas damas- el escritor se acerca a la mesa todo perfumado, guapísimo con una vestimenta única combinado la fama con lo original y alardeando de tener en sus manos el vino mas caro, y encima con la piel bronceada de sus vacaciones

- Esto no puede ser, es la tercera vez que te encuentro en el día- se mueve incomoda en su asiento-ha sido cosa tuya Lannie y yo una idiota por no sospecharlo

- Tranquila- se sienta en la mesa con naturalidad- los treinta te han sentado fatal

- Y a ti tantos millones han acabado matando el poco cerebro que te quedaba- se defiende en vez de huir se queda peleando

- Que gracioso no, el tiempo pasa y nosotros seguimos discutiendo- sonríe porque realmente extrañaba esos momentos- tienes a todos los hombres del lugar deseando desnudarte- le susurra al oído en privado

- Mas el único que puede hacerlo no se encuentra aquí- le sigue el juego y Lannie aprovecha para esfumarse

- ¿Segura? Tu sin embargo puedes desnudarme en cualquier momento- continua

- Después de verte desnudo estoy curada de espanto- le pica

- Eso no es lo que recuerdo, te recuerdo rompiendo mi camisa con desesperación


Al final terminó bebiendo de la botella de vino, y después llego otra, y otra mientras ellos discutían y recordaban en instante lo felices que eran. Jugaron billar hasta que Kate comenzó a ver doble y Rick la sostuvo cuando estuvo a punto de caerse.

-¿Bailamos?- Castle comienza a sospechar que los limites de alcohol de su querida y eterna enamorada están ya sobrados- estas lindo Rick jodidamente perfecto

- Mejor te llevo a casa- es tan difícil contenerse al lado de esa diosa

- Ahora que quiero que te aproveches de mi, quieres cuidarme, eres imposible yo solo quiero que me folles átame a tu cama y dame todo ese placer que te llevaste- lo empuja contra la pared

- Suena tentador- menciona sin aliento- pero no quiero que me mates mañana- la toma en sus brazos para llevarla a casa '

- Cobarde, ya se te olvidó como hacer sudar a una mujer- le provoca mientras muerde su oído mientras el intenta concentrarse

- Para, Kate, estoy intentando ser responsable pero mi amigo acá abajo esta despertando- el que esta sudando es él de excitación y de frustración

- Dile a tu amigo que me muero por tenerlo dentro de mi


Despertar desnuda y toda estropeada en la cama del escritor solo puede significar una cosa, que ha cometido un error gravísimo y que no tiene vuelta atrás. Sabia perfectamente que no podía confiar en él pero decidió quedarse y dejarse seducir como siempre por sus endemoniados encantos. Y esa cama le pide a gritos que no la abandone nunca, extrañaba la sensación pero todo eso esta mal, ella no puede engañar al hombre que le tendió la mano a ella y a su familia cuando Castle estaba divirtiéndose por todo el Caribe.

-Te aprovechaste de mi, otra vez es que no tienes sangre en las venas estaba borracha- discute al verle despreocupado y sin mover un dedo

- Perdona, tu quisiste aprovecharte de mi- es tan tentador con ese torso descubierto que Kate prefiere mirar al techo

- ¿Quise?, o sea que no…

- Claro que no para las cosas que yo te quiero hacer te necesito cien por ciento concentrada en el estado que estabas solo lo hubiera disfrutado yo, aunque no fue fácil resistirme cuando dijiste que querías tomarme con esa boca

- Yo dije eso, a lo mejor solo quería mordértela

- Sabes que los borrachos y los niños dicen siempre la verdad- se levanta de la cama y Kate vacila su trasero mordiéndose los labios

- Eso no es cierto tu eres prácticamente un niño y siempre estas mintiendo- sigue completamentente entregada al olor de su almohada

- Serias capaz de pasar tres noches encerrada conmigo en esta casa y después irte como si nada- pregunta

- Estas loco- sonríe

- No estoy jugando dame tres días y me voy para siempre, tu marido vuelve en una semana ¿no?

- Tienes que estar bromeando….