Debo actualizar mis otras historias, pero como hoy, es el día de la mujer dedico este primer capítulo a todas mis lectoras ^^

También aprovecho de promocionar mi crossover de Pokémon y Digimon: Más que amigos.

Tengo muchas otras historias en mente, pero estoy sin mi notebook, y como sabrán por Facebook, escribir a mano me estresa. Creo que esas serian las noticias, por ahora. Saludos a todos!

.

Resumen: Misty se convirtió en una talentosa y atractiva líder de gimnasio, sus años en Celeste provocaron que muchos jóvenes de la zona se convirtieran en sus más fervientes admiradores. Entonces, ¿Por qué le asustaba tanto las rosas azules que estaba recibiendo últimamente?

.

Admirador

.

Misty se preparó para un nuevo día en el gimnasio, entrenar sus pokémon… y a Daisy, como entrenadora suplente. Hace tiempo tenía en mente volver a viajar, tal vez sola, tal vez junto a Ash. La última idea logró sacar una sonrisa en su rostro, habían pasado muchos años desde su último viaje, pero sus ansias por convertirse en una maestra de pokémon acuáticos seguía tan presente, como siempre.

- Misty, mira lo que llegó – dijo Daisy con voz cantarina, mientras le señalaba un enorme ramo de rosas azules.

- Ay no – se quejó la pelirroja - ¿Otra vez?

- Hermanita, hermanita – le reprendió la rubia - cuando se reciben flores se sonríe, se dice gracias y se ponen en agua.

- Lo sé – dijo Misty – pero esto, está asustándome.

- No es la primera vez que recibes flores de admiradores ¿Qué te asusta?

- Que hace una semana estoy recibiendo esas rosas azules, sin remitente ni nada, solo con mi nombre. Generalmente mis admiradores envían flores o cartas con remitente.

- ¡Es un admirador secreto! ¿No es dulce?

- No, es perturbador. ¿Te imaginas es un sicópata o un roba-pokémon?

- No – corrigió Daisy sonriente y con ojos soñadores – es dulce.

- Bien, ponlas en agua entonces – dijo Misty con desinterés, mientras se acercaba a la piscina.

Si pensaba como Daisy, si era dulce imaginar a un admirador tímido, incapaz de escribir su nombre y solo con el coraje suficiente para enviar las rosas en silencio. Bueno, si lo pensaba así… era lindo. Aunque no lo suficiente, porque aunque intentara negarlo solo esperaba un remitente. Esa idea era absurda, sobretodo teniendo en cuenta que él se encontraba a kilómetros de Kanto, luchando en batallas, ganando medallas, lejos… demasiado lejos.

- Misty…

Entonces pensar que él podía ser su admirador… era imposible. Y el recibir flores de un extraño no le agradaba.

- ¡Misty! – gritó Daisy sobresaltando a la pelirroja.

- ¿Eh?

- Que estoy hablándote – se quejó la rubia con ambas manos en las caderas.

- Lo siento. ¿Qué decías?

- ¿Haremos algo ahora, o me levantaste temprano solo para fastidiar?

- Daisy, ya te lo dije, quiero volver a viajar, si me voy. Tendrás que levantarte temprano todos los días.

- Lo sé – respondió la rubia de malagana.

- Entonces no te quejes – dijo Misty cortante, al momento que echaba un vistazo a las rosas y un escalofrío invadió su cuerpo - ¿Sabes qué? Entrena un rato, practica con los pokémon, yo iré a dar un paseo por la ciudad.

- Pero Misty…

- Nos Vemos – respondió la joven cerrando la puerta tras ella sin esperar respuesta.

.

Celeste era una gran ciudad, hermosa, tranquila. Pero por ser la líder de gimnasio no podía caminar una cuadra sin tener que fotografiarse con alguien, o saludar a los niños. Sí, era una ciudad tranquila, pero no para ella.

Luego de caminar unas cuantas cuadras decidió regresar al gimnasio, si tenia suerte podría estar unas horas solas.

Pero no la tuvo, como si hubiesen esperado su llegada el videoteléfono comenzó a sonar. A regañadientes se acercó al artefacto y aceptó la llamada sin imagen.

- ¿Gimnasio Celeste? – dijo con voz monótona.

- E-ehm hola. ¿Puedo Hablar con Misty?

- ¿Ash? – preguntó la joven abriendo sus ojos al máximo.

- ¿Misty?

- Si – dijo, para luego reaccionar – espera – agregó, poniendo la imagen - ¡Ash! Tanto tiempo.

- Hola, lo siento he estado algo ocupado, ya sabes, batallas y todo eso. ¿Cómo estás?

- Bien, aquí, en el gimnasio como siempre.

- No suenas muy feliz.

- No lo estoy, creo que me iré de viaje.

- ¡En serio! ¿Dónde?

- No lo sé, eso es lo divertido. Solo quiero estar lejos de aquí – dijo la joven – quiero ir a un lugar donde nadie me conozca.

- ¿Estás bien? – esa no era la Misty que Ash conocía y su actitud le preocupó.

- Sí, si lo estoy – dijo con una sonrisa – tú cuéntame ¿Cómo va la recolección de medallas?

- Excelente, solo me faltan dos. Y luego debo esperar para el campeonato, que es en dos semanas.

- Pero… - dijo Misty en susurro – eso significa.

- Sí, no podre llegar para navidad. Pero si tengo suerte llegaré para año nuevo con una victoria entre mis manos.

- G-genial – dijo Misty sin poder ocultar su tristeza.

- Sí lo sé. Misty… ¿Está todo bien? Hace un rato llamé y Daisy me dijo que estabas teniendo problemas con un admirador.

- ¡Qué! – Gritó la joven sonrojándose al máximo – no, no, está todo bien. Daisy exagera.

- Al parecer ella estaba muy emocionada con las rosas. ¿A ti no te emociona?

- Tal vez verlo mejoraría las cosas, la verdad está asustándome un poco eso de recibir flores sin saber de quién son. Lleva así una semana.

- Claro – dijo Ash pensativo – tal vez le hace falta el valor suficiente para declararse, solo dale tiempo.

Misty abrió los ojos sorprendida, recibir consejos amorosos de parte de Ash era lo más bizarro que habría imaginado en la vida.

- Eh Misty debo irme, nos vemos pronto.

- Si - dijo Misty con un hilo de voz para luego susurrar – si a "pronto" te refieres a dentro de dos meses.

A pesar de que la pantalla se apagó, Misty continuó sentada unos minutos más, mirando el televisor como si en él encontraría la respuesta.

- ¿Misty?

- ¡Qué quieres Daisy! – respondió la joven de malagana.

- Solo quería decirte que… ¡Vencí a un retador! ¿Puedes creerlo? Fue estupendo… dijo que vendría mañana a enfrentarme nuevamente.

- ¡Felicidades! – dijo Misty sonriente, eso no se lo esperaba.

- ¡Gracias! Espero lleguen más retadores pronto… ¡Quiero vencerlos a todos! - gritó con demasiado entusiasmo.

- Tranquila hermana, en cualquier momento llegara otro retador – intentó calmarla, pero en el fondo bastante alegre, porque eso significaba que tendría el día para ella, además si Daisy se entusiasmaba con el liderazgo del gimnasio y tal vez podría ir con Ash al campeonato.

Esa idea si que le agradaba.

Con una sonrisa, se tendió en la cama a pensar…

.

- ¡Misty!

- ¿Qué? ¿Ah? – dijo Misty moviéndose en su cama, al parecer se había quedado dormida.

- ¡Te llegaron rosas!

- ¿El mismo otra vez? – dijo sin mucho entusiasmo. Lamentando internamente que su hermana la haya despertado de un lindo sueño.

- ¡Sí! – dijo Daisy con entusiasmo.

- Daisy, no las quiero has lo que quieras con ellas.

- No, no tienes que ir a verlas – demandó la rubia.

- ¡No quiero! - se quejó la pelirroja cubriéndose con una frazada.

- ¡Tienes que verlo ahora! – demandó la hermana mayor, llevando a la mas joven de las Waterflower a tirones hasta el gimnasio.

Lo que vio no le agrado en realidad, la cantidad de ramos de rosas azules se había multiplicado considerablemente.

- ¿Qué es esto? - dijo con espanto.

- Dah, muchas rosas… - dijo Daisy recalcando lo obvio - Está vez se esmeró y mira esa caja.

Misty estaba asustada, su admirador había ido demasiado lejos y esa enorme caja en el centro del gimnasio lo comprobaba.

- N-no quiero abrirla – dijo la joven.

- Vamos, no seas cobarde. Quizás que sorpresa encontraras – dijo con una sonrisa divertida.

- ¿Tu ya la viste? – peguntó Misty al ver la mirada sospechosa de su hermana.

- No - respondió demasiado rápido, poniendo en evidencia que ya sabia que había dentro – por eso quiero que la veas.

Misty suspiró pesadamente, y apenas intentó abrir la caja, ésta se abrió sola.

- ¡Qué demonios! – gritó asustada, para luego abrir la boca por el asombro, era su admirador… el chico que le había estado enviando rosas por una semana, sin ser capaz de escribir un remitente. Era…

- ¿Ash? – dijo Misty por fin.

- Hola Misty – respondió Ash con una sonrisa temerosa.

- ¿Qué haces aquí? – dijo la pelirroja.

- Regresé hace uno días…

- P-pero ayer, tu me dijiste… - intentó hilar las cosas pero una duda más grande llegó a su cabeza - ¿T-tu enviaste las flores? – preguntó la joven aun manteniéndose a una distancia considerable.

- ¡Claro que si! – gritó Daisy con alegría - ¡Por fin!

- Daisy déjanos solos por favor – pidió Ash a la rubia.

- Está bien, pero quiero saber los detalles – demando a su hermana, quien ni siquiera volteó a mirarla.

- ¿Ash? – dijo Misty.

- Esto no tenía que ser así – respondió Ash con frustración – se suponía que estarías encantada con las flores y no tendría que decir nada.

- Pues lamento asustarme con un acosador anónimo – dijo Misty algo enojada.

- Era un admirador secreto – le corrigió - A las chicas les gusta esas cosas – al ver que la joven no respondía agregó – no quise asustarte Misty, es solo que… no, no sabía como decírtelo.

- ¿Decirme qué? – preguntó la joven sin comprender.

- Vamos, ¿Recuerdas lo que te dije ayer por video llamada?

- ¿Qué estabas consiguiendo tus medalla y no regresarías? – repitió la joven levantando una ceja.

- Bueno, esa parte no – dijo Ash algo avergonzado – sobre tu admirador.

- ¿Qué necesitaba tiempo para declararse?

- Supongo que no tengo mucho tiempo o me terminaras odiando antes de que diga algo.

- ¿Eh?

- Misty – dijo Ash dando un gran suspiro antes de continuar hablando - yo soy tu admirador secreto, yo te envié flores por una semana.

- ¿Eh? – Misty continuaba en la misma posición. Al parecer Ash necesitaba ser más explicito para que ella captara.

- Misty, estoy enamorado de ti. No es tan difícil de entender – dijo Ash sin mucha paciencia.

- Dejaste tu competencia por la mitad, llegaste en secreto y comenzaste a envíame flores sin que nadie supiera por una semana, te escondiste en una caja y apareces de la nada… - comenzó a enumerar la pelirroja.

- Si lo pones así… si suena un poco perturbador – dijo Ash pensativo – debí pensar mejor las cosas – se reprendió.

- Y lo hiciste… ¿Por mi?

- Se que no funcionó como esperaba pero la intención es lo que vale ¿Verdad? – comenzó a disculparse el joven.

- Ash… - djo Misty en un hilo de voz- No podría haber sido mejor.

El pelinegro levantó la cabeza con asombro y antes de que pudiera reaccionar tenía a la pelirroja entre sus brazos.

- Ash Ketchum… mi admirador – dijo Misty con una sonrisa.

- Soy toda un galán ¿Verdad? – dijo Ash con una sonrisa coqueta.

- Lo eres todo - dijo Misty, con una guiño antes de besar con sutileza por primera vez los labios de quien logro en solo una semana provocar tantos sentimientos.

.

Wow bueno primero iba a llamarse Acosador, pero creo que era muy duro. Este es mi primer oneshot, muchos han hecho el mismo esquema de historias.

Me gusta mucho esa idea así que ¡la copié! En fin. Espero que les guste.