Disclaimer: Vocaloid no me pertenece, solo uso sus personajes para escribir esta historia de fans para fans y sin ánimos de lucro.

Tal vez no debería subirlo si no he terminado mi long fic de Dear... buenas noticias, tengo más de la mitad del capitulo (?). Pero bueno, la verdad es que no puedo esperar más para subir este fic, no tendrá muchos capítulos así que supongo que está bien, sin embargo, si me tardaré bastante para escribirlo, advertidos están ;)

Pareja: Kaito x Meiko. Basada en la saga color chronicle, principalmente en la canción homónima al fic, es que es tan hermosa que debía escribir una historia basada en esa canción, por supuesto, agregando mis propios detalles :3


Capitulo 1


Esto era el apocalipsis androide, la humanidad había sucumbido antes estos seres inhumanos y había sido casi erradicada. Solo pocos humanos habitaban en japón, andando de un lugar a otro, escondiéndose entre los escombros que alguna vez fueron una importante civilización, buscando comida y una oportunidad para seguir viviendo.

En uno de los grupos esparcidos en lo que antes fue Tokio, se encontraba él. Kaito Shion no se enorgullecía de su familia o de su pasado... ¡Pensar que los Shion fueron los más ambiciosos por buscar estas tecnologías! Su familia fue tratada como todo un clan de héroes, y al final... Habían traicionado a la humanidad. Oh, sí, todo había sido predeterminado por su padre. Y aun ahora, todos los sobreviviente aun eran casados por el clan Shion y el ejercito de androides a su poder, siendo Kaito, quién había abandonado a la familia por esas estúpidas ideas de extinguir a la humanidad, la presa principal.

— Kaito... — Su amigo de la escuela media, Gakupo Kamui, lo llamaba. El susodicho giró la cabeza, clavando su mirada en la morada del antiguo capitán del club de Kendo. — ¿No comerás? — Pregunta, ofreciéndole un trozo de carne de procedencia desconocida. El de ojos azules hizo un gesto de desagrado. — ¡Oh vamos, eres humano! Aun necesitas comer.

— Simplemente no tengo ganas. — Devolvió la mirada al punto donde la tenía antes de que su amigo llegara.

— No puedes seguir culpándote — El joven de largo cabello se sentó junto a él.

— Es fácil decirlo. Pero soy un Shion... Quiera o no, llevo esa sangre. — Murmuró con la mirada perdida. Gakupo prefirió no seguir hablando, solo seguir ahí, a su lado. De alguna forma comprendía lo que debía estar pasando por la mente de su amigo, y pensó que sería más prudente mostrarle su apoyo de forma silenciosa.

La vida para ambos era difícil, pero al menos aun había alguien en quién confiar a su lado.

[...]

La gente gritaba con su paso, con solo verla se alteraban, le temían. No los culpaba, eran humanos: débiles y sin el poder de defenderse de ella. Solo bastaba detenerse frente a las ruinas que usaban como último recurso y levantar el brazo derecho en esa dirección.

Uno... Dos... Tres... ¡Bam!

El abrazador fuego salía del brazo, dejando a su paso una luz roja brillante, escuchó a los afortunados que no se refugiaron ahí, gritar y correr a algún otro sitio, intentando salvar su vida. Las ahora destruidas ruinas aplastaban algunos cuerpos de personas que minutos antes observaba correr... Los humanos eran tan débiles.

— ¡Bien hecho, No.0! — Exclamó un hombre. El ser que respondía a ese número volteó la mirada a la persona que le hablaba. Un hombre de bata blanca caminaba hacia ella, pasaba por encima de escombros o cadáveres sin inmutarse, minimizando el precio de la vida de lo que antes era un pueblo lleno de ella.

Los humanos dan miedo...

No puede evitar ese pensamiento, ¿Podía confiar ciegamente en ese hombre que no mostraba expresiones o respeto por los de su propia especie? — ¡Vamos, no mires a tu amo así! — aquella arma con forma humana no cambió su estoico rostro, después de todo, las expresiones eran únicas de los humanos y ella no era una. — ¿Podrías al menos sonreír a la persona que te creó? ¿No te di yo una vida?

¿Una vida? Ella se movía y podía pensar por si sola, pero no se consideraba más que un arma inteligente que hacía el trabajo que los humanos no se atrevían a hacer. El hombre junto a ella no se atrevía a manchar sus manos con sangre, o a ensuciar su blanca bata, en ese caso ¿No era un arma perfecta para él? Y ¿No era ese su propósito inicial?

Sin cambiar su expresión caminó entre las ruinas, cazando más humanos... Único motivo por el cual fue creada.

[...]

La jovencita corría entre los escombros, la gente escapaba de lo que ellos llamaban "Red refletion", sobrenombre que nunca comprendió, hasta que vio a la androide en acción, fue horrible y cruel, su brazo en forma de arma se había levantado, dando una sentencia de muerte a las personas que se ocultaron tras esas ruinas... ¿Y si en vez de eso hubiera volteado y apuntado a donde ella se escondía junto a algunas otras personas?

Sintió sus ojos llenarse de lágrimas, pero sacudió fuertemente la cabeza, ese no era momento en desarmarse. Debía buscar a su hermano, de quién se separó cuando Red Refletion atacó lo que ahora era una aldea de refugiados. Lo iba a encontrar, vivo, porque sabía que Mikuo era fuerte. ¿Dónde estaba? Solo esperaba que no estuviera bajo los escombros...

Sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas, se recriminó por pensar algo así en ese momento. Se detuvo y se las enjugó con el dorso de sus manos. — ¡Hermano! — Exclamó, no tan fuerte para evitar ser escuchada por la cegadora de almas que buscaba más presas en ese momento.

— ¿Miku? — Escuchó la pregunta al aire lanzada por la voz de su hermano. Con nuevas esperanzas, corrió a donde escuchó su voz, para encontrarse con su hermano mayor, empapado en ciertos puntos con su propia sangre y con parte de sus piernas atrapadas bajo algunos escombros derrumbados. — ¡Tonta! ¿Qué haces aquí? — Sí, definitivamente era su hermano, la única persona capaz de regañarle en esa situación.

— ¡No pretendo escapar sin ti! — Respondió la menor, acuclillándose junto a él. Intentó levantar los escombros que aprisionaban a su hermano, pero como Mikuo ya esperaba, no pudo. — ¿Qué pasó? ¿Cómo acabaste aquí?

— La pared se derrumbó cuando Red Refletion hizo explotar una casa en la otra calle. — Hizo un gesto de dolor, seguramente tendría las piernas rotas, no podía siquiera intentar moverlas. — No importa si me sacas de aquí, no podré escapar contigo así — Sentenció viendo los intentos fallidos de Miku de sacarlo.

— No puedo dejarte — Casi gritó sintiendo las lágrimas comenzando a caer por sus mejillas, sin poder contenerlas más — Eres mi hermano, lo único que me queda. — Gritaba cada vez más fuerte, sin importarle si Red Refetion la escuchaba y, guiada por sus gritos, los encontraba.

— No pienso morir aquí, Miku — Aclaró el mayor llamando la atención de la menor. — Soy fuerte ¿No? Y le prometí a nuestros padres que te protegería — Sonrió, fingiendo que todo estaba bien, no lo iba a lograr, lo sabía, pero quería que ella escapara dejándolo atrás, que viviera, por lo menos un poco más. — Te buscaré cuando salga de esto, lo prometo.

Era una promesa vacía, ambos lo sabían pero Mikuo debía aparentar que todo iba a estar bien, por ella. Miku iba a reclamar algo, pero se detuvo en seco, aterrada, cuando vio a Red Refletion parada a escasos pasos de ellos, viéndolos como quién mira a la nada, no atacaba pero tampoco mostraba algún tipo de sentimiento o misericordia. Solo los observó largo rato, antes de cortar la distancia hacia ellos, Mikuo empujó a Miku.

— ¡Corre idiota! — Gritó, ella por primera vez hizo caso, intentando confiar en la promesa de su hermano, aunque sabía que era imposible, solo quería correr, vivir y creer ingenuamente que su hermano la iba a buscar cuando todo acabara.

Era tan inútil...

La androide sacudió levemente la cabeza, deshaciéndose de ese extraño sentimiento que la albergó al ver el encuentro de ambos hermanos, fue extraño... Si era un androide, no debería tener eso que llamaban sentimientos.

Entonces... ¿Por qué?

Decidió dejar atrás ese hecho y comenzó a caminar tras la joven, Mikuo vio esto aterrado y, sintiendo como si sus piernas se quebraban, se arrastró fuera de los escombros y tomó la pierna del monstruo, impidiendo que avanzara hasta que perdió de vista a Miku. Red Refletion pareció enojarse un poco, Mikuo pensaba que era por él, pero en realidad se estaba enojando con ella misma... ¿Se estaría rompiendo o algo similar?

Con rabia, se soltó de Mikuo, lanzandolo contra el muro medio derrumbado a su derecha. Dio de llenó contra él, y cayó inconsciente al suelo, posiblemente muerto, posiblemente no, no tenía forma de saberlo, así que para asegurarse apuntó al indefenso muchacho con su brazo-arma, preparada para disparar.

Pero no se esperaba que la visión frente a ella cambiara. La androide abrió los ojos un poco impactada, pues el chico frente a él ya no era el de cabello aguamarina tirado entre escombros... Ahora era un chico que sonreía mientras escupía sangre, tirado en la arena y con un charco de sangre haciéndose cada vez más grande.

Bajo el brazo antes de disparar, volvió a la realidad inmediatamente, ¿Qué era lo que le pasaba?

[...]

— Oh, pero que vergonzoso lo que pasó allá ¿No es así, Zero? — Zero volteó a ver a quién había dicho eso, se encontró con su competencia, la favorita del jefe, mimada y cruel, era Rin. De sonrisa sarcástica y con una mirada intimidante, a pesar de su poca estatura, ella y su hermano eran tan temidos como la propia Red Refletion.

Los androides eran hechos a partir de ADN, Len y Rin, conocidos como el proyecto Kagamine, fueron el primer experimento exitoso, el que dio paso a más monstruos como ellos. El jefe les ha llamado en sus expedientes como No. 02, por lo que la androide castaña solía llamarle Two, a cualquiera de los dos. Había llegado más experimentos, pero hasta el momento, los de mejores resultados habían sido el proyecto Kagamine y Red Refletion.

Ya que ella había sido mejorada a partir de los Kagamines, le habían puesto nombre en los archivos como No.00, a lo que Rin y Len preferían llamarle Zero.

— No sé de que hablas, Two — Respondió sin expresión alguna en su voz. Pero la sonrisa de Rin se ensanchó más.

— Oh, vamos. Todos vimos como te congelaste antes de disparar a un humano, y por su fuera poco te fuiste sin asegurarte de que estuviera muerto...

— Si muchos vieron alguién debió asegurarse de ello — Murmuró, su orgullo estaba roto por no haber cumplido con el deber con el que nació, pero de alguna forma, era como si esa muerte le entristeciera.

— Si, yo — Comentó, pero luego se encogió de hombros. — Sin embargo, el jefe me detuvo y se lo llevó.

Esa noticia sorprendió un poco a la castaña. ¿Se lo llevó? ¿A donde? ¿Por qué? Miró a la rubia, buscando respuestas, pero esta volvió a encogerse de hombros.

— Ya estaba medio muerto, con esas heridas ni siquiera debió haber llegado al carro, mucho menos a las instalaciones.

— ¿Es que ahora el jefe colecciona cadáveres? — Se preguntó en voz alta zero, a lo que Rin hizo una cara de asco.

— Eso es desagradable.

[...]

Caminaba en medio de la nada, estaba triste y pensativa, se abrazó a si misma, sentía frió, pero sabía que no era por el ambiente, sino que era un frío emocional... ¡Había abandonado a su única familia a su suerte! A estas horas debería de estar muerto.

Se mordió el labio inferior, evitando que un sollozo saliera de ellos, no podía llorar, no merecía llorarle a su muerte pues tal vez fue ella la que lo provocó. ¡La que merecía estar muerta era ella! Entonces porqué todo se había dado así...

Llegó al lago, su garganta estaba seca, así que se arrodilló y con sus manos tomó un poco de agua, comenzó a beber copiosamente, y una vez que se estuvo satisfecha sintió una gota de agua rodar por su mejilla, pero esta era proveniente de sus ojos... — No... — Murmuró con voz quebrada. — Alguien como yo no debería... llorarle — Se dijo a ella misma, pero los sollozos comenzaron a salirse sin su voluntad.

Sus manos, posadas sobre sus rodillas, se cerraron en puños, sintiéndose la peor persona del mundo.

— Soy una asesina...

[...]

— Oh, es bueno estar en casa. — Murmuró Len, caminando por los pasillos del laboratorio junto a Rin, zero y three.

— Si es que a esto se le puede llamar casa — Murmuró la castaña, ese lugar le incomodaba, y estaba segura de que no era la única, volteó disimuladamente a ver a three, llamada así por ellos por ser el experimento No. 03, de largo cabello rosa y ojos azules, había sido un experimento más avanzado que Len y Rin, sin embargo se podía considerar como defectuosa, ya que aún siendo un androide se le dificultaba matar humanos... Nadie sabe la razón, pero había escuchado a Akaito y Taito hablar de ella alguna vez, al parecer tenía lo que los humanos llaman sentimientos. Algo como eso era un defecto grave para un arma creada para matar, pero aun así el jefe le da otro uso, como guardaespaldas personal.

— No seas amargada — Exclamó Rin. — ¿Para qué misión creen que nos están llamando?

— Solo espero que sea para matar muchos humanos — Contestó Len.

Three, que observaba las ventanas del pasillo al pasar, repuso por primera vez. — Yo espero todo lo contrario, ¿No fui clara al decir que no volvería a matar humanos?

— ¡Cállate, nunca lo has hecho para empezar! — Gritó Len, dándose la vuelta para quedar frente a ella, deteniéndose en el acto. — Es por eso que te consideran defectuosa, no puedes llevar a cabo las tareas para la que fuiste creada. Me pregunto porque te habrá llamado...

— Dejen de llamarla defectuosa — Intervino zero, con un suspiro. — Si lo piensan de otra manera ella tiene algo que a nosotros se nos ha negado.

Ante tales palabras, los gemelos alzaron la misma ceja e inclinaron un poco el rostro a la derecha. — ¿Qué cosa? — Preguntaron al unisono.

— humanidad. — Y al decir esto, podría jurar que three rehuía su mirada, mientras que la de los gemelos reflejaba asco.

— Pues me alegra no tenerla... — Len fue el primero en decirlo. — Yo no quisiera ser como el jefe...

— Los humanos son todos idiotas, a mi también me alegra no tenerla. — Declaró Rin, dándose la vuelta y retomando el paso a la oficina del jefe.

Red refletion suspiro... Todo se pondría peor si admitía que posiblemente ella también tuviera un defecto, así que decidió callarlo y seguir caminando a la oficina del jefe.

[...]

Kousuke Shion, el jefe de la familia Shion era conocido por los humanos como el traidor de la humanidad. Los cuatro ya se encontraban ahí, el hombre de bata les había entregado a cada uno una foto que, al juzgar por los rasgos, era parte de la familia Shion.

— ¿Debemos protegerlo? — Preguntó Three, después recibió una mirada dura del jefe, al parecer la respuesta era no.

— Lo que quiero que hagan es que lo cacen — Dijo, simplemente, sorprendiendo tanto a la número tres como a la número cero. — Quiero que lo encuentren y lo eliminen del mapa, es un maldito traidor.

— ¿Q-qué? — Preguntó la castaña sin creer lo que escuchaba.

— ¿No escuchas bien?

— Yo creo... — Three salió en su defensa — Que a lo que se refiere es que... todos pensamos que este hombre era su hijo.

— Lo era — Admitió — Pero no tengo hijos traidores. — Sentenció, abandonando la sala, ya les había dejado la misión y lo único que restaba era cumplirla.

Los humanos cada vez le daban más miedo...

[...]

Y es aquí donde Red Refletion se plantea la opción de abortar una misión, lo piensa mucho mientras ve al hombre de la foto. Le parece haberlo visto antes, pero no tiene ni idea de donde. Suspira y se dispone a dormir, su parte "humana" le pide a gritos un poco de descanso. Deja la foto en la mesita de noche y apaga la luz dándose vuelta en la cama.

Y comienza a soñar...

Un desierto, lleno de arena por donde quiera que viera, ella camina hacia el poblado que alcanza a vislumbrar en el horizonte, como gitana recorre pueblo por pueblo, buscando suerte como bailarina o como lectora de manos, cualquier cosa que le pagara bien era buena.

Se ve en el pueblo, entre tantas casas y suelo arenoso, él está ahí, de pie frente a ella, extendiéndole la mano con una sonrisa...

Abrió los ojos, ¿Qué había sido eso?

Se levantó de la cama, no necesitaba dormir, pero su parte humana le pedía una descanso emocional así que debía hacerlo de vez en cuando... Pero al parecer, ese no sería el día.

— Yo no soy humana como el jefe, yo no estoy defectuosa como Three, entonces... ¿Por qué todo esto comienza a pasarme? — Se agarra la cabeza, con desesperación. — Soy un androide, los androides no sienten, no sueñan, no son humanos, solo tienen ADN humano pero no piensan como uno...

Repetía, intentando alejar de su mente todo el embrollo de emociones humanas que se manifestaban en ella. Ya no se sentía ella misma, ¿Qué fue lo que cambió? Era un arma, sin sentimientos, sin emociones, y definitivamente sin sueños, entonces... ¿Qué pasa con ella?

Tal vez verdaderamente estaba dañada, pues de alguna forma sintió simpatía por aquel par de hermanos cuando los vio, cuando escuchó al mayor, tan débil y lastimado, que protegería a la menor, o cuando la chica se negaba a dejarlo atrás. No supo porqué aquello le provocó nostalgia, pero fue peor cuando decidió ignorarlo y avanzar para cazarlos a ambos, pues cuando ella corrió el la detuvo, aún si eso le costaba la vida... Aquello casi la hace llorar contra su voluntad, pero ¡Los androides ni siquiera pueden llorar! Sintiendo impotente, por no saber lo que ocurría dentro de ella, lo aventó con furia a la pared...

Y si lo pensaba bien... ¿No era la furia otra emoción solamente humana? Ante cualquier situación se supone que debería conservar la calma, porque no hay nada capaz de llegar al corazón mecánico de un arma humana.

— ¿Qué es lo que me pasa? — Se preguntó a la par que recordaba la figura sangrante que vio aquella mañana, fue una ilusión, pero se vio tan real... Al igual que la de su sueño. Con prisa, caminó hacia la mesita de noche al lado de su cama, tomando la foto de aquel a quién debía cazar... Y comprobó algo con horror.

Era él.

La figura sangrante en la arena, la sombre que le daba la mano mientras sonreía, la persona que había traicionado a su propia familia, uniéndose al lado humano. Volteó la foto, al reverso rezaba un nombre: Kaito Shion.

— Kaito... ¿Quién eres?


Notas de eclipse: Bueno, si ya conocen la canción (O mejor dicho, la saga), ya sabrán más o menos de que tratará, sino la han visto y quieren verla, el orden es así: Guardian blue, red refletion y color chronicles. Si no... solo ignoren xD El capitulo es más corto de lo que quería me quedara (Y eso que es más largo de los que suelo escribir), pero podemos decir que es una introducción, al siguiente se tratará de Kaito. Antes, no me gustaban los "mechas" (Genero de anime donde abundan los robots), ahora me gusta mucho la ciencia ficcion. En la canción no se habla tanto de androides, pero ya tengo planeado así este fic, será mi propia marca personal xD

Ahora, en cuestión de parejas (Además del KaiMei), me encantaría poner insinuaciones de LenMiku y tal vez LukaGakupo (Aunque no me emocionan tanto xD), estuve pensando en Mikuo x Miku pero, siendo honesta, no me gusta poner incesto si el fic no trata de ello. También pensé en poner insinuaciones de LukaMiku, pero no me convence del todo. ¿Qué opinan? Yo, personalmente, siento que para el propósito quedarían mejor las primeras xD pero no me decido.