Reencarnación
Aclaraciones: Los personajes en la historia no me pertenecen, son de su respectiva empresa, yo solo me divierto con ellos, sin fines de lucro.
Capitulo l – Sueños
Flash Back
– Doctor llevo días sin poder dormir adecuadamente. ¿Podría darme pastillas para dormir? –
– Ya le he dicho que no puedo dárselas. Le hemos hecho estudios y está perfectamente, debe tranquilizarse para poder dormir. –
Fin de F.B.
"Recordar eso me da solo me hace enojar más. Como ese inepto doctor me pide que me tranquilice, no he dormido casi nada como quiere que lo haga." Pensaba un hombre sentado en una banca esperando el tren. Lucia cansado, por sus ojeras obscuras bajo sus ojos, pero manteniendo su imagen impecable al usar traje azul marino, camisa blanca y una corbata negra. Cargaba sobre sus piernas su portafolio negro, venia del hospital cerca de su trabajo, donde de igual forma no pudieron hacer nada. Llevaba días sin poder conciliar el sueño, cuando cerraba los ojos pesadillas y sueños extraños le hacían despertar. En sus sueños veía gigantes horripilantes comiéndose a hombres, mujeres y niños. Lo peor era cuando se soñaba a si mismo atacando a esos monstruos, estando tan cerca de sus fauces apestosas. Pero también había sueños más tranquilos donde seguía a un hombre de cabellera rubia hacia una habitación o veía sus hermosos ojos azules frente a él. En una ocasión un sueño de un beso lo despertó con el corazón acelerado, no podía comprender a quien soñaba y el por qué soñaba esas cosas con esa persona que no veía su rostro, pero si sus ojos.
Ya no le quedaba ninguna opción, había acudido con muchos doctores y hasta con un psicólogo, pero no poseía miedos o traumas que causaran eso, su infancia había sido tranquila, podía hasta considerarla feliz, junto a su madre y sus parientes. Tenía su propio negocio que marchaba bien y tenía una vida social bastante decente, no había nada malo en su vida que le causara tales sueños extraños.
El azabache cargando su portafolio, abordo al tren, estaba tan cansado que se sentó de inmediato en una de las sillas individuales. Viendo por la ventada el camino regreso a su departamento. Observaba cada cartel de los locales en el camino, sin mucho interés, hasta que uno si capto su atención, decía en letras grandes "Interpretación de sueños" eso era lo que necesitaba, saber que carajos era lo que su subconsciente quería decirle.
Miro su reloj y vio la hora, aun no era muy tarde, tenía tiempo para ir a ese lugar. Se bajo en la esa estación y caminando a paso acelerado llego al local, abrió la puerta lentamente provocando que unas campanillas sonaran y le sorprendieran un poco. "No sé porque usan estas cosas", pensaba mientras se adentraba en aquel lugar, lucia obscuro y desordenado, solo iluminado por algunas series de focos navideños que dejaban ver el camino hacia una mesa y con una silla, que parecía invitarle a sentarse. Abrazando su portafolio se sentó en la silla y llamo con cierta timidez.
–Buenas noches, ¿Hay alguien aquí?– Espero unos minutos la respuesta y al no recibirla decidió marcharse, pero antes de que se levantara por completo, unas manos se le posaron en sus hombros y le obligaron a sentarse de nuevo.
–Buenas noches caballero, sea bienvenido – No supo de donde había salido esa mujer, pero su apariencia al principio le asusto, puesto que la luz tenue del lugar hacia que los rasgos y ojos fueran de una lunática.
Paralizado un poco por la sorpresa aclaró su garganta y volvió a proferir una cuestión. – ¿Usted es quien interpreta sueños? –La mujer ante su pregunta sonrió y se sentó en la otra silla frente a él, siendo separado gracias al cielo por la mesa, porque aquella mujer expedía un olor desagradable, que tuvo que aguantar sus ganas de vomitar.
–Si soy yo, cuéntame tus sueños. – La mujer se abalanzo casi sobre él tomando sus manos y mirándole con unos ojos saltones que casi demostraban locura. Él ante eso retiro sus manos lentamente de su agarre y las bajo para que no volviera a tocarle.
– ¿Que tan acertadas son sus interpretaciones? –Le inquirió a la mujer, notando que ella le miraba aun con cierta curiosidad y emoción que no entendía.
–Son muy acertadas como tu nombre…Levi Ackerman –No supo interpretar lo que sintió al oir que esa mujer sabia su nombre, solo sintió un escalofrió que recorrió toda su espina dorsal y que se le acelero el corazón.
– ¿Cómo demonios sabes mi nombre? –Pregunto, aun manteniéndose fuerte, no quería demostrar que padecía un poco de temor de que esa mujer le conociera.
–No te diré como lo sé, simplemente sé que vienes aquí porque has estado soñando con GIGANTES. – Apretó su portafolio cuando escucho eso, ¿Cómo demonios esa mujer sabia que soñaba con aquello?, se preguntaba sin dejar de mirarle desconcertado.
– ¿Como sabes eso también? – Volvió a inquirirle sin dejar de mirar su rostro deformado por las luces de colores.
–Porque te soñé, así como estas, asustado y estupefacto como ahora. No soy ninguna bruja, solo interpreto sueños y sé de otras cosas, que a ti Levi Ackerman te servirán para que vuelvas a dormir. – Al parecer esa mujer poseía lo que necesitaba para volver a dormir sin que tuviera que soñar de nuevo. Así que ya tranquilo sonrió de manera suave a aquella mujer, relajando sus músculos y apoyando los codos en la mesa.
–Bien, entonces ayúdame. Interpreta mis sueños. –Ante sus palabras vio como una sonrisa amplia se dibujo en el rostro de la mujer. Aun se sentía incomodo por su mirada y su manera de sonreír, pero ella le daría respuesta a todo.
Fin del capítulo l
